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La carne y el espíritu

La carne y el espíritu. ¿ a quién debemos servir ?. Introducción: Como cristianos, disfrutamos de una libertad maravillosa en Cristo…. Hay libertad del pecado, Juan 8:31-34 Hay libertad de la ley de moisés, Rom.7:6. Hay libertad de las tradiciones de los hombres, Gál.4:9.

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La carne y el espíritu

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Presentation Transcript


  1. La carne y el espíritu ¿ a quién debemos servir ?

  2. Introducción: Como cristianos, disfrutamos de una libertad maravillosa en Cristo…. • Hay libertad del pecado, Juan 8:31-34 • Hay libertad de la ley de moisés, Rom.7:6. • Hay libertad de las tradiciones de los hombres, Gál.4:9. • Verdaderamente es el deseo de Cristo que seamos libres, ver Gál.5:1. • Pero no debemos permitir que la libertad nos lleve a ser licenciosos (sin restricción)

  3. b) Si no somos cuidadosos, los deseos de la carne pueden conducirnos a la autodestrucción, Gál.5:13-15. Para prevenir esto, el apóstol Pablo nos manda andar en el espíritu, Gal.5.16. Si lo hacemos así, no sucumbiremos a los deseos de la carne. Y sin importar los peligros de los deseos de la carne que pudieran rodearnos, éstos pueden ser disminuidos por consecuencia de andar en el espíritu.

  4. Para animarnos a andar en el Espíritu y no llevar adelante el deseo de la carne, dedicaremos varias lecciones a examinar esta escritura: Gál.5:16-26. • Iniciemos esto haciéndonos unas preguntas: ¿ Por que hacer un esfuerzo tan fuerte y necesario para andar en el espíritu ? ¿ Por qué no tan sólo sucumbir a los deseos de la carne ? Etc…

  5. Como dos oponentes, pelean por nuestra alma. • “ …y éstos se oponen entre sí” Están en oposición el uno contra el otro. • Pablo esta diciendo que mientras la carne nos lleva en una dirección, ¡ el Espíritu de Dios debería llevarnos en la otra ! • Veamos la siembra del 6:8. El espíritu y la carne son contrarios el uno del otro, Gál.5:17

  6. Un cristiano debe servir a uno, o al otro. • Si usted sigue los deseos de la carne, no puede hacer el deseo del Espíritu, “Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne…. Para que no hagáis lo que quisiereis” • ¡Que gran dilema! • Romanos 7:14-23 El espíritu y la carne son contrarios el uno del otro

  7. Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado. Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.

  8. Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado. Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.

  9. Pero con la ayuda del Espíritu; ¡ la carne puede se derrotada ! • Rom 8:12-14 Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. El espíritu y la carne son contrarios el uno del otro

  10. Debemos escoger quien sera nuestro amo: Los deseos de la carne, o el Espíritu de Dios, ¡ no podemos servir a los dos ! • Conforme continuamos y crecemos, hay más razones para servir al Espíritu. El espíritu y la carne son contrarios el uno del otro

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