El malentendido matrimonial en Casa de mu ecas

1. El malentendido matrimonial en Casa de mu�ecas Dr. Edgardo Jusino Campos Catedr�tico de Espa�ol Departamento de Humanidades UNIVERSIDAD INTERAMERICANADE PUERTO RICO Recinto de Guayama Modulo IV Introducci�n al g�nero ensayo Espa�ol 1101 UNIVERSIDAD INTERAMERICANADE PUERTO RICO Recinto de Guayama Modulo IV Introducci�n al g�nero ensayo Espa�ol 1101 UNIVERSIDAD INTERAMERICANADE PUERTO RICO Recinto de Guayama Modulo IV Introducci�n al g�nero ensayo Espa�ol 1101 UNIVERSIDAD INTERAMERICANADE PUERTO RICO Recinto de Guayama Modulo IV Introducci�n al g�nero ensayo Espa�ol 1101

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3. Objetivo primordial Al finalizar este m�dulo, el estudiante podr� enumerar aquellos factores que inciden en el rompimiento de la estructura familiar y el modo en que pueden contrarrestarse. Podr� entender el surgimiento y la evoluci�n de las ideas feministas a la altura del siglo XIX.

4. Introducci�n Casa de mu�ecas es una obra famosa en el mundo entero, a pesar de que su autor, Henrik Ibsen, escribe en noruego. Se trata de un planteamiento extremadamente novedoso en su tiempo, puesto que recoge el sentir feminista del siglo XIX, �poca en la cual las mujeres iban adelantando en sus causas de igualdad social.

5. Cuando la relaci�n matrimonial se convierte en una lucha de fuerzas contrarias, el resultado es la disoluci�n del v�nculo familiar, con todas las consecuencias adversas que ello conlleva, especialmente para las personas que componen ese n�cleo. Nora, la protagonista principal, se ve forzada, por sus propias convicciones, a tomar decisiones dr�sticas, que, ante la vista del lector, podr�an no ser del todo correctas, pero que obedecen a los nuevos derroteros de su �poca. Cont. Introducci�n

6. Tambi�n podr�a sugerirse al estudiante un estudio comparativo con el m�dulo de El cantar de los cantares, puesto que esta obra plantea las mismas ideas mediante procedimientos art�sticos diferentes. Ibsen tambi�n cree en la consideraci�n de la pareja y en la asignaci�n que le corresponde en el hogar, aunque su personaje, Helmer, sea la ant�tesis pr�ctica de la visi�n de mundo del autor. Cont. Introducci�n

7. Pre-prueba Escoge la mejor contestaci�n: 1. Una lectura detenida de la obra Casa de mu�ecas revelar�a: a. que el autor est� de parte de las mujeres b. que el autor critica a ambos sexos c. que s�lo es una cr�tica social 2. una posible explicaci�n del t�tulo es que: a. el marido minimiza a la mujer b. Nora es muy bonita c. el dinero no alcanza

8. 3. En general, la culpa que Nora tiene con relaci�n a su esposo es que ella : a. tiene unas aspiraciones muy grandes b. nunca piensa en la familia c. oculta informaci�n y manipula a su esposo 4. La confesi�n del doctor Rank significa que: a. est� enamorado de Nora b. �l se ir� lejos de su casa c. tambi�n estaba involucrado en el pr�stamo Cont. Pre-prueba

9. 5. Al final de la obra, Nora deja a sus hijos porque: a. los detesta porque rompieron su matrimonio b. piensa m�s en ella que en los dem�s c. no cree en su esposo 6. Una de las funciones del personaje de Cristina es: a. confrontar a Nora y a Helmer b. contribuir al enga�o de Helmer c. condenar a Krogstad Cont. Pre-prueba

10. 7. Uno de los peores errores de Helmer es: a. esconderle el dinero a Nora para reducir los gastos b. pretender administrar su casa como si fuera un banco c. enga�ar a todos para ser gerente en el banco 8. El ritmo en la acci�n de la obra es: a. lento pero de gran dramatismo b. vertiginoso y atropellado c. debatible y predecible Cont. Pre-prueba

11. 9. Cuando Helmer enfrenta la decisi�n final de Nora: a. no sabe qu� har� con su vida b. hace nuevos planes en el banco c. desea matar a Krogstad 10. El tratamiento infantil que recibe Nora de parte de su esposo al principio es una: a. vieja costumbre de Helmer b. exaltaci�n a los valores de Nora c. negaci�n de las capacidades de Nora Cont. Pre-prueba

12. Clave para la pre-prueba 1. b 6. a 2. a 7. b 3. c 8. a 4. a 9. a 5. b 10. c

13. Resumen de algunas estructuras ideol�gicas expuestas en la obra 1. el dominio administrativo en el hogar 2. la negaci�n de las capacidades femeninas 3. la aportaci�n indeseada en el orden dom�stico 4. la identidad ajena bajo el mismo techo 5. la llegada de lo insalvable 6. lo fundamental como secundario 7. la apariencia externa de bonanza 8. la desigualdad dom�stico-social

14. El dominio administrativo en el hogar Una de las grandes equivocaciones de Helmer, quien es director de un banco, es pensar que puede administrar su casa de la misma forma en que lo hace con su trabajo. Helmer tiene un sistema tan estricto de vida que no se da cuenta de que en el hogar impera el afecto, hasta el punto de generar unas condiciones laxas entre los miembros de la familia, que no tienen las relaciones administrativas, de por s�, fr�as e impersonales.

15. Continuaci�n� Nora no se cas� con el director del banco, sino con un hombre com�n y corriente; la pr�ctica de Helmer de jugar al �profesor� que todo lo sabe y lo ense�a a su pareja, es un serio error t�picamente masculino. La aplicaci�n de una mentalidad financiera extremadamente disciplinada, no le permite a Helmer emplear con su esposa Nora, ciertas concesiones matrimoniales que dependen del sentimiento.

16. Para ello, Helmer limita, con suma taca�er�a, los gastos dom�sticos, hasta el punto de que se generan los primeros enga�os de Nora, hacia su marido, sobre asuntos dom�sticos. Cuando Nora se tuvo que enfrentar a la crisis de salud de su propio esposo, la cual solucion� con nuevos enga�os, la actitud miserable de Helmer estuvo a punto de cavarle su propia tumba. Continuaci�n�

17. La negaci�n de las capacidades Con esta misma taca�er�a, el autor pretende eclipsar el �nimo talentoso de Nora, del cual Helmer tiene poco o ning�n conocimiento. La asignaci�n que Helmer le hace a Nora en el hogar es puramente ornamental. Ella no sirve para �hacer� sino para �lucir�. Helmer participa del concepto machista que determina la negaci�n de las capacidades intelectuales cuando la mujer es atractiva, bonita y elegante, como lo es Nora. En otras palabras, si es bonita, no es inteligente.

18. De alguna forma, las opiniones de Helmer adquieren un asiento en la conciencia de Nora, porque al final de la obra ella abandona toda su familia y se conduce como si no le importaran los hijos; que es precisamente el papel que le hab�a asignado Helmer de antemano, cuando le dijo que no confiaba en que ella fuera apta para la crianza de los hijos. Tal negaci�n es una secuela de las actitudes paternales que Nora ya hab�a vivido en su casa como mujer soltera, aparte de recibir ideas que son una siembra externa que dise�a incorrectamente su futuro. Continuaci�n�

19. Por tanto, la negaci�n de las capacidades hab�a sido una conducta masculina que se transmitieron los hombres de generaci�n en generaci�n a trav�s de la historia. Para Helmer, nada funcional y racional es compatible con su esposa. Ella es inepta, ignorante, inm�vil, est�tica, graciosa como una ardillita o un pajarito y notablemente decorativa. Helmer no conoce el volc�n activo que es Nora. Continuaci�n�

20. Pero seg�n Helmer, Nora nada tiene de intelectual y mucho menos, de complicaci�n mental. S�lo es compatible con ella todo lo que reporte apariencia, como el baile, lo cual sirve para el deleite de los sentidos. Para Helmer, Nora genera placer, no ideas. La gran sorpresa surge frente a Helmer cuando su mujer se descubre como capaz de urdir la m�s apretada trama de enga�os, precisamente para salvarle la vida a �l, quien al principio, no lo agradecer�. Continuaci�n�

21. La aportaci�n indeseada en el orden dom�stico A Helmer no le conviene que Nora aporte nada en el orden dom�stico porque de esa manera la convierte en deudora. Por su mentalidad bancaria- administrativa, �l hace todo lo posible porque ella le deba a �l y no �l a ella. Lo menos que le interesa a Helmer de su esposa es que ella aporte algo al bienestar econ�mico del hogar, porque eso ser�a mantenerlo a �l, lo cual no es permisible desde el punto de vista masculino.

22. Vemos as� que la aportaci�n de Nora es indeseada por Helmer, sin que �ste se d� cuenta de que ella le salv� la vida con motivo de esa misma aportaci�n. Como la relaci�n de Helmer y Nora es una de fuerzas contrarias, en la cual uno intenta dominar al otro, aunque no se lo propongan conscientemente, aqu�l que acumule la deuda m�s grande perder� el dominio del tim�n matrimonial. Continuaci�n�

23. Unos de los objetivos fundamentales de Nora es manipular a su marido como gusto y ganas le d� a ella, incluidas las coqueter�as y las peticiones infantiles como medios ma�osos. Y el objetivo de Helmer es hacerle ver a Nora que no sirve para nada �til, con lo cual intenta crearle una dependencia de mendicidad. En conclusi�n, la aceptaci�n de las aportaciones ser�an en este caso indicio de debilidad. Continuaci�n�

24. La identidad ajena bajo el mismo techo En Casa de mu�ecas, cada uno de los esposos tiene una identidad desconocida para el otro; especialmente Helmer, quien ignora mucho m�s la identidad de su esposa. Ni Nora sab�a que Helmer, cuando supiera la verdad, tendr�a ese tipo de reacci�n tan airada, violenta, humillante y de rechazo, ni Helmer sospechaba de lejos la destreza enga�adora de Nora.

25. Como autor insertado dentro de una �poca positivista, realista y naturalista, Ibsen nos presenta una teor�a bastante sencilla: cada persona, mirada en detalle bajo el microscopio de los problemas intensos, tendr� la verdadera reacci�n que muestra su identidad aut�ntica. Mientras todo estaba bien, es decir, bajo condiciones normales, nadie dio muestras de una conducta desviada, cuando la presi�n de la circunstancia lo acecha, entonces muestra qui�n es verdaderamente. Continuaci�n�

26. Hay grandes sentimientos en las parejas que son prohibidos para sus esposos hasta que se ven en serios aprietos. Hasta que no llegue el agente catal�tico del problema grave, todo podr�a seguir en forma fingida indefinidamente. De manera que, la gente podr�a vivir una extensa novela de apariencias, bajo el mismo techo, desconociendo aspectos fundamentales de sus respectivas personalidades. Continuaci�n�

27. La llegada de lo insalvable As� como las obras de teatro tienen que llegar la escena obligada que conlleva el punto culminante, de esta misma manera llegar� la crisis matrimonial cuando las condiciones no son normales. Cuando una relaci�n es inadecuada, generar� muchas circunstancias adversas cada vez peores, e inducir� a una cadena de peripecias negativas que alg�n d�a se amontonar�n y romper�n el dique.

28. Dadas estas condiciones, se habr� llegado a lo insalvable. Al final de la obra, seg�n el punto de vista de Nora, s�lo un milagro podr�a hacer que ella permaneciera con su esposo y sus hijos. Al ser descubierto el amor, como un v�nculo ficticio y de apariencia, se llega a la convicci�n de que no hay razones para estar unidos. Nora cre�a que amaba a su esposo, su hogar y sus hijos. Al no poder resistir la fuerza poderosa de un disgusto, lleg� a la conclusi�n de que no era como ella cre�a con respecto a su familia. Continuaci�n�

29. Para Helmer, todo se puede salvar, aqu� no ha pasado nada grave. Con una simple excusa, Nora estar� tan contenta como siempre y volver� a ser su ardillita. Nada tan lejos de la realidad; el rompimiento por parte de Nora es irrevocable, o por lo menos la esperanza son exiguas. Helmer es ahora una figura que yace en pedazos en el piso, cuando hasta hace poco su poder�o magn�nimo sobre Nora era arrollador e inexpugnable. Continuaci�n�

30. La obra termina cuando Helmer, el de una apariencia madura y experimentada para los asuntos de la vida, fuerte ante todo y el m�s maduro e inteligente, es el m�s inepto, el incapacitado para conocer la magnitud del da�o que le ha causado a su esposa llevando las acusaciones al extremo, para despu�s intentar retirarlas, como en un juego de ni�os, cuando ya hicieron su efecto demoledor en Nora. Continuaci�n�

31. Lo fundamental como secundario Para que el andamiaje de la mentira funcione, lo fundamental tiene que estar oculto por un tiempo. Para Nora, las preocupaciones profesionales de su esposo no son m�s que cuidados excesivos con un puesto que �l tiene seguro y que no hay modo de quit�rselo. Sin embargo, ella misma, con su actitud descuidada para los asuntos administrativos, puso en peligro el bienestar de su hogar, no por las buenas intenciones de que su esposo se curara, sino por pensar que no era tan grave su mentira.

32. Como Nora hab�a mentido otras veces, como comer nueces, por ejemplo, crey� que una mentira en lo fundamental, se resolver�a tan sencillamente como se hac�a con las secundarias. El autor propicia las condiciones para que Nora evolucione de su c�rculo de mentiras peque�as, donde los riesgos no son graves, hasta otro de mentiras mucho m�s grandes, en el cual se podr�an perder valores que se atesoran como aspectos fundamentales de la vida: el empleo del marido, la reputaci�n personal de Helmer y la de ella, el bienestar de los hijos, la estabilidad del hogar, y otros � Continuaci�n�

33. Ninguno de estos valores fueron ampliamente sopesados por Nora y ella viv�a m�s o menos tranquila, sin reconocer en el fondo, que si todo se descubr�a, las circunstancias de su vida y las de su familia sobrevendr�an a niveles desgraciados. Todo parece estar bien, hasta que una circunstancia externa viene a ponerla en aprietos: Krogstad va a perder su empleo y �l fue precisamente quien la ayud� a mentir. Continuaci�n�

34. Lo que era fundamental, lo pasaba por alto como si fuera secundario, tal y como hizo con el enamoramiento plat�nico del doctor Rank, quien dese� confesarle su amor secreto antes de morir, a lo cual ella le contest� que era innecesario que le pusiera palabras a un asunto que estaba tan claro. Peor a�n, haberlo confesado hac�a imposible que pudieran continuar con ese tipo de relaci�n sentida y oculta por parte de �l. Continuaci�n�

35. Y nada m�s y nada menos, que quien va a despedir a Krogstad es el hombre a quien �l ayud� a salvar su vida colaborando con el enga�o de Nora. Para Krogstad, no hay resultado m�s injusto que �ste y �l se dispone a revelar todo lo ocurrido, si se le somete a tal vejamen. La autenticidad de Krogstad y Cristina, sometidos a las desgracias, va en contra del desarrollo de la vida que han tenido Helmer y Nora. Krogstad y Cristina vienen de los fracasos y se disponen a buscar el �xito. Helmer y Nora lo har�n al rev�s. Continuaci�n�

36. La apariencia externa de bonanza En t�rminos sociol�gicos, en buena parte de los matrimonios impera la apariencia externa. Muy pocas personas saben lo que hay en el fondo de ciertas uniones matrimoniales. Helmer y Nora lucen como una pareja feliz ante la vista de los vecinos. Ella aparenta ser una mujer que cuida de su casa y de la familia, y �l, se nos muestra como un empresario exitoso con un buen t�tulo de leyes.

37. Pero la realidad es otra. Nora vino de un hogar en el cual recib�a maltrato indirecto y se le minimizaba como persona. Y Helmer fue criado bajo las normas estrictas de una vida extremadamente disciplinada, lo cual le impide tener una relaci�n de afecto con su familia. Los ni�os est�n al cuidado de otras personas y Nora apenas los atiende. En resumen: tenemos una familia en la cual la pareja vive ajena de las actitudes y sentimientos del otro y unos ni�os casi ajenos entregados en la crianza a otras personas. Continuaci�n�

38. La verdad sobre este matrimonio la tienen Krogstad y Cristina, y tal vez, el doctor Rank, quien vive haci�ndole acercamientos amorosos a Cristina, con la seguridad de que ella no ama lo suficiente a su marido y alg�n d�a lo dejar� para irse con el mismo doctor. L�stima para el doctor Rank, personaje extremadamente rom�ntico, a quien la vida no le dur� lo suficiente como para poder convencer a Nora de que dejara a su marido. Continuaci�n�

39. La desigualdad dom�stico-social Una de las grandes teor�as del autor es la igualdad social de la mujer y el hombre. No se trata de que Nora termine pensando como piensa el hombre, lo cual no ser�a feminista, sino machista. Pero hay ciertos derechos no confesados atribuidos al hombre, de los cuales Nora quisiera participar. Una de las grandes interrogantes del lector es �por qu� abandona su hijos al final de la obra?

40. Los hombres inescrupulosos abandonan a su familia si tienen intereses m�s atractivos o si revelan incapacidades para poder sobrellevar su obligaciones. Lamentablemente, Nora se cree el cuento de las incapacidades, por un lado, y por el otro, tambi�n se cree la propaganda del progresismo excesivo. Tal vez Nora no tiene claro que ser feminista no es adquirir los derechos y privilegios del hombre para vivirlos como mujer, sino reafirmar los derechos de la mujer a ser tratada con dignidad y a no anular su feminidad. Continuaci�n�

41. Todo el proceso que sufre Nora, como personaje que se transforma, consiste en desvestirse de escr�pulos y llenarse de individualidad. De ahora en adelante su principal obligaci�n ser� ella misma, aunque tal decisi�n signifique el sacrifico de quienes tradicionalmente se tienen como lo m�s estimado: los hijos. En otras palabras, Helmer, con su proceder descabellado ha terminado generando actitudes monstruosas en Nora; lo cual no la exime todav�a de seguir siendo v�ctima del hombre. Continuaci�n�

42. Conclusi�n: Factores para el rompimiento en la obra 1. deformaciones familiares inculcadas desde ni�o 2. relaci�n de dominio de uno sobre el otro 3. desconocimiento mutuo de identidades 4. interferencia de los procedimientos profesionales como estrategias dom�sticas 5. mal interpretaci�n de las ideas progresistas de la �poca

43. 6. convertir en v�ctima a la pareja 7. ocultar parte de la informaci�n vital 8. negativa a enfrentar las realidades 9. negaci�n de las capacidades 10. asignaci�n incorrecta de cualidades 11. fabricarle a la pareja una posici�n a convivencia nuestra 12. falta de apoyo y alianza con los enemigos Continuaci�n�

44. Pos-prueba 1. Podemos decir que el autor: a. carga toda la culpa sobre Helmer b. carga toda la culpa sobre Nora c. reparte la culpa entre los dos 2. El abandono del hogar por parte de Nora podr�a obedecer a que: a. no desea obligaciones de familia b. pudo haber perdido los escr�pulos c. piensa imitar a Cristina

45. 3. Uno de los aspectos de la obra es que presenta: a. una relaci�n de fuerzas contrarias b. los valores ilimitados de matrimonio c. el efecto del ambiente externo inmediato 4. La obra nos demuestra que: a. la casa se administra diferente al negocio b. el negocio y la casa son lo mismo c. los negociantes fuera de la casa triunfan en ella Cont. Pos-prueba

46. Cont. Pos-prueba

47. Cont. Pos-prueba

48. 9. El gran tema de la obra, el mal entendido matrimonial, se refleja en el : a. desconocimiento de la identidad b. la alianza con los rivales externos c. el abuso de poder de parte de Helmer 10. Seg�n Ibsen, las cualidades de las personas se notan m�s cuando: a. est�n alegres por cualquier circunstancia b. tienen serios problemas c. comparten las mismas opiniones Cont. Pos-prueba

49. 1. c 6. b 2. b 7. c 3. b 8. c 4. a 9. a 5. a 10. b Clave para la pos-prueba

50. Evaluaci�n Cuenta cada una a 3 puntos para un total de 30. 30-27=A 26-24=B 23-20=C 21- hacia abajo, repite toda la informaci�n del m�dulo y haz nuevamente la pos- prueba

51. Referencias electr�nicas www.biografiasyvidas.com/biografia/i/ibsen.htm www.noruega.org.ar/ibsen/realism/ es.wikipedia.org/wiki/Henrik_Ibsen html.rincondelvago.com/la-casa-de-las-munecas_henrik-ibsen_1.html www.avizora.com/publicaciones/literatura/textos/textos_2/0029_casa_munecas_ibsen_hercovich.htm www.google.com.pr/search?hl=es&q=casa+de+mu%C3%B1ecas&btnG=Buscar&lr=