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El Sacramento del Matrimonio. Extracto del Manual de los Sacramentos De R. Sada y A. Monroy Ed. Palabra. P. Juan María Gallardo. Introducción. “Dejará el hombre a su padre y a su madre...(Gen. 2,24).
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El Sacramento del Matrimonio Extracto del Manual de los Sacramentos De R. Sada y A. Monroy Ed. Palabra P. Juan María Gallardo
Introducción • “Dejará el hombre a su padre y a su madre...(Gen. 2,24). • El Matrimonio es, desde el principio de la humanidad, una institución natural establecido por el mismo Creador y que, desde N. S. Jesucristo es, además, para los bautizados, un sacramento.
Definición • “La alianza matrimonial, por la que el varón y la mujer constituyen entre sí un consorcio de toda la vida, ordenado por su misma índole natural al bien de los cónyuges y a la generación y educación de la prole, fue elevada por Cristo nuestro Señor a la dignidad de sacramento entre los bautizados” (n. 1601 del CIC y c. 1055, 1 del CDC).
Esencia • El matr. in fieri: Es el acto de casarse. Es el acuerdo de contraer matr. entre el hombre y la mujer. • La esencia del matr. in in fieri es el mutuo consentimiento manifestado legítimamente: es decir, el contrato matrimonial. • El matr. in facto esse: Es el estar casado. Es el estado matrimonial permanente que se origina entre quienes lo han contraído. • La esencia del matr. in facto esse es el vínculo que se origina del contrato.
Institución • El matr. no es un invento del hombre, la institución matrimonial forma parte de los planes divinos, desde el momento mismo de la creación del hombre. • Por tener origen en Dios, sólo a Él corresponde legislar sobre la institución matrimonial.
Enseña la Casti connubii • Pío XI, en su encíclica del 31-XII-1930, enseña: “No fue instituido ni establecido por obra de los hombres, sino por obra de Dios; que fue protegido, confirmado y elevado no con leyes de los hombres, sino del autor mismo de la naturaleza, Cristo Señor; leyes, por tanto, que no pueden estar sujetas al arbitrio de los hombres, ni siquiera al acuerdo contrario de los mismos cónyuges”.
Los fines del matrimonio • Los fines del matrimonio son: la procreación y educación de los hijos; la ayuda mutua y el amor de los esposos. • “El matrimonio y el amor conyugal están ordenados por su propia naturaleza a la procreación y educación de la prole” G.S. 50 • El hecho de que el matrimonio se dirija principalmente a los hijos, no significa que quienes lo contraen lo tengan que hacer siempre movidos por este fin.
El matrimonio como sacramento • Jesucristo quiso elevar la realidad natural del matrimonio a la dignidad de sacramento para quienes han recibido el bautismo. • Por tanto, el contrato matrimonial válido entre bautizados es por eso mismo sacramento. • El sacramento añade –a la institución natural- la gracia santificante y la gracia sacramental, que facilita a los esposos el cumplimiento de sus deberes conyugales.
El signo externo del sacramento • Si nos fijamos en el contrato en sí mismo, puede decirse: • A) que la materia remota son las persona mismas de los contrayentes. • B) que la materia próxima son los signos o palabras con que manifiestan esa entrega. • C) que la forma es la aceptación mutua de la entrega, manifestada externamente.
Efectos del sacramento • El efecto propio del matrimonio, en cuanto institución natural, es el vínculo entre los cónyuges, con sus propiedades esenciales de unidad e indisolubilidad. • Para los cristianos, además, el sacramento del matr. produce efectos sobrenaturales: • A) aumenta la gracia santificante. • B) otorga la gracia sacramental específica.
Ministro y sujeto del matrimonio • Los mismos contrayentes son LOS MINISTROS del sacramento del matr. • Es SUJETO capaz de recibir el sacramento del matr., cualquier bautizado con uso de razón que no tenga ningún impedimento. • Como se trata de un sacramento de vivos, para recibirlo hace falta el estado de gracias.
La unidad en el matrimonio • Dios prescribió la UNIDAD matrimonial desde que instituyó el matrimonio al crear al hombre, para asegurar mejor la paz de la familia, y la educación y bienestar de los hijos. • El hecho de formar “una caro”(Gen 2,24) hace de este vínculo una realidad exclusiva: de uno, con una. • (Está permitido contraer nuevo matrimonio, una vez disuelto el vínculo anterior por muerte de uno de los cónyuges).
La indisolubilidad matrimonial • El vínculo matrimonial es, por institución divina, perpetuo e indisoluble: una vez contraído no puede romperse sino con la muerte de uno de los cónyuges. • Esta doctrina ha sido siempre enseñada por la Iglesia. • Cualquier tipo de unión que excluya la indisolubilidad del vínculo, no puede ser considerada como matrimonio.
Enseña el Papa Juan Pablo II • Es deber fundamental de la Iglesia reafirmar con fuerza la doctrina de la indisolubilidad del matrimonio a cuantos, en nuestros días, consideran difícil o incluso imposible vincularse a una persona por toda la vida, y a cuantos son arrastrados por una cultura que rechaza la indisolubilidad matrimonial y que se mofa abiertamente del compromiso de los esposos a la fidelidad, es necesario repetir el buen anuncio de la perennidad del amor conyugal que tiene en Cristo su fundamento y su fuerza.
Enraizada en la donación personal y total de los cónyuges, y exigida por el bien de los hijos, la indisolubilidad del matrimonio halla su verdad última en el designio que Dios ha manifestado en su Revelación: Él quiere y da la indisolubilidad del matrimonio como fruto, signo y exigencia del amor absolutamente fiel que Dios tiene al hombre y que el Señor Jesús vive hacia su Iglesia (Const. Apost. Familiaris consortio, n. 20).