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La Econom a del Cambio Clim tico

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La Econom a del Cambio Clim tico

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Presentation Transcript


    1. La Economa del Cambio Climtico Francisco Estrada Porra *Centro de Ciencias de la Atmsfera **Programa de Investigacin en Cambio Climtico Universidad Nacional Autnoma de Mxico

    5. Externalidades

    6. Externalidad Externalidad en el consumo: se da cuando a un consumidor le afecta directamente la produccin o consumo de otros. Externalidad en la produccin: cuando las decisiones de una empresa o consumidor influyen en las posibilidades de produccin de otra empresa. Pueden ser positivas o negativas

    7. Externalidades Es un subproducto generado al consumir o producir algo. Son bienes que interesan al individuo pero que no tienen mercado (no se venden ni se compran, ej. no hay mercado para msica alta a las 3 a.m.). En presencia de externalidades, el mecanismo de mercado no logra asignaciones eficientes (se podra estar mejor) y se presentan fallas de mercado. Generalmente se requiere participacin de las instituciones (estado)

    8. Ejemplos

    9. Externalidades y su internalizacin (ej. compartir habitacin) Individuo A Fumador (humo) $10,000 Individuo B No fumador (aire puro) $10,000

    10. Cambio Climtico como externalidad y falla de mercado Cul es la importancia de la Economa en Cambio Climtico? Qu es una externalidad?, qu es una extenalidad positiva y una negativa? Qu es una falla de mercado? Con base en lo que se ha visto en mdulos anteriores, Por qu se puede ver Cambio Climtico como una externalidad y una falla de mercado? Da ejemplos de Cambio Climtico como externalidad negativa y como externalidad positiva (hay?).

    11. La Tragedia de los Comunes Garrett Hardin Este artculo fue publicado originalmente bajo el ttulo "The Tragedy of Commons" en Science, v. 162 (1968), pp. 1243-1248. Traduccin de Horacio Bonfil Snchez. Gaceta Ecolgica, nm. 37, Instituto Nacional de Ecologa, Mxico, 1995. http://www.ine.gob.mx/ Al final de un artculo muy bien razonado sobre el futuro de la guerra nuclear, J. B. Weisner y H. F. York concluan que "ambos lados en la carrera armamentista se... confrontaban con el dilema de un continuo crecimiento del podero militar y una constante reduccin de la seguridad nacional. De acuerdo con nuestro ponderado juicio profesional, este dilema no tiene solucin tcnica. Si las grandes potencias continan buscando soluciones exclusivamente en el rea de la ciencia y la tecnologa, el resultado ser el empeorar la situacin" Me gustara llamar su atencin no sobre el tema de dicho artculo (seguridad nacional en un mundo nuclear) sino sobre el tipo de conclusiones a las que ellos llegaron: bsicamente, que no existe solucin tcnica al problema. Una suposicin implcita y casi universal de los anlisis publicados en revistas cientficas profesionales y de divulgacin es que los problemas que se discuten tienen una solucin tcnica. Una solucin de este tipo puede definirse como aquella que requiere un cambio solamente en las tcnicas de las ciencias naturales, demandando pocos o casi nulos cambios en relacin con los valores humanos o en las ideas de moralidad. En nuestros das (aunque no en tiempos anteriores) las soluciones tcnicas son siempre bienvenidas. A causa del fracaso de las profecas, se necesita valor para afirmar que una solucin tcnica deseada no es factible. Wiesner y York tuvieron esta valenta publicndolo en una revista cientfica, e insistieron en que la solucin al problema no se iba a hallar en las ciencias naturales. Cautelosamente calificaron su afirmacin con la frase "De acuerdo con nuestro ponderado juicio profesional...". Si estaban en lo correcto o no, no es de relevancia para el presente artculo. Ms bien, la preocupacin aqu se refiere al importante conjunto de problemas humanos que pueden ser denominados "problemas sin solucin tcnica", y de manera ms especfica, con la identificacin y la discusin de uno de ellos. Es fcil demostrar que el conjunto no est vaco. Recuerden el juego del "gato". Considrese el problema "Cmo puedo ganar el juego del gato? Es bien sabido que no puedo si asumo (mantenindome dentro de las convenciones de la teora de juegos) que mi oponente entiende el juego a la perfeccin. Puesto de otra manera, no existe una "solucin tcnica" al problema. Puedo ganar solamente dndole un sentido radical a la palabra "ganar". Tambin puedo golpear a mi oponente en la cabeza o bien puedo falsificar los resultados. Cualquier forma en la que yo "gano" involucra, en algn sentido, un abandono del juego de la manera en que, tambin lo concebimos intuitivamente. (Puedo, desde luego, abandonar abiertamente el juego, negarme a jugarlo. Eso es lo que hacen la mayora de los adultos). El conjunto de los "problemas sin solucin tcnica" tiene miembros. Mi tesis es que el "problema poblacional", tal como se concibe tradicionalmente, es un miembro de esta clase. Y dicha concepcin tradicional requiere cierta reflexin. Es vlido decir que la mayor parte de la gente que se angustia con el problema demogrfico busca una manera de evitar los demonios de la sobrepoblacin sin abandonar ninguno de los privilegios de los que hoy goza. Piensan que las granjas marinas o el desarrollo de nuevas variedades de trigo resolvern el problema "tecnolgicamente". Yo intento mostrar aqu que la solucin que ellos buscan no puede ser encontrada. El problema poblacional no puede solucionarse de una manera tcnica, de la misma forma que no puede ganarse el juego del gato. Qu debemos maximizar? La poblacin, como lo dijo Malthus, tiende de manera natural a crecer "geomtricamente", o como decimos hoy, exponencialmente. En un mundo finito esto significa que la reparticin per cpita de los bienes del mundo debe disminuir. Es acaso el nuestro un mundo finito? Se puede defender con justeza la idea de que el mundo es infinito; o de que no sabemos si lo sea. Pero en trminos de los problemas prcticos que hemos de enfrentar en las prximas generaciones con la tecnologa previsible, es claro que aumentaremos grandemente la miseria humana si en el futuro inmediato, no asumimos que el mundo disponible para la poblacin humana terrestre es finito. El "espacio" no es una salida.2 Un mundo finito puede sostener solamente a una poblacin finita; por lo tanto, el crecimiento poblacional debe eventualmente igualar a cero. (El caso de perpetuas y amplias fluctuaciones por encima y por debajo del cero es una variante trivial que no necesita ser actualizada). Cuando esta condicin se alcance, cul ser la situacin de la humanidad? Especficamente puede ser alcanzada la meta de Bentham de "el mayor bienestar para la mayor cantidad de individuos?" No, por dos razones, cada una suficiente por s mismo. La primera es de orden terico. No es matemticamente posible maximizar dos variables (o ms) al mismo tiempo. Esto fue claramente posible demostrado por von Neumann y Morgenstern,3 pero el principio queda implcito en la teora de las ecuaciones diferenciales parciales, siendo tan viejo al menos como D'Alambert (1717-1783). La siguiente razn surge directamente de los hechos biolgicos. Para vivir, cualquier organismo debe disponer de una fuente de energa (comida, por ejemplo). Esta energa se utiliza para dos fines: conservacin y trabajo. Un hombre requiere de aproximadamente 1600 kilocaloras por da ("caloras de manutencin") para mantenerse vivo. Cualquier cosa que haga aparte de eso se definir como trabajo, y se apoya en las "caloras trabajo" que ingiera. Estas son utilizadas no solamente para realizar trabajo en el sentido en que comnmente entendemos la palabra; son requeridas tambin para todas las formas de diversin, desde la natacin y las carreras de autos, hasta tocar msica o escribir poesa. Si nuestra meta es maximizar la poblacin, es obvio lo que debemos hacer: lograr que las "caloras trabajo" por persona se acerquen a cero tanto como sea posible. Nada de comidas de gourmet, nada de vacaciones, nada de deportes, nada de msica, nada de arte... Creo que cualquiera coincidir, sin argumento o prueba, que maximizar la poblacin no maximiza los bienes. La meta de Bentham es imposible. Para alcanzar esta conclusin he asumido el supuesto comn de que el problema es la obtencin de energa. La aparicin de la energa atmica ha iniciado el cuestionamiento de esta suposicin. Sin embargo, dada una fuente infinita de energa, el crecimiento poblacional sigue siendo una cuestin ineludible. El problema de la adquisicin de energa es reemplazado por el de su disipacin, como agudamente lo ha demostrado J H. Fremlin.4 Los signos aritmticos del anlisis estn, como lo estuvieron, invertidos; pero la meta de Bentham sigue inalcanzable. La poblacin ptima es, por tanto, menor que el mximo. La dificultad para definir lo ptimo es enorme; hasta donde s, nadie ha abordado este problema seriamente. Alcanzar una solucin estable y aceptable seguramente requerir de ms de una generacin de arduo trabajo analtico, y mucha persuasin. Deseamos los mximos bienes por persona; pero qu es un bien? Para una persona puede ser la naturaleza preservada, para otros centros de ski por mayor. Para una pueden ser estuarios donde se alimenten patos para caza, mientras que para otra pueden ser terrenos para fbricas. Comparar un bien con otro es, solemos decir, imposible, porque estos bienes son inconmensurables, y los inconmensurables no pueden compararse. Tericamente esto puede ser cierto, pero en la vida real los inconmensurables se miden. Solamente se necesita un criterio de juicio y un sistema de medicin. En la naturaleza, dicho criterio es la supervivencia. Es acaso mejor para una especie ser pequea y fcil de esconder, o bien ser grande y poderosa? La seleccin natural mide lo inconmensurable. El compromiso alcanzado depender del sopesado natural de los valores de las variables. El hombre debe imitar ese proceso. No hay duda del hecho de que ya lo hace, pero de manera inconsciente. Cuando las decisiones ocultas se hacen explcitas se inicia la discusin. El problema para los aos venideros es lograr una aceptable teora de medicin. Los efectos sinergticos, las variaciones no lineales, y las dificultades al dar por hecho el futuro vuelen difcil este problema intelectual, pero no lo tornan (en principio), insoluble. Ha solucionado este problema prctico algn grupo cultural en nuestros tiempos, aunque sea en un nivel intuitivo? Un hecho simple prueba que ninguno lo ha logrado: no existe ninguna poblacin prspera en el mundo de hoy que tenga, o haya tenido por algn tiempo, una tasa de crecimiento igual a cero. Cualquier pueblo que haya intuitivamente identificado su punto ptimo muy pronto lo alcanzar, despus de lo cual su tasa de crecimiento alcanzar y permanecer en cero. Por supuesto, una tasa de crecimiento positiva puede tomarse como evidencia de que la poblacin se encuentra por debajo de su ptimo. Sin embargo, bajo cualquier parmetro razonable, las poblaciones de ms rpido crecimiento en el mundo actual son (en general) las ms pobres. Esta asociacin (que no es necesariamente invariable) siembra dudas sobre el supuesto optimista de que una tasa de crecimiento positiva indica que una poblacin est en camino de encontrar su ptimo. Poco progreso lograremos en la bsqueda de un tamao ptimo de poblacin mientras no exorcicemos de manera explcita al espritu de Adam Smith en el campo de la demografa prctica. En asuntos econmicos La riqueza de las naciones (1776) populariz la "mano invisible", la idea de un individuo que "buscando solamente su propio beneficio", logra "dejarse llevar por una mano invisible a promover... el inters pblico"5. Adam Smith no afirm que esto fuera invariablemente cierto, y quizs no lo hizo ninguno de sus seguidores. Pero contribuy con una tendencia dominante de pensamiento que desde entonces interfiere con las acciones positivas basadas en anlisis racionales, a saber la tendencia a asumir que las decisiones tomadas en lo individual sern, de hecho, las mejores decisiones para la sociedad en su conjunto. Si esta suposicin es correcta justifica la continuidad de nuestra actual poltica de laissez faire en cuestiones reproductivas. Si es correcta podemos asumir que los hombre controlarn su fecundidad de tal manera que lograrn una poblacin ptima. Si la suposicin es incorrecta, necesitamos examinar las libertades individuales para ver cules son defendibles. La tragedia de la libertad sobre los recursos comunes La refutacin de la mano invisible en el control poblacional se encuentra en un escenario descrito inicialmente en un panfleto poco conocido de 1833 por un matemtico amateur llamado William Forster Lloyd (1794-1852).6 Podemos llamarlo "la tragedia de los recursos comunes", utilizando la palabra tragedia como la us el filsofo Whitehead: "La esencia de la tragedia no es la tristeza. Reside en la solemnidad despiadada del desarrollo de las cosas". Y contina diciendo: "Esta inevitabilidad del destino solamente puede ser ilustrada en trminos de la vida humana por los incidentes que, de hecho, involucran infelicidad, pues es solamente a travs de ellos que la futilidad de la huida puede hacerse evidente en el drama".7 La tragedia de los recursos comunes se desarrolla de la siguiente manera. Imagine un pastizal abierto para todos. Es de esperarse que cada pastor intentar mantener en los recursos comunes tantas cabezas de ganado como le sea posible. Este arreglo puede funcionar razonablemente bien por siglos gracias a que las guerras tribales, la caza furtiva y las enfermedades mantendrn los nmeros tanto de hombres como de animales por debajo de la capacidad de carga de las tierras. Finalmente, sin embargo, llega el da de ajustar cuentas, es decir, el da en que se vuelve realidad la largamente soada meta de estabilidad social. En este punto, la lgica inherente a los recursos comunes inmisericordemente genera una tragedia. Como un ser racional, cada pastor busca maximizar su ganancia. Explcita o implcitamente, consciente o inconscientemente, se pregunta, cul es el beneficio para m de aumentar un animal ms a mi rebao? Esta utilidad tiene un componente negativo y otro positivo. 1. El componente positivo es una funcin del incremento de un animal. Como el pastor recibe todos los beneficios de la venta, la utilidad positiva es cercana a +1. 2. El componente negativo es una funcin del sobrepastoreo adicional generado por un animal ms. Sin embargo, puesto que los efectos del sobrepastoreo son compartidos por todos los pastores, la utilidad negativa de cualquier decisin particular tomada por un pastor es solamente una fraccin de -1. Al sumar todas las utilidades parciales, el pastor racional concluye que la nica decisin sensata para l es aadir otro animal a su rebao, y otro ms... Pero esta es la conclusin a la que llegan cada uno y todos los pastores sensatos que comparten recursos comunes. Y ah est la tragedia. Cada hombre est encerrado en un sistema que lo impulsa a incrementar su ganado ilimitadamente, en un mundo limitado. La ruina es el destino hacia el cual corren todos los hombres, cada uno buscando su mejor provecho en un mundo que cree en la libertad de los recursos comunes. La libertad de los recursos comunes resulta la ruina para todos. Para algunos esto puede ser un lugar comn. Ojal y lo fuera! En cierto sentido esto fue aprendido hace miles de aos, pero la seleccin natural favorece a las fuerzas de la negacin psicolgica.8 El individuo se beneficia como tal a partir de su habilidad para negar la verdad incluso cuando la sociedad en su conjunto, de la que forma parte, sufre. La educacin puede contrarrestar la tendencia natural de hacer lo incorrecto, pero la inexorable sucesin de generaciones requiere que las bases de este conocimiento sean refrescadas constantemente. Un simple incidente que sucedi hace pocos aos en Leominster, Masssachusetts, muestra cuan perecedero es este conocimiento. Durante la poca de compras navideas, los parqumetros de las zonas comerciales fueron cubiertos con bolsas de plstico con la leyenda: "No abrir hasta Navidad. Estacionamiento gratuito por parte del Alcalde y del Consejo Municipal". En otras palabras, ante la perspectiva de un aumento en la demanda del espacio, ya de por s escaso, los padres de la ciudad reinstituyeron el sistema de los recursos comunes. (Cnicamente sospechamos que ganaron ms votos de los que perdieron con tan retrgrado acto). De manera similar la lgica de los recursos comunes ha sido entendida por largo tiempo, quizs desde la invencin de la agricultura o de la propiedad privada en bienes races. Pero ha sido comprendida principalmente en casos especficos que no son suficientemente generalizables. Incluso en nuestros das, ganaderos que rentan tierras nacionales en el Oeste demuestran apenas una comprensin ambivalente al presionar constantemente a las autoridades federales para que incrementen el nmero de cabezas autorizadas por rea hasta un punto en el cual la sobreexplotacin produce erosin y dominio de malezas. De manera similar, los ocanos del mundo continan sufriendo por la supervivencia de la filosofa de los recursos comunes. Las naciones martimas todava responden automticamente a la contrasea de "la libertad de los mares". Al profesar la creencia en los "inagotables recursos de los ocanos", colocan cerca de la extincin, una tras otra, a especies de peces y ballenas.9 Los parques nacionales son otra instancia donde se muestra la forma en que trabaja la tragedia de los recursos comunes. En el presente se encuentran abiertos para todos, sin ningn lmite. Los parques en s mismos tienen una extensin limitada slo existe un Valle de Yosemite mientras que la poblacin parece crecer sin ningn lmite. Los valores que los visitantes buscan en los parques son continuamente erosionados. Es muy sencillo, debemos dejar de tratar a los parques como recursos comunes... o muy pronto no tendrn ningn valor para nadie. Qu debemos hacer? Tenemos varias opciones. Podemos venderlos como propiedad privada. Podemos mantenerlos como propiedad pblica, pero asignando adecuadamente quien ha de entrar. Esto debe ser con base en la riqueza, a travs del uso de un sistema de adjudicacin. Tambin podra hacerse con base en mritos, definidos por estndares acordados. O podra ser por sorteo. O bien ser con base en el sistema de que el primero que llega entra, administrado a partir de filas. Estos, creo, son todos procedimientos objetables. Pero entonces debemos escoger, o consentir la destruccin de nuestros recursos comunes llamados parques nacionales. La contaminacin De manera inversa, la tragedia de los recursos comunes reaparece en los problemas de contaminacin. Aqu el asunto no es sacar algo de los recursos comunes, sino de ponerles algo dentro drenajes o desechos qumicos, radioactivos o trmicos en el agua; gases nocivos o peligrosos en el aire; anuncios y seales perturbadoras y desagradables en el panorama. Los clculos de los beneficios son muy semejantes a los antes mencionados. El hombre razonable encuentra que su parte de los costos de los desperdicios que descarga en los recursos comunes es mucho menor que el costo de purificar sus desperdicios antes de deshacerse de ellos. Ya que esto es cierto para todos, estamos atrapados en un sistema de "ensuciar nuestro propio nido", y as seguir mientras actuemos nicamente como libres empresarios, independientes y racionales. La tragedia de concebir a los recursos comunes como una canasta de alimentos se desvirta con la propiedad privada, o con algo formalmente parecido. Pero el aire y el agua que nos rodean no se pueden cercar fcilmente, por lo que la tragedia de los recursos comunes al ser tratados como un pozo sin fondo debe evitarse de diferentes maneras, ya sea por medio de leyes coercitivas o mecanismos fiscales que hagan ms barato para el contaminador el tratar sus desechos antes de deshacerse de ellos sin tratarlos. No hemos llegado ms lejos en la solucin de este problema que en el primero. De hecho, nuestro particular concepto de la propiedad privada, que nos impide agotar los recursos positivos de la tierra, favorece la contaminacin. El dueo de una fbrica a la orilla de un arroyo cuya propiedad se extiende ala mitad del mismo- con frecuencia tiene problemas para ver porqu no es su derecho natural el ensuciar las aguas que fluyen frente a su puerta. La ley, siempre un paso atrs de los tiempos, requiere cambios y adecuaciones muy elaboradas para adaptarse a este aspecto recientemente reconocido de los recursos comunes. El problema de la contaminacin es una consecuencia de la poblacin. No importaba mucho la forma en que un solitario pionero americano liberara sus desechos. "El agua corriente se purifica a s misma cada diez millas", sola decir mi abuelo, y el mito estaba suficientemente cerca de la verdad cuando l era nio, porque no haba mucha gente. Pero conforme la poblacin se ha hecho ms densa, los procesos naturales de reciclado tanto biolgicos como qumicos, estn ahora saturados y exigen una redefinicin de los derechos de propiedad. Cmo legislar la moderacin? El anlisis del problema de la contaminacin como una funcin de la densidad de la poblacin descubre un principio de moralidad no siempre reconocido; especficamente: que la moralidad de un acto es una funcin del estado del sistema en el momento en que se realiza.10 Usar los recursos comunes como un pozo sin fondo no daa a la poblacin en general en zonas vrgenes o poco explotadas, simplemente porque no existe dicha poblacin; el mismo comportamiento en una metrpolis es insostenible. Hace ciento cincuenta aos un hombre de las praderas poda matar un bisonte americano, cortarle solamente la lengua para cenar y desechar el resto del animal. No se podra considerar en ningn sentido que fuera un desperdicio. Hoy en da, cuando quedan slo algunos miles de bisontes, nos sentiramos abrumados con este comportamiento. De paso, no tiene ningn valor que la moralidad de un acto no pueda ser determinada a partir de una fotografa. No se sabe si un hombre matando a un elefante o prendindole fuego a un pastizal est daando a otros hasta que se conoce el sistema total dentro del que se incluye este acto. "Una imagen vale por mil palabras", dijo un anciano chino; pero se llevara diez mil palabras validar esto. Resulta tentador tanto para los ambientalistas como para los reformadores en general, el tratar de persuadir a otros por medio de imgenes fotogrficas. Pero la esencia del argumento no puede ser fotografiada; debe ser presentada racionalmente: en palabras. El que la moralidad es sensible a los sistemas escap a muchos codificadores de la tica en el pasado. "No se debe.." es la forma tradicional de las directrices ticas que no abren posibilidades a las circunstancias particulares. Las leyes de nuestra sociedad siguen el patrn de la tica antigua, y por tanto, se adaptan pobremente para gobernar un mundo complejo, altamente poblado y cambiante. Nuestra solucin epicclica es abultar la ley estatutaria con la ley administrativa. Puesto que resulta prcticamente imposible mencionar todas las condiciones bajo las cuales es seguro quemar basura en el patio trasero o manejar un coche sin control anticontaminante, con las leyes delegamos los detalles a las oficinas. El resultado es una ley administrativa, la cual es lgicamente temida por la vieja razn Quis custodiet ipsos custodes? Quin ha de vigilar a los propios vigilantes. John Adams seal que debemos tener un "gobierno de leyes y no de hombres". Los administradores, al tratar de evaluar la moralidad de los actos en la totalidad del sistema, estn singularmente expuestos a la corrupcin, generando un gobierno de hombres y no de leyes. La prohibicin es fcil de legislar (pero no necesariamente fcil de imponer); pero cmo legislar la moderacin? La experiencia indica que sta puede ser alcanzada mejor a travs de la accin de la ley administrativa. Limitamos innecesariamente las posibilidades si suponemos que los sentimientos de Quis custodiet nos niegan el uso de la ley administrativa. Deberamos mejor tener la frase como un perpetuo recordatorio de temibles peligros que no podemos evitar. El gran reto que tenemos ante nosotros es cmo inventar las retroalimentaciones correctivas que se requieren para mantener honestos a nuestros guardianes. Debemos encontrar maneras de legitimar la necesaria autoridad tanto para los custodios como para las retroalimentaciones correctivas. La libertad de reproduccin es intolerable. La tragedia de los recursos comunes se relaciona con los problemas de poblacin de otra manera. En un mundo regido nicamente por el principio de "perro come perro" -si en efecto alguna vez existi tal mundo- el nmero de hijos por familia no sera un asunto pblico. Los padres que se reprodujeran escandalosamente dejaran menos descendientes, y no ms, porque seran incapaces de cuidar adecuadamente a sus hijos. David Lack y otros han encontrado que esa retroalimentacin negativa controla de manera demostrable la fecundidad de los pjaros.11 Pero los hombres no son pjaros, y no han actuado como ellos por milenios, cuando menos. Si cada familia humana dependiera exclusivamente de sus propios recursos, si los hijos de padres no previsores murieran de hambre, si, por lo tanto, la reproduccin excesiva tuviera su propio "castigo" para la lnea germinal: entonces no habra ninguna razn para que el inters pblico controlara la reproduccin familiar. Pero nuestra sociedad est profundamente comprometida con el estado de bienestar, 12 y por tanto confrontada con otro aspecto de la tragedia de los recursos comunes. En un estado de bienestar cmo tratar con la familia, la religin, la raza o la clase (o bien con cualquier grupo cohesivo y distinguible) que adopte a la sobrerreproduccin como poltica para asegurar su propia ampliacin?13 Equilibrar el concepto de libertad de procreacin con la creencia de que todo el que nace tiene igual derecho sobre los recursos comunes es encaminar al mundo hacia un trgico destino. Desafortunadamente ese es justamente el curso que persiguen las Naciones Unidas. A fines de 1967, unas treinta naciones acordaron lo siguiente: "La declaracin Universal de los Derechos Humanos describe a la familia como la unidad natural y fundamental de la sociedad. Por consecuencia, cualquier decisin en relacin con el tamao de la familia debe residir irrevocablemente en la propia familia, y no puede ser asumida por nadie ms".14 Es doloroso tener que negar categricamente la validez de este derecho; al negarlo, uno se siente tan incmodo como un habitante de Salem, Massachusetts, al negar la existencia de las brujas en el siglo XVII. En el presente, en los cuarteles liberales, algo como un tab acta para inhibir la crtica a las Naciones Unidas. Existe un sentimiento de que Naciones Unidas son nuestra "ltima y mejor esperanza", y que no debemos encontrar fallas en ella; de que no debemos caer en manos de archiconservadores. Sin embargo, no hay que olvidar lo que dijo Robert Louis Stevenson: "La verdad que es negada por los amigos es arma pronta para el enemigo". Si amamos la verdad debemos negar abiertamente la validez de la Declaracin de los Derechos Humanos, aun cuando sea promovida por las Naciones Unidas. Deberamos unirnos a Kingsley Davis15 en el intento de tener una poblacin mundial planificada por los padres para ver el error en sus opciones al abrazar el mismo trgico ideal. La conciencia es autoeliminante Es un error pensar que podemos controlar el crecimiento de la humanidad en el largo plazo haciendo un llamado a la conciencia. Charles Galton Darwin seal esto cuando habl en el centenario de la publicacin del gran libro de su abuelo. El argumento es claro y darwiniano. La gente vara. Al confrontarse con los llamamientos para limitar la reproduccin, algunas gentes indudablemente respondern ms que otros a la splica. Aquellos que tengan ms hijos producirn una fraccin ms grande para la siguiente generacin que aquellos con conciencias ms susceptibles. Las diferencias se acentuarn, generacin tras generacin. En palabras de C. G. Darwin: "Bien puede tomar cientos de generaciones para que el instinto progenitivo se desarrolle en este sentido, pero de lograrse, la naturaleza ya habra cobrado venganza, y la variedad Homo contracipiens se habra extinguido y habra sido remplazada por la variedad Homo progenitivus"16. El argumento supone que la conciencia o el deseo de tener hijos (no importa cul) es hereditario, pero hereditario solamente en el sentido formal ms general. El resultado ser el mismo si la actitud es transmitida a travs de las clulas germinales o extrasomticamente, para usar el trmino de A. J. Lotka. (Si se niega la segunda posibilidad al igual que la primera, entonces cul es el sentido de la educacin?) El argumento aqu ha sido sealado dentro del contexto del problema demogrfico, pero es vlido igualmente para cualquier situacin en la que la sociedad inste a un individuo que explota los recursos comunes a que se restrinja por el bien general, por medio de su conciencia. Hacer ese llamado es montar un sistema selectivo que trabaje por la eliminacin de la conciencia de la raza. Efectos patognicos de la conciencia Las desventajas a largo plazo de un llamado a la conciencia deberan ser suficientes par condenarlo; pero tambin tiene serias desventajas en el corto plazo. Si le pedimos a un hombre que est explotando los recursos comunes que desista de hacerlo "en nombre de la conciencia" qu estamos haciendo? qu est escuchando? no slo en el momento sino tambin en las pequesimas horas de la noche cuando, medio dormido, recuerda no solamente las palabras que le dijimos, sino las pistas de comunicacin no verbal que le dimos sin percatarnos. Tarde o temprano, consciente o subconscientente, este hombre percibe que ha recibido dos comunicados, y que son contradictorios: 1. (el comunicado pretendido) "Si no haces lo que te pedimos, te condenaremos abiertamente por no actuar como un ciudadano responsable". 2. (el comunicado no pretendido) "Si te comportas como te pedimos, secretamente te condenaremos como un tonto que puede ser humillado a tal punto de hacerse a un lado mientras el resto de nosotros explota los recursos comunes". Todo hombre se encuentra atrapado en lo que Bateson ha llamado un "doble mensaje" como un importante factor causal en la gnesis de la esquizofrenia.17 El mensaje doble puede no ser siempre tan daino, pero constantemente amenaza la salud mental de cualquiera que lo recibe. "Una mala conciencia dijo Nietzche es una clase de enfermedad". Conjurar la conciencia de los dems es tentar a cualquiera que desee extender su control ms all de los lmites legales. Los lderes en los ms altos niveles sucumben a esta tentacin. Ha evitado algn presidente durante las ltimas generaciones caer en llamados a los sindicatos para que voluntariamente moderen sus demandas por mejores salarios, o a las compaas acereras para que bajen voluntariamente sus precios? No puedo recordar ninguno. La retrica utilizada en dichas ocasiones est diseada para producir sentimientos de culpa en los no cooperadores. Por siglos se asumi sin prueba que la culpa era un valioso, incluso casi indispensable, ingrediente de la vida civilizada. Ahora, en este mundo postfreudiano, lo dudamos. Paul Goodman habla desde un punto de vista moderno cuando dice: "Nada bueno ha salido del sentimiento de culpa, ni inteligencia, ni poltica, ni compasin. Los que sienten culpa no prestan atencin al objeto, sino solamente a s mismos, y ni siquiera a sus propios intereses, lo que podra tener sentido, sino a sus ansiedades".18 Uno tiene que ser un psiquiatra profesional para ver las consecuencias de la ansiedad. Nosotros en Occidente estamos emergiendo apenas de una espantosa etapa de dos siglos de oscurantismo de Eros que estuvieron sustentados parcialmente en leyes prohibitivas, pero quizs ms efectivamente en los mecanismos educativos generadores de ansiedad. Alex Comfort ha contado bien la historia en The Anxiety Makers19 y no es una historia agradable. Puesto que la prueba es difcil podramos incluso conceder que los resultados de la ansiedad pueden, en algunos casos, desde cierto punto de vista, ser deseables. La pregunta ms amplia que debemos hacernos es si, como un asunto de poltica, deberamos alguna vez propiciar el uso de una tcnica cuya tendencia (sino su intencin), es psicolgicamente patognica. Omos hablar mucho en estos das sobre la paternidad responsable; el par de palabras son incorporados en los ttulos de algunas organizaciones dedicadas al control natal. Algunas gentes han propuesto campaas masivas de propaganda para inculcar la responsabilidad en los futuros reproductores de la nacin (o del mundo). Pero cul es el sentido de la palabra conciencia? Cuando utilizamos la palabra responsabilidad en ausencia de sanciones sustanciales, no estamos tratando de intimidar a un hombre que se encuentra en los recursos comunes para que acte en contra de su propio inters? La responsabilidad es una falsedad verbal para un quid pro quo sustancial. Es un intento para obtener algo por nada. Si la palabra responsabilidad se llega a usar, sugiero que debe ser en el sentido en que Charles Fraenkel la usaba.20 "Responsabilidad dice este filsofo, es el producto de arreglos sociales definidos". Observen que Fraenkel habla de arreglos sociales, no de propaganda. Coercin mutua, mutuamente acordada Los arreglos sociales que producen responsabilidad son arreglos que generan coercin de algn tipo. Considrese el robo de un banco. El hombre que se lleva el dinero del banco acta como si el banco fuera parte de los recursos comunes. Cmo prevenir tal accin? Ciertamente no intentando controlar su comportamiento exclusivamente con base en llamados verbales a su sentido de responsabilidad. En vez de basarnos en propaganda seguimos el consejo de Fraenkel e insistimos en que el banco no forma parte de los bienes comunes; buscamos arreglos sociales definidos que mantendrn al banco fuera de ese mbito. El que al hacer esto infringimos la libertad de los ladrones potenciales, no lo negamos ni lo lamentamos. La moralidad de un asalto a un banco es particularmente fcil de entender porque aceptamos la prohibicin total de esta actividad. Estamos de acuerdo en decir "No robars un banco", sin excepciones. Pero la moderacin tambin puede ser generada por medio de la coercin. El cobro de impuestos es un buen medio coercitivo. Para mantener a los compradores moderados en el uso de espacios de estacionamiento en el centro de la ciudad, colocamos parqumetros para periodos cortos y multas de trfico para periodos largos. Realmente no necesitamos prohibirle al ciudadano estacionarse tanto tiempo como desee simplemente necesitamos que sea cada vez ms caro hacerlo. No es la prohibicin, sino opciones cuidadosamente orientadas las que le ofrecemos. Un hombre de la Avenida Madison puede llamarlo persuasin; yo prefiero el mayor candor de la palabra coercin. Coercin es una palabra sucia para la mayora de los liberales de hoy, pero no necesita serlo por siempre. Como en el caso de otras palabras, su suciedad puede limpiarse por medio de la exposicin a la luz, es decir, dicindola una y otra vez sin apologa o vergenza. Para muchos, la palabra coercin implica decisiones arbitrarias de burcratas distantes e irresponsables; pero esto no es necesariamente parte de su significado. La nica clase de coercin que yo recomiendo es la coercin mutua, mutuamente acordada por la mayora de las personas afectadas. Decir que acordamos la mutua coercin no es decir que requerimos disfrutarla o incluso, pretender disfrutarla. Quin disfruta los impuestos? Todos nos quejamos de ellos. Pero aceptamos los impuestos obligatorios porque reconocemos que los impuestos voluntarios favoreceran la inconsciencia. Instituimos y (gruendo) apoyamos los impuestos y otros medios coercitivos para escapar de los horrores de los recursos comunes. Una alternativa a los recursos comunes no necesita ser perfectamente justa para ser preferible. Con bienes races u otros bienes materiales, la alternativa que hemos escogido es la institucin de la propiedad privada emparejada con la herencia legal. Es este un sistema perfectamente justo? Como bilogo entrenado en gentica niego que el sistema lo sea. Me parece, que s deben existir diferencias entre las herencias de los individuos, la posesin legal debera estar perfectamente correlacionada con la herencia biolgica que aquellos individuos que son biolgicamente ms aptos para ser custodios de la propiedad y del poder deberan legalmente heredar ms. Pero la recombinacin gentica hace continuamente burla de la doctrina "de tal padre, tal hijo" implcita en nuestras leyes de herencia legal. Un idiota puede heredar millones, y los fondos de una empresa pueden mantenerse intactos. Debemos admitir que nuestro sistema legal de propiedad privada ms herencia es injusto, pero nos quedamos con l porque no estamos convencidos, por el momento, de que alguien haya inventado un sistema mejor. La alternativa de los recursos comunes es demasiado aterradora para contemplarse. La injusticia es preferible a la ruina total. Esta es una de las peculiaridades del enfrentamiento entre la reforma y el status quo que est irreflexivamente gobernada por una doble norma. Frecuentemente una reforma es derrotada cuando sus oponentes encuentran triunfalmente una falla en ella. Como lo seal Kingsley Davis21 los creadores del status quo suponen algunas veces que ninguna reforma es posible sin un acuerdo unnime, una suposicin contraria a los hechos histricos. Tan claro como lo puedo poner, el rechazo automtico a las reformas propuestas se basa en dos suposiciones inconscientes: 1) que el status quo es perfecto; o bien 2) que la eleccin que encaramos es entre la reforma y la no accin; si la reforma propuesta es imperfecta, supuestamente no deberamos tomar decisin alguna, y esperar una propuesta perfecta. Pero no podemos dejar de hacer algo. Eso que hemos hecho por cientos de aos es tambin accin. Claro que produce males. Una vez que estamos prevenidos de que el status quo es una accin podremos descubrir las ventajas y desventajas de la reforma propuesta, haciendo la mejor aritmtica posible dada nuestra falta de experiencia. Con base en esa comparacin, podemos tomar una decisin racional que no involucrar la suposicin inmanejable de que slo los sistemas perfectos son tolerables. Reconocimiento de la necesidad Quizs el resumen ms sencillo del problema de la poblacin humana es el siguiente: los recursos comunes, si acaso justificables, son justificables solamente bajo condiciones de baja densidad poblacional. Conforme ha aumentado la poblacin humana han tenido que ser abandonados en un aspecto tras otro. Primero abandonamos los recursos comunes en recoleccin de alimentos, cercando las tierras de cultivo y restringiendo las reas de pastoreo, caza y pesca. Estas restricciones no han terminado an en todo el mundo. De alguna manera, poco despus vimos que los recursos comunes como reas para deposicin de basura tambin tenan que ser abandonados. Las restricciones para la eliminacin de desechos domsticos en el drenaje son ampliamente aceptadas en el mundo occidental; continuamos en la lucha para cerrar esos espacios a la contaminacin por automviles, fbricas, insecticidas en aerosol, aplicacin de fertilizantes y centrales de energa atmica. En un estado an ms embrionario se encuentra nuestro reconocimiento a los peligros de los recursos comunes en cuestiones de esparcimiento. Casi no existen restricciones a la propagacin de ondas de sonido en el medio pblico. El consumidor es asaltado por msica demencial sin su consentimiento. Nuestro gobierno ha gastado miles de millones de dlares en la creacin de transporte supersnico que podra molestar a 50,000 personas por cada individuo transportado de costa a costa tres horas ms rpido. Los anuncios ensucian y las ondas de radio y televisin contaminan la vista de los viajeros. Estamos muy lejos de prohibir los recursos comunes para cuestiones de recreacin. Se deber esto a nuestra herencia puritana, que nos hace considerar el placer como un pecado y el dolor (en este caso la contaminacin de la publicidad) como un signo de virtud? Cada nueva restriccin en el uso de los recursos comunes, implica restringir la libertad personal de alguien. Las restricciones impuestas en un pasado distante son aceptadas porque ningn contemporneo se queja por su prdida. Es a las recientemente propuestas a las que nos oponemos vigorosamente; los gritos de "derechos" y de "libertad" llenan el aire. Pero qu significa libertad? Cuando los hombres mutuamente acordaron instaurar leyes contra los robos, la humanidad se volvi ms libre, no menos. Los individuos encerrados en la lgica de los recursos comunes son libres nicamente para traer la ruina universal; una vez que ven la necesidad de la coercin mutua, quedan libres para perseguir nuevas metas. Creo que fue Hegel quien dijo: "La libertad es el reconocimiento de la necesidad". El aspecto ms importante de la necesidad que debemos ahora reconocer es la necesidad de abandonar los recursos comunes, en la reproduccin. Ninguna solucin tcnica puede salvarnos de las miserias de la sobrepoblacin. La libertad de reproduccin traer ruina para todos. Por el momento, para evitar decisiones difciles muchos de nosotros nos encontramos tentados para hacer campaas de concienciacin y de paternidad responsable. Podemos resistir la tentacin porque un llamado a la actuacin de conciencias independientes selecciona la desaparicin de toda conciencia a largo plazo, y aumenta la ansiedad en el corto. La nica manera en que nosotros podemos preservar y alimentar otras y ms preciadas libertades es renunciando a la libertad de reproduccin, y muy pronto. "La libertad es el reconocimiento de la necesidad", y es el papel de la educacin revelar a todos la necesidad de abandonar la libertad de procreacin. Solamente as podremos poner fin a este aspecto de la tragedia de los recursos comunes. Notas 1. J. B.Wiesner y H. F. York. Scientific American 211 (4), 27, 1964. 2. G. Hardin, Journal of Heredity 50, 68 (1959), S. von Hoernor, Science 137, 18 (1962). 3. J. von Neumann y O. Morgenstern, Theory of Games and Economic Behavior (Princenton University Press, Princenton, N. J., 1947), p. 11. 4. J. H. Fremlin, New Scientist, nm. 415 (1964), p.285. 5. A. Smith, The Wealth of Nations (Modern Library, New York, 1937), p. 423 (Hay traduccin del Fondo de Cultura Econmica, Mxico). 6. W. F. Lloyd, Two Lectures on the Checks to Population (Mentor, New York, 1948), p. 17. 7. A. N. Whitehead, Science and the Modern World (Mentor, New York, 1948), p.17 8. G. Hardin (ed.), Population, Evolution, and Birth Control (Freeman, San Francisco, Cal., 1964) 9. McVay, Scientific American 216 (nm.8), 13 (1966). 10. J. Fletcher, Situation Ethics (Westminster, Philadelphia, 1966) 11. D. Lack, The Natural Regulation of Animal Numbers (Clarendon Press, Oxford England, 1954). 12. H. Girvetz, From Wealth to Welfare (Stanford University Press, Stanford, Cal., 1950). 13. G. H. Perspectives in Biology and Medicine, 6, 366 (1963). 14. U. Thant, International Planned Parenthood News, nm. 168 (febrero de 1968) 15. K. Davis, Science 158, 730 (1967) 16. S. Tax (ed.) Evolution After Darwin (University of Chicago Press, Chicago, 1960), vol. 2, p. 469. 17. G. Beteson, D. D. Jackson, J. Haley, J. Weakland, Behavioral Science, 1, 251 (1956). 18. P. Goodman, New York Review of Books 10 (8), 22 (23 de mayo de 1968). 19. A. Comfort, The Anxiety Makers (Nelson, Londres, 1967). 20. C. Frankel, The Case for Modern Man (Harper & Row, New York, 1955), p.203.Garrett Hardin Este artculo fue publicado originalmente bajo el ttulo "The Tragedy of Commons" en Science, v. 162 (1968), pp. 1243-1248. Traduccin de Horacio Bonfil Snchez. Gaceta Ecolgica, nm. 37, Instituto Nacional de Ecologa, Mxico, 1995. http://www.ine.gob.mx/ Al final de un artculo muy bien razonado sobre el futuro de la guerra nuclear, J. B. Weisner y H. F. York concluan que "ambos lados en la carrera armamentista se... confrontaban con el dilema de un continuo crecimiento del podero militar y una constante reduccin de la seguridad nacional. De acuerdo con nuestro ponderado juicio profesional, este dilema no tiene solucin tcnica. Si las grandes potencias continan buscando soluciones exclusivamente en el rea de la ciencia y la tecnologa, el resultado ser el empeorar la situacin" Me gustara llamar su atencin no sobre el tema de dicho artculo (seguridad nacional en un mundo nuclear) sino sobre el tipo de conclusiones a las que ellos llegaron: bsicamente, que no existe solucin tcnica al problema. Una suposicin implcita y casi universal de los anlisis publicados en revistas cientficas profesionales y de divulgacin es que los problemas que se discuten tienen una solucin tcnica. Una solucin de este tipo puede definirse como aquella que requiere un cambio solamente en las tcnicas de las ciencias naturales, demandando pocos o casi nulos cambios en relacin con los valores humanos o en las ideas de moralidad. En nuestros das (aunque no en tiempos anteriores) las soluciones tcnicas son siempre bienvenidas. A causa del fracaso de las profecas, se necesita valor para afirmar que una solucin tcnica deseada no es factible. Wiesner y York tuvieron esta valenta publicndolo en una revista cientfica, e insistieron en que la solucin al problema no se iba a hallar en las ciencias naturales. Cautelosamente calificaron su afirmacin con la frase "De acuerdo con nuestro ponderado juicio profesional...". Si estaban en lo correcto o no, no es de relevancia para el presente artculo. Ms bien, la preocupacin aqu se refiere al importante conjunto de problemas humanos que pueden ser denominados "problemas sin solucin tcnica", y de manera ms especfica, con la identificacin y la discusin de uno de ellos. Es fcil demostrar que el conjunto no est vaco. Recuerden el juego del "gato". Considrese el problema "Cmo puedo ganar el juego del gato? Es bien sabido que no puedo si asumo (mantenindome dentro de las convenciones de la teora de juegos) que mi oponente entiende el juego a la perfeccin. Puesto de otra manera, no existe una "solucin tcnica" al problema. Puedo ganar solamente dndole un sentido radical a la palabra "ganar". Tambin puedo golpear a mi oponente en la cabeza o bien puedo falsificar los resultados. Cualquier forma en la que yo "gano" involucra, en algn sentido, un abandono del juego de la manera en que, tambin lo concebimos intuitivamente. (Puedo, desde luego, abandonar abiertamente el juego, negarme a jugarlo. Eso es lo que hacen la mayora de los adultos). El conjunto de los "problemas sin solucin tcnica" tiene miembros. Mi tesis es que el "problema poblacional", tal como se concibe tradicionalmente, es un miembro de esta clase. Y dicha concepcin tradicional requiere cierta reflexin. Es vlido decir que la mayor parte de la gente que se angustia con el problema demogrfico busca una manera de evitar los demonios de la sobrepoblacin sin abandonar ninguno de los privilegios de los que hoy goza. Piensan que las granjas marinas o el desarrollo de nuevas variedades de trigo resolvern el problema "tecnolgicamente". Yo intento mostrar aqu que la solucin que ellos buscan no puede ser encontrada. El problema poblacional no puede solucionarse de una manera tcnica, de la misma forma que no puede ganarse el juego del gato. Qu debemos maximizar? La poblacin, como lo dijo Malthus, tiende de manera natural a crecer "geomtricamente", o como decimos hoy, exponencialmente. En un mundo finito esto significa que la reparticin per cpita de los bienes del mundo debe disminuir. Es acaso el nuestro un mundo finito? Se puede defender con justeza la idea de que el mundo es infinito; o de que no sabemos si lo sea. Pero en trminos de los problemas prcticos que hemos de enfrentar en las prximas generaciones con la tecnologa previsible, es claro que aumentaremos grandemente la miseria humana si en el futuro inmediato, no asumimos que el mundo disponible para la poblacin humana terrestre es finito. El "espacio" no es una salida.2 Un mundo finito puede sostener solamente a una poblacin finita; por lo tanto, el crecimiento poblacional debe eventualmente igualar a cero. (El caso de perpetuas y amplias fluctuaciones por encima y por debajo del cero es una variante trivial que no necesita ser actualizada). Cuando esta condicin se alcance, cul ser la situacin de la humanidad? Especficamente puede ser alcanzada la meta de Bentham de "el mayor bienestar para la mayor cantidad de individuos?" No, por dos razones, cada una suficiente por s mismo. La primera es de orden terico. No es matemticamente posible maximizar dos variables (o ms) al mismo tiempo. Esto fue claramente posible demostrado por von Neumann y Morgenstern,3 pero el principio queda implcito en la teora de las ecuaciones diferenciales parciales, siendo tan viejo al menos como D'Alambert (1717-1783). La siguiente razn surge directamente de los hechos biolgicos. Para vivir, cualquier organismo debe disponer de una fuente de energa (comida, por ejemplo). Esta energa se utiliza para dos fines: conservacin y trabajo. Un hombre requiere de aproximadamente 1600 kilocaloras por da ("caloras de manutencin") para mantenerse vivo. Cualquier cosa que haga aparte de eso se definir como trabajo, y se apoya en las "caloras trabajo" que ingiera. Estas son utilizadas no solamente para realizar trabajo en el sentido en que comnmente entendemos la palabra; son requeridas tambin para todas las formas de diversin, desde la natacin y las carreras de autos, hasta tocar msica o escribir poesa. Si nuestra meta es maximizar la poblacin, es obvio lo que debemos hacer: lograr que las "caloras trabajo" por persona se acerquen a cero tanto como sea posible. Nada de comidas de gourmet, nada de vacaciones, nada de deportes, nada de msica, nada de arte... Creo que cualquiera coincidir, sin argumento o prueba, que maximizar la poblacin no maximiza los bienes. La meta de Bentham es imposible. Para alcanzar esta conclusin he asumido el supuesto comn de que el problema es la obtencin de energa. La aparicin de la energa atmica ha iniciado el cuestionamiento de esta suposicin. Sin embargo, dada una fuente infinita de energa, el crecimiento poblacional sigue siendo una cuestin ineludible. El problema de la adquisicin de energa es reemplazado por el de su disipacin, como agudamente lo ha demostrado J H. Fremlin.4 Los signos aritmticos del anlisis estn, como lo estuvieron, invertidos; pero la meta de Bentham sigue inalcanzable. La poblacin ptima es, por tanto, menor que el mximo. La dificultad para definir lo ptimo es enorme; hasta donde s, nadie ha abordado este problema seriamente. Alcanzar una solucin estable y aceptable seguramente requerir de ms de una generacin de arduo trabajo analtico, y mucha persuasin. Deseamos los mximos bienes por persona; pero qu es un bien? Para una persona puede ser la naturaleza preservada, para otros centros de ski por mayor. Para una pueden ser estuarios donde se alimenten patos para caza, mientras que para otra pueden ser terrenos para fbricas. Comparar un bien con otro es, solemos decir, imposible, porque estos bienes son inconmensurables, y los inconmensurables no pueden compararse. Tericamente esto puede ser cierto, pero en la vida real los inconmensurables se miden. Solamente se necesita un criterio de juicio y un sistema de medicin. En la naturaleza, dicho criterio es la supervivencia. Es acaso mejor para una especie ser pequea y fcil de esconder, o bien ser grande y poderosa? La seleccin natural mide lo inconmensurable. El compromiso alcanzado depender del sopesado natural de los valores de las variables. El hombre debe imitar ese proceso. No hay duda del hecho de que ya lo hace, pero de manera inconsciente. Cuando las decisiones ocultas se hacen explcitas se inicia la discusin. El problema para los aos venideros es lograr una aceptable teora de medicin. Los efectos sinergticos, las variaciones no lineales, y las dificultades al dar por hecho el futuro vuelen difcil este problema intelectual, pero no lo tornan (en principio), insoluble. Ha solucionado este problema prctico algn grupo cultural en nuestros tiempos, aunque sea en un nivel intuitivo? Un hecho simple prueba que ninguno lo ha logrado: no existe ninguna poblacin prspera en el mundo de hoy que tenga, o haya tenido por algn tiempo, una tasa de crecimiento igual a cero. Cualquier pueblo que haya intuitivamente identificado su punto ptimo muy pronto lo alcanzar, despus de lo cual su tasa de crecimiento alcanzar y permanecer en cero. Por supuesto, una tasa de crecimiento positiva puede tomarse como evidencia de que la poblacin se encuentra por debajo de su ptimo. Sin embargo, bajo cualquier parmetro razonable, las poblaciones de ms rpido crecimiento en el mundo actual son (en general) las ms pobres. Esta asociacin (que no es necesariamente invariable) siembra dudas sobre el supuesto optimista de que una tasa de crecimiento positiva indica que una poblacin est en camino de encontrar su ptimo. Poco progreso lograremos en la bsqueda de un tamao ptimo de poblacin mientras no exorcicemos de manera explcita al espritu de Adam Smith en el campo de la demografa prctica. En asuntos econmicos La riqueza de las naciones (1776) populariz la "mano invisible", la idea de un individuo que "buscando solamente su propio beneficio", logra "dejarse llevar por una mano invisible a promover... el inters pblico"5. Adam Smith no afirm que esto fuera invariablemente cierto, y quizs no lo hizo ninguno de sus seguidores. Pero contribuy con una tendencia dominante de pensamiento que desde entonces interfiere con las acciones positivas basadas en anlisis racionales, a saber la tendencia a asumir que las decisiones tomadas en lo individual sern, de hecho, las mejores decisiones para la sociedad en su conjunto. Si esta suposicin es correcta justifica la continuidad de nuestra actual poltica de laissez faire en cuestiones reproductivas. Si es correcta podemos asumir que los hombre controlarn su fecundidad de tal manera que lograrn una poblacin ptima. Si la suposicin es incorrecta, necesitamos examinar las libertades individuales para ver cules son defendibles. La tragedia de la libertad sobre los recursos comunes La refutacin de la mano invisible en el control poblacional se encuentra en un escenario descrito inicialmente en un panfleto poco conocido de 1833 por un matemtico amateur llamado William Forster Lloyd (1794-1852).6 Podemos llamarlo "la tragedia de los recursos comunes", utilizando la palabra tragedia como la us el filsofo Whitehead: "La esencia de la tragedia no es la tristeza. Reside en la solemnidad despiadada del desarrollo de las cosas". Y contina diciendo: "Esta inevitabilidad del destino solamente puede ser ilustrada en trminos de la vida humana por los incidentes que, de hecho, involucran infelicidad, pues es solamente a travs de ellos que la futilidad de la huida puede hacerse evidente en el drama".7 La tragedia de los recursos comunes se desarrolla de la siguiente manera. Imagine un pastizal abierto para todos. Es de esperarse que cada pastor intentar mantener en los recursos comunes tantas cabezas de ganado como le sea posible. Este arreglo puede funcionar razonablemente bien por siglos gracias a que las guerras tribales, la caza furtiva y las enfermedades mantendrn los nmeros tanto de hombres como de animales por debajo de la capacidad de carga de las tierras. Finalmente, sin embargo, llega el da de ajustar cuentas, es decir, el da en que se vuelve realidad la largamente soada meta de estabilidad social. En este punto, la lgica inherente a los recursos comunes inmisericordemente genera una tragedia. Como un ser racional, cada pastor busca maximizar su ganancia. Explcita o implcitamente, consciente o inconscientemente, se pregunta, cul es el beneficio para m de aumentar un animal ms a mi rebao? Esta utilidad tiene un componente negativo y otro positivo. 1. El componente positivo es una funcin del incremento de un animal. Como el pastor recibe todos los beneficios de la venta, la utilidad positiva es cercana a +1. 2. El componente negativo es una funcin del sobrepastoreo adicional generado por un animal ms. Sin embargo, puesto que los efectos del sobrepastoreo son compartidos por todos los pastores, la utilidad negativa de cualquier decisin particular tomada por un pastor es solamente una fraccin de -1. Al sumar todas las utilidades parciales, el pastor racional concluye que la nica decisin sensata para l es aadir otro animal a su rebao, y otro ms... Pero esta es la conclusin a la que llegan cada uno y todos los pastores sensatos que comparten recursos comunes. Y ah est la tragedia. Cada hombre est encerrado en un sistema que lo impulsa a incrementar su ganado ilimitadamente, en un mundo limitado. La ruina es el destino hacia el cual corren todos los hombres, cada uno buscando su mejor provecho en un mundo que cree en la libertad de los recursos comunes. La libertad de los recursos comunes resulta la ruina para todos. Para algunos esto puede ser un lugar comn. Ojal y lo fuera! En cierto sentido esto fue aprendido hace miles de aos, pero la seleccin natural favorece a las fuerzas de la negacin psicolgica.8 El individuo se beneficia como tal a partir de su habilidad para negar la verdad incluso cuando la sociedad en su conjunto, de la que forma parte, sufre. La educacin puede contrarrestar la tendencia natural de hacer lo incorrecto, pero la inexorable sucesin de generaciones requiere que las bases de este conocimiento sean refrescadas constantemente. Un simple incidente que sucedi hace pocos aos en Leominster, Masssachusetts, muestra cuan perecedero es este conocimiento. Durante la poca de compras navideas, los parqumetros de las zonas comerciales fueron cubiertos con bolsas de plstico con la leyenda: "No abrir hasta Navidad. Estacionamiento gratuito por parte del Alcalde y del Consejo Municipal". En otras palabras, ante la perspectiva de un aumento en la demanda del espacio, ya de por s escaso, los padres de la ciudad reinstituyeron el sistema de los recursos comunes. (Cnicamente sospechamos que ganaron ms votos de los que perdieron con tan retrgrado acto). De manera similar la lgica de los recursos comunes ha sido entendida por largo tiempo, quizs desde la invencin de la agricultura o de la propiedad privada en bienes races. Pero ha sido comprendida principalmente en casos especficos que no son suficientemente generalizables. Incluso en nuestros das, ganaderos que rentan tierras nacionales en el Oeste demuestran apenas una comprensin ambivalente al presionar constantemente a las autoridades federales para que incrementen el nmero de cabezas autorizadas por rea hasta un punto en el cual la sobreexplotacin produce erosin y dominio de malezas. De manera similar, los ocanos del mundo continan sufriendo por la supervivencia de la filosofa de los recursos comunes. Las naciones martimas todava responden automticamente a la contrasea de "la libertad de los mares". Al profesar la creencia en los "inagotables recursos de los ocanos", colocan cerca de la extincin, una tras otra, a especies de peces y ballenas.9 Los parques nacionales son otra instancia donde se muestra la forma en que trabaja la tragedia de los recursos comunes. En el presente se encuentran abiertos para todos, sin ningn lmite. Los parques en s mismos tienen una extensin limitada slo existe un Valle de Yosemite mientras que la poblacin parece crecer sin ningn lmite. Los valores que los visitantes buscan en los parques son continuamente erosionados. Es muy sencillo, debemos dejar de tratar a los parques como recursos comunes... o muy pronto no tendrn ningn valor para nadie. Qu debemos hacer? Tenemos varias opciones. Podemos venderlos como propiedad privada. Podemos mantenerlos como propiedad pblica, pero asignando adecuadamente quien ha de entrar. Esto debe ser con base en la riqueza, a travs del uso de un sistema de adjudicacin. Tambin podra hacerse con base en mritos, definidos por estndares acordados. O podra ser por sorteo. O bien ser con base en el sistema de que el primero que llega entra, administrado a partir de filas. Estos, creo, son todos procedimientos objetables. Pero entonces debemos escoger, o consentir la destruccin de nuestros recursos comunes llamados parques nacionales. La contaminacin De manera inversa, la tragedia de los recursos comunes reaparece en los problemas de contaminacin. Aqu el asunto no es sacar algo de los recursos comunes, sino de ponerles algo dentro drenajes o desechos qumicos, radioactivos o trmicos en el agua; gases nocivos o peligrosos en el aire; anuncios y seales perturbadoras y desagradables en el panorama. Los clculos de los beneficios son muy semejantes a los antes mencionados. El hombre razonable encuentra que su parte de los costos de los desperdicios que descarga en los recursos comunes es mucho menor que el costo de purificar sus desperdicios antes de deshacerse de ellos. Ya que esto es cierto para todos, estamos atrapados en un sistema de "ensuciar nuestro propio nido", y as seguir mientras actuemos nicamente como libres empresarios, independientes y racionales. La tragedia de concebir a los recursos comunes como una canasta de alimentos se desvirta con la propiedad privada, o con algo formalmente parecido. Pero el aire y el agua que nos rodean no se pueden cercar fcilmente, por lo que la tragedia de los recursos comunes al ser tratados como un pozo sin fondo debe evitarse de diferentes maneras, ya sea por medio de leyes coercitivas o mecanismos fiscales que hagan ms barato para el contaminador el tratar sus desechos antes de deshacerse de ellos sin tratarlos. No hemos llegado ms lejos en la solucin de este problema que en el primero. De hecho, nuestro particular concepto de la propiedad privada, que nos impide agotar los recursos positivos de la tierra, favorece la contaminacin. El dueo de una fbrica a la orilla de un arroyo cuya propiedad se extiende ala mitad del mismo- con frecuencia tiene problemas para ver porqu no es su derecho natural el ensuciar las aguas que fluyen frente a su puerta. La ley, siempre un paso atrs de los tiempos, requiere cambios y adecuaciones muy elaboradas para adaptarse a este aspecto recientemente reconocido de los recursos comunes. El problema de la contaminacin es una consecuencia de la poblacin. No importaba mucho la forma en que un solitario pionero americano liberara sus desechos. "El agua corriente se purifica a s misma cada diez millas", sola decir mi abuelo, y el mito estaba suficientemente cerca de la verdad cuando l era nio, porque no haba mucha gente. Pero conforme la poblacin se ha hecho ms densa, los procesos naturales de reciclado tanto biolgicos como qumicos, estn ahora saturados y exigen una redefinicin de los derechos de propiedad. Cmo legislar la moderacin? El anlisis del problema de la contaminacin como una funcin de la densidad de la poblacin descubre un principio de moralidad no siempre reconocido; especficamente: que la moralidad de un acto es una funcin del estado del sistema en el momento en que se realiza.10 Usar los recursos comunes como un pozo sin fondo no daa a la poblacin en general en zonas vrgenes o poco explotadas, simplemente porque no existe dicha poblacin; el mismo comportamiento en una metrpolis es insostenible. Hace ciento cincuenta aos un hombre de las praderas poda matar un bisonte americano, cortarle solamente la lengua para cenar y desechar el resto del animal. No se podra considerar en ningn sentido que fuera un desperdicio. Hoy en da, cuando quedan slo algunos miles de bisontes, nos sentiramos abrumados con este comportamiento. De paso, no tiene ningn valor que la moralidad de un acto no pueda ser determinada a partir de una fotografa. No se sabe si un hombre matando a un elefante o prendindole fuego a un pastizal est daando a otros hasta que se conoce el sistema total dentro del que se incluye este acto. "Una imagen vale por mil palabras", dijo un anciano chino; pero se llevara diez mil palabras validar esto. Resulta tentador tanto para los ambientalistas como para los reformadores en general, el tratar de persuadir a otros por medio de imgenes fotogrficas. Pero la esencia del argumento no puede ser fotografiada; debe ser presentada racionalmente: en palabras. El que la moralidad es sensible a los sistemas escap a muchos codificadores de la tica en el pasado. "No se debe.." es la forma tradicional de las directrices ticas que no abren posibilidades a las circunstancias particulares. Las leyes de nuestra sociedad siguen el patrn de la tica antigua, y por tanto, se adaptan pobremente para gobernar un mundo complejo, altamente poblado y cambiante. Nuestra solucin epicclica es abultar la ley estatutaria con la ley administrativa. Puesto que resulta prcticamente imposible mencionar todas las condiciones bajo las cuales es seguro quemar basura en el patio trasero o manejar un coche sin control anticontaminante, con las leyes delegamos los detalles a las oficinas. El resultado es una ley administrativa, la cual es lgicamente temida por la vieja razn Quis custodiet ipsos custodes? Quin ha de vigilar a los propios vigilantes. John Adams seal que debemos tener un "gobierno de leyes y no de hombres". Los administradores, al tratar de evaluar la moralidad de los actos en la totalidad del sistema, estn singularmente expuestos a la corrupcin, generando un gobierno de hombres y no de leyes. La prohibicin es fcil de legislar (pero no necesariamente fcil de imponer); pero cmo legislar la moderacin? La experiencia indica que sta puede ser alcanzada mejor a travs de la accin de la ley administrativa. Limitamos innecesariamente las posibilidades si suponemos que los sentimientos de Quis custodiet nos niegan el uso de la ley administrativa. Deberamos mejor tener la frase como un perpetuo recordatorio de temibles peligros que no podemos evitar. El gran reto que tenemos ante nosotros es cmo inventar las retroalimentaciones correctivas que se requieren para mantener honestos a nuestros guardianes. Debemos encontrar maneras de legitimar la necesaria autoridad tanto para los custodios como para las retroalimentaciones correctivas. La libertad de reproduccin es intolerable. La tragedia de los recursos comunes se relaciona con los problemas de poblacin de otra manera. En un mundo regido nicamente por el principio de "perro come perro" -si en efecto alguna vez existi tal mundo- el nmero de hijos por familia no sera un asunto pblico. Los padres que se reprodujeran escandalosamente dejaran menos descendientes, y no ms, porque seran incapaces de cuidar adecuadamente a sus hijos. David Lack y otros han encontrado que esa retroalimentacin negativa controla de manera demostrable la fecundidad de los pjaros.11 Pero los hombres no son pjaros, y no han actuado como ellos por milenios, cuando menos. Si cada familia humana dependiera exclusivamente de sus propios recursos, si los hijos de padres no previsores murieran de hambre, si, por lo tanto, la reproduccin excesiva tuviera su propio "castigo" para la lnea germinal: entonces no habra ninguna razn para que el inters pblico controlara la reproduccin familiar. Pero nuestra sociedad est profundamente comprometida con el estado de bienestar, 12 y por tanto confrontada con otro aspecto de la tragedia de los recursos comunes. En un estado de bienestar cmo tratar con la familia, la religin, la raza o la clase (o bien con cualquier grupo cohesivo y distinguible) que adopte a la sobrerreproduccin como poltica para asegurar su propia ampliacin?13 Equilibrar el concepto de libertad de procreacin con la creencia de que todo el que nace tiene igual derecho sobre los recursos comunes es encaminar al mundo hacia un trgico destino. Desafortunadamente ese es justamente el curso que persiguen las Naciones Unidas. A fines de 1967, unas treinta naciones acordaron lo siguiente: "La declaracin Universal de los Derechos Humanos describe a la familia como la unidad natural y fundamental de la sociedad. Por consecuencia, cualquier decisin en relacin con el tamao de la familia debe residir irrevocablemente en la propia familia, y no puede ser asumida por nadie ms".14 Es doloroso tener que negar categricamente la validez de este derecho; al negarlo, uno se siente tan incmodo como un habitante de Salem, Massachusetts, al negar la existencia de las brujas en el siglo XVII. En el presente, en los cuarteles liberales, algo como un tab acta para inhibir la crtica a las Naciones Unidas. Existe un sentimiento de que Naciones Unidas son nuestra "ltima y mejor esperanza", y que no debemos encontrar fallas en ella; de que no debemos caer en manos de archiconservadores. Sin embargo, no hay que olvidar lo que dijo Robert Louis Stevenson: "La verdad que es negada por los amigos es arma pronta para el enemigo". Si amamos la verdad debemos negar abiertamente la validez de la Declaracin de los Derechos Humanos, aun cuando sea promovida por las Naciones Unidas. Deberamos unirnos a Kingsley Davis15 en el intento de tener una poblacin mundial planificada por los padres para ver el error en sus opciones al abrazar el mismo trgico ideal. La conciencia es autoeliminante Es un error pensar que podemos controlar el crecimiento de la humanidad en el largo plazo haciendo un llamado a la conciencia. Charles Galton Darwin seal esto cuando habl en el centenario de la publicacin del gran libro de su abuelo. El argumento es claro y darwiniano. La gente vara. Al confrontarse con los llamamientos para limitar la reproduccin, algunas gentes indudablemente respondern ms que otros a la splica. Aquellos que tengan ms hijos producirn una fraccin ms grande para la siguiente generacin que aquellos con conciencias ms susceptibles. Las diferencias se acentuarn, generacin tras generacin. En palabras de C. G. Darwin: "Bien puede tomar cientos de generaciones para que el instinto progenitivo se desarrolle en este sentido, pero de lograrse, la naturaleza ya habra cobrado venganza, y la variedad Homo contracipiens se habra extinguido y habra sido remplazada por la variedad Homo progenitivus"16. El argumento supone que la conciencia o el deseo de tener hijos (no importa cul) es hereditario, pero hereditario solamente en el sentido formal ms general. El resultado ser el mismo si la actitud es transmitida a travs de las clulas germinales o extrasomticamente, para usar el trmino de A. J. Lotka. (Si se niega la segunda posibilidad al igual que la primera, entonces cul es el sentido de la educacin?) El argumento aqu ha sido sealado dentro del contexto del problema demogrfico, pero es vlido igualmente para cualquier situacin en la que la sociedad inste a un individuo que explota los recursos comunes a que se restrinja por el bien general, por medio de su conciencia. Hacer ese llamado es montar un sistema selectivo que trabaje por la eliminacin de la conciencia de la raza. Efectos patognicos de la conciencia Las desventajas a largo plazo de un llamado a la conciencia deberan ser suficientes par condenarlo; pero tambin tiene serias desventajas en el corto plazo. Si le pedimos a un hombre que est explotando los recursos comunes que desista de hacerlo "en nombre de la conciencia" qu estamos haciendo? qu est escuchando? no slo en el momento sino tambin en las pequesimas horas de la noche cuando, medio dormido, recuerda no solamente las palabras que le dijimos, sino las pistas de comunicacin no verbal que le dimos sin percatarnos. Tarde o temprano, consciente o subconscientente, este hombre percibe que ha recibido dos comunicados, y que son contradictorios: 1. (el comunicado pretendido) "Si no haces lo que te pedimos, te condenaremos abiertamente por no actuar como un ciudadano responsable". 2. (el comunicado no pretendido) "Si te comportas como te pedimos, secretamente te condenaremos como un tonto que puede ser humillado a tal punto de hacerse a un lado mientras el resto de nosotros explota los recursos comunes". Todo hombre se encuentra atrapado en lo que Bateson ha llamado un "doble mensaje" como un importante factor causal en la gnesis de la esquizofrenia.17 El mensaje doble puede no ser siempre tan daino, pero constantemente amenaza la salud mental de cualquiera que lo recibe. "Una mala conciencia dijo Nietzche es una clase de enfermedad". Conjurar la conciencia de los dems es tentar a cualquiera que desee extender su control ms all de los lmites legales. Los lderes en los ms altos niveles sucumben a esta tentacin. Ha evitado algn presidente durante las ltimas generaciones caer en llamados a los sindicatos para que voluntariamente moderen sus demandas por mejores salarios, o a las compaas acereras para que bajen voluntariamente sus precios? No puedo recordar ninguno. La retrica utilizada en dichas ocasiones est diseada para producir sentimientos de culpa en los no cooperadores. Por siglos se asumi sin prueba que la culpa era un valioso, incluso casi indispensable, ingrediente de la vida civilizada. Ahora, en este mundo postfreudiano, lo dudamos. Paul Goodman habla desde un punto de vista moderno cuando dice: "Nada bueno ha salido del sentimiento de culpa, ni inteligencia, ni poltica, ni compasin. Los que sienten culpa no prestan atencin al objeto, sino solamente a s mismos, y ni siquiera a sus propios intereses, lo que podra tener sentido, sino a sus ansiedades".18 Uno tiene que ser un psiquiatra profesional para ver las consecuencias de la ansiedad. Nosotros en Occidente estamos emergiendo apenas de una espantosa etapa de dos siglos de oscurantismo de Eros que estuvieron sustentados parcialmente en leyes prohibitivas, pero quizs ms efectivamente en los mecanismos educativos generadores de ansiedad. Alex Comfort ha contado bien la historia en The Anxiety Makers19 y no es una historia agradable. Puesto que la prueba es difcil podramos incluso conceder que los resultados de la ansiedad pueden, en algunos casos, desde cierto punto de vista, ser deseables. La pregunta ms amplia que debemos hacernos es si, como un asunto de poltica, deberamos alguna vez propiciar el uso de una tcnica cuya tendencia (sino su intencin), es psicolgicamente patognica. Omos hablar mucho en estos das sobre la paternidad responsable; el par de palabras son incorporados en los ttulos de algunas organizaciones dedicadas al control natal. Algunas gentes han propuesto campaas masivas de propaganda para inculcar la responsabilidad en los futuros reproductores de la nacin (o del mundo). Pero cul es el sentido de la palabra conciencia? Cuando utilizamos la palabra responsabilidad en ausencia de sanciones sustanciales, no estamos tratando de intimidar a un hombre que se encuentra en los recursos comunes para que acte en contra de su propio inters? La responsabilidad es una falsedad verbal para un quid pro quo sustancial. Es un intento para obtener algo por nada. Si la palabra responsabilidad se llega a usar, sugiero que debe ser en el sentido en que Charles Fraenkel la usaba.20 "Responsabilidad dice este filsofo, es el producto de arreglos sociales definidos". Observen que Fraenkel habla de arreglos sociales, no de propaganda. Coercin mutua, mutuamente acordada Los arreglos sociales que producen responsabilidad son arreglos que generan coercin de algn tipo. Considrese el robo de un banco. El hombre que se lleva el dinero del banco acta como si el banco fuera parte de los recursos comunes. Cmo prevenir tal accin? Ciertamente no intentando controlar su comportamiento exclusivamente con base en llamados verbales a su sentido de responsabilidad. En vez de basarnos en propaganda seguimos el consejo de Fraenkel e insistimos en que el banco no forma parte de los bienes comunes; buscamos arreglos sociales definidos que mantendrn al banco fuera de ese mbito. El que al hacer esto infringimos la libertad de los ladrones potenciales, no lo negamos ni lo lamentamos. La moralidad de un asalto a un banco es particularmente fcil de entender porque aceptamos la prohibicin total de esta actividad. Estamos de acuerdo en decir "No robars un banco", sin excepciones. Pero la moderacin tambin puede ser generada por medio de la coercin. El cobro de impuestos es un buen medio coercitivo. Para mantener a los compradores moderados en el uso de espacios de estacionamiento en el centro de la ciudad, colocamos parqumetros para periodos cortos y multas de trfico para periodos largos. Realmente no necesitamos prohibirle al ciudadano estacionarse tanto tiempo como desee simplemente necesitamos que sea cada vez ms caro hacerlo. No es la prohibicin, sino opciones cuidadosamente orientadas las que le ofrecemos. Un hombre de la Avenida Madison puede llamarlo persuasin; yo prefiero el mayor candor de la palabra coercin. Coercin es una palabra sucia para la mayora de los liberales de hoy, pero no necesita serlo por siempre. Como en el caso de otras palabras, su suciedad puede limpiarse por medio de la exposicin a la luz, es decir, dicindola una y otra vez sin apologa o vergenza. Para muchos, la palabra coercin implica decisiones arbitrarias de burcratas distantes e irresponsables; pero esto no es necesariamente parte de su significado. La nica clase de coercin que yo recomiendo es la coercin mutua, mutuamente acordada por la mayora de las personas afectadas. Decir que acordamos la mutua coercin no es decir que requerimos disfrutarla o incluso, pretender disfrutarla. Quin disfruta los impuestos? Todos nos quejamos de ellos. Pero aceptamos los impuestos obligatorios porque reconocemos que los impuestos voluntarios favoreceran la inconsciencia. Instituimos y (gruendo) apoyamos los impuestos y otros medios coercitivos para escapar de los horrores de los recursos comunes. Una alternativa a los recursos comunes no necesita ser perfectamente justa para ser preferible. Con bienes races u otros bienes materiales, la alternativa que hemos escogido es la institucin de la propiedad privada emparejada con la herencia legal. Es este un sistema perfectamente justo? Como bilogo entrenado en gentica niego que el sistema lo sea. Me parece, que s deben existir diferencias entre las herencias de los individuos, la posesin legal debera estar perfectamente correlacionada con la herencia biolgica que aquellos individuos que son biolgicamente ms aptos para ser custodios de la propiedad y del poder deberan legalmente heredar ms. Pero la recombinacin gentica hace continuamente burla de la doctrina "de tal padre, tal hijo" implcita en nuestras leyes de herencia legal. Un idiota puede heredar millones, y los fondos de una empresa pueden mantenerse intactos. Debemos admitir que nuestro sistema legal de propiedad privada ms herencia es injusto, pero nos quedamos con l porque no estamos convencidos, por el momento, de que alguien haya inventado un sistema mejor. La alternativa de los recursos comunes es demasiado aterradora para contemplarse. La injusticia es preferible a la ruina total. Esta es una de las peculiaridades del enfrentamiento entre la reforma y el status quo que est irreflexivamente gobernada por una doble norma. Frecuentemente una reforma es derrotada cuando sus oponentes encuentran triunfalmente una falla en ella. Como lo seal Kingsley Davis21 los creadores del status quo suponen algunas veces que ninguna reforma es posible sin un acuerdo unnime, una suposicin contraria a los hechos histricos. Tan claro como lo puedo poner, el rechazo automtico a las reformas propuestas se basa en dos suposiciones inconscientes: 1) que el status quo es perfecto; o bien 2) que la eleccin que encaramos es entre la reforma y la no accin; si la reforma propuesta es imperfecta, supuestamente no deberamos tomar decisin alguna, y esperar una propuesta perfecta. Pero no podemos dejar de hacer algo. Eso que hemos hecho por cientos de aos es tambin accin. Claro que produce males. Una vez que estamos prevenidos de que el status quo es una accin podremos descubrir las ventajas y desventajas de la reforma propuesta, haciendo la mejor aritmtica posible dada nuestra falta de experiencia. Con base en esa comparacin, podemos tomar una decisin racional que no involucrar la suposicin inmanejable de que slo los sistemas perfectos son tolerables. Reconocimiento de la necesidad Quizs el resumen ms sencillo del problema de la poblacin humana es el siguiente: los recursos comunes, si acaso justificables, son justificables solamente bajo condiciones de baja densidad poblacional. Conforme ha aumentado la poblacin humana han tenido que ser abandonados en un aspecto tras otro. Primero abandonamos los recursos comunes en recoleccin de alimentos, cercando las tierras de cultivo y restringiendo las reas de pastoreo, caza y pesca. Estas restricciones no han terminado an en todo el mundo. De alguna manera, poco despus vimos que los recursos comunes como reas para deposicin de basura tambin tenan que ser abandonados. Las restricciones para la eliminacin de desechos domsticos en el drenaje son ampliamente aceptadas en el mundo occidental; continuamos en la lucha para cerrar esos espacios a la contaminacin por automviles, fbricas, insecticidas en aerosol, aplicacin de fertilizantes y centrales de energa atmica. En un estado an ms embrionario se encuentra nuestro reconocimiento a los peligros de los recursos comunes en cuestiones de esparcimiento. Casi no existen restricciones a la propagacin de ondas de sonido en el medio pblico. El consumidor es asaltado por msica demencial sin su consentimiento. Nuestro gobierno ha gastado miles de millones de dlares en la creacin de transporte supersnico que podra molestar a 50,000 personas por cada individuo transportado de costa a costa tres horas ms rpido. Los anuncios ensucian y las ondas de radio y televisin contaminan la vista de los viajeros. Estamos muy lejos de prohibir los recursos comunes para cuestiones de recreacin. Se deber esto a nuestra herencia puritana, que nos hace considerar el placer como un pecado y el dolor (en este caso la contaminacin de la publicidad) como un signo de virtud? Cada nueva restriccin en el uso de los recursos comunes, implica restringir la libertad personal de alguien. Las restricciones impuestas en un pasado distante son aceptadas porque ningn contemporneo se queja por su prdida. Es a las recientemente propuestas a las que nos oponemos vigorosamente; los gritos de "derechos" y de "libertad" llenan el aire. Pero qu significa libertad? Cuando los hombres mutuamente acordaron instaurar leyes contra los robos, la humanidad se volvi ms libre, no menos. Los individuos encerrados en la lgica de los recursos comunes son libres nicamente para traer la ruina universal; una vez que ven la necesidad de la coercin mutua, quedan libres para perseguir nuevas metas. Creo que fue Hegel quien dijo: "La libertad es el reconocimiento de la necesidad". El aspecto ms importante de la necesidad que debemos ahora reconocer es la necesidad de abandonar los recursos comunes, en la reproduccin. Ninguna solucin tcnica puede salvarnos de las miserias de la sobrepoblacin. La libertad de reproduccin traer ruina para todos. Por el momento, para evitar decisiones difciles muchos de nosotros nos encontramos tentados para hacer campaas de concienciacin y de paternidad responsable. Podemos resistir la tentacin porque un llamado a la actuacin de conciencias independientes selecciona la desaparicin de toda conciencia a largo plazo, y aumenta la ansiedad en el corto. La nica manera en que nosotros podemos preservar y alimentar otras y ms preciadas libertades es renunciando a la libertad de reproduccin, y muy pronto. "La libertad es el reconocimiento de la necesidad", y es el papel de la educacin revelar a todos la necesidad de abandonar la libertad de procreacin. Solamente as podremos poner fin a este aspecto de la tragedia de los recursos comunes. Notas 1. J. B.Wiesner y H. F. York. Scientific American 211 (4), 27, 1964. 2. G. Hardin, Journal of Heredity 50, 68 (1959), S. von Hoernor, Science 137, 18 (1962). 3. J. von Neumann y O. Morgenstern, Theory of Games and Economic Behavior (Princenton University Press, Princenton, N. J., 1947), p. 11. 4. J. H. Fremlin, New Scientist, nm. 415 (1964), p.285. 5. A. Smith, The Wealth of Nations (Modern Library, New York, 1937), p. 423 (Hay traduccin del Fondo de Cultura Econmica, Mxico). 6. W. F. Lloyd, Two Lectures on the Checks to Population (Mentor, New York, 1948), p. 17. 7. A. N. Whitehead, Science and the Modern World (Mentor, New York, 1948), p.17 8. G. Hardin (ed.), Population, Evolution, and Birth Control (Freeman, San Francisco, Cal., 1964) 9. McVay, Scientific American 216 (nm.8), 13 (1966). 10. J. Fletcher, Situation Ethics (Westminster, Philadelphia, 1966) 11. D. Lack, The Natural Regulation of Animal Numbers (Clarendon Press, Oxford England, 1954). 12. H. Girvetz, From Wealth to Welfare (Stanford University Press, Stanford, Cal., 1950). 13. G. H. Perspectives in Biology and Medicine, 6, 366 (1963). 14. U. Thant, International Planned Parenthood News, nm. 168 (febrero de 1968) 15. K. Davis, Science 158, 730 (1967) 16. S. Tax (ed.) Evolution After Darwin (University of Chicago Press, Chicago, 1960), vol. 2, p. 469. 17. G. Beteson, D. D. Jackson, J. Haley, J. Weakland, Behavioral Science, 1, 251 (1956). 18. P. Goodman, New York Review of Books 10 (8), 22 (23 de mayo de 1968). 19. A. Comfort, The Anxiety Makers (Nelson, Londres, 1967). 20. C. Frankel, The Case for Modern Man (Harper & Row, New York, 1955), p.203.

    12. El Dilema del Prisionero Cul es el resultado? El resultado ser confesar-confesar (incentivo a traicionar) Este resultado no es ptimo (pero es el racional!) ya que existe una situacin tal que la utilidad de incluso ambos detenidos pudiera ser mayor. En otras palabras, el resultado en el cual ambos detenidos no confiesan domina al resultado en el cual los dos eligen confesar. Ejemplo: cambio climtico negociaciones para limitar emisiones y reducir el incremento en temperaturas. Existe un incentivo para no llevar a cabo lo acordado.Ejemplo: cambio climtico negociaciones para limitar emisiones y reducir el incremento en temperaturas. Existe un incentivo para no llevar a cabo lo acordado.

    13. Bienes Pblicos Ejemplos: Parques pblicos, calles, iluminacin pblica, defensa nacional, paisaje, aire limpio, clima, etc. Caractersticas: El consumo por parte de un individuo no impide el de otros individuos Imposibilidad de excluir a alguien de su consumo Todos deben consumir la misma cantidad del bien (aunque la valoren de forma distinta)

    14. Ejemplo: compra de una reja de seguridad entre vecinos de un edificio Cada vecino valora de forma diferente el tener una reja de seguridad y estara dispuesto a pagar una cierta cantidad por ella (precio de reserva): r1, r2, r3, , rn La cantidad que en efecto vaya a pagar es una fraccin de la cantidad de riqueza que posea: g1, g2, g3, , gn Se adquirir la reja si la suma de las cantidades que cada uno va a aportar es mayor o igual que el costo de la reja (C): g1+g2+g3++gn = C

    15. Provisin de bienes pblicos y el problema del polizn Si los vecinos cooperan y revelan sinceramente el valor que le conceden a la reja, no ser difcil ponerse de acuerdo. Sin embargo, bajo algunas circunstancias, pueden tener incentivos para no decir la verdad. Supongamos que r1= C o r1 +r2 = C (por ejemplo) y supongamos que tienen la riqueza para adquirir por ellos mismos la reja. Si el resto de los vecinos saben esto, pueden negarse a contribuir con la esperanza de que de cualquier manera los vecinos 1 o 1 y 2 compren la reja. Este es el fenmeno del polizn (free-rider)

    16. Clima como un bien pblico Cul es el mensaje de la Tragedia de los Comunes? Qu sucede en el Dilema del Prisionero? Por qu se puede considerar al clima como un bien pblico? En tu vida diaria, te has enfrentado al problema del polizn? (ejemplos) Cmo afecta el problema del polizn (individuos, pases) para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero?

    17. Eficiencia y ptimo en Economa En Economa se intenta separar la toma de decisiones en: Cuestiones de eficiencia (maximizacin de beneficios para un nivel dado de recursos) Cuestiones distributivas (la asignacin de recursos y beneficios entre los individuos) La economa asesora en cuanto a la eficiencia y llevar a un ptimo (puede haber muchos), pero evita hacer juicios de valor sobre que tan deseable resulta en trminos de distribucin

    18. Eficiencia en el sentido de Pareto En general, cuando en economa se habla de eficiencia se entiende como eficiencia en el sentido de Pareto Una situacin econmica es eficiente en el sentido de Pareto cuando no es posible mejorar el bienestar de una persona sin empeorar el de alguna otra. El ptimo de Pareto se alcanza cuando ya no se puede mejorar a nadie sin perjudicar a otro. Una situacin puede considerarse muy injusta y sin embargo resultar eficiente u ptima en el sentido de Pareto. No se hace un juicio de valor sobre la distribucin de recursos.

    19. Eficiencia: criterio Kaldor-Hicks Una forma alternativa de evaluar la eficiencia es el criterio de compensacin Kaldor-Hicks Una decisin es eficiente si lo que se gana es mayor que lo que se pierde, de manera que los ganadores estaran en una posicin en la que, potencialmente, podran compensar a los perdedores y an estar algo mejor que antes. Una propuesta es eficiente si la suma de los beneficios es mayor que la de los costos, sean quien sean los ganadores y los perdedores.

    20. Anlisis Costo-Beneficio A pesar de que este tipo de anlisis proviene del siglo XIX, fue hasta mediados de la dcada de 1980 que se empez a ver como un requisito para promover mejores regulaciones y eficiencia de gobierno. El procedimiento consiste en determinar, por un lado los costos de un proyecto y, por el otro, sus beneficios. Sumar sus costos y beneficios (actualizados o en valor presente) y comparar estas cantidades. El criterio de costo-beneficio es simple: se realizar un proyecto si y slo si los beneficios que producir son mayores a sus costos. Es necesario poner costos y beneficios en trminos monetarios (se puede, se debe?)

    21. Anlisis costo-beneficio: Determinacin de la tasa de descuento, usos y crticas para la valuacin ambiental

    22. Valor presente neto de un proyecto

    23. Tasa de descuento: un ejemplo sencillo Qu resulta preferible: A) $1,000 pesos ahora o B) $1,200 en 4 aos? Esto depende de la tasa de descuento que se utilice, supongamos 5%.

    24. Tasa de descuento: infravalorando el futuro

    25. Ejemplo

    26. Responsabilidad per-cpita de las concentraciones actuales de CO2

    27. Tres razones en economa para usar tasas de descuento positivas Preferencias temporales puras: los individuos prefieren los consumos ahora que en el futuro, es decir son impacientes. La creciente riqueza: si suponemos que la riqueza aumenta con el tiempo, la utilidad (o felicidad) adicional que provoca tener un beneficio en el futuro es menor. Productividad del capital: los beneficios de una poltica o proyecto deben compararse con lo que se hubiera obtenido invirtiendo ese monto a la tasa de inters actual. El anlisis costo-beneficio comn toma en cuenta estas razones.

    28. Crticas: Preferencias temporales puras El individuo exige una compensacin por aplazar su consumo, determinada por la tasa de inters. Puede ahorrar para mejorar su consumo en el futuro o endeudarse para mejorar el actual. El individuo prefiere consumir ahora que en el futuro en parte por la incertidumbre de si todava existir en ese tiempo. De hecho el factor de descuento (e-rt) puede interpretarse como la probabilidad de que todava exista (el individuo o la humanidad) en el tiempo t. Cuando los tiempos son muy largos para obtener los beneficios (o los costos), la decisin es intergeneracional. Se puede tratar de mejorar a la generacin actual y pasar los costos a las generaciones futuras.

    29. El factor de descuento como medida de qu tanto nos importan las generaciones futuras (1) G1=generacin actual G2=hijos G3=nietos G4=bisnietos G5=tataranietos Gn=tatara-tatara-tatara.nietos Factor de descuento social

    30. El factor de descuento como medida de qu tanto nos importan las generaciones futuras (2) Bienestar de G1 =Felicidad de G1+FD x Bienestar de G2 Bienestar de G2 =Felicidad de G2+FD x Bienestar de G3 Etc Bienestar de G1 =Felicidad de G1+FD x [Felicidad de G2+FD x Bienestar de G3]

    31. El factor de descuento como medida de qu tanto nos importan las generaciones futuras (3) Entonces: Bienestar G1= 1 x felicidad de G1 +FD x [felicidad de G2] +FD2 x [felicidad de G3] +FD3 x [felicidad de G4] ++ FDn x [felicidad de Gn]+

    32. La creciente riqueza Se asume que dada nuestra inversin actual la riqueza ser creciente (ej. pago de una educacin para nuestros hijos mejor que la que nosotros tuvimos). Si esto fuera as, sera injusto cargar a la presente generacin costos que para nosotros seran enormes en relacin con nuestra riqueza, mientras que seran mucho ms pequeos para las generaciones futuras en comparacin con su riqueza. Un problema es a qu le llamamos riqueza? Dependiendo el tipo de desarrollo que tengamos su riqueza puede ser menor, debido al agotamientos de los recursos naturales, al cambio climtico, a la contaminacin ambiental, etc Adicionalmente, el crecimiento econmico tampoco est asegurado para el futuro, ni ha sido continuo, ni para todos ni siquiera en el presente.

    33. Anlisis costo-beneficio: Cunto cuesta? El precio de todo y el valor de nada

    34. Valoracin econmica Si fuera posible asignar valores monetarios a todos los costos y todos los beneficios de una propuesta, el criterio de costo-beneficio pudiera ser un fuerte argumento para tomar decidir la conveniencia de la propuesta. Sin embargo, esto no es posible en la prctica: Existen bienes y servicios (cuyo valor es enorme) para los cuales no hay mercado. Existen tcnicas para monetizar su valor pero no representan su valor intrnseco, sino que a lo ms su valor de uso.

    35. Ejemplo: impacto de la onda de calor en Europa 2003

    36. Los impactos de cambio climtico desde la perspectiva de las compaas de seguros Las compaas de seguros no van a poder enfrentar el cambio climtico solas

    37. Impacto de eventos extremos en el crecimiento econmico

    38. Costos globales de eventos climticos extremos

    40. 2008 el polo norte se convierte en una isla

    41. El calentamiento global podra llevar a un aumento en el potencial destructivo de los ciclones tropicales

    43. Consideraciones ticas Cualquier valor monetario que se asigne a los casos anteriores, sera moral y ticamente justificable? Ejemplo: se ha valuado la existencia de las ballenas jorobadas en 18 mil millones de dlares. Suponga que un millonario sdico est dispuesto a pagar 36 mil millones, sera correcto dejar que extinga la especie? La valoracin monetaria en estos casos no tiene sentido, resulta ofensiva y engaosa.

    44. Valoracin econmica En general los costos estn bien definidos en trminos econmicos: ej. cunto cuesta cambiar a tecnologa ms eficiente para reducir emisiones de GEI? Los beneficios por lo general no y tienden a estar considerablemente subvaluados: vidas salvadas, ecosistemas protegidos, entre otros. El anlisis costo-beneficio puede estar sesgado An es cuestionable para los bienes que s tienen mercado

    46. Anlisis costo-beneficio: Toma de decisiones bajo riesgo e incertidumbre

    47. Manejo de incertidumbre El uso eficiente de recursos econmicos para enfrentar el cambio climtico en trminos de adaptacin, mitigacin e impactos (remediacin y prevencin) depende de la cantidad, calidad e interpretacin de la informacin (e incertidumbre) disponible Reducir incertidumbre mediante recopilacin de datos, investigacin, modelacin, simulacin... Manejar o integrar la incertidumbre al proceso de toma de decisin y de desarrollo de poltica Sin embargo, 1) reduce pero no elimina y 2) requiere probabilidades sobre los posibles resultados

    48. Riesgo e incertidumbre Cuando los resultados de una decisin no se saben con seguridad, se enfrenta incertidumbre. Las consecuencias de la decisin dependen del estado del mundo que realmente ocurra. Si esta incertidumbre se puede expresar mediante probabilidades bien definidas se le llama riesgo. Para orientar la toma de decisiones bajo riesgo, se ha propuesto el uso de la utilidad esperada. Si por falta de conocimiento no se pueden asignar una nica distribucin de probabilidades, se llama incertidumbre profunda o epistmica. Para orientar la toma de decisiones bajo incertidumbre epistmica, se ha propuesto el uso del Principio de Precautoriedad y otros criterios que dan mayor peso a los peores resultados.

    49. Ejemplo: utilidad esperada Qu apuesta conviene ms? Recibir $250 con una probabilidad de 20% o $30 con una probabilidad de 80% Recibir $100 con una probabilidad de 90% o perder $30 con una probabilidad de 10%

    50. Aversin al riesgo; aversin a la incertidumbre Qu prefiere? Un juego en el que tiene 50% de posibilidades de ganar $100 y 50% de ganar $0. (cul es el valor esperado?) Evitar el juego y recibir $45 pesos con seguridad (est pagando $5 por evitar el riesgo). Es similar a comprar un seguro. Si escogi 2, usted es averso al riesgo. Qu prefiere? Un juego en el que tiene 50% de posibilidades de ganar $100 y 50% de ganar $0. Un juego igual al anterior pero en el que las probabilidades son desconocidas. Si escogi 1, usted es averso a la incertidumbre. Un averso a la incertidumbre tiende a asignar mayores probabilidades a los peores resultados.

    51. Escenarios de la temperatura global y su incertidumbre

    53. Manejo de incertidumbre, generacin de informacin para la toma de decisiones Incertidumbre no es ignorancia Incertidumbre existe en toda toma de decisin Tomar la mejor decisin posible con la informacin disponible La informacin no slo es incompleta, tambin asimtrica Es estratgico: oportunidades/retos Posicionamiento, redefinicin de ventajas comparativas, trminos de intercambio

    54. Ejemplo: averso al riesgo y averso a la incertidumbre Suponiendo que se conocieran las probabilidades y los costos y beneficios, cmo actuara un averso al riesgo en cambio climtico? En realidad no hay informacin suficiente para conocer las probabilidades ni los costos y beneficios, cmo actuara un averso a la incertidumbre en cambio climtico?

    57. Problemas del enfoque que se ha usado en algunas evaluaciones nacionales

    58. Repaso de conceptos (1) Cul es la importancia de la Economa en Cambio Climtico? Qu es una externalidad?, qu es una extenalidad positiva y una negativa? Por qu se puede ver Cambio Climtico como una externalidad y una falla de mercado? Da ejemplos de Cambio Climtico como externalidad negativa y como externalidad positiva (hay?). Qu es una falla de mercado?

    59. Repaso de conceptos (2) Cul es el mensaje de la Tragedia de los Comunes? Qu sucede en el Dilema del Prisionero? Por qu se puede considerar al clima como un bien pblico? En tu vida diaria, te has enfrentado al problema del polizn? (ejemplos) Cmo afecta el problema del polizn (individuos, pases) para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero?

    60. Repaso de conceptos (3) En qu consiste el anlisis costo-beneficio? Menciona algunas de sus limitaciones. Qu es la tasa de descuento? Menciona algunas de sus implicaciones para las futuras generaciones. Menciona las tres principales razones para considerar tasa de descuento positivas.

    61. Repaso de conceptos (4) Comenta la frase el precio de todo y el valor de nada en el contexto del anlisis costo-beneficio. Cul es la principal diferencia entre riesgo e incertidumbre? Cundo es averso al riesgo un individuo? Ante informacin incompleta sobre las probabilidades de ocurrencia de distintos eventos, un individuo averso a la incertidumbre tiende a _________

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