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Compendio del Catecismo. 447. ?C?mo se respeta la santidad del Nombre de Dios? 2142-2149 2160-2162Se respeta la santidad del Nombre de Dios invoc?ndolo, bendici?ndole, alab?ndole y glorific?ndole. Ha de evitarse, por tanto, el abuso de apelar al Nombre de Dios para justificar un crimen, y todo uso
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1. Segundo mandamiento: no tomars el nombre de Dios en vano 46
2. Compendio del Catecismo 447. Cmo se respeta la santidad del Nombre de Dios?
2142-21492160-2162
Se respeta la santidad del Nombre de Dios invocndolo, bendicindole, alabndole y glorificndole. Ha de evitarse, por tanto, el abuso de apelar al Nombre de Dios para justificar un crimen, y todo uso inconveniente de su Nombre, como la blasfemia, que por su misma naturaleza es un pecado grave; la imprecacin y la infidelidad a las promesas hechas en nombre de Dios.
3. Introduccin "una cantante de pera () comenz a perder la voz y a sentir molestias en la garganta. Los mdicos le dijeron: Ya no podr usted cantar y ni siquiera hablar jams. Momentos antes de la operacin, le dijeron si quera decir algo. Ella respondi con una sonrisa: Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espritu Santo. Fueron las ltimas palabras que pronunci".
Es una ancdota conmovedora y ejemplar. El segundo mandamiento de la Ley de Dios nos manda precisamente honrar el nombre de Dios. En un libro se contaba este hecho histrico:
"Haba una cantante de pera que haba tenido muchos triunfos y le haban aplaudido en las principales ciudades del mundo. Pero un da comenz a perder la voz y a sentir molestias en la garganta. Los mdicos le descubrieron un mal incurable que podra acabar con su vida. Para evitarlo necesitaba operarse urgentemente. Le dijeron: Ya no podr usted cantar y ni siquiera hablar jams. El da convenido, momentos antes de la operacin, le dijeron si quera decir algo. Ella respondi con una sonrisa: Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espritu Santo. Fueron las ltimas palabras que pronunci".
Es una ancdota conmovedora y ejemplar. El segundo mandamiento de la Ley de Dios nos manda precisamente honrar el nombre de Dios.En un libro se contaba este hecho histrico:
"Haba una cantante de pera que haba tenido muchos triunfos y le haban aplaudido en las principales ciudades del mundo. Pero un da comenz a perder la voz y a sentir molestias en la garganta. Los mdicos le descubrieron un mal incurable que podra acabar con su vida. Para evitarlo necesitaba operarse urgentemente. Le dijeron: Ya no podr usted cantar y ni siquiera hablar jams. El da convenido, momentos antes de la operacin, le dijeron si quera decir algo. Ella respondi con una sonrisa: Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espritu Santo. Fueron las ltimas palabras que pronunci".
Es una ancdota conmovedora y ejemplar. El segundo mandamiento de la Ley de Dios nos manda precisamente honrar el nombre de Dios.
4. Ideas principales
5. 1. El nombre de Dios es santo Dios es santo, y su nombre tambin lo es porque el nombre representa a la persona. As se explica que, si alguien pronuncia de forma irreverente el nombre de una persona querida, sintamos indignacin.
Los ngeles y los santos en el cielo alaban continuamente el nombre de Dios, proclamndolo santo, santo, santo. Nosotros pedimos en el Padrenuestro: "Santificado sea tu Nombre", y hemos de esforzarnos para que el nombre de Dios sea glorificado en toda la tierra. Dios es santo, y su nombre tambin lo es porque el nombre representa a la persona. As se explica que, si alguien pronuncia de forma irreverente el nombre de una persona querida, sintamos indignacin. Esa es la razn de que, cuando nombramos a Dios, no pensemos en unas letras que componen una palabra, sino en el mismo Dios, Uno y Trino. Por eso hemos de santificar su nombre y pronunciarlo con gran respeto.
Los ngeles y los santos en el cielo alaban continuamente el nombre de Dios, proclamndolo santo, santo, santo. Nosotros pedimos en el Padrenuestro: "Santificado sea tu Nombre", y hemos de esforzarnos para que el nombre de Dios sea glorificado en toda la tierra. Dios es santo, y su nombre tambin lo es porque el nombre representa a la persona. As se explica que, si alguien pronuncia de forma irreverente el nombre de una persona querida, sintamos indignacin. Esa es la razn de que, cuando nombramos a Dios, no pensemos en unas letras que componen una palabra, sino en el mismo Dios, Uno y Trino. Por eso hemos de santificar su nombre y pronunciarlo con gran respeto.
Los ngeles y los santos en el cielo alaban continuamente el nombre de Dios, proclamndolo santo, santo, santo. Nosotros pedimos en el Padrenuestro: "Santificado sea tu Nombre", y hemos de esforzarnos para que el nombre de Dios sea glorificado en toda la tierra.
6. 2. Cmo honramos el nombre de Dios Honramos o santificamos el nombre de Dios:
cuando lo alabamos como Creador y Salvador, confesando ante los hombres que es nuestro Dios y Seor;
escuchando con devocin o meditando la palabra de Dios;
cuando damos gracias por todo lo que nos concede;
cuidando todo lo que le est consagrado;
cuando procuramos que Dios sea conocido, amado y honrado por todos;
jurando con piedad, justicia y verdad;
y cuando hacemos votos o promesas de cosas gratas a Dios con intencin de cumplirlas.
Honramos o santificamos el nombre de Dios cuando lo alabamos como Creador y Salvador, confesando ante los hombres que es nuestro Dios y Seor; escuchando con devocin o meditando la palabra de Dios; cuando damos gracias por todo lo que nos concede o pedimos con confianza su ayuda y proteccin; cuidando todo lo que le est consagrado; cuando procuramos que Dios sea conocido, amado y honrado por todos; jurando con piedad, justicia y verdad; y cuando hacemos votos o promesas de cosas gratas a Dios con intencin de cumplirlas. Honramos o santificamos el nombre de Dios cuando lo alabamos como Creador y Salvador, confesando ante los hombres que es nuestro Dios y Seor; escuchando con devocin o meditando la palabra de Dios; cuando damos gracias por todo lo que nos concede o pedimos con confianza su ayuda y proteccin; cuidando todo lo que le est consagrado; cuando procuramos que Dios sea conocido, amado y honrado por todos; jurando con piedad, justicia y verdad; y cuando hacemos votos o promesas de cosas gratas a Dios con intencin de cumplirlas.
7. 3. El respeto de las cosas santas Son lugares sagrados los templos y los cementerios.
Son cosas sagradas el altar, el cliz, y otros objetos dedicados al culto.
Son personas consagradas los ministros de Dios y los religiosos; merecen todo respeto -por lo que representan- y nunca se debe hablar mal de ellos.
Si se profanan cosas o lugares sagrados o se injuria a las personas consagradas a Dios, se comete un pecado de sacrilegio. En atencin al nombre de Dios, que de alguna manera ostentan, hemos de respetar los lugares, las cosas y personas a l consagrados. Son lugares sagrados los templos y los cementerios, que exigen un comportamiento lleno de respeto y dignidad. Son cosas sagradas el altar, el cliz, y otros objetos dedicados al culto. Son personas consagradas los ministros de Dios y los religiosos; por tanto, el Papa y los obispos merecen todo respeto -por lo que representan- y nunca se debe hablar mal de ellos.
Si se profanan cosas o lugares sagrados o se injuria a las personas consagradas a Dios, se comete un pecado de sacrilegio. En atencin al nombre de Dios, que de alguna manera ostentan, hemos de respetar los lugares, las cosas y personas a l consagrados. Son lugares sagrados los templos y los cementerios, que exigen un comportamiento lleno de respeto y dignidad. Son cosas sagradas el altar, el cliz, y otros objetos dedicados al culto. Son personas consagradas los ministros de Dios y los religiosos; por tanto, el Papa y los obispos merecen todo respeto -por lo que representan- y nunca se debe hablar mal de ellos.
Si se profanan cosas o lugares sagrados o se injuria a las personas consagradas a Dios, se comete un pecado de sacrilegio.
8. 4. El juramento es poner a Dios por testigo En ocasiones muy importantes, sobre todo ante un tribunal, se puede invocar a Dios como testigo de la verdad de lo que se dice o promete: eso es hacer un juramento.
Fuera de estos casos no se debe jurar nunca, y hay que procurar que la convivencia humana se establezca en base a la veracidad y honradez. Jess dijo: "Sea, pues, vuestro modo de hablar: s, s, o no, no. Lo que exceda de esto, viene del Maligno" (Mateo 5,37).
A veces es necesario que el que hace una declaracin sobre lo que ha visto u odo, haya de reforzarla con un testimonio especial. En ocasiones muy importantes, sobre todo ante un tribunal, se puede invocar a Dios como testigo de la verdad de lo que se dice o promete: eso es hacer un juramento. Fuera de estos casos no se debe jurar nunca, y hay que procurar que la convivencia humana se establezca en base a la veracidad y honradez. Jess dijo: "Sea, pues, vuestro modo de hablar: s, s, o no, no. Lo que exceda de esto, viene del Maligno" (Mateo 5,37). A veces es necesario que el que hace una declaracin sobre lo que ha visto u odo, haya de reforzarla con un testimonio especial. En ocasiones muy importantes, sobre todo ante un tribunal, se puede invocar a Dios como testigo de la verdad de lo que se dice o promete: eso es hacer un juramento. Fuera de estos casos no se debe jurar nunca, y hay que procurar que la convivencia humana se establezca en base a la veracidad y honradez. Jess dijo: "Sea, pues, vuestro modo de hablar: s, s, o no, no. Lo que exceda de esto, viene del Maligno" (Mateo 5,37).
9. 5. Voto y promesa Voto es la promesa deliberada y libre, hecha a Dios acerca de un bien posible y mejor, con intencin de obligarse.
La costumbre ha de ser el hacer propsitos que nos ayuden a mejorar, sin necesidad de votos y promesas, a no ser que Dios as nos lo pidiera.
Si alguna vez queremos hacer alguna promesa a Dios, es prudente preguntar antes al confesor, para asegurarnos que podemos cumplirla.
Voto es la promesa deliberada y libre, hecha a Dios acerca de un bien posible y mejor, con intencin de obligarse. La costumbre ha de ser el hacer propsitos que nos ayuden a mejorar, sin necesidad de votos y promesas, a no ser que Dios as nos lo pidiera. Si alguna vez queremos hacer alguna promesa a Dios, es prudente preguntar antes al confesor, para asegurarnos que podemos cumplirla. Voto es la promesa deliberada y libre, hecha a Dios acerca de un bien posible y mejor, con intencin de obligarse. La costumbre ha de ser el hacer propsitos que nos ayuden a mejorar, sin necesidad de votos y promesas, a no ser que Dios as nos lo pidiera. Si alguna vez queremos hacer alguna promesa a Dios, es prudente preguntar antes al confesor, para asegurarnos que podemos cumplirla.
10. 6. Pecados contra el segundo mandamiento Adems de los pecados de perjurio o de incumplimiento del voto, los pecados contra este mandamiento son:
pronunciar con ligereza o sin necesidad el nombre de Dios,
nombrar a Dios con enfado,
maldecir y blasfemar.
La blasfemia consiste en decir palabras o hacer gestos injuriosos contra Dios, la Virgen, los Santos y la Iglesia. Si se hace de forma consciente, es un pecado grave, ya que va directamente contra Dios.
Adems de los pecados de perjurio o de incumplimiento del voto, los pecados contra este mandamiento son: pronunciar con ligereza o sin necesidad el nombre de Dios, nombrar a Dios con enfado, maldecir y blasfemar. La blasfemia consiste en decir palabras o hacer gestos injuriosos contra Dios, la Virgen, los Santos y la Iglesia. Si se hace de forma consciente, es un pecado grave, ya que va directamente contra Dios. Adems de los pecados de perjurio o de incumplimiento del voto, los pecados contra este mandamiento son: pronunciar con ligereza o sin necesidad el nombre de Dios, nombrar a Dios con enfado, maldecir y blasfemar. La blasfemia consiste en decir palabras o hacer gestos injuriosos contra Dios, la Virgen, los Santos y la Iglesia. Si se hace de forma consciente, es un pecado grave, ya que va directamente contra Dios.
11. 7. El nombre del cristiano En el bautismo se impone un nombre al nefito; los padres, padrinos y prroco han de procurar que sea un nombre cristiano, el nombre de un santo que vivi una vida de fidelidad ejemplar a Dios.
Al ser puesto bajo el patrocinio de un santo, se ofrece al cristiano un modelo de caridad y se le asegura su intercesin.
As resulta que el nombre de cada persona es sagrado y merece respeto. Dios conoce a cada uno por su nombre. En el bautismo se impone un nombre al nefito; los padres, padrinos y prroco han de procurar que sea un nombre cristiano, el nombre de un santo que vivi una vida de fidelidad ejemplar a Dios. Al ser puesto bajo el patrocinio de un santo, se ofrece al cristiano un modelo de caridad y se le asegura su intercesin. As resulta que el nombre de cada persona es sagrado y merece respeto. Dios conoce a cada uno por su nombre. En el bautismo se impone un nombre al nefito; los padres, padrinos y prroco han de procurar que sea un nombre cristiano, el nombre de un santo que vivi una vida de fidelidad ejemplar a Dios. Al ser puesto bajo el patrocinio de un santo, se ofrece al cristiano un modelo de caridad y se le asegura su intercesin. As resulta que el nombre de cada persona es sagrado y merece respeto. Dios conoce a cada uno por su nombre.
12. Propsitos de vida cristiana
13. Un propsito para avanzar Invoca confiadamente el nombre de Dios, y haz un acto de desagravio cuando se oiga alguna maldicin o blasfemia
Procura que se nos crea por nuestra palabra, sin necesidad de juramentos.