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Segunda parte Proposición 17 Ministerio de la Palabra y mujeres

Primera parte La Palabra de Dios en la fe de la Iglesia Proposición 9 Encuentro con la Palabra en la lectura de la Sagrada Escritura.

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Segunda parte Proposición 17 Ministerio de la Palabra y mujeres

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Presentation Transcript


  1. Primera parteLa Palabra de Dios en la fe de la IglesiaProposición 9 Encuentro con la Palabra en la lectura de la Sagrada Escritura

  2. Este Sínodo vuelve a proponer con fuerza a todos los fieles el encuentro con Jesús, Palabra de Dios hecha carne, como evento de gracia que vuelve a acontecer en la lectura y la escucha de las sagradas Escrituras. Recuerda san Cipriano, recogiendo un pensamiento compartido por los Padres: "Asiste con asiduidad a la oración y a la Lectio divina. Cuando oras hablas con Dios, cuando lees es Dios el que habla contigo (Ad Donatum, 15). • Por tanto, esperamos vivamente que de esta asamblea derive una nueva etapa de mayor amor a la Sagrada Escritura por parte de todos los miembros del Pueblo de Dios, de manera que de su lectura orante y fiel en el tiempo, se profundice la relación con la misma persona de Jesús. En esta perspectiva, se augura -en cuanto sea posible- que cada fiel posea personalmente la Biblia (cf. Dt 17, 18-20) y goce de los beneficios de la especial indulgencia ligada a la lectura de las Escrituras (cf. Indulgentiarum Doctrina, 30).

  3. Segunda parteProposición 17Ministerio de la Palabra y mujeres

  4. Los padres sinodales reconocen y animan el servicio de los laicos en la transmisión de la fe. Las mujeres, en especial, tienen en este punto un papel indispensable sobre todo en la familia y en la catequesis. De hecho, ellas saben suscitar la escucha de la Palabra, la relación personal con Dios y comunicar el sentido del perdón y del compartir evangélico. • Se desea que el ministerio del lectorado se abra también a las mujeres, de modo que en la comunidad cristiana se reconozca su papel de anunciadoras de la Palabra.

  5. Proposición 18Celebraciones de la Palabra de Dios

  6. Según las diversas formas recibidas de la tradición litúrgica, se recomienda la celebración de la Palabra de Dios (cf. SC 35). Muchas comunidades eclesiales, que no tienen la posibilidad de la celebración eucarística dominical, encuentran en la celebración de la Palabra el alimento para la propia fe y para el testimonio cristiano. • La celebración de la Palabra es uno de los lugares privilegiados del encuentro con el Señor, porque en esta proclamación, Cristo se hace presente y sigue hablando a su pueblo (cf. SC 7). Aún en medio del ruido actual, que hace muy difícil una escucha efectiva, se anima a los fieles a cultivar una disposición de silencio interior y escucha de la Palabra de Dios que transforme la vida. • Los padres sinodales recomiendan que se formulen directorios rituales, apoyándose en la experiencia de las Iglesias en las que catequistas formados conducen habitualmente las asambleas dominicales en torno a la Palabra de Dios. Su fin será evitar que tales celebraciones se confundan con la liturgia eucarística. • La acogida de la Palabra, la oración de alabanza, la acción de gracias y la petición, que componen la celebración de la Palabra de Dios, son manifestaciones del Espíritu en el corazón de los fieles y en la asamblea cristiana, reunida en torno a la Palabra de Dios. El Espíritu Santo, en efecto, hace que la Palabra de Dios proclamada y celebrada fructifique en el corazón y en la vida de quien la recibe. • Consideramos además que también las peregrinaciones, las fiestas, las diversas formas de piedad popular, las misiones, los retiros espirituales y días especiales de penitencia, reparación y perdón son una oportunidad concreta, ofrecida a los fieles para celebrar la Palabra de Dios e incrementar su conocimiento.

  7. Proposición 21Palabra de Dios y pequeñas comunidades

  8. El Sínodo recomienda la formación de pequeñas comunidades eclesiales donde se escuche, estudie y ore la Palabra de Dios, también en la forma del Rosario como meditación bíblica (cf. Juan Pablo II, Carta Apostólica 'RosariumVirginisMariae'). En muchos países hay ya pequeñas comunidades que pueden ser formadas por familias, radicadas en las parroquias o ligadas a los diversos movimientos eclesiales y nuevas comunidades. • Estas se reúnen regularmente, en torno a la Palabra de Dios, para compartirla entre ellos, y de ella reciben la fuerza. • Algunas tienen sólo raramente la posibilidad de celebrar la Eucaristía. Hacen la experiencia de la comunidad y se encuentran con la Palabra de Dios personalmente. Mediante la lectura de la Biblia experimentan ser amados personalmente por Dios. El servicio de los laicos, que guían a estas comunidades, debe ser estimado y promovido porque hacen un servicio misionero al que están llamados todos los bautizados.

  9. Proposición 22Palabra de Dios y lectura orante

  10. El Sínodo propone que se exhorte a todos los fieles, incluidos los jóvenes, a acercarse a las Escrituras por medio de una "lectura orante" y asidua (cf. DV 25), en modo tal que el diálogo con Dios llegue a ser una realidad cotidiana del pueblo de Dios. • Por esto es importante: • que se relacione profundamente la lectura orante con el ejemplo de María y los santos en la historia de la Iglesia, como realizadores de la lectura de la Palabra según el Espíritu; • que se recurra a los maestros en la materia; • que se asegure que los pastores, sacerdotes y diáconos, y de modo muy peculiar los futuros sacerdotes, tengan una formación adecuada para que puedan a su vez formar al pueblo de Dios en esta dinámica espiritual • que los fieles se inicien según las circunstancias, las categorías y las culturas en el método más apropiado de lectura orante, personal y/o comunitaria (Lectio divina, ejercicios espirituales en la vida cotidiana, 'SevenSteps' en África y en otros lugares, diversos métodos de oración, compartir en familia y en las comunidades eclesiales de base, etc.); • que se anime la praxis de la lectura orante, hecha con los textos litúrgicos, que la Iglesia propone para la celebración eucarística dominical y diaria, para comprender mejor la relación entre Palabra y Eucaristía; • que se vigile a fin que la lectura orante sobre todo comunitaria de las Escrituras tenga su desembocadura en un compromiso de caridad (cf. Lc 4, 18-19). • Conscientes de la amplia difusión actual de la Lectio Divina y de otros métodos análogos, los padres sinodales ven en ellos un verdadero signo de esperanza y animan a todos los responsables eclesiales a multiplicar los esfuerzos en este sentido.

  11. Proposición 30 Pastoral bíblica

  12. La Dei Verbum exhorta a hacer de la Palabra de Dios no sólo el alma de la teología sino también el alma de toda la pastoral, de la vida y de la misión de la Iglesia (cf. DV 24). Los obispos deben ser los primeros promotores de esta dinámica en sus diócesis. Para ser anunciador y anunciador creíble, el obispo debe nutrirse, él el primero, de la Palabra de Dios, de manera que pueda sostener y hacer cada vez más fecundo su propio ministerio episcopal. El Sínodo recomienda incrementar la "pastoral bíblica" no en yuxtaposición a otras formas de pastoral sino como animación bíblica de toda la pastoral. • Bajo la guía de los pastores, todos los bautizados participan en la misión de la Iglesia. Los padres sinodales desean expresar la más viva estima y gratitud así como animan al servicio a la evangelización que tantos laicos, y en especial las mujeres, ofrecen con generosidad y empeño en las comunidades esparcidas por el mundo, a ejemplo de María de Magdala, primera testigo de la alegría pascual.

  13. Proposición 33 Formación bíblica de los cristianos

  14. El amor a la Biblia es una gracia del Espíritu Santo que permea toda la vida del creyente. Hay por tanto que formar a los cristianos en el aprecio a este don de Dios: "Si conocieras el don de Dios..." (Juan 4, 10), dice el Señor. • Se espera por tanto que en cada región cultural se establezcan centros de formación para los laicos y para los misioneros de la Palabra, donde se aprenda a comprender, vivir y anunciar la Palabra de Dios. Además, según las diversas necesidades, se creen institutos especializados en estudios bíblicos para exegetas que tengan una sólida comprensión teológica y sensibilidad hacia los contextos de su misión Esto puede ser también realizado volviendo a examinar o reforzando las estructuras ya existentes, como los seminarios o las facultades. • Por último, es necesario ofrecer una adecuada formación en lenguas bíblicas a las personas que sean traductoras de la Biblia a las diversas lenguas modernas.

  15. Proposición 34 Animación bíblica y jóvenes

  16. Como Jesús invitó a un joven a seguirle, así la invitación debe ser propuesta de nuevo hoy a niños, muchachos, adolescentes y jóvenes para que puedan encontrar la respuesta a su búsqueda en la palabra del Señor. En la animación bíblica de la pastoral juvenil, se tendrá en cuenta la invitación de Benedicto XVI: "Queridos jóvenes, os exhorto a adquirir familiaridad con la Biblia, a tenerla a mano para que sea para vosotros como una brújula que indica el camino a seguir (Mensaje a la XXI Jornada Mundial de la Juventud, 9 abril 2006). Se espera que se presente la Escritura en sus implicaciones vocacionales de modo que ayude y oriente a muchos jóvenes en su decisión vocacional, incluso hasta la consagración total. Que la comunidad cristiana acoja, escuche y acompañe a las jóvenes generaciones con amor, de modo que sean iniciadas en el conocimiento de las Escrituras por educadores, verdaderos testigos apasionados de la Palabra de Dios. De este modo, también los jóvenes sean guiados a amar y a comunicar el Evangelio, sobre todo a sus coetáneos.

  17. Proposición 36Sagrada Escritura y unidad de los cristianos

  18. La Biblia es verdaderamente un lugar privilegiado de encuentro entre las diversas Iglesias y comunidades eclesiales. Escuchar juntos las Escrituras nos hace vivir una comunión real aunque no plena (cf. Relatio post disceptationem 36). • "Escuchar juntos la Palabra de Dios, practicar la Lectio Divina de la Biblia (...) es un camino a recorrer para alcanzar la unidad de la fe, como respuesta a la escucha de la Palabra" (Discurso de Benedicto XVI, 25 enero 2007). La escucha común de las Escrituras impulsa por tanto al diálogo de la caridad y hace crecer el de la verdad. Un problema ecuménico abierto es la comprensión del sujeto autorizado de la interpretación en la Iglesia (especialmente el Magisterio) y por ello se deben intensificar el estudio y la investigación bíblica común. • Igualmente hay que intensificar el común empeño en las traducciones y la difusión de la Biblia, así como las celebraciones interconfesionales de la escucha de la Palabra de Dios.

  19. Tercera parte La Palabra de Dios en la misión de la IglesiaProposición 39 Palabra de Dios y compromiso en el mundo

  20. La Palabra de Dios, contenida en las Sagradas Escrituras y en la Tradición viva de la de la Iglesia, ayuda a la mente y al corazón de los hombres a comprender y amar todas las realidades humanas y la creación. Ayuda en efecto a reconocer los signos de Dios en todas las fatigas del hombre dirigidas a hacer el mundo más justo y habitable; ayuda a la identificación de los "signos de los tiempos" presentes en la historia; impulsa a los creyentes a comprometerse en favor de quienes sufren y son víctimas de injusticias. La lucha por la justicia y la transformación es parte integrante de la evangelización (cf. EvangeliiNuntiandi, 19). • Los padres sinodales dirigen un pensamiento especial a quienes, como creyentes, están empeñados en la vida política y social. Desean que la Palabra de Dios sostenga sus formas de testimonio así como inspirar su acción en el mundo, en búsqueda del verdadero bien de todos, y en el respeto de la dignidad de toda persona. Es necesario por tanto que estén preparados mediante una adecuada educación según los pricipios de la Doctrina Social de la Iglesia.

  21. Proposición 40 Palabra de Dios y arte litúrgico

  22. La gran tradición de Oriente y de Occidente ha estimado siempre todas las expresiones artísticas, de modo específico las imágenes sagradas, inspiradas en la Sagrada Escritura. • Apreciamos a todos los artistas enamorados de la belleza: poetas, hombres de letras, pintores, escultores, músicos, gente de teatro y de cine. Han contribuido a la decoración de nuestras iglesias, a la celebración de nuestra fe, al enriquecimiento de nuestra liturgia y, al mismo tiempo, muchos de ellos han ayudado a hacer perceptible el mundo invisible y a traducir el mensaje divino en el lenguaje de las formas y de las figuras. Por todo esto, el Sínodo les manifiesta profunda gratitud. • Hay que suscitar en cada área cultural una nueva época en la que el arte pueda reencontrar la inspiración bíblica y ser un instrumento capaz de proclamar, cantar, y hacer contemplar la manifestación de la Palabra de Dios. • Los obispos, debidamente ayudados, procuren, en la construcción de las iglesias, que éstas sean lugares adecuados para la proclamación de la Palabra, la meditación y la celebración eucarística. Los espacios sagrados, también fuera de la acción litúrgica, deben ser elocuentes, presentando el misterio cristiano relacionado con la Palabra de Dios.

  23. Proposición 41Palabra de Dios y cultura

  24. La Palabra de Dios está destinada a toda la humanidad. Hay que reconocer que, a lo largo de los siglos, ha inspirado a las diversas culturas, generando valores morales fundamentales, expresiones artísticas excelentes y estilos de vida ejemplares. En la palabra de Dios, se encuentran diversas instancias que pueden ayudar tanto a la ciencia en su descubrimiento de cada vez nuevas conquistas, como a incrementar el diálogo con cuantos comparten nuestra misma fe. Los padres sinodales, por tanto, auguran un diálogo entre Biblia y cultura, sobre todo ante las diversas preguntas de sentido presentes en nuestro tiempo, de modo que encuentren en ella la respuesta definitiva a su búsqueda. • Conviene organizar grupos de lectura bíblica, también en los ambientes secularizados o entre los no creyentes, como una vía de abrir el mundo a Dios mediante la Palabra de la Biblia.

  25. Proposición 43 Biblia y difusión

  26. El Sínodo desea recordar cuánto es necesario que todos los fieles puedan acceder con facilidad a la lectura de los textos sagrados. Junto a esto, se pide una movilización general para que el texto sagrado se difunda los más posible y con todos los instrumentos a disposición que las modernas tecnologías ofrecen, sobre todo para las personas con habilidades diferentes, a quienes se dirige nuestra atención preferente. • Tal empeño exige una excepcional forma de colaboración entre las Iglesias para que cuantos disponen de más medios sean más solidarios para salir al encuentro de las necesidades de las Iglesias que están en más dificultad. Los padres sinodales recomiendan apoyar el empeño de la Federación Bíblica Católica para un acceso amplio a la Sagrada Escritura (cf. DV 22) y para que se incremente ulteriormente el número de traducciones de la Sagrada Escritura y su difusión capilar. Hágase esto en colaboración con la diversas Sociedades Bíblicas.

  27. Proposición 44 Medios de comunicación social

  28. El Sínodo subraya la importancia de los medios y de los lenguajes de la comunicación para la evangelización. • El anuncio de la Buena Noticia encuentra nueva amplitud en la comunicación actual, caracterizada por la interacción entre medios. • La Iglesia está llamada no sólo a difundir la Palabra de Dios a través de los medios, sino también y sobre todo a integrar el mensaje de la salvación en la nueva cultura que la comunicación crea y amplifica. • El nuevo contexto comunicativo nos consiente multiplicar los modos de proclamación y profundización de la sagrada Escritura. Ésta, con su riqueza, exige poder alcanzar a todas las comunidades, llegando a los lejanos incluso a través de estos nuevos instrumentos. • Se recomienda conocer bien los medios de comunicación, acompañar su veloz cambio e invertir más en la comunicación, a través de los diferentes instrumentos que se ofrecen, como la televisión, la radio, los periódicos, internet... Son, en todo caso, formas que pueden facilitar el ejercicio de la escucha obediente de la Palabra de Dios Es necesario preparar católicos, convencidos y competentes, en el campo de la comunicación social.

  29. Proposición 46Lectura creyente de las Escrituras: historicidad y fundamentalismo

  30. La lectura creyente de la Sagrada Escritura, practicada desde la antigüedad en la Tradición de la Iglesia, busca la verdad que salva, para la vida de cada fiel y para la Iglesia. Esta lectura reconoce el valor histórico de la tradición bíblica. Es justamente por este valor de testimonio histórico por lo que quiere redescubrir el significado vivo de las Sagradas Escrituras destinadas también a la vida del creyente de hoy. • Tal lectura de la Escritura se diferencia de las "interpretaciones fundamentalistas", que ignoran la mediación humana del texto inspirado y sus géneros literarios. El creyente, para usar con fruto la Lectio Divina debe ser educado en "no confundir inconscientemente los límites humanos del mensaje bíblico con la sustancia divina del mismo mensaje" (cf. Comisión Pontificia Bíblica, La interpretación de la Biblia en la Iglesia, I F).

  31. Proposición 48Biblia e inculturación

  32. La revelación se constituyó tomando de las diversas culturas humanas los valores auténticos susceptibles de expresar la verdad que, para nuestra salvación, Dios comunicó a los hombres (cf. DV 11). La Palabra de Dios, en cuanto revelación ha introducido en las culturas el conocimiento de verdades que de otro modo hubieran permanecido desconocidas y creó progreso y desarrollo cultural. El mandato que el Señor da a la Iglesia de anunciar el Evangelio a todas las criaturas (cf. Mc 16, 15) implica el encuentro de la Palabra de Dios con todos los pueblos de la tierra y sus culturas. Esto supone el mismo proceso de inculturación de la Palabra de Dios acaecido en la Revelación. • Por tanto, la Palabra de Dios debe penetrar en cada ambiente de modo que la cultura produzca expresiones originales de vida, liturgia, pensamiento cristiano (cf. CT 53). Esto sucede cuando la Palabra de Dios, propuesta a una cultura, "fecunda como desde dentro las cualidades espirituales y las tradiciones de cada pueblo, las confirma, las perfecciona y las recapitula en Cristo" (GS 58), suscitando así nuevas expresiones de vida cristiana. • Para una auténtica inculturación del mensaje evangélico, se debe asegurar una formación de los misioneros con medios adecuados, para conocer en profundidad el ambiente vital y las condiciones socio-culturales, de modo que puedan insertarse en el ambiente, en la lengua y en las culturas locales. Corresponde en primer lugar a la Iglesia local llegar a una auténtica inculturación del mensaje evangélico, prestando atención naturalmente al riesgo del sincretismo. La calidad de la inculturación depende del grado de madurez de la comunidad evangelizadora.

  33. Proposición 49Misión ad (inter) gentes

  34. La Palabra de Dios es un bien para todos los hombres, que la Iglesia no debe conservar sólo para sí, sino compartir con alegría y generosidad con todos los pueblos y las culturas, para que también ellos puedan encontrar en Jesucristo la vía, la verdad y la vida (cf. Juan 14, 6). • Mirando al ejemplo de san Pablo, de los apóstoles y de tantos misioneros que, a lo largo de la historia, llevaron el Evangelio a los pueblos, este Sínodo reafirma la urgencia de la misión "ad gentes" también en nuestro tiempo. Un anuncio que debe ser explícito, hecho no sólo dentro de nuestras iglesias, sino en todas partes, y debe ser acompañado por el testimonio coherente de vida, la cual hace evidente el contenido y lo refuerza. • Obispos, sacerdotes, diáconos, personas de vida consagrada y laicos deben estar cerca también de las personas que no participan en la liturgia y no frecuentan nuestras comunidades. La Iglesia deber ir hacia todos con la fuerza del Espíritu (cf. I Cor 2, 5) y seguir proféticamente defendiendo el derecho y la libertad de las personas a escuchar la Palabra de Dios, buscando los medios más eficaces para proclamarla, incluso con el riesgo de la persecución.

  35. Proposición 50Biblia y diálogo interreligioso

  36. El diálogo con las religiones no cristianas es un momento significativo en la vida de la Iglesia y en el diálogo con los hombres. Los monoteísmos, las religiones tradicionales de África y de Australia, las antiguas tradiciones espirituales de Asia encierran valores de respeto y colaboración que pueden favorecer mucho la comprensión entre las personas y las sociedades. Las líneas orientadoras de este diálogo están en la declaración del Concilio Ecuménico Vaticano II NostraAetate. El Sínodo recuerda también la necesidad de que se asegure efectivamente a todos los creyentes la libertad de profesar la propia religión en privado y en público, así como la libertad de conciencia.

  37. Proposición 54Dimensiones cósmicas de la Palabra de Dios y custodia de la creación

  38. La Palabra de Dios nos comunica la belleza de Dios a través de la belleza de la creación y también mediante las imágenes sagradas, como iconos del Verbo encarnado. Son modalidades con las que el misterio invisible de Dios se hace de alguna manera visible y perceptible a nuestros sentidos. Los Padres de la Iglesia, por lo demás, afirmaron siempre las dimensiones cósmicas de la Palabra de Dios que se hace carne; cada criatura lleva en cierto sentido una señal de la Palabra de Dios. En Jesucristo, muerto y resucitado, todas las cosas creadas encuentran definitiva recapitulación (cf. Ef 1, 10). Todas las cosas y las personas, por tanto, están llamadas a ser buenas y bellas en Cristo. • Lamentablemente, el hombre de nuestro tiempo ha perdido el hábito de contemplar la palabra de Dios en el mundo que habita y que ha sido regalado por Dios. Por esto, el redescubrimiento de la Palabra de Dios, en todas sus dimensiones, nos impulsa a denunciar todas las acciones del hombre contemporáneo que no respetan la naturaleza como creación. • Acoger la Palabra de Dios atestiguada en la Sagrada Escritura y en la Tradición viva de la Iglesia genera un nuevo modo de ver las cosas, promoviendo una ecología auténtica, que tiene su raíz más profunda en la obediencia de la fe que acoje la Palabra de Dios. Por tanto, deseamos que, en la acción pastoral de la Iglesia, se intensifique el compromiso en favor de la salvaguarda de la creación, desarrollando una renovada sensibilidad teológica sobre la bondad de todas las cosas creadas en Cristo, Palabra de Dios encarnada.

  39. Proposición 55María Mater Dei et Mater fidei

  40. El Sínodo, que se propone sobre todo renovar la fe de la Iglesia en la Palabra de Dios, mira a María, la Virgen Madre del Verbo Encarnado, que con su sí a la Palabra de la Alianza y a su misión, cumple perfectamente la vocación divina de la humanidad. Los Padres sinodales sugieren difundir entre los fieles la oración del Ángelus, memoria cotidiana del Verbo Encarnado y del Rosario. • La Iglesia del Nuevo Testamento vive allí donde la Palabra encarnada es acogida, amada y servida en plena disponibilidad al Espíritu Santo. La fe de María se desarrolla luego en el amor con el que acompaña el crecimiento y la misión del Verbo Encarnado. Bajo la Cruz del Hijo, la fe y el amor se convierten en la esperanza con la que María acepta convertirse en la Madre del discípulo amado y de la humanidad redimida. • La atención devota y amorosa a la figura de María, como modelo y arquetipo de la fe de la Iglesia, es de importancia capital para realizar también hoy un cambio concreto de paradigma en la relación de la Iglesia con la Palabra, tanto en la postura de escucha orante como en la generosidad del empeño por la misión y el anuncio. Los Padres sinodales, unidos al Santo Padre en la oración para que el Sínodo "pueda llevar frutos de auténtica renovación a cada comunidad cristiana" (Benedicto XVI, Ángelus en Pompeya, 19 de octubre de 2008), invitan a pastores y fieles a dirigir la mirada a María y pedir al Espíritu Santo la gracia de una fe viva en la Palabra de Dios hecha carne.

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