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El afroecuatoriano Manolito Cierto día, Manolito, un joven afroecuatoriano se dirigía al colegio, como de costumbre, salía de casa y tomaba el autobús. Al subir al autobús, quiso ocupar uno de los primeros asientos para evitar que sus compañeros lo molestaran, pero no fue así. Carlos y algunos de sus compañeros lo trataron con desprecio burlándose de él por su color de piel. Carlos: ¡¡¡Negro, negro, negro…!!! Wilmer: ¡¡Cuidado te roba...!! Eva: ¡¡Hay no qué vergüenza...!! Al llegar a la escuela, mientras Manolito bajaba del autobús. Carlos continuaba molestándolo con comentarios racistas, al percatarse de todo lo sucedido, Isamar trataba de consolarlo. Carlos: Aquí no es zoológico Isamar: Tranquilo, no les hagas caso Manolito Una vez en la clase, el profesor saluda cordialmente a sus estudiantes indicándoles el tema a desarrollarse e invitándolos a participar. Isamar y Manolito proponen ejemplos, pero Carlos continúa molestando. Profesor: Buenos días, hoy hablaremos sobre los valores, ¿Algún aporte? Manolito: El respeto profe Wilmer: La puntualidad Eva: ¡¡Tu no opines negro...!! El profesor disgustado interviene inmediatamente al escuchar los comentarios inapropiados de Carlos y hace una reflexión sobre el valor del respeto. Profesor: ¡¡Carlos...!! Esa no es la forma de tratar a tu compañero. El respeto es uno de los valores fundamentales que el ser humano debe tener siempre presente a la hora de interactuar con sus compañeros. El profesor le explica a Carlos con un ejemplo lo malo que puede llegar a ser el comportamiento humano cuando no se trata con respeto a las personas y se las discrimina por su color de piel, religión, ideologías, etc. Razón por la cual Carlos se sorprende y siente empatía por Manolito, mientras que Isamar concuerda con lo expuesto por el profesor. Profesor: Por ejemplo, tú eres de descendencia judía. ¿Sabía que los nazis mataban a los judíos por ser diferentes? ¿Qué sentirías si vivieras en esa época? Isamar: ¡Es verdad…!! Carlos: No lo sabía, no quisiera vivir eso Carlos por fin reflexiona y se disculpa por todo lo sucedido ese día. Por lo que Manolito responde con mucha empatía y humildad perdonándolo. Por su parte, Isamar hace una reflexión de cómo sería el mundo si todos practicaran valores éticos. Carlos: Discúlpame amigo, siento mucho haberme comportado de esa forma Manolito: Está bien, acepto tus disculpas amigo. Isamar: Si todas las personas nos tratáramos con respeto viviríamos en un mundo mejor Cuadro 1: Cuadro 2: Cuadro 3: Cuadro 4: Cuadro 5: Cuadro 6: