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El ensayo espa ol 3 La Generaci n del 98 Miguel de Unamuno

El contexto hist

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El ensayo espa ol 3 La Generaci n del 98 Miguel de Unamuno

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Presentation Transcript


    1. El ensayo espaol (3) La Generacin del 98 Miguel de Unamuno Gabriela Zayas De Lille IES Leonardo da Vinci

    2. El contexto histrico

    3. Contexto histrico 1874-Restauracin de la Monarqua borbnica con Alfonso XII [hijo de Isabel II]. 1887-Se permite la creacin de sindicatos obreros. 1888-Fundacin de la Unin General de Trabajadores (UGT) y del Partido Socialista Obrero Espaol (PSOE). 1890-Nueva ley electoral restaura el sufragio universal. 1893-Atentados anarquistas (Bomba del Liceo de Barcelona). 1898-Guerra con Estados Unidos. 1898-Prdida de las ltimas colonias imperialistas. Tratado de Pars. 1902-Mayora de edad de Alfonso XIII. 1909-Comienzo de la Guerra de Marruecos. 1909-Huelga general en Barcelona [LA SEMANA TRGICA]. 1911-Huelgas generales protestando la guerra en Marruecos. 1911-Fundacin de la CNT [Confederacin Nacional del Trabajo]- 1912-Asesinato de Canalejas. 1912-Fin de rotacin de partidos. 1914-Primera Guerra Mundial [neutralidad de Espaa].

    4. Contexto Histrico 2 1923-Golpe de estado de Miguel Primo de Rivera. 1927-Pacificacin en Marruecos. 1927-Tricentenario de la muerte de Gngora produce un inters neo-barroco en la poesa: La Generacin del 27. 1931-Se declara la Segunda Repblica. 1931-Quema de conventos en Madrid. 1932-Pronunciamiento del general Sanjurjo. 1932-Autonoma de Catalua. 1932-Agitacin anarquista catalana. 1933-Revolucin anarquista en Casas Viejas. 1934-La CEDA [Confederacin Espaola de Derechas Autnomas] forma gobierno. 1934-Fusin de La Falange Espaola y de las JONS [Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista]. Movimientos revolucionarios en Catalua y Asturias. 1936-Frente Popular gana elecciones. Francisco Franco el 18 de julio de 1936: comienza LA GUERRA CIVIL.

    5. Generacin? Qu significa esto? Se ha discutido mucho este trmino. No tiene valor real. No significa que los escritores espaoles que vivieron en la poca de la prdida de las colonias y escriban todava durante la Guerra Civil (y an despus), fuesen un grupo. Es una etiqueta identificativa. Una etiqueta que se refiere a que vivieron en el mismo contexto histrico. Nada ms. Nada ms los vertebra. Todo artista es, por encima de todo un individualista, un ser diferente a los otros seres, incluidos los de su misma especie: los otros escritores.

    6. El escritor no es un ser gregario

    7. Miguel de Unamuno:Las nivolas

    8. Caractersticas de las nivolas No tienen argumento planificado. El argumento va saliendo a medida que se escribe, como la vida misma, que se escribe mientras se la va viviendo, sin conocer el futuro. Tienen mucho dilogo. Son distintas a las novelas. Se crea un nuevo gnero literario para hacer con l lo que se quiere, para expresar lo que hasta entonces no ha sido expresado: la pasin humana desnuda. Se elimina todo lo accesorio: las descripciones, los ambientes, la escenografa, los lugares

    9. Amor y Pedagoga (1903) La primera nivola, escueta, descarnada, desconcierta a la crtica (de ah que Unamuno invente el trmino nivola). Es una mezcla de ensayo filosfico y novela sin artificios. Stira contra el papanatismo cientificista de su poca: la ciencia no lo resuelve todo: la vida es imprevisible. Avito Carrascal dedica su vida a un proyecto cientfico (crear un genio), y fracasa estrepitosamente, haciendo desgraciados a todos los que ama: su mujer, sus hijos, l mismo. La novela termina trgicamente. Obra irnica, descarnada y cruel. Unamuno no tiene, en ella, piedad de sus criaturas.

    10. Niebla (1914) Augusto Prez es un personaje perdido en una nebulosa existencia que apenas percibe, hasta que se enamora de Eugenia. Eugenia le engaa y manipula, consigue todo de l sin darle nada, y finalmente le abandona. Augusto no sabe si debe vivir o morir y se entrevista con Unamuno en Salamanca. Descubre ah que no es un hombre, sino un ente de ficcin, un personaje de una nivola de Unamuno. Augusto somos nosotros? Unamuno es Dios para Augusto. Nuestro Dios tambin nos abandona, como Unamuno a Augusto: nos condena a la muerte. La realidad y la ficcin son lo mismo? Somos entes de ficcin? La vida es el sueo de algn Unamuno que carece de piedad para con nosotros? Unamuno se hace personaje en la nivola. Dios es un loco que se cree Unamuno.

    11. La filosofa de Unamuno La filosofa de Unamuno es, propiamente, la que se contiene en Vida de don Quijote y Sancho (1905), Del sentimiento trgico de la vida (1913) y La agona del cristianismo (1925). En estas obras aparece fuertemente influido por el existencialismo de Kierkegaard, con el acento puesto en el individuo concreto y la situacin de angustia y agona que define al hombre. La esencia de la vida es un ansia de no morir y el deseo de eternidad, y la angustia, que procede del conflicto entre fe y razn: la agona, llega a la hora de argumentar racionalmente la eternidad. Unamuno prefiere, a la fe racional, la fe voluntarista, la que entre el sentimiento y la razn, se decide por el primero, inmersa siempre en dudas, pero con la voluntad decidida de "crear lo que no vemos", parafraseando la definicin de fe de San Pablo. Esta fuerza de voluntad la ve encarnada en la figura literaria de don Quijote, cuya vida ejemplifica la lucha por la supervivencia y la inmortalidad, como respuesta, o solucin, al sentimiento trgico de la vida. La filosofa misma no es -ni ha sido- otra cosa, sostiene, que reflexin sobre este mismo sentimiento. Su decisin a favor de la va quijotesca de la "sinrazn" explica que escogiera el teatro, la novela y la poesa para exponer, tambin en estos gneros literarios, sus ideas filosficas.

    12. Los ensayos de Unamuno Los ensayos de Unamuno forman un corpus indispensable del pensamiento del siglo XX en Espaa y en Europa. Con influencias de Nietzsche, Kierkegaard o Schopenhauer, Unamuno a su vez influy en filsofos existencialistas posteriores. George Bernard Shaw, Wilde y otros escritores pensadores de la poca tienen mucho en comn con Unamuno o Unamuno con ellos. La reivindicacin del sentimiento por encima de la razn es una de sus caractersticas ms sobresalientes. El miedo a vivir sin haber vivido, a que vivir no tenga sentido La muerte, la necesidad de inmortalidad, pero no de sucedneos (ni libros escritos , ni rboles plantados, ni hijos que perpeten mi nombre: yo quiero vivir, yo, yo, yo, Miguel de Unamuno: YO!

    13. Vida de don Quijote y Sancho (1905) Espaa yace en la mxima postracin de espritu, todo en sus hombres es bajeza, injusticia, mezquindad, cobarda... Sobre esta decada humanidad espaola se hace necesario levantar la locura quijotesca: en el potico ejemplar de un ser ficticio (Don Quijote) ve condensado Unamuno el futuro ideal del ser espaol. Don Quijote no es un hombre superior o distinguido, ni un hombre representativo; es, por decirlo como en Nietzsche-Zaratustra, el superhombre: Caballero del Amor, de la Fe, de la Gloria, de la Inmortalidad por la Fama y, ante todo, un Hroe penetrado por una misteriosa misin a l nicamente reservada, afirmador de la vida eterna por la voluntad de no morir y de ser ms. Don Quijote slo aceptar la cordura para ponerse en paz consigo mismo (la total paz interior slo est en la muerte), para abandonar la lucha; es decir, para morir.

    14. Vida de Don Quijote y Sancho (1905) (Unamuno) esencialmente se sirve del personaje de don Quijote para definirse a s mismo en el papel de intelectual que, por esas fechas, est decidido a protagonizar. En la prctica, la Vida de don Quijote y Sancho no es otra cosa que el autorretrato que, adornado con toda una serie de valores (fe, valor, locura, pasin, etc.), Unamuno hace de s mismo para ofrecrselo al lector como paradigma de un programa vital, que antes es el de Unamuno que el de Cervantes: Fue Cervantes escribe Unamuno en el prlogo que puso a su edicin de 1930-- el que ley mal y que mi interpretacin, y no la suya, es la fiel. Don Quijote es la mscara que, en 1905, elige Unamuno para explicar (y justificar ante s mismo) su actividad pblica. Desde luego, a Unamuno no le interesa, ni poco ni mucho, la interpretacin del texto cervantino: Dejo a eruditos, crticos literarios e investigadores histricos la meritoria y utilsima tarea de escudriar lo que el Quijote pudo significar en su tiempo y en el mbito en que se produjo y lo que Cervantes quiso en l expresar y expres.

    15. Del sentimiento trgico de la vida o de la lucha del hombre por ser y no dejar jams! de ser.

    16. Del sentimiento trgico Vivir, vivir, vivir, verme, orme, tocarme, sentirme, dolerme, serme (Augusto Prez a Unamuno en Niebla)

    17. Del sentimiento trgico de la vida (1913) El hombre racional y sentimental La filosofa responde a la necesidad de formarnos una concepcin unitaria y total del mundo y de la vida, y como consecuencia de esta concepcin, un sentimiento que engendre una actitud ntima y hasta una accin. Pero resulta que ese sentimiento, en vez de ser consecuencia de aquella concepcin, es causa de ella. Nuestra filosofa, esto es, nuestro modo de comprender o de no comprender el mundo y la vida, brota de nuestro sentimiento respecto a la vida misma. Y sta, como todo lo afectivo, tiene races subconscientes, inconscientes tal vez. No suelen ser nuestras ideas las que nos hacen optimistas o pesimistas, sino que es nuestro optimismo o nuestro pesimismo, de origen fisiolgico o patolgico quizs, tanto el uno como el otro, el que hace nuestras ideas. El hombre, dicen, es un animal racional. No s por qu no se haya dicho que es un animal afectivo o sentimental. Y acaso lo que de los dems animales le diferencia sea ms el sentimiento que no la razn. Ms veces he visto razonar a un gato que no rer o llorar. Acaso llore o ra por dentro, pero por dentro acaso tambin el cangrejo resuelva ecuaciones de segundo grado.

    18. El sentimiento trgico de los pueblos Hay algo que, a falta de otro nombre, llamaremos el sentimiento trgico de la vida, que lleva tras s toda una concepcin de la vida misma y del Universo, toda una filosofa ms o menos formulada, ms o menos consistente. Y ese sentimiento pueden tenerlo, y lo tienen, no slo los hombres individuales, sino pueblos enteros. Y ese sentimiento, ms que brotar de ideas, las determina, an cuando luego, claro est, las ideas reaccionen sobre l corroborndolo. Unas veces puede provenir de una enfermedad adventicia, de una dispepsia, verbigracia; pero otras veces es constitucional. Y no sirve hablar, como veremos, de hombres sanos e insanos. Aparte de no haber una nocin normativa de la salud, nadie ha probado que el hombre tenga que ser naturalmente alegre. Es ms: el hombre, por ser hombre, por tener conciencia, es ya, respecto al burro o a un cangrejo, un animal enfermo. La conciencia es una enfermedad.

    19. Ms Del sentimiento La contradiccin inherente al hombre

    20. La contradiccin de Unamuno La contradiccin bsica de Unamuno es la que enfrenta sentimiento y razn. El primero encierra el abanico semntico de la vida, la afectividad, la voluntad y hasta la fe religiosa; mientras que la segunda se expresa, asimismo, en los trminos de ciencia, inteligencia, filosofa. Antonio Lpez Molina, en el prlogo a su edicin de Del sentimiento trgico,Madrid, Biblioteca Nueva, 1999.

    21. Mi religin y otros ensayos (Extractos) Tanto los individuos como los pueblos de espritu perezoso y cabe pereza espiritual con muy fecundas actividades de orden econmico y de otros rdenes anlogos propenden al dogmatismo, spanlo o no lo sepan, quiranlo o no, proponindose o sin proponrselo. La pereza espiritual huye de la posicin crtica o escptica. Y bien, se me dir, "Cul es tu religin?" Y yo responder: mi religin es buscar la verdad en la vida y la vida en la verdad, aun a sabiendas de que no he de encontrarlas mientras viva; mi religin es luchar incesante e incansablemente con el misterio; mi religin es luchar con Dios desde el romper del alba hasta el caer de la noche, como dicen que con l luch Jacob. No puedo transigir con aquello del Inconocible o Incognoscible, como escriben los pedantes ni con aquello otro de "de aqu no pasars". Rechazo el eterno ignorabimus. Y en todo caso, quiero trepar a lo inaccesible. sos, los que me dirigen esa pregunta, quieren que les d un dogma, una solucin en que pueda descansar el espritu en su pereza. Y ni esto quieren, sino que buscan poder encasillarme y meterme en uno de los cuadriculados en que colocan a los espritus, diciendo de mi: es luterano, es calvinista, es catlico, es ateo, es racionalista, es mstico, o cualquier otro de estos motes, cuyo sentido claro desconocen, pero que les dispensa de pensar ms. Y yo no quiero dejarme encasillar, porque yo, Miguel de Unamuno, como cualquier otro hombre que aspire a conciencia plena, soy una especie nica.

    22. Mi religin y otros ensayos (2) * Nadie ha logrado convencerme racionalmente de la existencia de Dios, pero tampoco de su no existencia; los razonamientos de los ateos me parecen de una superficialidad y futileza mayores an que los de sus contradictores. Y si creo en Dios, o, por lo menos, creo creer en l, es, ante todo, porque quiero que Dios exista() Es cosa de corazn. Lo cual quiere decir que no estoy convencido de ello como lo estoy de que dos y dos hacen cuatro. * Si se tratara de algo en que no me fuera la paz de la conciencia y el consuelo de haber nacido, no me cuidara acaso del problema; pero como en l me va mi vida toda interior y el resorte de toda mi accin, no puedo aquietarme con decir: ni s ni puedo saber. No s, cierto es; tal vez no pueda saber nunca, pero "quiero" saber. Lo quiero, y basta. Y lo ms de mi labor ha sido siempre inquietar a mis prjimos, removerles el poso del corazn, angustiarlos, si puedo () Que busquen ellos, como yo busco; que luchen, como lucho yo, y entre todos algn pelo de secreto arrancaremos a Dios, y, por lo menos, esa lucha nos har ms hombres, hombres de ms espritu. (Miguel de Unamuno, Mi religin y otros ensayos,1910)

    23. Unamuno De su extesa obra, resaltan sus nivolas (especialmente,aunque no exclusivamente), Amor y Pedagoga, Niebla y San Manuel Bueno, mrtir. Y entre sus ensayos, Mi religin y otros ensayos y Del sentimiento trgico de la vida. Es un autor indispensable, nico. Os invitamos a leerlo.

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