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Material sobre el uso normativo de la lengua española en la actividad periodística y comunicativa:

Material sobre el uso normativo de la lengua española en la actividad periodística y comunicativa:. Carmen Rodríguez Fernández.

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Material sobre el uso normativo de la lengua española en la actividad periodística y comunicativa:

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Presentation Transcript


  1. Material sobre el uso normativo de la lengua española en la actividad periodística y comunicativa: Carmen Rodríguez Fernández

  2. La comunicación siempre ha sido una necesidad primordial de los seres humanos y para optimizarla se han creado diversos medios que han ido evolucionando. Ha habido cambios sustanciales desde la época en que la comunicación era oral y pictográfica hasta esta era de globalización en la que vivimos actualmente. Los medios de comunicación son de muy variada naturaleza y utilizan distintos lenguajes y recursos para alcanzar sus objetivos.

  3. Son evidentes las carencias y malos usos lingüísticos de la lengua periodística: reiteraciones de términos, incomprensión de determinadas acepciones, uso de extranjerismos innecesarios, cambios de género, puntuación incorrecta, uso inapropiado de preposiciones, tendencia a la nominalización, pomposidad lingüística, y un largo etcétera. Vamos a centrarnos en el tratamiento que se da dentro de los manuales de documentación periodística, esas pequeñas herramientas que deben constituir la biblioteca de un medio de comunicación.

  4. Las obras de referencia: Se utilizan para satisfacer una necesidad de información puntual. Hay muchas tipologías de obras de referencia tanto por las materias que tratan, como por la profundidad que se trata cada tema, como por la presentación física de cada una de ellas. Para dar una respuesta efectiva y rápida a cada una de las necesidades de información se suele presentar la información en segmentos de una extensión relativamente pequeña y dichos fragmentos de texto se encuentran ordenados de forma que permiten el acceso a la información de forma rápida.

  5. Se clasifican según las siguientes características: • La materia que tratan. • El tipo de información que contienen. • El nivel intelectual con el que están redactadas. • El alcance geográfico y cronológico de la información que contienen. • El soporte en el que se presentan. En cualquier caso, podemos encontrarnos con obras de referencia que tratan todas las materias en general, mientras que hay otras que tratan temas muy específicos y concretos.

  6. Los distintos tipos de fuentes que podemos encontrarnos son: • Diccionarios. • Enciclopedias. • Guías y repertorios. • Atlas y diccionarios geográficos. • Libros del año y cronologías.

  7. Dentro de los diccionarios podemos encontrar: • Diccionarios de definiciones. • Diccionarios generales o especializados. • Diccionarios normativos o descriptivos. • Diccionarios de sinónimos. • Diccionarios ortográficos • Diccionarios de equivalencias. • Diccionarios bilingües o multilingües • Diccionarios etimológicos.

  8. Dentro de las enciclopedias podemos encontrar: • Generales. • Especializadas. • De repertorios biográficos. • De ámbito español. • De ámbito internacional.

  9. Libros del año y cronologías: El deterioro del uso lingüístico es general y todos somos responsables de él, pero los comunicadores, por ser un intermediario directo que ejerce un fuerte impacto sobre el ciudadano, hay que exigirle más responsabilidad lingüística. Se ha dicho que el lenguaje periodístico se usa mal por la prisa, cuando en realidad es debido a la falta de asimilación y a la falta de un buen aprendizaje lingüístico. La rapidez no debe prevalecer sobre el estilo, y ni mucho menos el periodista ampararse en ella para justificar la expresión errónea, desacertada e incorrecta, o la incongruencia gramatical. Los manuales de estilo tratan de suplir ese vacío. Es evidente que si existen manuales de estilo es porque algunos profesionales no utilizan adecuadamente la lengua. Queda claro que el periodista la distorsiona, simplifica la sintaxis y puntúa mal, pero nadie debe creer que estos Manuales enseñan a escribir. Todos se apoyan en la gramática pero es de esperar que los periodistas la conozcan.

  10. Tratan de mejorar la lengua porque son conscientes de que los periódicos influyen decisivamente en el ciudadano. Son un modo de controlar los abusos de los profesionales y coinciden en señalar que el lenguaje periodístico debe ser claro, conciso y correcto. Los libros de estilo son una herramienta útil, pero no exclusiva, para mejorar el uso del lenguaje escrito en la prensa. Debido al dinamismo lingüístico y a la urgencia informativa, es necesario un acercamiento entre académicos, lingüistas y periodistas, un consenso común entre todos ellos, una mayor exigencia estilística entre los profesionales, un mayor asesoramiento lingüístico y una mayor conciencia de los errores idiomáticos. Hay que recapacitar constantemente sobre el uso de la lengua para frenar el deterioro de la misma, ya que, como se ha dicho, «un periódico bien escrito es la mejor escuela para el buen uso de la lengua».

  11. Diccionarios: • RAE: Diccionario de la Lengua Española. Madrid, 2001. Espasa Calpe, 22ª edición • RAE: Diccionario panhispánico de dudas. Madrid, 2005. Santillana • RAE: Diccionario esencial de la lengua española. Madrid, 2005. Santillana • RAE: Diccionario de americanismos. Madrid, 2010. Santillana. • José Martínez de Sousa: Diccionario de usos y dudas del español actual. Gijón, Trea, 2008 • José Martínez de Sousa: Manual básico de lexicografía. Gijón, Trea, 2009. • Manuel Seco: Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española. Madrid, 2001. Espasa Calpe • Manuel Seco: Diccionario del español actual. Madrid, 1999. Aguilar. • María Moliner: Diccionario de uso del español. Madrid, 2000. Gredos. • Alvar Ezquerra M.: Diccionario de voces de uso actual. Madrid. Arco/Libros S.L.

  12. El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española tiene como ventaja el estar compuesta por una serie de académicos que elaboran las reglas normativas. Esto condiciona a los demás autores, ya que deben adaptarse a las nuevas reglas establecidas por la RAE, lo que sitúa a sus diccionarios en una posición de desventaja, además de en continua revisión y actualización. Esta situación ha desaparecido con la llegada de los diccionarios en internet como: www.elmundo.es/diccionarios, www.wordreference.com, www.diccionarios.com. La ventaja que tienen estas fuentes digitales respecto a las escritras es que están en actualización constante, por lo que se puede acceder a ellas de manera instantánea.

  13. Manuales generales: • Portolés J. Pragmática para hispanistas. Madrid, 2004. Síntesis • Gómez Torrego L. Manual de español correcto. Madrid, 1989. Arco. • Ramoneda A. Manual de estilo: guía práctica para escribir mejor. Madrid, 1998. • Alvar Ezquerra M. El léxico nuevo en los medios de comunicación. 2000, Carbonero. • MCER: Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas

  14. Existen diversas obras que nos sirven de referencia en base al uso práctico de la lengua. Aplica normas para un uso correcto de la lengua a nivel de comprensión, expresión oral y escrita de la lengua. Esto quiere decir que se encarga de manera didáctica del uso comunicativo de la lengua. Por ejemplo el Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas es un sistema de aprendizaje, enseñanza y evaluación, que trata de obtener equivalencias a nivel comunicativo para las distintas lenguas de la zona europea. Otras obras como las de Portolés tratan de obtener un resultado idéntico pero con la comunidad hispanohablante.

  15. Estas obras, pese a ser de interés, no son difundidas ni consultadas lo suficiente, desde nuestro punto de vista personal, y con la experiencia de haber trabajado en un medio. Como desventaja, estas obras son hechas por un autor que aplica el uso de la lengua en base a su visión respecto a las normas de la lengua, pero que tienen, en muchos casos, una tendencia que no se puede aplicar a un uso generalizado de la norma. Esto conlleva que los comunicadores profesionales no son usuarios de estos manuales, porque su consulta no es rápida ni demasiado accesible. Se trata de manuales de formación y no de consulta diaria en los medios de comunicación. Otro punto en contra es que ciertas ediciones se encuentran anticuadas.

  16. Libros de estilo: • Manual del español urgente. Agencia EFE • El país, 1999. Libro de estilo. Madrid: ediciones el país • Libro de estilo de ABC. 2ª edición. VV.AA. Ed. Ariel. • Libro de estilo Canal Sur TV • Libro de estilo La Voz de Galicia • Manual de estilo La Nación • Libro de estilo de la CCMA • Libro de estilo de RTVE

  17. La obra referente es Manual del español urgente, porque muchos medios que no cuentan con su propio libro de estilo recurren a éste. Sin embargo, muchos medios optan por crear su propio libro de estilo con el fin de establecer una identidad propia, y así que el público general pueda conocer los principios que rigen el tratamiento de la información por parte de dicho medio. Estos manuales reflejan los principios de un medio tanto para los empleados como para el público general. Se tratan de una referencia para la labor periodística y nunca una norma de conducta obligada. En la actividad periodística y comunicativa, desde un punto de vista personal, basado en nuestra propia experiencia, podemos concluir que los libros de estilo están presentes en las redacciones en el día a día, los diccionarios se tratan de material de consulta y los manuales quedan relegados a un estudio previo o para un perfeccionamiento de la lengua.

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