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Alquimistas

Una conferencia sobre los hombres y mujeres mu00e1s conocidos en la alquimia

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Alquimistas

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  1. ALQUIMISTAS Carlos Mesa inicio>

  2. HOMBRES ALQUIMISTAS

  3. ROGER BACON (I) • Roger Bacon nació alrededor de 1214 en una familia acaudalada y estudió en Oxford. Allí estudió teología, filosofía (con un gran hincapié en Aristóteles), a los clásicos y sus lenguas, geometría, aritmética, música y astronomía, esto es, el trivio y el cuadrivio típicos de la época, las siete artes liberales que aún hoy día distinguen determinadas instituciones universitarias estadounidenses al menos en el nombre (liberal arts colleges). Consiguió el título de master el equivalente medieval al doctorado de hoy. • Durante su época en Oxford, Roger se interesó especialmente por las matemáticas, óptica y alquimia, además de estudiar con gran interés el griego, el hebreo y el árabe. Pero en aquella época si alguien quería prosperar en la universidad tenía que unirse al clero, por lo que Roger se terminaría uniendo a los franciscanos siguiendo el ejemplo de Grosseteste y Marsh. Parece ser que retrasó cuanto pudo este paso, recibiendo los hábitos relativamente muy tarde en 1256-7, y no está claro si lo hizo en Oxford o durante su etapa de profesor en París. ALQUIMISTAS

  4. ROGER BACON (II) • Roger tendría muchos encontronazos con sus superiores eclesiásticos a lo largo de su vida, que comenzaron claramente en su época como profesor en París, entre 1237 y 1247, cuando lo terminaron echando. • Roger Bacon tenía orden del papa Clemente IV de escribir un texto sobre las ciencias pero, por otra parte, tenía prohibido expresamente por sus superiores dedicarse a ellas; además se le había ordenado hacerlo en secreto, por lo que tampoco podía decirles a sus superiores quien le había ordenado hacerlo. • Increíblemente, Roger se las ingenió para producir su Opus Maius (“gran obra”) en un tiempo llamativamente breve, puesto que Clemente IV ya la tenía en su poder en 1268 (puede incluso que la recibiese en 1267). En esta obra Bacon presentaba su punto de vista en como incorporar la lógica y la ciencia aristotélicas dentro de una nueva teología. ALQUIMISTAS

  5. ROGER BACON (III) • Para 1268 también había enviado al papa su Opus Minus (“obra menor”), además de De Multiplicatione Specierum, De Speculis Comburentibus además de varios textos de astrología y alquimia. • El papa murió en 1268 sin haber tenido oportunidad de leer lo que había compuesto Roger y éste se quedó sin protector. • Muerto su protector Clemente IV en 1268, Roger volvió a las andadas, enfrentándose de nuevo a sus superiores de la orden franciscana. • En 1271 escribió su Compendium studii philosophiae en el que arremetía contra la Iglesia de Roma por su corrupción, orgullo, lujos y avaricia. ALQUIMISTAS

  6. ROGER BACON (y IV) • No es de extrañar por tanto que terminase siendo juzgado por los franciscanos y encontrado culpable de “innovaciones sospechosas” (novitates suspectas) y cabe la posibilidad de que fuese condenado a arresto domiciliario o en la cárcel. • La cuestión es que no volvemos a saber nada de Roger, aparte de que regresó a la casa francisca de Oxford probablemente en 1278, hasta que en 1292 publica su Compendium studiae theologiae. La fecha exacta de la muerte de Roger es desconocida, pero tuvo que ocurrir poco después de la aparición de esta obra. En cualquier caso, Roger murió reconciliado con su orden y fue enterrado en el convento de Grey Friars de Oxford. ALQUIMISTAS

  7. PARACELSO (I) • Theophrastus Phillippus Aureolus Bombastus von Hohenheim, quien con el tiempo terminó refiriéndose a sí mismo como Paracelso (comparable a Celso, esto es, Aulus Cornelius Celsus, el autor romano del s. I de De medicina) nació en Einsiedeln, cerca de Zúrich, en lo que hoy es Suiza y entonces en 1493 pertenecía al Sacro Imperio Romano Germánico a través de su rama austríaca. • Hijo de un alquimista y médico suabo, Wilhelm Bombastus von Hohenheim y madre suiza, probablemente sirviente de la Abadía de Ensiedeln, donde nació Teofrasto, recibió formación desde muy temprana edad en medicina y química por parte de su padre. • A los 16 años se inscribe en la Universidad de Basilea, después se traslada a la de Viena para terminar dejándolo todo e irse a la Abadía de Sponheim a estudiar alquimia con Johannes Trithemius. Con 21 años su padre le convence de que no existe nada como la experiencia para aprender y que si, de verdad quiere aprender el arte alquímico, tiene que verlo en funcionamiento de primera mano. Siguiendo el consejo paterno Teofrasto comienza a trabajar en los talleres minerales y metalúrgicos de las minas del Tirol. ALQUIMISTAS

  8. PARACELSO (II) • En las minas aprendió las propiedades físicas de los minerales, a distinguir los materiales del interior de la tierra y a identificar las menas minerales. En los talleres, la obtención de los metales y los efectos de los ácidos. Y en el conjunto de la explotación las enfermedades y accidentes que eran el día a día de los mineros. • A final de este periodo formativo, Teofrasto había acumulado una cantidad enorme de información, mucha de ella en forma de remedios y curas basados en la experiencia y consideradas no canónicas por los médicos de la época. • Tras afirmar, aunque no existen pruebas de su autenticidad, que había obtenido el título de doctor por la Universidad de Ferrara (¿1516?), consigue el puesto de médico de la ciudad de Basilea, puesto que tendría que abandonar a la carrera dos años después debido a que sus modales prepotentes y ofensivos habían conseguido enfurecer a empleadores y pacientes. ALQUIMISTAS

  9. PARACELSO (III) • Tras esto se convierte en un viajero incansable en una Europa rota por las guerras, relacionándose con médicos, alquimistas, astrólogos, farmacéuticos, mineros, gitanos y con los aficionados a lo oculto. • Paracelso también habría sido el primer europeo en emplear tintura de opio (un extracto alcohólico de opio), a la que llamó láudano, para tratar enfermedades. La acción de los principios activos del opio habría sido más analgésica que curativa, obviamente. • Además del láudano, Paracelso también era un usuario frecuente de esa relativamente nueva medicina, el alcohol destilado. De hecho habría sido la primera persona en usar la palabra alcohol para referirse a la esencia destilada del vino. Un tipo de maquillaje empleado desde la antigüedad en el este del Mediterráneo y Oriente Próximo, el kuhl, la expresión del árabe hispano para nombrarlo al-kuhúl, pasó a usarse para referirse a cualquier “polvo finamente dividido y limpio de impurezas”. Por una nueva metonimia al-kuhúl pasó a significar “la mejor parte de una sustancia”. ALQUIMISTAS

  10. PARACELSO (IV) • Curase o no curasen sus aceites, láudano y alcohol, todos su remedios quedaron eclipsados por su gran triunfo: el empleo del mercurio en el tratamiento de la sífilis, la enfermedad que marcó una época. Si hoy día se caracteriza la sífilis como una enfermedad de evolución lenta, que causa llagas en los genitales y que puede levara síntomas mucho más graves si no se trata, en 1495 en Europa la sífilis se describía como una enfermedad que provocaba pústulas que cubrían todo el cuerpo, de la cabeza a los pies, en la que la piel se desprendía de la cara, y que terminaba provocando la muerte en unos pocos meses. • Entonces, alrededor de 1525, cuando Paracelso se acercaba a los cuarenta, tuvo la fortuna de ser llamados a consultas a Basilea por Johann Froben (Frobenius) a causa de una importante infección en la pierna, un humanista y editor de enorme influencia. La infección era de tal entidad que se consideró la amputación para salvar su vida, pero Paracelso recomendó un tratamiento mucho menos drástico y Frobenius, por la razón que fuese, sobrevivió, llevándose Paracelso el mérito. Esto junto a los consejos médicos que dio a un buen amigo de Frobenius, y visitante en esos momentos, llamado Erasmo de Rotterdam, fue lo que le consiguió a Paracelso el puesto de médico municipal en Basilea. ALQUIMISTAS

  11. PARACELSO (y V) • Las clases que comenzó a impartir Paracelso en la Universidad de Basilea supusieron una ruptura completa con la tradición. De entrada las daba en alemán, en vez de en latín (algo en común con Lutero, que fue la primera persona que se atrevió a publicar la Biblia en un idioma, el alemán, que no fuera el latín), y contenían muchas más información práctica que teórica. • Sus correrías por Europa acabaron en 1541 cuando Ernst, arzobispo de Salzburgo, le invitó a establecerse en la ciudad bajo su protección. Unos meses después, en septiembre de ese mismo año, Paracelso moría a los 47 años, sin que se sepa muy bien de qué. Hay quien dice que murió arrojado desde lo alto de un edificio por sus enemigos; otros que murió de una intoxicación etílica descomunal; y otros que murió plácidamente en el albergue para indigentes en el que vivía. Esta última versión, aunque sea la que cuadre menos con la vida que llevó, parece la más verosímil. ALQUIMISTAS

  12. JOHN DEE (I) • Nacido en una época de despertar intelectual y artístico, John Dee medró rápidamente en la sociedad inglesa del siglo XVI como sabio, filósofo, navegante, doctor y astrólogo de la reina Isabel I de Inglaterra. • Fascinado por tantos campos del saber, lo que incluía una gran pasión por las ciencias ocultas, sus vastos intereses tuvieron como resultado involuntario la creación de la mayor librería personal de la Inglaterra de la época, que por aquel entonces era visitada por renombrados estudiosos de todo el mundo. Por fortuna para los historiadores modernos, Dee fue un escritor lo suficientemente prolífico como para que su vida esté bien documentada. Sin embargo, la forma en que llegó a desempeñar tantas y tan importantes tareas en la corte Inglesa de la época es aún hoy un increíble enigma. ALQUIMISTAS

  13. JOHN DEE (II) • Aunque Dee tocó muchos palos a lo largo de su vida, en todos ellos destacó de manera asombrosa. Fue un aplicado estudiante en el St John’s College, hasta el punto que tras obtener tanto la licenciatura como la maestría en su universidad, Dee se propuso trabajar directamente en la Corte Real, siendo entonces reina de Inglaterra María Tudor. • Su relación con la corte real, no obstante, se fue tornando más tumultuosa a medida que él se interesaba más y más en las matemáticas y la astrología. • María Tudor le apresó en 1555 por “realizar cálculos”, ya que las matemáticas y la magia se consideraba que iban de la mano en aquella época. Se le acusó de traición, y fue encarcelado por un tiempo, hasta ser finalmente exonerado por el obispo Edmund Bonner. • Dee volvió a ganarse el favor de la corte, cuando Isabel I se convirtió en reina en 1558, tres años después de que Dee fuese apresado. Le tomó a su servicio como asesor astrológico, encomendándole la prestigiosa misión de elegir la fecha exacta de su coronación. Más tarde se le adjudicaron importantes responsabilidades en la corte, como ayudar a Isabel a realizar sus ambiciones de explorar nuevas tierras. ALQUIMISTAS

  14. JOHN DEE (III) • Rara vez citado en las referencias al Nuevo Mundo, Dee sirvió realmente de ayuda a los pioneros que formaban parte de los viajes de exploración que emprendió Inglaterra en el siglo XVI. Era él quien proporcionaba los instrumentos empleados para navegar por esas aguas, siendo en cierto modo algo parecido a un profesional del arte de la navegación. Llevados por el mutuo deseo de refundar el gran Imperio Británico, Dee y la reina Isabel I trabajaron incansablemente en la exploración de Norteamérica. Hacia el año 1583, no obstante, Dee había dejado de trabajar como especialista en navegación, y para entonces ya había decidido centrarse en la investigación de la naturaleza y las misteriosas fuerzas sobrenaturales que operan en el universo. • Por lo que John Dee llegó a ser más conocido fue por sus esfuerzos en intentar comunicarse con el mundo espiritual, concretamente con los ángeles celestiales. Este trabajo estuvo precedido por intentos de comprender el factor unificador de la naturaleza, que él creía que podía ser desvelado combinando métodos mágicos y matemáticos. Los instrumentos mágicos de John Dee: discos de cera y de oro, una esfera de cuarzo y un espejo de obsidiana pulida. ALQUIMISTAS

  15. JOHN DEE (IV) • Dee escribió su primer libro sobre astrología llamado Monas Heiroglyphica, y en él habla entre otras cosas de las diversas facetas del símbolo que creó para representar el Cosmos. • Este texto se basaba en gran medida en el Cabalismo Cristiano, y fue una obra muy codiciada mientras vivió su autor. Sin embargo, el empeño de Dee por descubrir un patrón unificador en la naturaleza resultó ser una difícil batalla, y acabó cansándose de investigar el Cosmos. • Fue entonces cuando Dee centró sus esfuerzos más seriamente en su búsqueda angélica, acabando por unirse a un medium llamado Edward Kelley, un hombre veintiocho años más joven que él, para realizar sesiones durante las cuales se pretendía entablar comunicación con los ángeles. A través de sus continuos encuentros, Dee y Kelley afirmaron haber recibido la revelación de un nuevo alfabeto, del que se decía que les había sido dictado por los propios ángeles. En un principio lo llamaron lenguaje “Angélico” y más adelante fue conocido como “Enoquiano”. “El alfabeto Enoquiano con sus caracteres, los nombres de las letras, su equivalencia en inglés y su pronunciación (entre comillas cuando se diferencia de la inglesa). Las letras enoquianas de esta tabla se leen de derecha a izquierda, tal como están escritas en el diario de John Dee. ALQUIMISTAS

  16. JOHN DEE (y V) • Menos de una década después de conocerse, no obstante, los intereses de Kelley y Dee empezaron a inclinarse una vez más a seguir nuevos derroteros. El propio Kelley aseguró que poseía el don de la alquimia y que era capaz de convertir metales ordinarios en oro. De este modo, Kelley continuó trabajando con Dee como su adivino, pero dedicaba mucho más tiempo a sus intentos de transformar sustancias y descubrir la legendaria Piedra Filosofal. • Los siete años que Dee y Kelley pasaron juntos, viviendo como nómadas errantes y trabajando incansablemente en su recién descubierto alfabeto, llegaron a un brusco final en 1589, año en el que Kelley regresó a la corte del Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Rodolfo II, mientras que Dee volvió a su casa de Inglaterra. Dee sobrevivió muchos años a su antiguo amigo, y continuó el trabajo que habían empezado juntos, pasando ambos a la posteridad gracias a su obra literaria Angélica/Enoquiana. • Con el paso del tiempo, la obra de Dee sobre lo oculto pasó a ser más y más criticada y, tras separarse de Kelley en 1589, se convirtió en director del Christ’s College de Manchester, Inglaterra. Murió en la pobreza en 1608, tras haber caído en desgracia con el sucesor de Isabel I, Jacobo VI de Escocia y I de Inglaterra. ALQUIMISTAS

  17. EDWARD KELLEY (I) • Edward Kelley se desempeñara en su Worcester natal como escribano. Tras haber falsificado un documento oficial, el verdugo le cortó las orejas. Kelley huyó y su vida cambió radicalmente tras encontrarse con John Dee. Juntos viajaron a Polonia y Bohemia dándoselas durante el viaje de magos y alquimistas. • Kelley pasó algún tiempo en la residencia de los nobles Rozmberk, en la ciudad de Trebon, y en julio de 1589 se mudó a Praga para ponerse al servicio de Rodolfo II. Para ser admitido entre los alquimistas de la corte de Rodolfo II tuvo que someterse a un examen ante el astrónomo, botánico, alquimista y médico del emperador, Tomás Hájek de Hájek. ALQUIMISTAS

  18. EDWARD KELLEY (II) • La actuación de Edward Kelley durante el examen fue impresionante. Según el testigo presencial, el médico y alquimista francés, Nicolás Barnaud, el alquimista inglés vertió una gota de un aceite color carmesí a medio kilo de mercurio y lo transmutó en oro. • En febrero de 1590 Rodolfo II otorgó a Edward Kelley un título nobiliario, pero poco tiempo después lo arrojó a las mazmorras del castillo de Krivoklát. Una versión reza que fue para que confesara las estafas cometidas o revelase al emperador el secreto de la preparación de un precioso elixir. Y según otra versión, Kelley fue encarcelado por haber matado en un duelo a un sirviente del emperador. ALQUIMISTAS

  19. EDWARD KELLEY (y III) • Al intentar huir, el aventurero Kelley se fracturó una pierna y el médico tuvo que amputársela. El emperador lo indultó, pero el inglés, una vez en libertad, contrajo muchas deudas que lo llevarían a la cárcel en la ciudad de Most, en Bohemia del Norte. Su intento de fuga fracasó y el alquimista decepcionado, agotado y enfermo, se envenenó. • En Praga se han conservado dos casas relacionadas con las estancias de Edward Kelley: la llamada casa de Fausto que el alquimista adquirió en 1590, y la denominada casa del Asno en la Cuna. En la esquina de esta última casa se alza una torre de la que se disfruta un hermoso panorama del Barrio Pequeño y de la Ciudad Vieja de Praga. Y precisamente en la torre tenía Kelley su secreto taller alquimista. ALQUIMISTAS

  20. NICOLAS FLAMEL (I) • Nicolas Flamel nació alrededor de 1335 en una pequeña ciudad cercana a París llamada Pontoise, y son pocos y certeros los datos sobre su infancia así como su juventud, aunque se suele mencionar que sus padres eran personas de bien y que tenían una vida acomodada. En un momento dado, la familia Flamel se muda a París y allí el pequeño Nicolas aprende, gracias a un vendedor de libros, el arte de escribir hermosas letras góticas, así como a esclarecer manuscritos, lo cual tenía una buena demanda dado que la imprenta aún no existía. Tan bien se le da el oficio que terminaría montando su propia librería. • Hacia 1355 se casa con Pernelle, una mujer viuda de dos esposos que le sacaba bastantes años, y poseedora de cierta fortuna, lo que da a Flamel serenidad económica, y le permite abrir una escuela en casa para enseñar a leer, escribir y a contar a los niños de la burguesía gala de la época. ALQUIMISTAS

  21. NICOLAS FLAMEL (II) • Durante una noche de insomnio, un ángel se le aparece con un peculiar manuscrito con personajes extraños en sus manos, y le dará un particular mensaje que no logra comprender, aunque la visión le perturba varios días. • Un tiempo después, alguien acude a su tienda para vender el único bien que tiene: un manuscrito muy antiguo, y Flamel lo reconoce como el libro de su visión. Se trataría de una obra de tiempos remotos, con páginas escritas en cortezas de arbustos. En la primera página se leía "Abraham el judío, el príncipe, el astrólogo y el filósofo". Tiempo después, la obra sería identificada como el ‘Aesch Mezareph’ de Abraham, un preciado códice. • El libro constaba de 21 páginas divididas en 7 capítulos ilustrados por 7 figuras. Después de varios días de estudios intensivos y obsesivos, y Nicolas Flamel llegó a la conclusión de que tenía en sus manos la receta alquimista para crear oro, si bien no la entiende todavía. ALQUIMISTAS

  22. NICOLAS FLAMEL (III) • Así, recuerda la advertencia del ángel en su sueño: “no entenderás nada ... Pero un día, verás lo que nadie más puede ver ...” lo que le lleva a continuar su estudio, algo en lo que su esposa le apoyará. • Tras varias semanas sumergido en el libro, el alquimista llega a un callejón sin salida. • Tras estudiar 21 años el texto, Flamel abandona París por un largo y solitario viaje hasta Santiago de Compostela, y para no llevar el libro de Abraham consigo, toma reproducciones de calidad. En España también visita al Maestro Canches en León, y este le confirma que posee un documento excepcional: el Asch Mezareph del Rabí Abraham que todos creyeron perdidos para siempre. • Ambos van a París para analizar juntos el manuscrito original, pero Canches muere durante el trayecto, no sin antes revelar a Flamel algunos de los secretos alquimistas. El alquimista en busca de la piedra filosofal “ del pintor británico Joseph Wright(1734-1797) ALQUIMISTAS

  23. NICOLAS FLAMEL (IV) • Al reencontrarse con Perenelle, Nicolas le cuenta toda su aventura y cómo ahora conoce la materia prima que puede reaccionar a los procesos de la alquimia. Se dice que el 17 de enero de 1382, por primera vez en su vida, logra convertir media libra de plomo en plata pura, y el 25 de abril del mismo año logra convertir en oro la misma cantidad de plomo. Ahora puede entender cada símbolo, cada número, cada dibujo, de las 21 páginas del libro de Abraham. • En 1399, a una edad de 69 años, publicaría un libro llamado el Libro de las Figuras Jeroglíficas en el que narraría gran parte de su historia (incluyendo los 21 años dedicados a la comprensión del grimorio) y daría consejos a las generaciones por venir. Aunque escrito en un lenguaje relativamente sencillo, este libro se considera como un documento encriptado o con un código oculto que revelaría a quien sea capaz de entenderlo el camino que ha de seguir el iniciado en la Alquimia. ALQUIMISTAS

  24. NICOLAS FLAMEL (y V) • Otros hubieran creado cantidades ingentes de oro, pero Nicolas Flamel lo desprecia; él solo quería ciencia y conocimiento, y esposa adopta la misma actitud. De hecho, donan a la Iglesia los metales preciosos que han logrado a través de la transmutación de convertir en oro y plata el plomo. También se menciona cómo el rey Carlos VI le pidió que utilizase su conocimiento para llenar de oro las arcas reales. • Entre 1410 y 1418 Nicolás Flamel, junto con su esposa, Perenelle, fallecieron y fueron enterrados en el Cementerio de St. Jacques de la Boucherie en Paris. Pero, ¿murieron realmente? Una posterior exhumación reveló que las tumbas de los dos individuos estaban completamente vacías y jamás se pudo recuperar los cuerpos. ALQUIMISTAS

  25. MUJERES ALQUIMISTAS

  26. MARÍA LA JUDÍA (I) • María la Judía, también apodada María la Hebrea o Miriam la Profetisa, fue una alquimista e inventora que vivió aproximadamente en los siglos I y II. No se conservan datos significativos acerca de su vida, aunque se sabe que estaba vinculada a Alejandría y prácticamente toda su obra se perdió tras incendiarse la famosa biblioteca de la ciudad en el año 273, así como por el decreto contra la alquimia de Diocleciano en el 296. • Estudió al alquimista persa Ostanes (siglo III a. C.) y educó a un discípulo directo de nombre incierto, al que se conoce como Agathodaimon. Se trata de la primera inventora de la historia occidental, siendo la iniciadora de otros grandes nombres de científicas como la matemática Hipatia de Alejandría (siglos IV-V) o la médica Trótula de Salerno (siglos XI-XII). Debió fallecer a una edad temprana, víctima —probablemente— de la toxicidad de sus experimentos químicos. La crisopea de María la Judía. Leonora Carrington. 1964. Detalle. ALQUIMISTAS

  27. MARÍA LA JUDÍA (II) • El químico de la escuela alejandrina Zósimo de Panópolis (siglos III-IV) logró recuperar algunos fragmentos de la teoría y los descubrimientos atribuidos a María en sus obras Cheirokmeta y Sobre los aparatos y los hornos. Zósimo fue un alquimista trascendental, sobre todo a la hora de recuperar a los sabios antiguos de la ciencia, entre los que se sitúa la inventora. Fue su maestra, ya sea de manera directa o indirecta, lo que se hace patente al explicarse sus enseñanzas en los escritos de Zósimo. Zósimo de Panópolis ALQUIMISTAS

  28. MARÍA LA JUDÍA (III) • A la alquimista se le atribuye el Diálogo de María y Aros, obra escrita como una conversación entre María la Judía y un filósofo llamado Aros al que le transmite sus conocimientos. En el texto se explica el opus magnum o gran obra, es decir, el camino de la alquimia para crear la piedra filosofal. • Este último elemento es una sustancia milagrosa capaz de convertir un metal base en oro y también se trata del objetivo principal de la alquimia. María inventó un rápido proceso para convertir la sustancia base en la piedra filosofal. Tan solo se tardaba una hora en transmutar dicha sustancia, pasando los tres estadios básicos de la alquimia: nigredo, albedo y rubedo (coloración de la materia inicial en negro, blanco y rojo). La sustancia final, la piedra filosofal, tenía el color rojo como distintivo y el poder de aurificar, transformar en oro otro tipo de metal. También en este diálogo definió el peligro del mercurio como un veneno, aunque es la sustancia constituyente de todos los elementos. ALQUIMISTAS

  29. MARÍA LA JUDÍA (IV) • Los inventos de María son esenciales para varios de los procesos que permiten separar las distintas fases de una mezcla. Se le atribuye la fabricación del tribikos o alambique de tres brazos para el proceso químico de la destilación. Este invento lo empleó especialmente para obtener agua de azufre. • No puede conocerse, en términos de la química actual, a qué se refiere la autora. Sea cual fuere el elemento para procesar, se deposita en una vasija de barro, seguramente mezclado con agua, y la destilación permite obtener un líquido tras la condensación de una de las sustancias, en este caso volátil. Por tanto, el producto final se separa de los residuos no volátiles. Si la materia utilizada es realmente azufre, es necesario puntualizar que resulta insoluble en agua, así que se habría conseguido un agua pura. También es necesario rechazar la idea de que María haya creado ácido sulfúrico, pues su altísimo nivel de corrosión destruiría el cobre con el que se fabrican los tubos del alambique. De este modo, lo obtenido es agua de azufre, que en todo caso sirve para amarillear la sustancia con la que se está construyendo el opus magnum, aproximándose a la rubedo (el rojo). Tribikos. Venetus Marcianus 299 ALQUIMISTAS

  30. MARÍA LA JUDÍA (V) • La otra creación fundamental atribuida a María es el kerotakis. Se trata de un aparato de sublimación por reflujo con el que María la Judía pudo ejercer sobre los metales básicos antes reducidos a partículas, todos aquellos a excepción del oro. Empleaba mercurio, azufre y seguramente arsénico, como afirmaba Agathodaimon, pues los sublimaba mediante la acción del calor, transitando del estado sólido al gaseoso de manera instantánea. El vapor obtenido de este proceso servía para teñir los metales comunes. • En el caso del azufre, su acción corrosiva atacaba al metal situado en la parte superior del invento. De este modo se obtiene el color denominado negro de María. Esta particular tintura del metal tras el ataque del vapor sulfuroso significa la obtención de la nigredo durante el opus magnum. El arsénico es la sustancia que logra la albedo (blanco) alquímica si sus vapores afectan al cobre. Finalmente, para alcanzar la rubedo (rojo) lo necesario es utilizar mercurio, pues el sulfuro obtenido colorea de una tonalidad rojiza el metal base. Kerotakis. Manuscrito de San Marcos, folio 195 ALQUIMISTAS

  31. MARÍA LA JUDÍA (y VI) ALQUIMISTAS

  32. ISABELLE CORTESE (I) • Isabella Cortese, nacida en 1561, publica su obra en un momento en el que comenzaba a popularizarse la figura de los "profesores de secretos" que manejaban y divulgaban la alquimia aplicada y experimental frente a las oscuras elucubraciones mágico-filosóficas del Medioevo. • De la vida de esta científica escritora, perteneciente a la aristocracia veneciana del Renacimiento, apenas se sabe más de lo que ella misma nos revela en el prólogo de la segunda parte de su obra en el que se dirige a su hermano, Archidiácono de Ragusa, y afirma que dedicó más de 30 años al estudio, viajando mucho por Europa oriental donde aprendió las artes de la Alquimia, y, da muestras de un criterio formado y personal, desde el que se permite criticar la autoridad de Geber, Arnoldo de Villanova o Raimundo Lulio, censurar el lenguaje oscurantista y participar en las discusiones sobre la naturaleza del alma, el equilibrio entre cuerpo y espiritu y la importancia de una investigación de los secretos de la naturaleza basada en la experiencia personal. ALQUIMISTAS

  33. ISABELLE CORTESE (II) • Su obra lleva el título completo de: I secreti de la signora Isabella Cortese: ne'quali si contengono cose minerali, medicinali, arteficiose & alchimiche & molte de l'arte profumatoria, apparenti a ogni gran Signora : con altri bellissimi secreti aggiunti (Los secretos de Isabella Cortese, en los que se contienen cosas minerales, medicinales, artificiosas y alquímicas y otras muchas del arte de los perfumes de interés para toda gran señora con bellísimos secretos anexos). Y está dividido en cuatro libros dedicados a temáticas distintas: • El primero lo forman 28 recetas "farmacéuticas" con remedios para las más distintas dolencias, totalmente al margen de las recopiladas en farmacopeas y tratados de medicina convencionales. Así encontramos desde el aceite de escorpión contra la peste y otros males (Receta 4) hasta la cura del "mal francés"(recetas 18 y otras). ALQUIMISTAS

  34. ISABELLA CORTESE (y III) • El segundo proporciona 75 fórmulas de lo que hoy podríamos llamar Química Industrial y los secretos técnicos consistían en descripciones detalladas de variados procesos alquímicos y metalúrgicos (incluyendo el ácido sulfúrico o aceite de vitriolo, el azufre y el mercurio filosofal). • El tercero informa desde como fabricar multitud de tintes para tejidos y pieles o, simplemente "hacerle una estrella en la frente a un caballo blanco" (receta 73) hasta como lavar un vestido de raso viejo (receta 30) o hacer "candelas de sebo que parezcan de cera" (receta 55). • El cuarto libro, por último, está dedicado a la perfumería y a la cosmética: 221 fórmulas como la del "aceite para conservar la juventud" (receta 56) cremas para blanquear dientes (79) y manos (80), tintes para el pelo, jabones de olor, perfumes, etc. ALQUIMISTAS

  35. MARIE MEURDRAC (I) • Marie Meurdrac (¿1610?-1680) fue una alquimista y química francesa conocida fundamentalmente por su obra La chymie charitable et facile, en faveur des dames –Química caritativa y fácil para mujeres– publicada en 1666, uno de los primeros textos sobre química y farmacéutica escritos por una mujer y destinado a mujeres. Este tratado tuvo un gran éxito, se editó cuatro veces en francés, seis en alemán y una en italiano, a pesar de los muchos detractores que tuvo. • Se sabe poco de la vida de Marie Meurdrac: pertenecía a una familia acomodada de Mandres (Francia); hija mayor del notario Vincent Meurdrac y de Elisabeth Dovet, su única hermana Catherine (1613-1676) –Madame de la Guette– es conocida por sus Mémoires (1681) gracias a las que se conocen algunos detalles de la biografía de Marie. • En 1625 se casó con Henri de Vibrac, capitán en el castillo de Grosbois, propiedad de Charles de Valois (1573-1650) duque de Angulema. Allí conoció a la condesa de Guiche, esposa de Armand de Gramont (1637-1673) conde de Guiche, a la que Marie dedicaría su obra. ALQUIMISTAS

  36. MARIE MEURDRAC (II) • Su formación fue fundamentalmente autodidacta, aunque asistió también a algunos talleres de química y farmacia impartidos por el yatroquímico Jean Beguin (1550-1620) en París. • “La chymie charitable et facile, en faveur des dames” recoge el conocimiento de la época sobre química, junto a la propia experiencia de Marie en la preparación de cosméticos, medicamentos, drogas y ungüentos, algunos de los cuales distribuía gratuitamente entre los pobres –de allí el nombre de caritativa– lo que le permitía testar las diferentes recetas. • La obra se divide en seis partes: • Sobre los principios de la alquimia. • Sobre la elaboración de medicinas y ungüentos para distintas enfermedades. • Sobre los animales. • Sobre los metales, especialmente el mercurio y el antimonio. • Símbolos, aparatos y métodos para fabricar los productos químicos. • Consejos y métodos para aumentar la belleza. Portada de La Chymie des Dames (edición 1687). ALQUIMISTAS

  37. MARIE MEURDRAC (III) • Las cinco primeras siguen el patrón de los libros de texto de química de la época, cuyo objetivo principal era preparar medicinas. La autora explicaba operaciones químicas básicas y procedimientos para obtener medicinas a partir de una gran variedad de plantas, animales y minerales. En la sexta parte no sólo esclarecía como preparar maquillajes o tintes para el pelo, también advertía de los peligros de muchas sustancias empleadas hasta entonces en cosmética. • La química de Marie Meurdrac se apoyaba en la teoría de las tres sustancias de Paracelso (1493-1541) según la cual, todo cuerpo consta de sal, mercurio y azufre que deben extraerse de sustancias animales, vegetales y minerales para elaborar medicamentos. ALQUIMISTAS

  38. MARIE MEURDRAC (y IV) • Marie se inspiró en trabajos de Jean de Roquetaillade (cerca 1310-entre 1366 y 1370), Ramon Llull (cerca 1232-1315), Joseph du Chesne (cerca 1544-1609) y Nicolas Lémery (1645-1715), pero también poseía grandes conocimientos farmacéuticos. Los experimentos y preparaciones descritas en su tratado podían reproducirse utilizando un material rudimentario, pero Marie recomendaba a sus lectoras encargar las preparaciones o acudir a cursos prácticos en su laboratorio. • Marie Meurdrac es una de Las mujeres sabias (1672) criticadas por Molière. • “Las mujeres sabias” es una comedia de Molière en cinco actos y en verso, creada el 11 de marzo de 1672 por la Troupe du Roy en el Palacio Real. • La obra en una sátira en la que se critica la hipocresía y la corte de su tiempo con literatos pretenciosos y las damas obsesionadas por los avances de la ciencia que presumen conocer en profundidad. Escena de la obra “Las mujeres sabias”, según un grabado de Moreau le Jeune. ALQUIMISTAS

  39. CONTACTAR CON EL AUTOR Web empresarutas:www.planetainsolito.esBlog: www.carlosmesa.com

  40. ALQUIMISTAS Carlos Mesa salir^

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