E N D
Megaterixel dinosaurio se quejaba siempre de su mala suerte. - ¡Soy un desgraciado -decía- y la culpa la tiene Graphotropo, señor de los animales, que nunca me ha protegido con su poder!
Un día Megaterixse quedó dormido junto aun precipicio, cansado de mover la cola y echar fuego por la boca, como era su obligación. Estaba apunto de despeñarse cuando se le apareció Graphontropo y le dio una fuerte sacudida.
¿Por qué me despiertas? ¡Estaba en el mejor de los sueños! Si, pero a punto de caerte por ese precipicio; luego me hubieras echado a mi la culpa, como siempre.
Megaterix retrocedió asustado por el peligro que había corrido y Graphontropo añadió antes de desparecer: - Es fácil culpar a los demás de nuestros propios errores sin darnos cuenta de que casi siempre la culpa de lo que pasa es nuestra.
Megaterix aprendió la lección y ya no se quejó nunca de Graphotropo, señor de los animales. ¡Y con que gusto echaba fuego por la boca y por los ojos desde entonces!
FIN Realizado por: Mercedes AyensaAbadín