E N D
Con la frase "Rusia es culpable", Serrano Súñer argumenta que los soviéticos son los culpables de la Guerra Civil y la muerte de José Antonio Primo de Rivera. Miles de voluntarios, en su mayor parte falangistas acuden en masa para alistarse. Nace la División Azul, aunque su nombre oficial es División de Voluntarios Españoles.
HIMNO DE LA DIVISIÓN AZUL Se compuso como homenaje a los combatientes españoles en Rusia. Interpretada por primera vez un 8 de diciembre de 1941 en el Teatro Calderón de Madrid en un Festival Homenaje a la División Azul. La letra es de José María Alfaro y Agustín de Foxá, y la música del maestro Juan Tellería.
La factura de la Guerra Civil permite a Franco mantenerse neutral durante el desarrollo de la guerra, aunque sus simpatías están claras. Desea la victoria del Eje. El enfrentamiento contra URSS es acogido con alegría por muchos españoles. El Gobierno comienza a reclutar voluntarios para combatir al comunismo y ayudar a Alemania. España se prepara para entrar en la II Guerra Mundial por la puerta de atrás.
Las estaciones de tren de muchas ciudades españolas se abarrotaron para despedir a los divisionarios. El 13 de julio de 1941 parte de la madrileña estación del Norte el primer tren hacia Alemania.
Se argumenta que la entrada de la División Azul "sirvió para evitar la entrada de España en la guerra, la invasión de la Península Ibérica por los alemanes" y una modernización del Ejército que garantizaba la independencia del Estado. En la fotografía, Adolf Hitler se entrevista con Muñoz Grandes, a cuyo mando estaba la División Azul.
Los voluntarios españoles trataron de superar los problemas del idioma e integrarse con los alemanes. Algunos, como atestigua esta fotografía, dieron un paso más y ligaron con las enfermeras. No sabemos si este guripa lo consiguió.
Alemania bautizó a la División Azul como la División de Infantería 250ª de la Wehrmacht. Al mes de instrucción y entrenamiento militar, los españoles partieron hacia el frente ruso.
En la imagen, Robert Ley -jefe de Organización nazi- pasa revista a los divisionarios españoles poco antes de partir hacia el frente ruso. Salieron el 19 de agosto de 1941.
Los divisionarios españoles se encontraron con una desagradable sorpresa para llegar al frente ruso: tenían que desplazarse en bicicleta o a caballo.
Un grupo de soldados repone fuerzas en una parada para comer.
El sentimiento religioso estuvo muy presente, como atestigua la fotografía de esta misa. Según datos, dos capellanes católicos de la División Azul fallecieron durante la contienda.
Los soldados españoles tuvieron que adaptarse a combatir entre la nieve y el intenso frío durante los tres inviernos que estuvieron en el frente soviético. Este grupo de divisionarios celebra un disparo exitoso.
El extremo invierno fue el principal aliado de la URSS. Este 'enemigo' llevó a la División Azul a sufrir temperaturas inferiores a los 40º bajo cero.
Entre los consejos que se dictaron para evitar el frío destacan rellenar el casco con pañuelos o la colocación de papel de periódico entre la ropa.
Los españoles intentaron aportar un poco de humanidad al frente ruso, el día de navidad disfrutaron de un enorme cargamento de brandy, cigarros y cigarillos que les mandaron de España.
Se hicieron amigos de los campesinos rusos que a cambio a menudo les advertían de los movimientos del Ejercito Rojo y muchos soldados Españoles encontraron amigas rusas, a algunas de los cuales con el tiempo se llevaron a escondidas de vuelta a España.
En general el trato a los prisioneros rusos era bueno, los soldados rusos preferían caer en manos de los españoles que de los alemanes
Simpática imagen de estos guripas que, con el diario 'Marca' en mano, leen las últimas noticias deportivas de España. Cualquier información de la patria se recibía con entusiasmo en la helada estepa soviética.
En tiempos de guerra, los momentos de ocio y la diversión son la mejor forma de huir por un instante de la cruda realidad. En la imagen, un grupo de soldados disfruta de un partido entre Alemania y España en Berlín, en abril de 1942. Al parecer, Decaer y Campos firmaron los goles del empate a uno.
Los jefes militares alemanes se quedaron sorprendidos por lo escandalosos que eran los españoles. Por cierto, entre otras curiosidades, en el uniforme lucían insignias falangistas, como la camisa azul y la insignia del yugo y las flechas.
"Si en el frente os encontráis a un soldado mal afeitado, sucio, con las botas rotas y el uniforme desabrochado, cuadraos ante él, es un héroe, es un español..." General de Artillería Jürgens,
Casi 5.000 miembros de la División Azul murieron en el frente y unos 8.700 resultaron heridos. El episodio más trágico sucedió en febrero de 1943, cuando unos 1.125 divisionarios perdieron la vida en la batalla de Krasny Bor, cuando defendían la línea de ferrocarril entre Moscú y Leningrado.
Según los datos que se disponen, los españoles causaron 49.300 bajas en los soviéticos. El Ejército Rojo hizo 372 prisioneros españoles. De ellos, 115 falleció en los campos de concentración, cárceles o gulags.
La participación de soldados españoles en la II Guerra Mundial no terminó con el regreso de la División Azul. Algunos formaron la Legión Azul o ingresaron en otras unidades. En la foto, varios miembros de esta última división se fotografían antes de volver a España.
El regreso se produjo desde el primer relevo en marzo de 1942. Los primeros llegaron como héroes, pero según empeoraba la guerra para el Eje, el entusiasmo se fue enfriando. De los alardes se pasó a la práctica indiferencia en las sucesivas llegadas. "La victoria tiene muchos padres, la derrota es huérfana",
El 2 de abril de 1954 fueron devueltos a España los últimos 286 prisioneros a bordo del 'Semiramis'. Lamentablemente Franco ordeno disolver toda bienvenida y los veteranos tuvieron que volver a sus hogares por sus propios medios.