Lectio Divina

1. Lectio Divina IV Domingo Cuaresma Parroquia Santa María Magdalena Yacuanquer A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

3. Contemplación Oración Meditación Lectura Preparación A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

4. La Palabra debe ser esperada y escuchada Con buena disposición interior Oración al Espíritu Santo Con Corazón limpio y humildad

5. ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO(San Agustín)Espíritu Santo, inspíranos, para que pensemos santamente.Espíritu Santo, incítanos, para que obremos santamente.Espíritu Santo, atráenos, para que amemos las cosas santas.Espíritu Santo, fortalécenos, para que defendamos las cosas santas.Espíritu Santo, ayúdanos, para que no perdamos nunca las cosas santas. A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

6. Leer bien y sin prisa Hay que leer dos o tres veces Aprende a conocer el Corazón de Dios en sus Palabras Leer bien, es escuchar bien

7. Lectura del Santo Evangelio según Juan 9,1- 41 «Vio, al pasar, a un hombre ciego de nacimiento. Y le preguntaron sus discípulos: "Rabbí, ¿quién pecó, él o sus padres, para que haya nacido ciego?" Respondió Jesús: "Ni él pecó ni sus padres; es para que se manifiesten en él las obras de Dios. Tenemos que trabajar en las obras del que me ha enviado mientras es de día; llega la noche, cuando nadie puede trabajar. Mientras estoy en el mundo, soy luz del mundo". Dicho esto, escupió en tierra, hizo barro con la saliva, y untó con el barro los ojos del ciego y le dijo: "Vete, lávate en la piscina de Siloé" (que quiere decir Enviado). El fue, se lavó y volvió ya viendo. A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

8. Los vecinos y los que solían verle antes, pues era mendigo, decían: "¿No es éste el que se sentaba para mendigar?" Unos decían: "Es él". "No, decían otros, sino que es uno que se le parece". Pero él decía: "Soy yo". Le dijeron entonces: "¿Cómo, pues, se te han abierto los ojos?" El respondió: "Ese hombre que se llama Jesús, hizo barro, me untó los ojos y me dijo: "Vete a Siloé y lávate." Yo fui, me lavé y vi". Ellos le dijeron: "¿Dónde está ése?" El respondió: "No lo sé". Lo llevan donde los fariseos al que antes era ciego. Pero era sábado el día en que Jesús hizo barro y le abrió los ojos. Los fariseos a su vez le preguntaron cómo había recobrado la vista. El les dijo: "Me puso barro sobre los ojos, me lavé y veo". Algunos fariseos decían: "Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado". Otros decían: "Pero, ¿cómo puede un pecador realizar semejantes señales?" Y había disensión entre ellos. Entonces le dicen otra vez al ciego: "¿Y tú qué dices de él, ya que te ha abierto los ojos?" El respondió: "Que es un profeta". A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

9. No creyeron los judíos que aquel hombre hubiera sido ciego, hasta que llamaron a los padres del que había recobrado la vista y les preguntaron: "¿Es éste vuestro hijo, el que decís que nació ciego? ¿Cómo, pues, ve ahora?" Sus padres respondieron: "Nosotros sabemos que este es nuestro hijo y que nació ciego. Pero, cómo ve ahora, no lo sabemos; ni quién le ha abierto los ojos, eso nosotros no lo sabemos. Preguntadle; edad tiene; puede hablar de sí mismo". Sus padres decían esto por miedo por los judíos, pues los judíos se habían puesto ya de acuerdo en que, si alguno le reconocía como Cristo, quedara excluido de la sinagoga. Por eso dijeron sus padres: "Edad tiene; preguntádselo a él". A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

10. Le llamaron por segunda vez al hombre que había sido ciego y le dijeron: "Da gloria a Dios. Nosotros sabemos que ese hombre es un pecador". Les respondió: "Si es un pecador, no lo sé. Sólo sé una cosa: que era ciego y ahora veo". Le dijeron entonces: "¿Qué hizo contigo? ¿Cómo te abrió los ojos?" El replicó: "Os lo he dicho ya, y no me habéis escuchado. ¿Por qué queréis oírlo otra vez? ¿Es qué queréis también vosotros haceros discípulos suyos?” A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

11. Ellos le llenaron de injurias y le dijeron: "Tú eres discípulo de ese hombre; nosotros somos discípulos de Moisés. Nosotros sabemos que a Moisés le habló Dios; pero ése no sabemos de dónde es". El hombre les respondió: "Eso es lo extraño: que vosotros no sepáis de dónde es y que me haya abierto a mí los ojos. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores; mas, si uno es religioso y cumple su voluntad, a ése le escucha. Jamás se ha oído decir que alguien haya abierto los ojos de un ciego de nacimiento. Si éste no viniera de Dios, no podría hacer nada". Ellos le respondieron: "Has nacido todo entero en pecado ¿y nos da lecciones a nosotros?" Y le echaron fuera. A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

12. Jesús se enteró de que le habían echado fuera y, encontrándose con él, le dijo: "¿Tú crees en el Hijo del hombre?" El respondió: "¿Y quién es, Señor, para que crea en él?" Jesús le dijo: "Le has visto; el que está hablando contigo, ése es". El entonces dijo: "Creo, Señor". Y se postró ante él. Y dijo Jesús: "Para un juicio he venido a este mundo: para que los que no ven, vean; y los que ven, se vuelvan ciegos". Algunos fariseos que estaban con él oyeron esto y le dijeron: "Es que también nosotros somos ciegos?" Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; pero, como decís: "Vemos" vuestro pecado permanece".» Palabra del Señor A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

13. Composición general del Evangelio de San Juan Prólogo o Himno solemne al Logos de Dios (1,1-18). 2). Primera parte o Libro de los signos (2,1-12,50) La gran novedad (2,1-4,42). Jesús, palabra que da vida (4,43-5,47) Jesús, pan de vida (6,1-71). Jesús, luz y vida (7,1-8,59). Jesús, luz que juzga al mundo (9,1-10,42). Victoria de la vida sobre la muerte (11,1-57). La muerte camino hacia la vida (12,1-50). 3). Segunda parte o Libro de la pasión-gloria (13,1- 20,31). Discurso de despedida (13,1-17,26). Historia de la pasión- resurrección (18,1-20,31). 4). Epílogo (21,1-25).

14. En el cuarto domingo del tiempo de Cuaresma, continuamos con la explicación de las bellas imágenes de la simbología bautismal propias de la Pascua cristiana. Es importante que volvamos a leer y releer el texto de Juan que no es una presentación de un relato de un milagro, es mucho más que eso, es un camino del discipulado de la luz. A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

15. Miremos el texto desde los personajes que en él aparecen, primero está el Maestro. Durante el relato Jesús, es el que toma la iniciativa de abrir el camino del verdadero discipulado, Él sabe que la humanidad de todos los tiempos vive en ceguera espiritual, mental y física. Sabe que el mundo con sus seducciones nos hace vivir como mendigos de los nuevos avances del consumismo rampante. A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

16. Por eso, Él actúa más que un taumaturgo, lo hace como un Maestro que nos quiere sacar de la ceguera permanente. En el texto no se le da mucho valor al milagro, por eso, Juan nos presenta a Jesús que hace los mismos gestos que hacían los médicos de la época para curar. Para el evangelista la verdadera cura no se queda en la primera parte del relato. Todo tendrá sentido cuando el ciego entre al final en un diálogo permanente que lo lleve a descubrir al Maestro, como el Hijo del hombre. A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

17. El ciego, es la segunda imagen del relato, él encarna al ser humano de todos los tiempos, su condición según el relato llega a la peor condición, no solo es ciego de nacimiento, ante la sociedad que lo juzga es un mendigo. Pero, para el Maestro no es nada de lo anterior, él es una persona que debe ser recuperada física, mental, espiritual y socialmente, por eso, en el relato se van dando los pasos para que aquel hombre pase de su condición de ciego pecador a la elevación de ser humano y de discípulo del Cristo Maestro. A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

18. Hay una interesante actitud del ciego que es bueno resaltar en estas líneas. Cuando descubre a Jesús en su segundo encuentro. El hombre es capaz de entender que la vida tiene un don maravilloso que hay que saber utilizar siempre, para ver mejor el mundo en que vivimos, ese don se llama: contemplación. En texto nos dice, que el ciego se postro ante el Maestro.

19. Que significa postrarse?, es lo que deberíamos hacer todos los días, cuando descubrimos que Dios nos regala tantos dones para nuestro desarrollo integral. Debemos ser agradecidos con una actitud de contemplación que nos lleve a ver los regalos de cada día como una posibilidad para ser mejores y para saber ocupar el puesto que verdaderamente nos merecemos en la sociedad.

20. Finalmente, aparecen la sociedad, simbolizada en los fariseos y la familia, dos instituciones necesarias para nuestro desarrollo personal, pero muchas veces realidades que están contaminadas por el peso de la ley, de las estructuras que enceguecen y no dejan el libre desarrollo de la personalidad.

21. El Evangelio de Jesús, esta puesto en el mundo para que logre cambios completamente radicales tanto en las personas como en la sociedad, de manera que una sociedad será cristiana cuando deje de lado leyes y normativas oscurantistas y viva en la luz de la comunidad (koinonía) de Dios.

22. DESCUBRIR LOS “AFECTOS” QUE LA PALABRA VA GENERANDO EN MI CORAZÓN: Alegría, compromiso, interrogantes, nuevas posibilidades Lo dicho, lo narrado por la Palabra tiene, ahora, que ser leído con el corazón

23. Meditemos la Palabra con el Papa «El agua y la luz son elementos esenciales para la vida. Precisamente por eso, Jesús los elevó a la categoría de signos reveladores del gran misterio de la participación del hombre en la vida divina.... (Hay que lograr que)… todos los bautizados estén dispuestos a responder con valentía a los desafíos humanos y espirituales del momento actual. En este contexto, es importante aprender a valorar las predisposiciones y las aperturas al Evangelio presentes en la sociedad, sin detenerse en las apariencias, sino mirando al corazón de las situaciones. Esto es lo que recuerda la primera lectura a través de la figura y la misión del profeta Samuel: «Los hombres ven la apariencia; el Señor ve el corazón» (1S 16, 9).

24. En toda persona que encontramos, aún en aquella que afirma explícitamente que no le interesan las realidades del espíritu, está viva la necesidad de Dios: es tarea de los creyentes anunciar y testimoniar la verdad liberadora del Evangelio, ofreciendo a todos la luz de Cristo.... ¿Acaso no es verdad que hoy más que nunca las jóvenes generaciones tienen un vivísimo deseo de verdad y se sienten cada vez más cansadas de seguir ilusiones vanas? Es indispensable proponerles con fuerza y amor el Evangelio, y ayudarles a conjugar la fe con la vida para resistir a las múltiples tentaciones del mundo moderno. Por eso, como sucedió al ciego de nacimiento, del que habla el pasaje evangélico de hoy, es indispensable encontrar personalmente a Jesús». Juan Pablo II. Homilía del 14 de marzo de 1999.

25. Da gracias, intercede por los hermanos, por las situaciones que el texto te haya traído a la memoria. Da curso libre a tus capacidades creativas de sensibilidad en la oración. Lo dicho, lo narrado por la Palabra tiene, ahora, que ser hablado con el corazón

26. Tú, Señor, que nos abres los ojos para que descubramos la hermosura de la creación y la grandeza de tu amor, ayúdanos a colaborar contigo para que todas las personas puedan alegrarse en su vida al ver tu luz. Nosotros te lo pedimos por Jesús, hijo tuyo y hermano nuestro. Amén A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

27. Ponte en medio de la comunidad y deja que rebose de tu interior la paz y la bendición que has recibido. Actúa con ellos para volver a reencarnar en la historia a Jesucristo, la Palabra hecha carne. Lo dicho, lo narrado por la Palabra tiene, ahora, que ser practicado en la vida

28. Mi compromiso en esta semana será: • 1. ¿Soy consciente de esta realidad de injusticia en la que vivimos? ¿Me doy cuenta del daño que hago a los demás por mi pecado? • 2. Por mi bautismo soy «Hijo de la Luz». ¿Qué cosas concretas hago para vivir como «hijo de la Luz»? • (Desde el Evangelio de San Juan 9,1-41) • Estamos en Facebook: grupo koinonía de amor