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Ángeles y demonios. Introducción. Su razón de ser. Si la Antropología Teológica ha de considerar el misterio del hombre en el proyecto divino de salvación, revelado en Cristo, ángeles y demonios aparecen en él con una influencia positiva o negativa para el logro de su propio fin trascendente.
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Su razón de ser • Si la Antropología Teológica ha de considerar el misterio del hombre en el proyecto divino de salvación, revelado en Cristo, ángeles y demonios aparecen en él con una influencia positiva o negativa para el logro de su propio fin trascendente. • La relación del hombre con los ángeles y demonios ayuda a comprender el misterio del hombre.
La problemática actual • A mucha gente le resulta difícil creer en los ángeles y los demonios. • Suena a creencia infantil. • Prefieren pensar en enfermedades psíquicas o en eventos no lo suficientemente explorados por la ciencia.
“Hay que reconocer que hoy los cristianos se sienten incómodos cuando hablan de la existencia del diablo y de los diablos. ¿Mito o realidad? Tantos cristianos optan por el mito; aquellos que aceptan la realidad, se sienten inhibidos y embarazados al hablar del diablo, por miedo a ser clasificados como individuos presos todavía de fantasías populares y de desconocer el progreso científico. La catequesis, la predicación, la enseñanza teológica en las universidades y en los seminarios normalmente esquivan el tema. En estas condiciones, los cristianos de hoy tienen que tener una buena dosis de valor para desafiar la fácil ironía y la sonrisa compasiva de sus contemporáneos” (L. J. Suenens)
El Catecismo de la Iglesia • En referencia a los ángeles, el Catecismo no puede ser más claro: • “La existencia de seres espirituales, no corporales, que la Sagrada Escritura llama habitualmente ángeles, es una verdad de fe. El testimonio de la Escritura es tan claro como la unanimidad de la Tradición” (328)
Sigue afirmando el catecismo que los ángeles son seres espirituales (330), que están al servicio de Cristo (331-333) y de la Iglesia (334-336). • El Catecismo presenta al diablo-demonio-Satán como un ser personal, un ángel caído, que se opone al plan de Dios (2851). Cometió libremente un pecado con una acción personal que es totalmente irreversible (391-393).
Su poder es grande, pero no infinito. Misteriosamente, Dios le permite que actúe en el mundo (395). Por él entra el pecado en el mundo (2852, 394). • Cristo le venció con su muerte (2853, 538, 638, 1086). Despechado ataca a la Iglesia, pero no puede tocar al engendrado de Dios (2852, 2853).
Al pedir ser liberados de él estamos pidiendo que Dios nos libere de todos los males de los cuales él es instigador. • La Iglesia “ha recibido de Cristo el poder de exorcizar y lo ejerce en el bautismo y en el exorcismo” (1237, 1673)
Vídeo • El diablo: la posesión del maligno, en • http://www.documentales-online.com/el-diablo-la-posesion-del-maligno/