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Lo monstruoso en el arte

Lo monstruoso en el arte. La necesaria anormalidad. Condiciones para su emergencia. Los monstruos son seres vivos, incluso cuando aparecen mecanizados y adquieren formas vivas. Por eso son transgresión de la concepción que tenemos de lo natural.

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Lo monstruoso en el arte

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Presentation Transcript


  1. Lo monstruoso en el arte La necesaria anormalidad

  2. Condiciones para su emergencia

  3. Los monstruos son seres vivos, incluso cuando aparecen mecanizados y adquieren formas vivas. Por eso son transgresión de la concepción que tenemos de lo natural

  4. Algunos monstruos traspasan las normas de la naturaleza, otras las normas sociales o las psicológicas Son por ello, un peligro, por cuanto traspasan lo que se cree necesario para el bien común: indican peligro, contaminación y/o impureza

  5. En lo monstruoso sale a la luz todo aquello que se quiere ocultar: problematiza las categorías socio-culturales

  6. “Amamos y necesitamos el concepto de monstruosidad, porque es la reafirmación del orden que anhelamos como seres humanos (…) y déjenme sugerir que no son las aberraciones mentales ni físicas las que nos horrorizan, sino la ausencia de orden que estas situaciones parecen implicar.” Stephen King

  7. El monstruo moderno

  8. Se podría decir que lo monstruoso ha estado en todas las culturas, pero en el mundo moderno occidental adquiere especial relieve a esta figura, por cuanto configura los criterios de normalización. “Será la denominada Edad de la Razón la que va a proveer la norma, la cosmología, el orden que genera, al tiempo que la posibilidad de su violación. Por tanto, aunque hay ejemplos importantes en la literatura antigua, podemos decir que la aparición, más o menos generalizada, de lo monstruoso en la literatura empieza, como una variación de la novela gótica inglesa, en el último tercio del siglo XVIII y en el primer cuarto del siglo XIX.” José Miguel Cortés

  9. Michel Foucault señalará, que a fines del siglo XVIII la figura del monstruo encarna no sólo la anomalía física, sino también una monstruosidad moral, y ello bajo dos formas: el monstruo antropófago e incestuoso, el de los grandes consumos prohibidos, que se señala en la figura de María Antonieta. Por tanto, es el noble que pierde referentes morales y afecta a sus subordinados.

  10. Por otro lado, en la literatura antijacobina y contrarrevolucionaria, aparece el monstruo que rompe el pacto social por medio de la revuelta; es el pueblo (esa entelequia de la Modernidad), que se caracteriza como un antropófago violento.

  11. “Estas dos figuras del monstruo aparecieron sin duda en torno del problema del derecho y el ejercicio del poder punitivo. Y son importantes por otra razón. Es que tienen un eco de una amplitud muy grande en toda la literatura de la época, y digo literatura en el sentido más tradicional del término, en todo caso, la de terror. Me parece que la irrupción de la literatura de terror a fines del siglo XVIII, en los años que, poco más o menos, son contemporáneos de la Revolución, debe asociarse a esa nueva economía del poder punitivo. Lo que aparece en ese momento es la naturaleza contranatural del criminal, el monstruo.” Michel Foucault.

  12. “Y esa literatura la vemos surgir igualmente en dos tipos. Por un lado, vemos al monstruo por abuso de poder: es el príncipe, es el señor, es el mal sacerdote, el monje culpable.” Michel Foucault

  13. “Después, en esa misma literatura de terror, tenemos también al monstruo de abajo, el monstruo que vuelve a la naturaleza salvaje, el bandolero, el hombre de los bosques, el bruto con su instinto ilimitado.” Michel Foucault

  14. Variaciones de lo monstruoso

  15. Si consideramos que las imágenes –en general- hacen parte de una memoria personal y colectiva, que se presentan en distintos medios (que cambian según las técnicas), lo que nos interesa es señalar la forma en que el arte moderno se ha valido de éstos para representar esas imágenes que son parte de un acervo común.

  16. Lo que produce ese juego entre las imágenes y sus variaciones en los medios para producirlas, es un cambio en el espectador: éste reconoce elementos por él ya conocidos, pero también encuentra el elemento sorpresivo, justamente por las variaciones del medio.

  17. Haciendo una tipología de las imágenes monstruosas podríamos tener: • El monstruo como combinación de seres y/o formas. • Confundiendo géneros • Transformación física: ogros, enanos • Por desplazamiento (ej., sexo en la axila), multiplicación (la cara con tres narices), supresión, etc.

  18. Por indeterminación de las formas • Por metamorfosis

  19. Lo monstruoso como forma simbólica: expresa la contraparte de las valoraciones moralmente aceptadas. Es el que encarna un vicio, un defecto moral y en el tránsito del cristianismo al mundo moderno, es el monstruo moral objeto de consideración psiquiátrica y judicial. Sade encarna en la literatura ese modelo.

  20. Lo monstruoso y los fantasmas interiores. En occidente la tradición judeocristiana funda varios de ellos. • Temor a la sexualidad femenina: en cuanto castradora (vagina dentada, ej. Dalí y en el cine, Alien el octavo pasajero), o en cuanto engendra monstruos (ej. El bebé de Rosemary, de RomanPolanski)

  21. http://www.youtube.com/watch?v=gxylfXQDIXo • Temor al cuerpo mutilado: a la mutilación de los ojos (pinturas de Redon, y El perro andaluz, de Luis Buñuel y Salvador Dalí); a la boca devoradora (la tradición visual de Saturno que devora a sus hijos). También hay mutilación psíquica: pérdida de la razón y confusión de la identidad (Pinturas negras, de Goya; el caso del doble –El curioso caso del Dr. Jeckill y Mr. Hyde)

  22. El cine y lo monstruoso

  23. Pocas películas se han destacado en la Historia del Cine por usar monstruos reales –o aludir a ellos- de forma directa: Freaks de TodBrowning (1932), También los enanos nacieron pequeños de Werner Herzog (1970), El hombre elefante de David Lynch (1984), El gran pez de Tim Burton (2003); Fur, retrato de una obsesión de Steven Shainberg (2006)

  24. La mayoría, por el contrario muestran una versión del monstruo como si fuese una entidad más o menos distante. Es King Kong, Godzilla, Frankenstein, Drácula, etc., que aunque algunos de ellos adquieran rasgos humanos, en realidad aparecen como eufemismos de una realidad de otro modo insoportable.

  25. Ese predominio eufemístico, coincide con la decadencia del freak como espectáculo de feria, en el periodo que va de la Primera a la Segunda Guerra Mundial. Su resurgimiento en el cine, coincide con las consideraciones que sobre la otredad y la mismidad, han hecho lugar tanto en la filosofía como en las ciencias sociales y humanas.

  26. Consideración final

  27. Si habíamos señalado la relación: Imagen – Medios Productores – Espectador Lo cierto es que aparece el cuerpo, tanto en la figura del espectador, como en el medio mismo, ya que el cuerpo es un medio en donde se produce la imagen. Por tanto, el esquema podría ser: Imagen – Medios Productores – Cuerpo medio y medializado En el caso del monstruo, es un cuerpo en donde se ha producido una imagen, allende de la voluntad de su portador, y que incide en la corporalidad del espectador.

  28. La mayoría simplemente usamos el disfraz para imitar el monstruo. Sin embargo el disfraz y la máscara no son la expresión de algo ajeno, sino de algo que no es propio. “El rostro verdadero no es aquel que la máscara oculta, sino aquel que la máscara sólo puede generar cuando se la considera verdaderamente en el sentido de una intención social. Por ello la máscara es también el inicio de un disciplinamiento del rostro natural.” Hans Belting

  29. “La representación del sujeto está estrechamente ligada con la cuestión de la máscara que porta, y por tanto con la de la imagen que esa máscara proyecta.” Hans Belting

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