10 razones innegables que la gente odia lantales de hosteleria
El origen de los delantales hay que situarlo en el siglo XIII. En aquella etapa los artesanos y cocineros usaban delantales de piel de cordero para protegerse de los rigores de la faena du00eda tras du00eda. a lo largo de la Edad Media en Europa los delantales eran cosa de los hombres y un indicativo de su situaciu00f3n econu00f3mica y profesional. Al tiempo que respondu00edan a fines pru00e1cticos, los mandiles funcionaban como distintivo gremial. entre otras cosas, los peluqueros ingleses usaban delantales a cuadros, los zapateros usaban delantales negros para protegerse del betu00fan, los canteros llevaban delantales blancos para disimular el polvo blanco de la piedra, etcu2026 En los albores del siglo XV las mujeres han comenzado ademu00e1s a usarlo. Con la llegada de la Revoluciu00f3n Industrial, el delantal pasu00f3 a convertirse en la ropa de trabajo habitual en las fu00e1bricas. En el siglo XIX las mujeres, dedicadas a las labores del hogar, empezaron a emplear los delantales en casa como elementos de custodia en tareas como la limpieza o la cocina. El siglo pasado la utilizaciu00f3n del delantal se generalizu00f3, ademu00e1s de en tareas de tipo artesanal o industrial, en las cocinas expertos de varios pau00edses. En los au00f1os 60, en cambio, el delantal pasu00f3 al ostracismo al ser considerado un su00edmbolo de la sumisiu00f3n de las mujeres. Por el contrario, empezu00f3 a ser una prenda utilizada por los hombres en la cocina y las barbacoas familiares. El siglo XXI ha recuperado la utilizaciu00f3n del delantal dentro y fuera de la cocina como una parte renovada. la utilizaciu00f3n del mandil se extiende ahora a la representaciu00f3n de la imagen y la marca de muchos negocios de Hosteleru00eda.
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