1 / 11

¡Muéstrame tu tesoro!

¡Muéstrame tu tesoro!. Infórmese. Instrucciones de Jesús referentes a nuestros tesoros:. Mateo 6:19-24 6:19 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompe, y donde ladrones minan y hurtan;

kalliyan
Télécharger la présentation

¡Muéstrame tu tesoro!

An Image/Link below is provided (as is) to download presentation Download Policy: Content on the Website is provided to you AS IS for your information and personal use and may not be sold / licensed / shared on other websites without getting consent from its author. Content is provided to you AS IS for your information and personal use only. Download presentation by click this link. While downloading, if for some reason you are not able to download a presentation, the publisher may have deleted the file from their server. During download, if you can't get a presentation, the file might be deleted by the publisher.

E N D

Presentation Transcript


  1. ¡Muéstrame tu tesoro!

  2. Infórmese

  3. Instrucciones de Jesús referentes a nuestros tesoros: Mateo 6:19-24 • 6:19 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompe, y donde ladrones minan y hurtan; • 6:20 Mas haceos tesoros en el cielo, donde ni polilla ni orín corrompe, y donde ladrones no minan ni hurtan: • 6:21 Porque donde estuviere vuestro tesoro, allí estará vuestro corazón. • 6:22 La lámpara del cuerpo es el ojo: así que, si tu ojo fuere sincero, todo tu cuerpo será luminoso: • 6:23 Mas si tu ojo fuere malo, todo tu cuerpo será tenebroso. Así que, si la lumbre que en ti hay son tinieblas, ¿cuántas serán las mismas tinieblas? • 6:24 Ninguno puede servir á dos señores; porque ó aborrecerá al uno y amará al otro, ó se llegará al uno y menospreciará al otro: no podéis servir á Dios y á Mammón.

  4. Apocalipsis 3:14-18 • 3:14 Y escribe al ángel de la iglesia en LAODICEA: He aquí dice el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios: • 3:15 Yo conozco tus obras, que ni eres frío, ni caliente. ­Ojalá fueses frío, ó caliente! • 3:16 Mas porque eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. • 3:17 Porque tú dices: Yo soy rico, y estoy enriquecido, y no tengo necesidad de ninguna cosa; y no conoces que tú eres un cuitado y miserable y pobre y ciego y desnudo; • 3:18 Yo te amonesto que de mí compres oro afinado en fuego, para que seas hecho rico, y seas vestido de vestiduras blancas, para que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.

  5. Relacione

  6. 1 Timoteo 6:17-19 • 6:17 A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia de que gocemos: • 6:18 Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, que con facilidad comuniquen; • 6:19 Atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano á la vida eterna.

  7. Consejo de Pablo al joven Timoteo: • No debemos adoptar actitudes arrogantes respecto de lo que tenemos. • No debemos poner nuestra esperanza en estas riquezas.

  8. Perciba

  9. El escenario que presentamos al principio de esta lección no resulta ser tan fuera de lo común para muchas personas. Mucha gente en nuestra sociedad y en nuestro mundo ha tenido que tomar esta clase de decisiones. Pero, dentro de nuestro ámbito, todos estamos expuestos a perder en un instante lo que es nuestro, ya sea por un incendio, inundación, o una caída de la bolsa de valores. Por esto, San Pablo mos dice que no pongamos nuestra “esperanza en las riquezas, que son tan inseguras.”

  10. ¡Muéstrame tu tesoro! Las palabras de Jesús: “Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón”, ¡son ciertas! Dios puede cambiar su corazón por medio de sus tesoros de perdón y fe. Él calmará su ansiedad mediante su presencia real en la Santa Cena. Diariamente provee todo lo que usted necesita para su sustento.

  11. Irónicamente, nuestro instinto natural de acumular riquezas y gastarlas en nosotros, hace que nos convirtamos en esclavos de nuestra riqueza terrenal. Cristo, quien dio su vida por nosotros, nos enseña a entregar nuestra vida por los demás. ¿Cómo podemos ser ricos en buenas obras? ¿Cómo podemos liberarnos del servicio del propio yo? Cuando comenzamos a dar libremente a otros la riqueza que Dios nos ha dado, es entonces que compartimos nuestros tesoros de perdón, amor, comida y bebida con los que nos rodean y que, mediante la fe, servimos a Dios como nuestro señor.

More Related