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EL PERDON. Reflexionar sobre el perdón, un tema extenso y profundo que nos conduce a pensar, analizar y cuestionar sobre cómo lo estamos abordando y aplicando en nuestro diario vivir.
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EL PERDON Reflexionar sobre el perdón, un tema extenso y profundo que nos conduce a pensar, analizar y cuestionar sobre cómo lo estamos abordando y aplicando en nuestro diario vivir.
Nuestra vida está cargada de circunstancias que nos crean heridas y nos conducen al sufrimiento; ya sea porque nos lastimaron, esto lo sentimos adentro como una herida propia y difícil de curar lo cual nos lleva a vivir una experiencia terrible de dolor, depresión y una sensación de pérdida que nos agobia hasta el punto de que nada mas importa.
El sufrimiento puede definirse como el dolor que le roba todo significado a la vida. Los seres humanos estamos sujetos a un dolor interior complejo compuesto por sentimientos de miedo, culpabilidad, vergüenza, pesar, resentimiento, desesperanza, rabia, odio, entre otros.
El perdón supone aceptar que somos merecedores de amor y entender que los errores son oportunidades para crecer, tomar conciencia y desarrollar la compasión.
El perdón es el medio para reparar lo que está roto. Coge el corazón roto y lo repara. El perdón restablece en el corazón la inocencia que conocimos en otro tiempo, una inocencia que nos permite la libertad de amar.
Cuando perdonamos y somos perdonados, siempre se transforma nuestra vida. Las dulces promesas del perdón se cumplen y se nos ofrece un nuevo comienzo
El concepto del perdón puede provocar dos cosas: o bien imposibilitarnos, limitando nuestra capacidad para la claridad y la alegría, o bien animarnos, ofreciéndonos una manera de dejar el pasado y ser libres para vivir con mayor paz y felicidad.
Guardando en nuestro interior estos resentimientos solamente conseguimos aumentar el dolor, debilitarnos física y moralmente e incluso podemos enfermar. La forma adecuada es afrontar los miedos, acogerlos y liberarlos lentamente.
El perdón solo requiere un cambio de percepción, otra manera de considerar circunstancias que creemos que nos han causado dolor y problemas. Como todos sabemos, la rabia y el rencor son emociones muy fuertes que desgastan nuestra energía de muchas maneras.
Cuando nos quitamos las capas, probablemente se descubrirá que esa rabia en realidad es un sentimiento superficial. No en el sentido que sea trivial o falso, sino en el de que hay muchos sentimientos y dinámicas por debajo de él.
Cuando nos perdemos en la rabia nos volvemos sordos a nuestros sentimientos más profundos. Hemos aprendido a escuchar solo aquellos que saben gritar más fuerte.
Muchos creen que permanecer enfadados o aferrarse al rencor es sinónimo de poder, energía y dominio. Pero en realidad lo único que descubren son sentimientos de impotencia, desilusión, inseguridad, aflicción o miedo y los usan con frecuencia en sustitución de los sentimientos de verdadero poder personal.
A veces es mucho más cómodo sentir rabia que sentir el temor y la tristeza. De hecho, una razón por la que suele ser difícil perdonar es que para hacerlo se debe sacar a la luz y aceptar la verdad de lo que realmente sentimos.
Esto puede ser una revelación dolorosa si hemos aprendido a convivir con la negación y la represión. Sin embargo, se debe tratar de recordar que al otro lado del dolor está el alivio y una mayor paz mental .
Cuando se lleva gran parte de la vida sintiéndose víctima, puede que halle una enorme resistencia a perdonar, porque al hacerlo renuncia a una buena parte de su identidad.
Perdonar no significa negar que se haya sido una víctima. Quiere decir que el hecho de haberlo sido ya no domina necesariamente la identidad y la vida emocional actual. La falta de perdón es como un veneno que tomamos a diario, gota a gota, pero que finalmente nos termina envenenando.
Muchas veces pensamos que el perdón es un regalo para el otro sin darnos cuenta que los únicos beneficiados somos nosotros mismos.
El perdón es una expresión de amor! El perdón nos libera de ataduras que nos amargan el alma y enferman el cuerpo.
Perdonar no significa dejar de darle importancia a lo que sucedió, ni darle la razón a alguien que te lastimó. Simplemente significa dejar de lado aquellos pensamientos negativos que nos causaron dolor o enojo. El perdón se basa en la aceptación de lo que pasó.
La falta de perdón te ata a las personas desde el resentimiento. Te tiene encadenado. Es el veneno más destructivo para el espíritu ya que neutraliza los recursos emocionales que tienes.
El perdón es una declaración que puedes y debes renovar a diario.Muchas veces la persona más importante a la que tienes que perdonar es a ti mismo por todas las cosas que no fueron de la manera que pensabas.
"La declaración del Perdón es la clave para liberarte". ¿Con qué personas estás resentido?; ¿A quienes no puedes perdonar? ¿Tú eres infalible y por eso no puedes perdonar los errores ajenos?. Perdona para que puedas ser perdonado! Recuerda que con la vara que mides, serás medido!
Si lo comprendes todo, lo perdonas todo! Solo existe el perdón cuando te das cuenta de que, en realidad, no tienes nada que perdonar! Texto: Anónimo.