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La casa encantada. Había una vez un chico llamado Pedro al que sus padres habían castigado por dar una patada a un gato. El castigo consistía en buscar al gato y tratar de ocuparse de él.
E N D
Había una vez un chico llamado Pedro al que sus padres habían castigado por dar una patada a un gato. El castigo consistía en buscar al gato y tratar de ocuparse de él.
El gato escapó hacía una casa en la que vivían los vecinos misteriosos y antipáticos de Pedro. El niño se armó de valor y comenzó a buscarlo por el jardín
Cuando entró en la casa todo estaba oscuro y lo único que podía ver eran unos cuadros por todas las paredes que le seguían con la mirada, y ni rastro del gato.
Cuanto más avanzaba, más miradas y ruidos raros de los cuadros, empezó a tener bastante miedo, pero a pesar de eso siguió buscando al gato. Decidió entrar en una habitación de la que salía una luz por debajo de la puerta.
Entró y lo único que había era un cuadro enorme de un gato. ¡Los cuadros cobraban vida en aquella casa!-pensó Pedro-y entonces sucedió. -Soy el cuadro de la justicia y hasta que no pidas perdón por el daño causado al gato no podréis salir de la casa-le habló el cuadro al niño.
Pedro pidió excusas al gato y el cuadro lo dejó salir.Pedro y el gato salieron asustados de aquella casa encantada.Pedro jamás volvió a agredir a un animal. Y el gato vivió con él y sus padres.