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Estad alegres y contentos porque vuestra recompensa será grande en los cielos

14. Estad alegres y contentos porque vuestra recompensa será grande en los cielos. Índice. Punto de partida Mensaje Cristiano El Catecismo nos recuerda El Youcat nos recuerda Expresión de la fe: Canción Expresión de la fe: Oración. 14. Estad alegres y contentos

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Estad alegres y contentos porque vuestra recompensa será grande en los cielos

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  1. 14 Estad alegres y contentos porque vuestra recompensa será grande en los cielos Índice • Punto de partida • Mensaje Cristiano • El Catecismo nos recuerda • El Youcat nos recuerda • Expresión de la fe: Canción • Expresión de la fe: Oración

  2. 14 Estad alegres y contentos porque vuestra recompensa será grande en los cielos Punto de partida ¿Cómo es posible demostrar el amor que sentimos por otras personas? Índice

  3. 14 Estad alegres y contentos porque vuestra recompensa será grande en los cielos Punto de partida ¿Cuáles son los signos por los que podemos deducir que alguien nos quiere? Índice

  4. 14 Estad alegres y contentos porque vuestra recompensa será grande en los cielos Punto de partida ¿Cuáles son los signos por los que podemos deducir que alguien no nos quiere? Índice

  5. 14 Estad alegres y contentos porque vuestra recompensa será grande en los cielos Punto de partida Para ser felices hay que amar y ser amados Los que aman y no son amados se sienten desdichados; y también los que no saben amar. Dios, sin embargo, nos quiere hacer felices. Para ello nos muestra su amor de muchas maneras y también nos invita a amarle a Él y a amar a los hermanos. La mayor prueba del amor de Dios es que quiere que estemos y vivamos con Él para siempre. Por eso quiso compartir con nosotros aquí en la tierra una vida mortal como la nuestra y, cuando nos morimos, nos llama a tomar parte de su vida en el cielo. Índice

  6. 14 Estad alegres y contentos porque vuestra recompensa será grande en los cielos Mensaje cristiano Vuestra recompensa será grande en el cielo El cielo que Dios nos ha prometido, es el reino del amor En el cielo estarán los que aquí en la tierra hayan amado a Dios sobre todas las cosas y a su prójimo tal y como Cristo enseñó. Jesús llamó bienaventurados a los pobres, a los mansos, a los que lloran, a los que tienen hambre y sed de la justicia, a los misericordiosos, a los limpios de corazón, a los que trabajan por la paz y a los perseguidos por causa de la justicia. A todos ellos les anunció que suyo es el Reino de los cielos (cf. Mt 5,3-12; Lc 6,20-23). Índice

  7. 14 Estad alegres y contentos porque vuestra recompensa será grande en los cielos Mensaje cristiano Vuestra recompensa será grande en el cielo El cielo que Dios nos ha prometido, es el reino del amor En el cielo estarán los que aquí en la tierra hayan amado a Dios sobre todas las cosas y a su prójimo tal y como Cristo enseñó. Jesús proclamó dichosos a los que crean y esperen que Dios cumplirá sus promesas (cfr. Lc 1,45); a los que, al llegar su Señor, los encuentre en actitud de servicio y vigilancia (cfr. Mt 24,46; Lc 12,37-38.43); a los que sepan ser fieles en lo poco (cfr. Mt 25,21-23); a los que oigan la palabra de Dios y la pongan por obra (cf. Lc 11,28; Jn 13,17); a los que esperen su recompensa no aquí abajo, sino cuando llegue la resurrección de los justos (cfr. Lc 14,14). Índice

  8. 14 Estad alegres y contentos porque vuestra recompensa será grande en los cielos Mensaje cristiano Vuestra recompensa será grande en el cielo Seremos juzgados por nuestras obras La vida con Cristo para siempre será precedida de un juicio en el que cada uno será juzgado según sus obras; pues, como decía Jesús, al árbol se le conoce por sus frutos. El cielo Los que mueren en gracia y amistad con Dios y están perfectamente purificados vivirán para siempre con Cristo. Serán semejantes a Cristo y gozarán de la compañía de los que son de Cristo: María, los ángeles y todos los santos. Índice

  9. 14 Estad alegres y contentos porque vuestra recompensa será grande en los cielos Mensaje cristiano Vuestra recompensa será grande en el cielo Seremos juzgados por nuestras obras La vida con Cristo para siempre será precedida de un juicio en el que cada uno será juzgado según sus obras; pues, como decía Jesús, al árbol se le conoce por sus frutos. El cielo Serán dichosos para siempre, pues poseerán definitivamente los frutos alcanzados por Jesucristo, quien les hará partícipes de su gloria celestial, la que tuvo siempre junto al Padre y a la que regresó con todos nosotros cuando fue exaltado, también como hombre, a su derecha. Índice

  10. 14 Estad alegres y contentos porque vuestra recompensa será grande en los cielos Mensaje cristiano Vuestra recompensa será grande en el cielo Seremos juzgados por nuestras obras El purgatorio Los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero no se han purificado del todo de las consecuencias de sus pecados, tendrán que purificarse en el purgatorio a fin de poder contemplar cara a cara el rostro de Dios, alegrándose de su presencia. Están salvados y, por tanto, su esperanza está ya cumplida, pero, por la misericordia de Dios, han de quedar intachables y perfectos para vivir para siempre en la casa del Padre. Índice

  11. 14 Estad alegres y contentos porque vuestra recompensa será grande en los cielos Mensaje cristiano Vuestra recompensa será grande en el cielo Seremos juzgados por nuestras obras El infierno Los que libremente eligieron no amar a Dios, quedarán privados de estar con Él y gozar de su amor; también quedarán privados de gozar de la comunión de los santos. La enseñanza de la Iglesia afirma la existencia del infierno y su eternidad. Índice

  12. 14 Estad alegres y contentos porque vuestra recompensa será grande en los cielos Mensaje cristiano Vuestra recompensa será grande en el cielo Somos responsables de nuestra conducta Recordándonos estas verdades, la Iglesia quiere: Llamarnos a mantener una conducta responsable con la ayuda de la gracia y de los demás auxilios divinos, que no nos faltarán. Invitarnos a hacer un uso responsable de nuestra libertad para elegir y obrar el bien, contando para ello con la inestimable ayuda del Espíritu, que ilumina la conciencia de cada hombre. Índice

  13. 14 Estad alegres y contentos porque vuestra recompensa será grande en los cielos Mensaje cristiano Vuestra recompensa será grande en el cielo Somos responsables de nuestra conducta Recordándonos estas verdades, la Iglesia quiere: Motivarnos para que abandonemos el pecado y las obras que, seducidos por el pecado, podamos cometer; y también alentarnos a avanzar por el camino de la conversión, luchando contra nuestros pecados y contra las consecuencias que siempre provocan en uno mismo, en los demás y en toda la creación. Índice

  14. 14 Estad alegres y contentos porque vuestra recompensa será grande en los cielos Mensaje cristiano Vuestra recompensa será grande en el cielo Somos responsables de nuestra conducta La Iglesia no cesa de interceder por todos los hombres para que no se pierda ninguno de los que fueron redimidos por la sangre de Cristo. Si ese es el deseo de Jesús, el Buen Pastor, también debe ser el nuestro, y hemos de habituarnos a pedir los unos por los otros y a interceder por todos, especialmente, por los que viven lejos del amor de Dios y del prójimo. Índice

  15. 14 Estad alegres y contentos porque vuestra recompensa será grande en los cielos Mensaje cristiano Vuestra recompensa será grande en el cielo La esperanza del cielo aviva nuestro compromiso aquí en la tierra La esperanza del cielo tiene que convertirse en un motivo más para interesarnos vivamente por las cuestiones de la tierra, sobre todo, las que afectan a la caridad, la justicia, el bienestar de los más desfavorecidos y los más débiles. De este modo, estaremos seguros de escuchar un día la invitación a poseer plenamente el Reino de Dios. Índice

  16. 14 Estad alegres y contentos porque vuestra recompensa será grande en los cielos El catecismo nos recuerda Los cristianos esperamos la plenitud del Reino de Dios. ¡Ven, Señor Jesús! «Los cristianos esperamos que, después de la muerte, viviremos para siempre con Cristo glorioso, participando de su resurrección.» (ENF 201) «Al igual que Cristo murió y, resucitado, vive para siempre, también los justos vivirán para siempre con Cristo resucitado en el Reino de Dios.» (ENF 202) El Padre ha nombrado a Jesucristo juez de todos los hombres. Y Jesucristo, que es la verdad y el amor, juzgará nuestra vida para que cada uno reciba premio o castigo, conforme a lo que hizo durante su vida mortal, el bien o el mal. (Cf. ENF 204) Índice

  17. 14 Estad alegres y contentos porque vuestra recompensa será grande en los cielos El catecismo nos recuerda Los cristianos esperamos la plenitud del Reino de Dios. ¡Ven, Señor Jesús! Los cristianos vivimos vigilantes hasta que el Señor venga, es decir, deseamos ardientemente estar siempre con él. La espera del Reino futuro debe avivar nuestra dedicación a perfeccionar el mundo en que ahora vivimos, porque cuando el Señor resucitado lleve a plenitud el Reino de Dios, encontraremos que ninguno de nuestros esfuerzos por promover la justicia, la dignidad de los hombres, la fraternidad y la libertad habrán sido en vano. (Cf. ENF 215) Índice

  18. 14 Estad alegres y contentos porque vuestra recompensa será grande en los cielos El Youcat nos recuerda El cristiano ama, busca y defiende la verdad ¿Conoce la Sagrada Escritura un camino para alcanzar la felicidad? Somos felices confiando en las palabras de Jesús en las bienaventuranzas. El Evangelio es una promesa de felicidad para todas las personas que quieran recorrer los caminos de Dios. Especialmente en las bienaventuranzas (Mt 5,3-12) Jesús nos ha dicho concretamente que contaremos con una bendición infinita si seguimos su estilo de vida y buscamos la paz con un corazón limpio. (Youcat 282) Índice

  19. 14 Estad alegres y contentos porque vuestra recompensa será grande en los cielos El Youcat nos recuerda El cristiano ama, busca y defiende la verdad ¿Qué dicen las bienaventuranzas? Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque serán ellos llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. (Mt 5,3-12) (Youcat 283) Índice

  20. 14 Estad alegres y contentos porque vuestra recompensa será grande en los cielos El Youcat nos recuerda El cristiano ama, busca y defiende la verdad ¿Por qué son tan importantes las bienaventuranzas? Quien anhela el reino de Dios tiene en cuenta la lista de prioridades de Jesús: las bienaventuranzas. (Youcat 284) ¿Qué es la bienaventuranza eterna? La bienaventuranza eterna es contemplar a Dios y ser introducido en la bienaventuranza de Dios. (Youcat 285) Índice

  21. 14 Estad alegres y contentos porque vuestra recompensa será grande en los cielos El Youcat nos recuerda El cristiano ama, busca y defiende la verdad ¿Qué es la vida eterna? La vida eterna comienza con el Bautismo. Va más allá de la muerte y no tendrá fin. Cuando estamos enamorados no queremos que este estado acabe nunca. «Dios es amor», dice la primera carta de san Juan (1 Jn 4,16). «El amor», dice la primera carta a los Corintios, «no pasa nunca» (1 Cor 13,8). Dios es eterno, porque es amor; y el amor es eterno porque es divino. Cuando estamos en el amor entramos en la presencia infinita de Dios. (Youcat 156) Índice

  22. 14 Estad alegres y contentos porque vuestra recompensa será grande en los cielos El Youcat nos recuerda El cristiano ama, busca y defiende la verdad ¿Seremos llevados a juicio después de la muerte? El llamado juicio especial o particular tiene lugar en el momento de la muerte de cada individuo. El juicio universal, que también se llama final, tendrá lugar en el último día, es decir, al final de los tiempos, en la venida del Señor. (Youcat 157) ¿En qué consiste el cielo? El cielo es el momento sin fin del amor. Nada nos separa ya de Dios, a quien ama nuestra alma y ha buscado durante toda una vida. Junto con todos los ángeles y santos podemos alegrarnos por siempre en y con Dios. (Youcat 158) Índice

  23. 14 Estad alegres y contentos porque vuestra recompensa será grande en los cielos El Youcat nos recuerda El cristiano ama, busca y defiende la verdad ¿Qué es el purgatorio? El purgatorio, a menudo imaginado como un lugar, es más bien un estado. Quien muere en gracia de Dios (por tanto, en paz con Dios y los hombres), pero necesita aún purificación antes de poder ver a Dios cara a cara, ése está en el purgatorio. (Youcat 159) ¿Podemos ayudar a los difuntos que se encuentran en el estado del purgatorio? Sí. Puesto que todos los bautizados forman una comunión y están unidos entre sí, los vivos pueden ayudar a las almas de los difuntos que están en el purgatorio. (Youcat 160) Índice

  24. 14 Estad alegres y contentos porque vuestra recompensa será grande en los cielos El Youcat nos recuerda El cristiano ama, busca y defiende la verdad ¿Qué es el infierno? El infierno es el estado de la separación eterna de Dios, la ausencia absoluta de amor. Quien muere conscientemente y por propia voluntad en pecado mortal, sin arrepentirse y rechazando para siempre el amor misericordioso y lleno de perdón, se excluye a sí mismo de la comunión con Dios y con los bienaventurados. Si hay alguien que en el momento de la muerte pueda de hecho mirar al amor absoluto a la cara y seguir diciendo no, no lo sabemos. Pero nuestra libertad hace posible esta decisión. Jesús nos alerta constantemente del riesgo de separarnos definitivamente de él, cuando nos cerramos a la necesidad de sus hermanos y hermanas: «Apartaos de mí, malditos [... ] lo que no hicisteis con uno de éstos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo» (Mt 25,41.45) (Youcat 161) Índice

  25. 14 Estad alegres y contentos porque vuestra recompensa será grande en los cielos El Youcat nos recuerda El cristiano ama, busca y defiende la verdad Pero si Dios es amor, ¿cómo puede existir el infierno? No es Dios quien condena a los hombres. Es el mismo hombre quien rechaza el amor misericordioso de Dios y renuncia voluntariamente a la vida (eterna), excluyéndose de la comunión con Dios. (Youcat 162) ¿Qué es el Juicio Final? El Juicio Final se celebrará al final de los tiempos, cuando vuelva Cristo. «Los que hayan hecho el bien saldrán a una resurrección de vida; los que hayan hecho el mal, a una resurrección de juicio» (Jn 5,29). (Youcat 163) Índice

  26. 14 Estad alegres y contentos porque vuestra recompensa será grande en los cielos Expresión de la fe Canción Sufren los hombres, mis hermanos, buscando entre las piedras la parte de su pan. Sufren los hombres oprimidos, los hombres que no tienen ni paz ni libertad. Sufren los hombres, mis hermanos, mas Tú vienes con ellos y en Ti alcanzarán otra ciudad que no se acaba, sin penas ni tristezas: Ciudad de eternidad. Danos valor para la lucha, valor en las tristezas, valor en nuestro afán. Danos la luz de tu palabra, que guíe nuestros pasos en este caminar. Marcha, Señor, junto a nosotros, pues solo en tu presencia podremos alcanzar otra ciudad que no se acaba, sin penas ni tristezas: Ciudad de eternidad. Somos un pueblo que camina Somos un pueblo que camina, y juntos caminando podremos alcanzar otra ciudad que no se acaba, sin penas ni tristezas: Ciudad de eternidad. Somos un pueblo que camina, que marcha por el mundo buscando otra ciudad. Somos errantes peregrinos en busca de un destino, destino de unidad. Siempre seremos caminantes, pues solo caminando podremos alcanzar otra ciudad que no se acaba, sin penas ni tristezas: Ciudad de eternidad. Índice

  27. 14 Estad alegres y contentos porque vuestra recompensa será grande en los cielos Expresión de la fe Oración Deseo contemplarte por siempre en tu gloria Oh , Dios, tú eres mi Dios, desde el alba te deseo; estoy sediento de ti, por ti desfallezco, como tierra reseca, agostada, sin agua. Quisiera contemplarte en tu santuario, ver tu poder y tu gloria. Tu amor vale más que la vida, te alabarán mis labios; te bendeciré mientras viva, te invocaré alzando mis manos. Me saciaré como en espléndido banquete, y mi boca te alabará con júbilo en los labios. En mi lecho me acuerdo de ti, en ti medito en mis vigilias porque tú has sido mi ayuda, y a la sombra de tus alas grito de júbilo. Estoy unido a ti, tu diestra me sostiene. Salmo 63 (62), 2-9 Índice

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