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22-23. LA PENITENCIA. VIRTUD DE LA PENITENCIA. El Bautismo nos alcanza el perdón de los pecados y el don de la vida sobrenatural. Pero a lo largo de la vida se requieren otras muchas conversiones: cada vez que nos apartamos de Dios por el pecado o notamos que nos pide más.
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VIRTUD DE LA PENITENCIA • El Bautismo nos alcanza el perdón de los pecados y el don de la vida sobrenatural. • Pero a lo largo de la vida se requieren otras muchas conversiones: cada vez que nos apartamos de Dios por el pecado o notamos que nos pide más.
VIRTUD DE LA PENITENCIA • La virtud de la penitencia inclina a convertirse a Dios de todo corazón, detestando y aborreciendo las culpas cometidas, con deseo de enmienda y esperanza de perdón. • Comprende el deseo de cambiar de vida con la esperanza de la misericordia divina y la confianza en la ayuda de la gracia (CEC, 1431).
VIRTUD DE LA PENITENCIA • La conversión es primeramente una obra de la gracia de Dios que hace volver a Él nuestros corazones: “Conviértenos, Señor, y nos convertiremos” (Lm 5, 21) (CEC, 1432) Dios es un Padre misericordioso que nos perdona siempre que acudimos a Él
SACRAMENTO DE LA PENITENCIA • Es el sacramento instituido por Jesucristo, para perdonar los pecados cometidos después del Bautismo, y conferir la gracia sacramental que ayuda a evitar las ofensas a Dios en lo sucesivo, y a luchar eficazmente por llegar a la santidad (CEC, 1446).
SACRAMENTO DE LA PENITENCIA • El pecado es, ante todo, ofensa a Dios, ruptura de la comunión con Él. Al mismo tiempo, atenta contra la comunión con la Iglesia. Por eso la conversión implica a la vez el perdón de Dios y la reconciliación con la Iglesia, que es lo que expresa y realiza litúrgicamente el sacramento de la Penitencia y de la Reconciliación (CEC, 1440).
SACRAMENTO DE LA PENITENCIA • Sólo Dios puede perdonar los pecados. Cuando el Señor instituyó este sacramento, dio a los Apóstoles el poder de actuar en su nombre: “reciban el Espíritu Santo; a quienes perdonen los pecados les son perdonados, y a quienes se los retengan les son retenidos”(Jn 20, 22-23; CEC 1441-1442)
MINISTRO • Ya que Cristo confió a los Apóstoles el poder de perdonar los pecados, solamente los Obispos (sucesores de los Apóstoles) y los presbíteros (colaboradores de los Obispos en el ministerio sacerdotal) pueden administrar el sacramento de la Penitencia (CEC, 1461).
MINISTRO • Los presbíteros deben tener, además del sacramento del Orden, lafacultadde oír confesiones (CEC, 1462)
MINISTRO • Actúa como Juez, Médico, Padre y Pastor (CEC, 1465) • Algunos pecados especialmente graves tienen como pena la excomunión, levantar esta pena está reservado (salvo en caso de peligro de muerte) al Papa, al Obispo o a algunos sacerdotes especialmente designados por ellos. (CEC, 1463).
SUJETO • El sujeto de este sacramento es todo bautizado que haya cometido algún pecado después del Bautismo.
ACTOS DEL PENITENTE • Los actos con los que el penitente debe manifestar su arrepentimiento son tres: contrición, confesión y satisfacción. Estos actos son necesarios para la integridad del sacramento.
ACTOS DEL PENITENTE • La contrición es un dolor del alma y detestación del pecado cometido, acompañada del propósito de no pecar en adelante. • Puede ser perfecta (cuando brota del amor a Dios sobre todas las cosas) o imperfecta (por la fealdad del pecado o el temor de las penas) (CEC, 1451-1457).
ACTOS DEL PENITENTE • La confesión (auricular y secreta) ha de ser, al menos, de todos los pecados mortales (según su número y especie), cometidos después del Bautismo y no perdonados en una confesión anterior (CEC, 1456).
ACTOS DEL PENITENTE • La satisfacción o penitencia sirve para reparar por los pecados cometidos; el penitente puede ofrecer más, además de la impuesta por el sacerdote.
FORMA DEL SACRAMENTO Las palabras principales de la fórmula de absolución que pronuncia el sacerdote, son: “Yo te absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo”(CEC, 1449).
EFECTOS • El efecto principal es la reconciliación con Dios. • Dios perdona los pecados mortales y los veniales y confiere o aumenta la gracia santificante.
EFECTOS • El que había cometido pecado mortal, recupera el estado de gracia, se le abren las puertas del cielo y se le perdona íntegramente la pena eterna (no siempre toda la temporal). • Son restituidas las virtudes infusas y los méritos de las buenas obras hechas antes de cometer el pecado mortal.
EFECTOS • La gracia sacramental fortalece para la lucha interior y ayuda a evitar los pecados en lo sucesivo. • Reconcilia al penitente con la Iglesia. • Restituye la paz y la serenidad a la conciencia, y trae consigo el consuelo espiritual. CEC, 1468-1470
LA CONFESIÓN FRECUENTE • La Iglesia establece que todos los fieles, desde el uso de razón, deben confesar los pecados graves al menos una vez al año (CEC, 1457). • Sin embargo, para llevar una vida cristiana seria resulta necesaria, de ordinario, la confesión frecuente (CEC, 1458).
LA CONFESIÓN FRECUENTE • Ayuda a formar la conciencia, a luchar contra las malas inclinaciones, a purificarnos y a progresar en la vida espiritual. • Por medio de ella se puede llevar a cabo una eficaz dirección espiritual.
LA CONFESIÓN FRECUENTE una buena confesión es: CLARA CONCISA CONCRETA COMPLETA