Iglesia Cristiana Luz de Cristo

1. Iglesia Cristiana Luz de Cristo Predicando la Palabra de Dios

2. La Guerra Espiritual

3. La Guerra Espiritual Dudando del Poder de Dios

4. La Guerra Espiritual Dudando del Poder de Dios Uno de los objetivos de satanás es hacernos dudar de la Palabra de Dios. Esta fue la forma que utilizo para engañar a Eva, haciéndole creer que había otra verdad diferente a la verdad de Dios (Gn 3 1-5) La voluntad de Dios es que confiemos en su deseo eterno (Jer 1:5). (Jer 1:5) Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.

5. La Guerra Espiritual Dudando del Poder de Dios Jesús expresa en Jn 17:3 que la voluntad eterna de Dios es que le conozcamos, que sepamos la dimensión de Su poder. (Jn 17:3) Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. (Jer 33:3) Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.

6. La Guerra Espiritual Dudando del Poder de Dios Uno de los enemigos mas grande de la fe es el miedo. Vemos que después de la caída, Adán empezó a tener miedo y se escondió de Dios. La duda es un sentimiento que nos impide confiar en las promesas de Dios. Lo que sustituyó a la fe cuando Adán peco fue el temor, pero la Palabra nos enseña que cuando somos perfeccionados en el amor el temor es echado fuera (1 Jn 4:18). (1Jn 4:18) En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.

7. Dudando del poder de Dios (Lc 1:8) Aconteció que ejerciendo Zacarías el sacerdocio delante de Dios según el orden de su clase, 9) conforme a la costumbre del sacerdocio, le tocó en suerte ofrecer el incienso, entrando en el santuario del Señor. 10) Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora del incienso. 11) Y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso. 12) Y se turbó Zacarías al verle, y le sobrecogió temor. 13) Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan. 14) Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento; (Lc 1:15) porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre. (Lc 1:16) Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos. (Lc 1:17) E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto. (Lc 1:18) Dijo Zacarías al ángel: ¿En qué conoceré esto? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada. (Lc 1:19) Respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios; y he sido enviado a hablarte, y darte estas buenas nuevas. (Lc 1:20) Y ahora quedarás mudo y no podrás hablar, hasta el día en que esto se haga, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo. Juicio de Dios sobre Zacarias el padre de Juan el Bautista

8. La Guerra Espiritual Dudando del Poder de Dios Zacarías era un líder de Israel, y el ángel le dio la noticia cuando estaba ministrando delante de la presencia de Dios. Su incredulidad al recibir la noticia le acarreo juicio de Dios, y es que a quien mucho se le da, mucho se le exige. Zacarías en ese momento no se acordó de la obra que Dios había hecho en su antepasado Abraham, el cual creyó a Dios aun cuando todo estaba en su contra (Ro 4:18-22)

9. La Guerra Espiritual Dudando del Poder de Dios • Ro 4:18) El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia. • 19) Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara. • 20) Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, • 21) plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido; • 22) por lo cual también su fe le fue contada por justicia.

10. La Guerra Espiritual Dudando del Poder de Dios Otro ejemplo de duda es Marta la hermana de Lázaro y María: La duda nos impide ver el poder de Dios manifestado en nuestra vida, porque sin fe es imposible agradar a Dios (Heb 11:6) (Jn 11:39) Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días. 40) Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?

11. La Guerra Espiritual Dudando del Poder de Dios Jesús vino a hacer la voluntad del Padre. Su agenda estaba sincronizada al propósito eterno del que le envió. Cristo nunca llego tarde a una reunión, ni tampoco improviso con un milagro, por lo que podemos estar convencido de que esa situación en la que estamos, no se le ha salido de su control. Pero debemos confiar en El, ya que nuestra fe es la que pone en ejecución el poder de Dios en nuestra vida.

12. La Guerra Espiritual Dudando del Poder de Dios Todas las cosas que iniciamos en nuestra vida sin la dirección de Dios, traen consecuencias muy amargas, por lo que es necesario que busquemos siempre Su guía, y esperemos su respuesta sin desesperar. El conocimiento de Dios nos hará actuar en fe (Dn 11:32b). (Dn 11:32)…mas el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará.

13. La Guerra Espiritual Dudando del Poder de Dios (Mt 21:21) Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho.

14. La Guerra Espiritual Dudando del Poder de Dios Nuestra victoria depende de nuestra fe, pero esta fe debe estar basada en la voluntad de Dios. Es la Palabra de Dios la hace crecer en nosotros la fe que viene de Dios (Ro 10:17), la convicción de que aunque no este viendo nada, Dios cumplirá lo que ha decretado en su Palabra.

15. (Sal 81:11) Pero mi pueblo no oyó mi voz, E Israel no me quiso a mí. • (Sal 81:12) Los dejé, por tanto, a la dureza de su corazón; Caminaron en sus propios consejos. • (Sal 81:13) ¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo, Si en mis caminos hubiera andado Israel! • (Sal 81:14) En un momento habría yo derribado a sus enemigos, Y vuelto mi mano contra sus adversarios. • (Sal 81:15) Los que aborrecen a Jehová se le habrían sometido, Y el tiempo de ellos sería para siempre. • (Sal 81:16) Les sustentaría Dios con lo mejor del trigo, Y con miel de la peña les saciaría.

16. BENDICIONES…