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EL MODERNISMO. Martí está considerado uno de los iniciadores del modernismo, pero fueron las obras de Rubén Darío las que dieron valor oficial al movimiento. Sus rasgos más comunes eran un marcado anticonformismo hacia la civilización burguesa y unos esfuerzos de renovación.
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Martí está considerado uno de los iniciadores del modernismo, pero fueron las obras de Rubén Darío las que dieron valor oficial al movimiento.
Sus rasgos más comunes eran un marcado anticonformismo hacia la civilización burguesa y unos esfuerzos de renovación.
Los autores modernistas manifiestan su disconformidad a través de un aislamiento aristocrático y de un refinamiento estético.
Fue un ataque indirecto a la sociedad al presentarse como “una rebeldía de soñadores”.
Algunos escritores tienden al Mundonovismo, como el cubano José Martí, actitud que pretende lograr un mundo nuevo.
Mientras otros escritores tienden al Torremarfilismo, como el nicaragüense Rubén Darío, actitud que presenta la poesía como algo inalcanzable y puro, sólo accesible para algunos privilegiados
De una adjetivación en la que predomina el color y los matices relacionados con los cinco sentidos del cuerpo. El color azul era su favorito y simboliza la libertad.
Y de la musicalidad a través especialmente del uso de la aliteración.
Los modernistas también incorporan la mitología y el sensualismo.
La gran renovación léxica que persiguieron, no busca tanto la precisión como el prestigio o la rareza del vocablo.
El Modernismo hispánico es una síntesis del Parnasianismo y del Simbolismo.
Del Parnasianismo toma la concepción de la poesía como bloque marmóreo, el anhelo de perfección formal, los temas exóticos, los valores sensoriales.
Del Simbolismo adopta el arte de sugerir y la búsqueda de efectos rítmicos dentro de una variada musicalidad. Los modernistas utilizaban símbolos inspirados en la naturaleza, como por ejemplo: los atardeceres, las mariposas, los cisnes, etc.
Les gustaba la soledad, pero lo más importante era el hastío, la profunda tristeza, la angustia y la melancolía.
De ahí que tiendan al “escapismo”, a una evasión de la realidad en el tiempo (pasado medieval, renacentista) y en el espacio (exotismo).
Gustaban del cosmopolitismo, sintiendo gran devoción por París.
La temática modernista revela: • un anhelo de armonía frente a un mundo que se siente inarmónico, • un ansia de plenitud y de perfección, • y una búsqueda de raíces en medio de aquella crisis que produjo un sentimiento de desarraigo en el escritor.
El escritor modernista se presenta como un guía capaz de mostrarle al hombre común los valores verdaderos.
