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El TEATRO NEOCLÁSICO

El TEATRO NEOCLÁSICO. Jose Luis Posada Fernández. Arantxa Núñez Díaz. 1. Introducción. El siglo XVIII en España no fue una época homogénea, por lo que es difícil establecer los límites cronológicos de las corrientes ideológicas y estéticas. Podemos distinguir:

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El TEATRO NEOCLÁSICO

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  1. El TEATRO NEOCLÁSICO • Jose Luis Posada Fernández. • Arantxa Núñez Díaz.

  2. 1. Introducción. • El siglo XVIII en España no fue una época homogénea, por lo que es difícil establecer los límites cronológicos de las corrientes ideológicas y estéticas.Podemos distinguir: • Un período de transición (1680- 1725) en el que se mantuvo la vigencia en el gusto de la literatura barroca. • Una etapa de Clasicismo (1726-1780). El clasicismo es el ideal estético de la Ilustración, que remite a los principios de orden, proporcionalidad y claridad del arte clásico. La literatura seguirá el precepto horaciano del “instruir deleitando” • Una etapa de Prerromanticismo en los últimos años del siglo, en que la libertad expresiva y la sentimentalidad pasan a primer plano. Sobre todo en la poesía de Meléndez Valdés y en la obra de Cadalso Las noches lúgubres..

  3. 2. EL TEATRO. • Sigue siendo el género literario de mayor importancia social. Con un poderoso influjo, el teatro del siglo XVIII se convirtió en una verdadera escuela pública; por eso, desde el escenario, se difundieron las ideas reformistas y pedagógicas. • En las primeras décadas del siglo perviven las comedias barrocas: comedias de magia, cargadas de trucos, apariciones exóticas y seres sobrenaturales; comedias de cantos; comedias de figurón, herederas de las de capa y espada del siglo XVII, y comedias heroico-militares, que xaltaban los sentimientos patrióticos y evocaban las pasadas glorias nacionales.

  4. 2.1. Panorama general. • El panorama teatral del siglo XVIII en España se caracteriza por las frecuentes polémicas entre los defensores del teatro posbarroco (continuador de la tradición de la Comedia Nacional del siglo anterior y de corte marcadamente popular) y los ilustrados que propugnaban un teatro ajustado a las normas clásicas y de intención educativa. • En la primera mitad del siglo XVIII continuó la producción de obras barrocas, herederas de los dramas de Lope y Calderón. La necesidad de renovación artística era sentida más por las elites ilustradas que por el público, que seguía prestando su favor a las comedias de estirpe barroca. Todavía a la altura de 1770 el autor más representado era Calderón de la Barca. En las comedias barrocas y en los autos sacramentales el público seguía apreciando las tramas enrevesadas, la espectacularidad de las representaciones, el tono afectado de los actores, el aire de espectáculo vulgar que rodeaba las representaciones.

  5. A mediados de siglo se observan síntomas de cambio hacia un teatro neoclásico, que serán más evidentes en los años 80. Aunque las propuestas de los escritores clasicistas fueron acogidas con frialdad por el público. Tanto es así que autores como Leandro Fernández de Moratín y sus seguidores obtendrán éxito y reconocimiento ya en el siglo XIX. • Paralelamente a estas dos corrientes, se desarrolló un teatro costumbrista, cuya expresión más destacada fueron los sainetes: piezas teatrales breves que presentaban aspectos típicos y pintorescos de la vida del siglo XVIII y que desplazan a los antiguos entremeses. Destacó Ramón de la Cruz. También se consolida la fórmula de teatro cantado: zarzuela(aparecida en el siglo XVII), ya en su versión de temas mitológicos, y costumbres de la época.

  6. 2.2. El teatro neoclásico: • Nace hacia la mitad del siglo. Vinculado a las ideas ilustradas, este teatro está dirigido a la clase media y tiene una finalidad claramente didáctica. • El pensamiento de la ilustración fue impregnando poco a poco el género teatral, concebido como un medio para educar al pueblo. CARACTERÍSTICAS: • Total separación de géneros para evitar confusión. • Finalidad didáctica: emprelo de temas útiles para la sociedad con un planteamiento de enseñanza práctica, • Planteamiento verosímil, acorde o parecido a la realidad. • Estructuración de la obra en tres actos. • Sometimiento a la regla de las tres unidades aristotélicas: unidad de acción (una historia única), unidad de lugar(en un único lugar) y unidad de tiempo(en un período máximo de 24 horas). Según los preceptistas de la época, el respeto a estas reglas permitiría, por una parte, la intensificación de la emoción y, por otra, una clarificación de las sicologías de los personajes y de las peripecias del argumento.

  7. Los Géneros más representados en el teatro del siglo XVIII son la tragedia y la comedia • La tragedia neoclásica fue considerada la forma más adecuada al servicio de la pretensión didáctica y moralizadora del teatro. A pesar de que fue apoyada desde el poder, no se crearon grandes obras de este género. Se pretendía transmitir un ideal ético en defensa de la libertad y opuesto a la tiranía. Los temas nacionales fueron una constante de la tragedia neoclásica en España. AUTORES Y OBRAS • Nicolás Fernández de Moratín: La Petimetra • García de la Huerta: Raquel, una de las tragedias más interesantes de la época neoclásica, cuenta los amores de una judía en la corte del rey Alfonso VIII en Toledo. • Gaspar Melchor de Jovellanos : Pelayo y El delincuente honrado entre otras.

  8. La comedia neoclásica es el género teatral tipicamente ilustrado. Tiene antecedentes en Jovellanos y Tomás de Iriarte con El señorito mimado, pero fue Nicolás Fernández de Moratín con La Petimetra quien consiguió crear una nueva forma en la que la sátira de costumbres se une con elementos sentimentales que contribuyen al desenlace. • Hay que decir que en el siglo XVIII también se cultivó el sainete con Ramón de la Cruz. Eran pequeñas obras que se representaban en los entreactos de las obras teatrales largas. Destaca: La petimetra en el tocador y La avaricia castigada

  9. El teatro de Leandro Fernández de Moratín • Nació en Madrid en 1760 y murió en París en 1828. • Viajó por toda Europa ocupando cargos políticos y participó en la reforma de los teatros. Tuvo que exiliarse en Francia después de la Guerra de la Independencia. • Escribió prosa, poesía y teatro y fue uno de los grandes intelectuales de su tiempo. • Defendió el neoclasicismo y el lenguaje sencillo y cuidado. • Su influencia llega hasta el siglo XIX. • En su personalidad confluían la inteligencia crítica, el talante autoritario y orgulloso y la timidez e irresolución. Empezó escribiendo poesía clasicista, pero desarrolló su principal actividad como literato en el ámbito teatral. En Moratín tenemos un escritor neoclásico en su sentido estricto, gracias a sus ideas ilustradas y al freno de una disciplina artística que consigue sus logros por la ponderación antes que por la imaginación desbordada.

  10. En sus comedias pinta a la clase media y trata de reflejar sus problemas más específicos: la educación, la familia, las relaciones sociales, etc. La comedia de Moratín es el resultado de la armonización de dos tipos de comedia: la sentimental y la de costumbres. En sus obras se halla un sentido crítico que tiene sus raíces en elementos intelectuales y afectivos. El tema fundamental de su teatro es la falta de autenticidad como forma de vida. Es autor de tres comedias en verso: El viejo y la niña,El barón y La mojigata. Dos en prosa: La comedia nueva o el café y El sí de las niñas. Mientras que La comedia nueva o el café aborda los excesos del teatro barroco de su época, las otras cuatro piezas tratan el tema de la libertad de elección en el matrimonio y la conveniencia de edades semejantes entre los cónyuges. En todas ellas es notorio el afán didáctico, objetivo irrenunciable del teatro neoclásico.

  11. Su obra más importante es El sí de las niñas, que escribió en 1801. • En El sí de las niñas Moratín censura la educación de las mujeres de la época y el abuso de autoridad de los padres al que estas se veían sometidas. La comedia se ajusta a las normas neoclásicas, ya que, además de su finalidad didáctica, respeta las tres unidades dramáticas: un sólo lugar ( la planta alta de una posada de Alcalá de Henares) para el desarrollo de una única acción que empieza a las siete de la tarde y acaba a las cinco de la mañana siguiente. • El argumento es el siguiente: Don Diego, un caballero sesentón, piensa casarse con una joven de 16 años, doña Paquita, cuya madre ha concertado la unión. La muchacha está enamorada de Don Carlos, joven militar que resulta ser el sobrino de don Diego. Finalmente, éste libera a Paquita de su compromiso y admite el matrimonio de los dos jóvenes.

  12. Los tres actos de la obra corresponden al atardecer, la madrugada y la aurora, que encuadran simbólicamente la acción y representan respectivamente la perturbación de sus pasiones, el sueño de la razón y su despertar. • Sobresale en la pieza la caracterización de los personajes, incluso los criados: el viejo y sesudo Simón, la traviesa Rita y el fiel Calamocha. • La prosa empleada es natural y sencilla, y en los diálogos prima la agilidad. A ello contribuyen los escasos y breves soliloquios. Los momentos serios y sentimentales no caen en la exageración, mientras que los cómicos no caen en lo chabacano. • Algunos críticos han visto en esta obra un anticipo de las características del romanticismo y aun del realismo.

  13. Personajes principales • Don Diego: señor de cincuenta y nueve años que estaba enamorado de la joven Doña Francisca. Como él tiene mucho dinero y la familia de Doña Francisca no tiene tanto, la madre de ella le va a obligar a casarse con él. Es el tío de Don Carlos. Es generoso y razonable. • Don Carlos: joven enamorado de Doña Francisca. La conoce cuando va a Zaragoza, y se enamora perdidamente de ella, hasta tal punto que la ve todas las noches. Y tienen una señal para hablar a escondidas, que es dar tres palmadas. Es un soldado, y es el sobrino de Don Diego. • Doña Francisca: Una joven que estudia interna en un colegio de Guadalajara, y se ve obligada a casarse con Don Diego por obligación de su madre Doña Irene. Su ocupación en el convento era bordar, coser, leer libros devotos, oír misa y correr por la huerta detrás de las mariposas.

  14. Personajes secundarios • Doña Irene: La madre de Doña Francisca, que le obliga a casarse con Don Diego. • Simón: Criado de Don Diego. • Rita: Criada de Doña Irene, siempre al lado de Doña Francisca. Hace todo lo posible para que Francisca se pueda casar con don Carlos. • Calamocha: Sirviente de Don Carlos. Intenta que su amo y Doña Francisca se puedan ver.

  15. Estructura • El sí de las niñas está compuesto por tres actos y estes a su vez por escenas. • Acto I: Está formado por nueve escenas. • Este primer acto trata de que Don Diego, de acuerdo con Doña Irene (madre de Doña Francisca) han concertado el matrimonio de Don Diego con Doña Francisca, sin consultar para nada la voluntad de la niña, a quien la madre arranca el “sí” de un modo violento sabiendo que la niña siempre le obedece por encima de todo. Pero Doña Irene está enamorada del sobrino de Don Diego, al que conoce por Don Félix (Don Carlos) sin saber esto Doña Francisca.

  16. Acto II • Está formado por dieciséis escenas. • Doña Francisca se encuentra nerviosa y presionada por su madre, en una conversación en la que aparece Don Diego preguntando por el amor de la pareja queriendo saber si el amor era verdadero y si la relación llevaba buen camino, pero Doña Irene no le deja contestar y prácticamente le obliga a responder que todo va bien, sin tener en cuenta los sentimientos de su hija. Más tarde Don Carlos le declara su más sincero amor y se dirigen rápidamente a cenar. En la cena, Simón, se encuentra a Don Carlos y a Calamocha preguntándoles que qué hacían en el mismo hostal. Después tras hablar el tío y el sobrino, Carlos se ve obligado a marchar a Zaragoza o a pasar la noche fuera de la ciudad. Todo esto origina el enfado de Doña Francisca quien acude al cuarto de Don Carlos y ve que no está. Este final triste consigue dejar en suspense la atención del espectador que ve deshechas las posibilidades de que se reúnan los amantes.

  17. Acto III • Está formado por doce escenas. • Doña Francisca se muestra decidida a no ceder ni a ruegos ni a amenazas cuando llegue el momento de pronunciar el “si”definitivo; pero los dos enamorados se encuentran perdidos al enterarse Don Carlos de que su rival es Don Diego, su tío y tutor. La amorosa pareja renuncia a su felicidad. Don Diego, enterado del sacrificio que se habían impuesto, desiste de sus propósitos y convence a Doña Irene de que debe casar a su hija con Don Carlos. Esta insite que la muchacha es capaz de querer a otro hombre que no sea designado por ella. • Así termina el acto III y la obra entera. El acto está montado en torno a la figura de Don Diego que pasa de ser amante correspondido a burlado, y posteriormente a ser juez y abogado de los jóvenes y de la sociedad en general.

  18. El sí de las niñas encierra una feroz requisitoria contra el sistema educativo vigente, que tan bien encierran estas palabras de D. Diego: • “Ve aquí los frutos de la educación. Esto es lo que llaman criar bien a una niña: enseñarla a que desmienta las pasiones más inocentes con la pérfida disimulación. Las juzgan honestas porque las ven instruidas en el arte de callar y mentir. Se obstinan en que el temperamento, la edad ni el genio no han de tener influencia alguna en sus inclinaciones” • Por otra parte, la obra apunta a la crítica de las comedias áureas (del Siglo de Oro) que ensalzaban el disimulo erótico de las protagonistas. • La comedia moratiniana no tuvo una digna continuación, entre otras razones porque el teatro adquirió un rumbo diferente con el surgimiento del Romanticismo, pero es indudable que abrió un nuevo camino a la comedia del XIX, la llamada alta comedia. Sin embargo, quizá lo más importante, fue su apuesta por hacer expresarse a sus personajes en una lengua más natural (en prosa), alejada del retoricismo barroco. Esta forma de expresión habría de seguirse en toda época posterior como forma ideal de comunicación escénica.

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