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EL CASTILLO DE SAN SERVANDO DE TOLEDO

EL CASTILLO DE SAN SERVANDO DE TOLEDO. La provincia de Toledo, como las de Guadalajara, Valladolid, y algunas otras más. es una tierra de numerosísimos castillos. Y hay muchos castillos y murallas repartidos por Toledo.

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EL CASTILLO DE SAN SERVANDO DE TOLEDO

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Presentation Transcript


  1. EL CASTILLO DE SAN SERVANDO DE TOLEDO

  2. La provincia de Toledo, como las de Guadalajara, Valladolid, y algunas otras más. es una tierra de numerosísimos castillos. Y hay muchos castillos y murallas repartidos por Toledo.

  3. En pocos lugares como aquí el paisaje, a veces llano, a veces escarpado, se encuentra tan frecuentemente salpicado por la imponente silueta de grandes castillos.

  4. Situado en las afueras de la ciudad de Toledo enfrente del Puente de Alcántara, el castillo de San Servando es una de las mejores obras de arquitectura militar mudéjar de España. Obra de finales del siglo XIV por don Pedro Tenorio.

  5. HISTORIA DEL CASTILLO

  6. Su construcción está datada documentalmente en fecha de 11 de marzo de 1088, cuando Alfonso VI eligió el lugar para su emplazamiento, fundándose allí un monasterio que fue encomendado a los abades de San Víctor de Marsella. No es descartable que este mismo cerro albergara con anterioridad fortalezas romanas -los caminos que por allí pasan son romanos- y, más probablemente, islámicas.

  7. La importancia estratégica del castillo decayó tras la batalla de las Navas de Tolosa (1212), pues la frontera de los conflictos quedó ya muy al sur de Toledo.

  8. Su estado se fue deteriorando a lo largo de los siglos

  9. Fue en 1945 cuando cambió su destino al dedicarse a albergar un colegio menor de la Delegación de Juventudes, que fue inaugurado en 1958. La obra respetó y aprovechó el perímetro exterior del castillo del siglo XIV, y se levantó de nueva planta el interior que había desaparecido por completo. Este uso es el que dio lugar al actual como Albergue de la Juventud.

  10. EL FANTASMA DEL CASTILLO

  11. No son pocos los que afirman que "algo" han visto o sentido en el Castillo de San Servando. La fortaleza, a la que se accede atravesando el puente de Alcántara ofrece unas maravillosas vistas del Alcázar y de la ciudad... ¿Pero estás seguro de querer ir hasta allí cuando se oculta el Sol? Lee antes esta leyenda...

  12. Varios doblones incrementaban el peso de la escarcela del soldado Don Lorenzo de Cañada, tipo alto, moreno, de abundante melena ocultada en parte por un chambergo oscuro, ancho de alas y tocado con un cintillo de esmeralda y una gran pluma amaranto.  Entre delgado y recio, de ojos vivos y penetrantes,  paseó sus fanfarronerías por tierras de Italia y Flandes, encontrándose ahora en la toledana Zocodover mirando cómo ganapanes y cicateruelos hacían de las suyas intentando escurrir el bulto ante la autoridad que intentaba vigilar cuanto pasaba entre el numeroso gentío que pasaba por tan conocida plaza.

  13. Llegada la hora de toque de queda, los grandes portones de murallas y puentes echaron sus cerrojos, no sin cuidado de dejar a algún vecino afuera, pues tan recias defensas no se levantaban hasta la próxima mañana.

  14. Ya avanzada la noche, los vigías del puente de Alcántara informaron de movimientos de antorchas en las almenas del Castillo de San Servando, escuchándose voces en el silencio de la noche. Pocos minutos después, los del castillo avisaron a la guardia del puente pidiendo auxilio y el capitán de estos que era Don Lorenzo de Cañada, mandó al sargento de guardia con diez de los que tenían fama de valientes para enterarse de lo allí acaecido. A la vuelta del retén, y recibiendo informe de su sargento, partió de inmediato hacia la puerta de Doce Cantos, dándose a conocer a la guardia y accediendo al Alcázar, morada del Alcaide Don Ferrán Cid, que recibió al capitán a pesar de lo avanzado de la hora:

  15. ¿Decís que el muerto es? El Alférez Valdivia. ¿Y cómo se explica el suceso? No se sabe…  Todo es tan raro. ¿Habéis comprobado las cuevas del Castillo? Todo ha sido minuciosamente registrado por  los soldados. ¿Qué heridas presenta el fallecido? Una sola, y en el corazón.

  16. El suceso de aquella noche en el castillo corrió de boca en boca por la ciudad. El Alcaide, tras interrogar a guardias del castillo y no obtener solución alguna a la muerte del Alférez, decidió doblar el número de guardianes. Nombró al joven Don Diego de Ayala como jefe de la guardia del Castillo, con gran renombre por su valentía.

  17. Esa misma tarde el joven tomó el mando del castillo, doblando guardias. Transcurrieron las primeras horas de la noche sin ningún hecho que destacar, pero a eso de las doce, hora de aquelarres y pactos demoníacos, tuvo necesidad Don Diego de bajar al patio, haciéndolo por la escalera del torreón del este, pero cuando estaba a mitad de camino, la vela que portaba en la mano repentinamente se apagó, y sintiendo una fría mano que agarraba con fuerza su cuello, sintió como una dura hoja atravesaba su pecho, y exhalando un grito de dolor se desplomó inerte sobre las escaleras.

  18. Una vez descubierto el cadáver, los soldados buscaron de nuevo por todo el castillo, cuevas, paraje cercano… De forma infructuosa. El terror iba en aumento entre todo hombre que habitaba el castillo.

  19. Los días siguientes, reunidos de nuevo los capitanes en el Alcázar, decidieron abandonar la defensa del castillo y repartir la guardia por las murallas de la ciudad. Durante días, el castillo de San Servando, oscuro, abandonado, era observado por cientos de ojos temerosos iluminados por antorchas desde las murallas que daban al Tajo.

  20. Pasaron varias semanas y cuando se olvidaban las muertes acaecidas, un nuevo rumor vino a turbar la tranquilidad de la ciudad. Algunos guardias de la muralla afirmaban que una sombra aparecía en el torreón norte, todas las noches, asemejándose a un descomunal guerrero, cuya armadura lanzaba resplandores azules y verdosos. Nadie se atrevía a pasar cerca del castillo, incluso por el día pocas gentes querían acercarse a las murallas que ocultaban tan terrible misterio.  Todos ya conocían que un fantasma habitaba en el castillo de San Servando. Pasó el tiempo y no eran pocos los que echaban en falta al capitán Don Lorenzo de Cañada. Ya no se le veía por Zocodover, y muchos pensaban que había huido de la ciudad por miedo a tener que cumplir el deber de entrar al castillo y enfrentarse al ser que habitaba en su interior.

  21. ¿Dónde estuvo esa semana que faltó a su acostumbrado paseo?

  22. Nadie lo supo, más es cierto que una noche en la que el viento soplaba con intensidad y la lluvia caía sobre las piedras de la muralla, Don Lorenzo mandó abrir la puerta de Alcántara, y tomando una antorcha y su espada partió decido a enfrentarse al fantasma, buscando acabar de una vez por todas con el misterio que tenía a sus tropas amedrentadas.

  23. Llegó a la puerta del oeste, que mira a la ciudad, encontrándola cerrada. Esperó largo rato en la puerta, dando al final dos golpes en la madera rudos y secos que resonaron en el interior del castillo con ecos misteriosos y funerales. En el mismo instante de finalizar el eco del segundo toque, la puerta se abrió sin que mano alguna ayudara a su movimiento.

  24. Con su espada de acero entró en el castillo, llegando al patio, no sin antes hacer la señal de la Cruz, el fantasma del Castillo de San Servando no ha vuelto a verse en las almenas desde que Don Lorenzo entró sólo en el patio, capa al brazo y con hoja toledana abriendo camino. ¿Quién era el fantasma del Castillo? Sólo Don Lorenzo lo supo y nadie más consiguió extraerle esta información, a la que el capitán respondía con una leve sonrisa cuando algún pilluelo o soldado le interrogaba sobre tan maligna presencia.

  25. Desde entonces el fantasma desapareció merced al arrojo de nuestro héroe…  ¿Pero en la actualidad alguien se ha interesado por lo que residentes y trabajadores del Castillo han sentido en numerosas ocasiones?

  26. Espero que os haya gustado. Muchas gracias por vuestra atención. Autor: Carlos López Jara

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