jornadas sobre parentalidad positiva madrid, 14 diciembre 2009

3. Desde el sistema de promoci�n y protecci�n se torna claro que esta iniciativa asume mayor impacto en el grupo de familias en que visiblemente se perciben necesidades mayores para exercer sus funciones de parentalidad positiva: i) las familias beneficiarias de rendimento m�nimo garantizado (las que a menudo recorren a los servicios sociales para suprir sus dificultades de salud, alimentaci�n, educaci�n, protecci�n); y ii) las familias a quien los servicios de protecci�n han ya aplicado medidas de protecci�n. En Portugal estas fam�lias son acompa�ados por las comissiones de protecci�n de crian�as e jovens en riesgo. Pero se percibe tambi�n que en este ambito hay un vac�o legal en la ley de protecci�n, pues quedan por regulamentar las medidas de educaci�n parental Este nuevo reto plantea un nuevo enlace (feliz en mi manera de ver) entre la posibilidad de ampliar las medidas de apoyo a las medidas de proteccion y incluir las familias de riesgo en la primera l�nea como beneficiarias de estas medidas de parentalidad positiva. Desde el sistema de promoci�n y protecci�n se torna claro que esta iniciativa asume mayor impacto en el grupo de familias en que visiblemente se perciben necesidades mayores para exercer sus funciones de parentalidad positiva: i) las familias beneficiarias de rendimento m�nimo garantizado (las que a menudo recorren a los servicios sociales para suprir sus dificultades de salud, alimentaci�n, educaci�n, protecci�n); y ii) las familias a quien los servicios de protecci�n han ya aplicado medidas de protecci�n. En Portugal estas fam�lias son acompa�ados por las comissiones de protecci�n de crian�as e jovens en riesgo. Pero se percibe tambi�n que en este ambito hay un vac�o legal en la ley de protecci�n, pues quedan por regulamentar las medidas de educaci�n parental Este nuevo reto plantea un nuevo enlace (feliz en mi manera de ver) entre la posibilidad de ampliar las medidas de apoyo a las medidas de proteccion y incluir las familias de riesgo en la primera l�nea como beneficiarias de estas medidas de parentalidad positiva.

4. En Portugal , las acciones en el ambito de la parentalidade positiva , a ejemplo de lo que sucede en otros pa�ses europeus, ocurre bajo la recomendacion de pol�ticas internacionales E de modo m�s pr�ximo de las orientaciones y directrizes del Consejo de Europa. El compromiso celebrado entre los signat�rios de la conven��o de los DC nos hace responsables por crear, poner en marcha, evaluar y reportar de forma regular los avances en mat�ria de defesa de los derechos de los ni�os y ni�as. El compromisso de nuestra sociedad con su futuro se espeja en las pol�ticas sociales directamente relacionadas con la infancia y juventude y, por sopuesto con las medidas de apoyo a los padres. Habra que referir que, desgraciadamente, el ultimo relat�rio de las UN de 2006 , comisariado por el especialista independente Paulo Sergio Pinheiro reconhece que muitos milh�es de crian�as continuam a ser v�timas de viol�ncia exercida pelos adultos que cuidam delas. Datos que sustentam la firme convicci�n de recomendar que todos los pa�ses signat�rios de la conven��o suportem programas de apoio a los padres y responsables por cuidar de los menores. Apoyo que no se limita a los cuidados con la salud, a los servicios sociales, a las escuelas y centros infantiles de cualidad, pero que incluye el apoyo a las funciones parentales. Las praticas educativas y de protecci�n de los ni�os se perciben como mecanismos indispensables al cambio: reduzir la violencia y para promover el buen trato. Se intenta de modo m�s explicito involucrar las familias en el necesario cambio de valores que persigue que los ni�os no puedan jamas ser tratados como propriedades. No se trata en absoluto de invadir la privacidad de la familia; hacerla, eso sin, parte del tecido social que cuida y protege a los nin�s y los percibe como su m�s precioso capital social. En Europa esta pol�tica tiene una face visible en la Europa de l�enfance (a Europa da inf�ncia e para as crian�as) Y se reconozca el paso importante hacia la recomendacion 19 de 2006, onde queda plasmada que el momento ha llegado para que se hable de parentalidad positiva. El m�rito de Europa (que ha que subrayar) y su contributo para la pol�tica internacional es el concepto de parentalidad positiva. Esta enfasis en el positivo tiene una s�rie de repercussiones en el ambito de la investigaci�n, la pol�tica social y en la pr�tica profissional . Repercussiones que por supuesto se saldan en orientaciones y en cambios S� bien que lo m�s importante para vosotros en este momento son los cambios que llevaran a los programas de apoyo parental, pero me cabe decir aqui que otros muy importantes cambios se perciben desde la investigaci�n onde en el momento se habla de la importancia de los indicadores positivos de bien-estar y cualidad de vida. (�ltimo informe del instituto innocenti que se hizo p�blico en finales de octubre de 2009) En Portugal todas estas orientaciones de pol�tica social para promocion y protecci�n de los ni�os se reunen abajo la designada Iniciativa para a Infancia e Adolescencia. Y se percibe esta pol�tica como la oportunidad y el desafio para regulamentar las medidas de apoyo parental El INIA incluye v�rias orientaciones estrategicas donde la primera hace referencia a las competencias para la parentalidad (las funciones e contenidos de la tarea de los padres) y al equilibrio que eso supone de los conjuges en el sistema familiar As pol�ticas do Conselho da Europa refor�am estas orienta��es. De um esfor�o concertado para a maior visibilidade e documenta��o da situa��o da inf�ncia � criada em 2003 a rede de observat�rios nacionais, a ChildONEurope que, agregando v�rias institui��es governamentais e n�o governamentais torna mais f�cil gerir e partilhar a informa��o sobre a inf�ncia nos Estados-membros e contribuir assim para a melhor integra��o das pol�ticas relativas � crian�a e os direitos da crian�a em todas as pol�ticas da UE. Em conformidade com os objectivos consignados nestes programas, a prioridade a este n�vel � assegurar aos Estados-Membros recomenda��es pr�ticas e orienta��es que os ajudem a desenvolver estrat�gias nacionais ou a adequa��o de medidas existentes. A este respeito cabe assinalar a prioridade dada �s legisla��es nacionais contra os castigos f�sicos �s crian�as e a aten��o privilegiada � educa��o parental no seio das pol�ticas sociais. En Portugal , las acciones en el ambito de la parentalidade positiva , a ejemplo de lo que sucede en otros pa�ses europeus, ocurre bajo la recomendacion de pol�ticas internacionales E de modo m�s pr�ximo de las orientaciones y directrizes del Consejo de Europa. El compromiso celebrado entre los signat�rios de la conven��o de los DC nos hace responsables por crear, poner en marcha, evaluar y reportar de forma regular los avances en mat�ria de defesa de los derechos de los ni�os y ni�as. El compromisso de nuestra sociedad con su futuro se espeja en las pol�ticas sociales directamente relacionadas con la infancia y juventude y, por sopuesto con las medidas de apoyo a los padres. Habra que referir que, desgraciadamente, el ultimo relat�rio de las UN de 2006 , comisariado por el especialista independente Paulo Sergio Pinheiro reconhece que muitos milh�es de crian�as continuam a ser v�timas de viol�ncia exercida pelos adultos que cuidam delas. Datos que sustentam la firme convicci�n de recomendar que todos los pa�ses signat�rios de la conven��o suportem programas de apoio a los padres y responsables por cuidar de los menores. Apoyo que no se limita a los cuidados con la salud, a los servicios sociales, a las escuelas y centros infantiles de cualidad, pero que incluye el apoyo a las funciones parentales. Las praticas educativas y de protecci�n de los ni�os se perciben como mecanismos indispensables al cambio: reduzir la violencia y para promover el buen trato. Se intenta de modo m�s explicito involucrar las familias en el necesario cambio de valores que persigue que los ni�os no puedan jamas ser tratados como propriedades. No se trata en absoluto de invadir la privacidad de la familia; hacerla, eso sin, parte del tecido social que cuida y protege a los nin�s y los percibe como su m�s precioso capital social. En Europa esta pol�tica tiene una face visible en la Europa de l�enfance (a Europa da inf�ncia e para as crian�as) Y se reconozca el paso importante hacia la recomendacion 19 de 2006, onde queda plasmada que el momento ha llegado para que se hable de parentalidad positiva. El m�rito de Europa (que ha que subrayar) y su contributo para la pol�tica internacional es el concepto de parentalidad positiva. Esta enfasis en el positivo tiene una s�rie de repercussiones en el ambito de la investigaci�n, la pol�tica social y en la pr�tica profissional . Repercussiones que por supuesto se saldan en orientaciones y en cambios S� bien que lo m�s importante para vosotros en este momento son los cambios que llevaran a los programas de apoyo parental, pero me cabe decir aqui que otros muy importantes cambios se perciben desde la investigaci�n onde en el momento se habla de la importancia de los indicadores positivos de bien-estar y cualidad de vida. (�ltimo informe del instituto innocenti que se hizo p�blico en finales de octubre de 2009) En Portugal todas estas orientaciones de pol�tica social para promocion y protecci�n de los ni�os se reunen abajo la designada Iniciativa para a Infancia e Adolescencia. Y se percibe esta pol�tica como la oportunidad y el desafio para regulamentar las medidas de apoyo parental El INIA incluye v�rias orientaciones estrategicas donde la primera hace referencia a las competencias para la parentalidad (las funciones e contenidos de la tarea de los padres) y al equilibrio que eso supone de los conjuges en el sistema familiar As pol�ticas do Conselho da Europa refor�am estas orienta��es. De um esfor�o concertado para a maior visibilidade e documenta��o da situa��o da inf�ncia � criada em 2003 a rede de observat�rios nacionais, a ChildONEurope que, agregando v�rias institui��es governamentais e n�o governamentais torna mais f�cil gerir e partilhar a informa��o sobre a inf�ncia nos Estados-membros e contribuir assim para a melhor integra��o das pol�ticas relativas � crian�a e os direitos da crian�a em todas as pol�ticas da UE. Em conformidade com os objectivos consignados nestes programas, a prioridade a este n�vel � assegurar aos Estados-Membros recomenda��es pr�ticas e orienta��es que os ajudem a desenvolver estrat�gias nacionais ou a adequa��o de medidas existentes. A este respeito cabe assinalar a prioridade dada �s legisla��es nacionais contra os castigos f�sicos �s crian�as e a aten��o privilegiada � educa��o parental no seio das pol�ticas sociais.

12. Salientar a dificuldade em obter informa��o Conhecer os programas Contactos Inicio e fim dos programas Recolha dos dados Salientar a dificuldade em obter informa��o Conhecer os programas Contactos Inicio e fim dos programas Recolha dos dados

14. 3 Programas estruturados internacionais � (n=106) 4 Programas estruturados nacionais � (n=270) 24 Interven��es estruturadas � medida � (n= 212) N�mero de sess�es: M=14,27 (SD=4.95) Min=5; Max=38

15. Interven��es � 24 Programas internacionais � 3 1 programa � 8 grupos 1 programa � 2 grupos 1 programa � 1 grupo Programas nacionais - 4 1 programa � 27 grupos 1 programa � 3 grupos 1 progama � 2 grupos 1 programa � 1 grupo Participantes por grupo (m�dia) � 8.44

22. QUESTION�RIO DE CAPACIDADES E DIFICULDADES (SDQ) - PAIS

23. A redu��o no Total de Dificuldades apresentadas pelos filhos, expressa pela redu��o nos resultados na sub-escalas Hiperactividade e Problemas de comportamento � independente: das vari�veis sociodemogr�ficas analisadas (ou seja acontece em ambas as zonas de resid�ncia, independentemente do n�vel de escolaridade do adulto, do facto de estar desempregado ou n�o, de estar ou n�o a receber RSI e de ter ou n�o ajuda financeira do estado) da crian�a alvo se encontrar ou n�o em CAT ou existir uma ou mais medidas aplicadas do n�mero de sess�es do programa (ou seja verifica-se tenha este menos de 13 sess�es ou mais de 14 sess�es) e do n�mero de sess�es em que a figura parental participou do tipo de programa (verifica-se nas 4 tipologias consideradas) e tenha o dinamizador forma��o ou n�o em Educa��o Parental e no programa que aplicou, assim como tenha tido supervis�o ou n�o

24. Poucos casos , dificuldade na devolu��o Poucos casos , dificuldade na devolu��o

25. STRESSE PARENTAL (ISP)

27. ATITUDES E PR�TICAS EDUCATIVAS PARENTAIS DE RISCO (AAPI)

29. ATITUDES E PR�TICAS EDUCATIVAS PARENTAIS (AAPI) BAIXO N�VEL DE EMPATIA T�m receio de �estragar a crian�a com mimos�; As necessidades de desenvolvimento da crian�a n�o s�o compreendidas nem valorizadas; As crian�as devem �portar-se bem� e serem �boazinhas�; Falta de compet�ncias afectivas (�nurturing�); Podem ser capazes de lidar com o stresse habitual, decorrente da fun��o parental; BAIXO N�VEL DE EMPATIA T�m receio de �estragar a crian�a com mimos�; As necessidades de desenvolvimento da crian�a n�o s�o compreendidas nem valorizadas; As crian�as devem �portar-se bem� e serem �boazinhas�; Falta de compet�ncias afectivas (�nurturing�); Podem ser capazes de lidar com o stresse habitual, decorrente da fun��o parental;

30. EXPECTATIVAS DE DESENVOLVIMENTO

31. REDE DE APOIO SOCIAL

32. PERFIL DE RISCO PSICOSSOCIAL

33. PERFIL DE RISCO PSICOSSOCIAL