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LA COLUMNA DE NUBE Y DE FUEGO.

titania
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LA COLUMNA DE NUBE Y DE FUEGO.

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Presentation Transcript


    1. LA COLUMNA DE NUBE Y DE FUEGO.

    2. Lecturas: Ex 13:21-22 Ex 14:19-20 Ex 40:34-38 Nu 10:34-36 1 de Cor. 10:1+2

    3. El primer ao Ex 12:1+2 Fue el momento de la pascua, de la sangre de un cordero rociada en las puertas; nos habla de la aceptacin de Jess como Salvador. As fue el principio de la historia de Israel, porque sera el principio de meses. Por eso tenemos que predicar la sangre, en primer lugar.

    4. En toda angustia de ellos, l fue angustiado, y el ngel de su faz los salv, en su amor y en su clemencia los redimi, y los trajo y los levant todos los das de la antigedad. (Isa 63:9) Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar su Santo Espritu; por lo cual se les volvi enemigo, y l mismo pele contra ellos.

    5. Pero se acord de los das antiguos, de Moiss y de su pueblo diciendo: Dnde est el que les hizo subir del mar con el pastor de su rebao? Dnde est l que puso en medio de l su Espritu Santo, el que los gui por la diestra de Moiss con el brazo de su gloria; el que dividi las aguas delante de ellos, hacindose as un nombre perpetuo, el que los condujo por los abismos, como un caballo por el desierto, sin que tropezaron ?

    6. El Espritu de Jehov los pastore, como a una bestia que desciende al valle; as pastoreaste a tu pueblo, para hacerte nombre glorioso ( 9-14) Antiguamente era costumbre que cuando marchaban los ejrcitos en pases extranjeros, especialmente en horas de la noche, eran precedidos por grandes iluminaciones de antorchas y llamas que se elevaban y humeaban en la oscuridad de la noche.

    7. Ejemplos de esto se encuentra en el caso de Geden, o en los costumbres de los clanes de Escocia. No les pareca sorprendente a los Israelitas, ver marchar a la cabeza de ellos la majestuosa columna de fuego, pero la luz que vean no era producida por fuego humano.

    8. Con majestad, que no era terrenal, sino divina, se elevaba la columna hacia el cielo, y avanzaba como un potente centinela delante del ejrcito, detenindose cuando deban descansar, levantndose en el momento en que deban proseguir la marcha, separndoles de los enemigos y, algunas veces cubrindoles como un gran parasol celestial, resguardndoles de los rigores del desierto. Era solo el Seor, quien les guiaba.

    9. En qu nos diferenciaremos de los otros pueblos de la tierra si T no ests con nosotros? Y el Seor le respondi: Mi rostro ir contigo y te dar descanso. Las columnas de nube y de fuego representan la direccin y proteccin del mismo Dios.

    10. Despirtate, despirtate, vstete de poder OH brazo de Jehov; despirtate, como en el tiempo antiguo! Y escuchemos la respuesta que l nos da; Despirtate, despirtate, vstete de poder, OH Sin; vstete tu rostro hermoso, OH, Jerusaln. ( Is. 51:9) e (Is. 52:1).

    11. La nube que alumbraba al pueblo de Israel, oscureca a los Egipcios, y en toda aquella noche nunca se acercaron. (Ex 14:20) El hombre natural, no percibe las cosas del Espritu de Dios. ( 1 Cor 2:14). Hay una luz velada que algunas veces es tan necesaria como el sol cubierto por las nubes.

    12. El Espritu Santo nos ha sido dado para que nos revele muchas cosas. Pero podemos llevarlas ahora? Pero eso reserva lecciones ms profundas hasta que estemos en condicin de recibirlas y de comprenderlas.

    13. Los conducir por caminos que ellos no conocen, estas cosas les har, y no les dejar. Sigue siendo un hecho que aunque las nubes y la oscuridad circunden al trono, nunca faltan su misericordia, ni su verdad, y estas siempre irn delante de l.

    14. La nube serva de resguardo contra los rayos del sol. Esa majestuosa nube, como inmensa sombrilla, se extenda sobre el campamento y serva de resguarda de los rayos del sol. De igual modo el Espritu Santo nos resguarda de los ardientes rayos de las tribulaciones y de las tentaciones, y bajo su sombra nos sentamos a cantar.

    15. Era una columna de Fuego El fuego es ms que simple que la luz. Pero este no solo ilumina sino tambin da calor, purifica y destruye. El mismo Espritu Santo bautiza con agua y con fuego, pero son diferentes clases de bautismo.

    16. El Bautismo de Fuego es algo que penetra hasta las fibras de nuestro ser; consume la vieja vida, purifica y reactiva nuestro ser entero, y nos reviste con poder de lo alto.

    17. LA COLUMNA IBA DELANTE DE ELLOS La primera vez que la vieron fue cuando estaban an en Egipto y fue ella quien les guiaba para que saliesen de la tierra de la esclavitud. De igual modo, el Espritu Santo desciende hasta nosotros an cuando vivimos en el pecado, y nos gua, para que salgamos del mundo, y para que sigamos en pos de Cristo

    18. El Bautismo + El Espritu Santo Cuando Jess descendi al Jordn para ser bautizado por Juan, el cielo se abri y descendi el Espritu Santo sobre l en forma corporal, como paloma. ( Luc 3:21, 22). Arrepentos y bautcese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdn de los pecados; y recibiris el don del Espritu Santo. (Hechos 2:38).

    19. Todos en Moiss fueron bautizados en la nube y en el mar. (1 Cor. 10:2). Al entrar en el mar rojo, la nube celestial les envolvi y fueron sumergidos en ambos bautismos.

    20. La columna se puso detrs de ellos. El Espritu Santo est siempre a nuestra retaguardia. El toma nuestro pasado y lo oculta de nosotros. Detrs de ellos haban quedado Egipto y los Egipcios, todo el pasado con su pecado, su bochorno y sus adversarios. As el Espritu Santo nos separa de todo lo que fuimos, y de aquello que podra presentarse en contra nuestra.

    21. Cun bendito es poner al Espritu Santo entre nosotros y nuestros enemigos; entre nosotros y nuestros recuerdos, y contar con l a nuestra retaguardia ! No importa la fuerza del enemigo Egipcio que nos persigue, ni las tcticas que pueda emplear; ni las armas que use; el Espritu Santo se encarga de todas las fuerzas del enemigo.

    22. Poco despus, la nube y la columna de fuego se quedaron con ellos. Lleg el da - el hecho seal una nueva era de la historia del pueblo de Israel Cuando ya haban hecho el Tabernculo, habindolo ungido todo con aceite inmediatamente la majestuosa nube que haba coronado la montaa descendi de la altura y entr en el Lugar Santsimo.

    23. All en el Lugar Santsimo, entre las alas de los querubines del Trono de la Gracia, tom el lugar el Santo Fuego. Ha- Shekinah fue desde aquel momento signo de la presencia de Dios e iluminaba el recinto con la luz con una gloria sobrenatural.

    24. Desde aquel momento no estaba lejos, sino en medio del pueblo, en su trono. No sabis que sois templo de Dios, y que el Espritu de Dios mora en vosotros. (1 Cor 3:16) Y pondr dentro de vosotros mi Espritu, y har que andis en mis estatutos y guardis mis preceptos y los pongis por obra (Ez 36:27)

    25. Habitar y andar entre ellos y ser su Dios, y ellos sern mi pueblo. ( 2 Cor 6:16) Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entrar a l , y cenar con l, y l conmigo. (Apoc 3:20). El mora en vosotros, y estar en vosotros (Juan 14:17)

    26. En aquel da vosotros conoceris que yo estoy en mi Padre, y vosotros en m, y yo en vosotros. ( Juan 14:20) El que me ama, mi palabra guardar; y mi Padre le amar, y vendremos a l, y haremos morada con l. (Juan 14:23). Dnde est nuestro Dios? All, en un Trono de Gloria, en las alturas celestiales, o aqu entronado en el santuario de nuestro corazn?

    27. La columna de nube o de fuego, sigui guiando al pueblo de Israel en todos sus viajes. Cuando emprendieron la marcha, iba delante de ellos. Cuando tenan que descansar, se detena y extenda sus alas protectoras encima de ellos como el ave cubre a sus polluelos, como el gran parasol celeste bajo el cual se encontraban reunidos. De igual modo, el Espritu Santo es nuestro gua, nuestro dirigente y nuestro lugar de reposo.

    28. Pero tambin hay momentos en que nos detiene de nuestras actividades y nos hace descansar al abrigo de sus alas; no obliga a que nos quedemos quietos en el lugar secreto del Altsimo, donde nos ensea alguna leccin nueva. Sopla en nosotros nuevas fuerzas o mayor plenitud de ellas, para que luego cuando l lo disponga, podamos seguir adelante.

    29. Despus que el pueblo de Israel hubo entrado en la tierra prometida, no cesaron las expresiones externas de la presencia de Dios. Josue 5:13 La visin que tuvo Josu, antes de tomar a la ciudad de Jeric: el Hijo de Dios con una espada envainada en la mano lleg a ser un nuevo convenio de la misma presencia y el poder de Dios.

    30. Dios se revel a Josu, no por medio de la luminosidad de una nube, sino por el derrumbe de los muros de Jeric; por la derrota de los cananeos en Beth Horn; por la captura de Hebrn; por la conquista de los Anakim y por la subyugacin de los treinta reyes de Canan. Esas fueron las maravillosas manifestaciones de su poder y seales de su presencia.

    31. En Conclusin: Hemos mantenido el paso con el avance de la nube? Hemos seguido en pos de l desde Egipto hasta el fondo del mar Rojo y a travs de las aguas del Jordn? Hemos dejado que nos gui hasta entrar en la Tierra Prometida?

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