1 / 6

Aquellas cartas

Aquellas cartas. - Eran aquellas, tus cartas, que llegaban aunque de tarde en tarde, puntuales, escritas a plumín de estilográfica recargable. Yo las leía con fruición, despacio, adivinando más allá de la grafía y las faltas de ortografía, no el mensaje, que era claro,

adara
Télécharger la présentation

Aquellas cartas

An Image/Link below is provided (as is) to download presentation Download Policy: Content on the Website is provided to you AS IS for your information and personal use and may not be sold / licensed / shared on other websites without getting consent from its author. Content is provided to you AS IS for your information and personal use only. Download presentation by click this link. While downloading, if for some reason you are not able to download a presentation, the publisher may have deleted the file from their server. During download, if you can't get a presentation, the file might be deleted by the publisher.

E N D

Presentation Transcript


  1. Aquellas cartas

  2. -Eran aquellas, tus cartas, que llegaban aunque de tarde en tarde, puntuales, escritas a plumín de estilográfica recargable. Yo las leía con fruición, despacio, adivinando más allá de la grafía y las faltas de ortografía, no el mensaje, que era claro, sino lo que pasaba por tu mente, de niña, todo la mar de interesante. -Decías cosas íntimas, tan sinceras, que sólo se dicen cuando se tienen, apenas incipientes, quince primaverales años y comienza a brotar en el corazón la flor de aquello que sin saber resulta ser, y es, amor.

  3. Intimista, sencilla, necesitabas decir el gozo de sentir aquello que sin querer resultaba ser, y era, amor, pensando que tales cosas solamente podían pasarte a ti y escribírmelas a mí. Si me reía, por dentro, lo hacía viendo caer la lluvia golpeando suavemente los cristales mientras el fuego chisporroteaba haciendo saltar de vez en cuando unas chispas que animaban la lumbre.

  4. Pensaba en tu amor ingenuo, de niña, adivinando en tus ojos unos cielos tan profundos que de pronto me olvidaba que estaba leyendo tu carta y mi mente se marchaba a otros tiempos a otros días, cuando a mí también me daba por escribir unacarta sin remite y sin destino porque sólo hablaba de un amor sincero, único, profundo, imposible de entenderlo nadie aun dando la vuelta al mundo.

  5.  Revolviendo entre papeles de otros tiempos, de otros días, tan cercanos a la infancia, he visto hoy aparecer tus cartas, la misma personal grafía y las consabidas faltas de irredenta ortografía. No llueve tras los cristales ni hay fuego ardiendo, ni troncos que animen en el hogar la lumbre.

  6. -Qué fue de ti, dónde estás, me pregunto, y oigo al viento ulular como si quisiera hablar y decir: Sigue leyendo en silencio las cartas que nunca, por viejas y verdaderas, han de volverse a escribir. Juan Manuel del Río

More Related