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El Realismo y el Naturalismo. Segunda mitad del siglo XIX. Romanticismo frente a Realismo. Eugène Delacroix , "La libertad guiando al pueblo“,icono del ansia de libertad surgida tras la Revolución francesa. Juan Francois Millet , El hombre del azadón. Contexto socio-histórico Realismo.
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El Realismo y el Naturalismo Segunda mitad del siglo XIX
Romanticismo frente a Realismo Eugène Delacroix, "La libertad guiando al pueblo“,icono del ansia de libertad surgida tras la Revolución francesa. Juan FrancoisMillet, El hombre del azadón
Contexto socio-histórico Realismo • Movimiento literario de la segunda mitad del s. XIX originado en Francia con novelistas como Stendhal, Flaubert o Balzac. Frente a las ensoñaciones románticas, pretende poner los pies en la realidad objetiva, como fruto de: • Una nueva sociedad: Pretende representar lo más fielmente posible las consecuencias sociales de la Revolución Industrial y las sucesivas transformaciones del mundo moderno. Surgimiento de los movimientos obreros frente a la burguesía acomodada: socialismo, comunismo y anarquismo (Manifiesto comunista, de Marx, 1848; PSOE,1879.) • Positivismo: Sistema filosófico que admite únicamente el método experimental: observación + experimentación. Se apoya en las teorías de la herencia biológica de Mendel y de la evolución de las especies de Darwin.
El Realismo • 1.Reproducción exacta de la realidad toma a menudo como modelo los métodos de observación de las ciencias experimentales. • Stendhal- la novela deber ser “como un espejo a lo largo del camino” • El progreso espectacular de las ciencias médicas y naturales y sus métodos basados en la observación, clasificación y experimentación de los fenómenos de la naturaleza, el desarrollo de filosofía positivista contribuyeron a configurar 1mentalidad racionalista y realista. 2. Descripciones exhaustivas -En general, los novelistas se documentan sobre el terreno, tomando minuciosos apuntes sobre el ambiente, las gentes, la indumentaria... El resultado son las minuciosas descripciones que llenan las páginas de las novelas realistas. 3. Personajes están caracterizados puntillosamente en sus dimensiones externa e interna; análisis de su temperamento, obsesiones, vicios, ansiedades…; frente al misterio que envuelve al personaje del s. XX, los personajes decimonónicos son fácilmente comprendidos. Son representantes de las diferentes clases sociales
Características del Realismo 4. Nuevastécnicasnarrativas • narradoromnisciente • el monólogo interior • estiloindirectolibre • Ironía • 5.El narrador busca la máxima objetividad. Quiere estar en la obra presente en todas partes pero visible en ninguna. Es por tanto una actitud de cronista, aunque en muchas ocasiones, este ideal no se cumple, pues el novelista suele parecer con sus juicios y observaciones personales. • 6.Fielreproducción de distintosregistros . Se adapta el habla a la condición de los personajes.
AUTORES REALISTAS ESPAÑOLES Y SUS OBRAS • Grandes figuras: • Leopoldo Alas “Clarín” (La Regenta). • Benito Pérez Galdós , canario: (Episodios Nacionales, Fortunata y Jacinta, Misericordia, Miau…) • Otros autores: • JuanValera: miembro de la RAE. Protagonistas femeninos: Pepita Jiménez, Juanita la Larga. • José Mª de Pereda: escritor regionalista. Sitúa lo principal de su obra en Cantabria (Peñas arriba).
Pepita Jiménez, Juan Valera • Argumento El joven seminarista don Luis de Vargas, de regreso a su pueblo natal para unas breves vacaciones antes de pronunciar sus votos, se encuentra con que su padre, don Pedro, se dispone a contraer nupcias con la joven Pepita Jiménez, de veinte años de edad, viuda de un octogenario, y de singular belleza y piedad.El joven se enamora de Pepita Jiménez, aunque considera esa pasión pecaminosa, pero se hace más fuerte que su vocación y que su amor por su padre, en el que ve secretamente un rival.Pepita Jiménez que le ama y que ha hecho todo lo posible para enamorarle, se finge enferma, le llama a su cabecera y a través de una sutil dialéctica le convence de que siga la llamada de la vida y le declare su amor.Finalmente Luis decide comunicar a su padre su renuncia a los votos y su amor por Pepita Jiménez. El padre lo comprende y le explica que hará todo lo posible por ayudarle.
Juan Valera, Pepita Jiménez • Como quiera que sea, dejando a un lado estas investigaciones psicológicas que no tengo derecho a hacer, pues no conozco a Pepita Jiménez, es lo cierto que ella vivió en santa paz con el viejo durante tres años; que el viejo parecía más feliz que nunca; que ella le cuidaba y regalaba con un esmero admirable, y que en su última y penosa enfermedad le atendió y veló con infatigable y tierno afecto, hasta que el viejo murió en sus brazos, dejándola heredera de una gran fortuna. Aunque hace más de dos años que perdió a su madre, y más de año y medio que enviudó, Pepita lleva aún el luto de viuda. Su compostura, su vivir retirado y su melancolía son tales, que cualquiera pensaría que llora la muerte del marido como si hubiera sido un hermoso mancebo. Tal vez alguien presume o sospecha que la soberbia de Pepita y el conocimiento cierto que tiene hoy de los poco poéticos medios con que se ha hecho rica, traen su conciencia alterada y más que escrupulosa; y que, avergonzada a sus propios ojos y a los de los hombres, busca en la austeridad y en el retiro consuelo y reparo a la herida de su corazón.
La Regenta, Leopoldo Alas “Clarín” • Argumento La historia se ubica en la ciudad de Vetusta (Oviedo). Allí vive Ana Ozores, casado con Víctor Quintanar, ex-regente de la ciudad, por eso, a Ana se le conocía como La Regenta. Se debate entre la soledad y el disgusto de una ciudad pequeña y sin atractivos. Su temperamento, sensible y soñador, la lleva a refugiarse en el misticismo, pero su confesor, el canónigo Fermín de Pas, la decepciona cuando descubre los sentimientos pasionales que ha despertado en el corazón del sacerdote. Cae entonces en brazos de Álvaro Mesía, un mediocre don Juan, con el que vivirá una relación amorosa. Estos amores llegaron a oídos de su esposo, quien desafía a Mesía y pierde la vida en el duelo. El cobarde Álvaro Mesía huye de vetusta
LA REGENTA Religión: Fermín de Pas El Regente La Regenta: Ana Ozores Seducción:Álvaro Mesía SOCIEDAD DE OVIEDO, ABURRIDA Y COTILLA
La Regenta, Leopoldo Alas Clarín • Entonces crujió con fuerza el cajón sombrío, y brotó de su centro una figura negra, larga. Ana vio a la luz de la lámpara un rostro pálido, unos ojos que pinchaban como fuego, fijos, atónitos como los del Jesús del altar...El Magistral extendió un brazo, dio un paso de asesino hacia la Regenta, que horrorizada retrocedió hasta tropezar con la tarima. Ana quiso gritar, pedir socorro y no pudo. Cayó sentada en la madera, abierta la boca, los ojos espantados, las manos extendidas hacia el enemigo, que el terror le decía que iba a asesinarla.El Magistral se detuvo, cruzó los brazos sobre el vientre. No podía hablar, ni quería. Temblábale todo el cuerpo, volvió a extender los brazos hacia Ana... dio otro paso adelante... y después clavándose las uñas en el cuello, dio media vuelta, como si fuera a caer desplomado, y con piernas débiles y temblonas salió de la capilla. Cuando estuvo en el trascoro, sacó fuerzas de flaqueza, y aunque iba ciego, procuró no tropezar con los pilares y llegó a la sacristía sin caer ni vacilar siquiera.
Ana, vencida por el terror, cayó de bruces sobre el pavimento de mármol blanco y negro; cayó sin sentido. La catedral estaba sola. Las sombras de los pilares y de las bóvedas se iban juntando y dejaban el templo en tinieblas.Celedonio, venía de capilla en capilla cerrando verjas. Las llaves del manojo sonaban chocando. Llegó a la capilla del Magistral y cerró con estrépito.Después de cerrar tuvo aprensión de haber oído algo allí dentro; pegó el rostro a la verja y miró hacia el fondo de la capilla, escudriñando en la obscuridad. Debajo de la lámpara se le figuró ver una sombra mayor que otras veces...Y entonces redobló la atención y oyó un rumor como un quejido débil, como un suspiro.Abrió, entró y reconoció a la Regenta desmayada.Celedonio sintió un deseo miserable, una perversión de la perversión de su lascivia: y por gozar un placer extraño, o por probar si lo gozaba, inclinó el rostro asqueroso sobre el de la Regenta y le besó los labios.Ana volvió a la vida rasgando las nieblas de un delirio que le causaba náuseas.Había creído sentir sobre la boca el vientre viscoso y frío de un sapo.
El Naturalismo Evolución desde el Realismo: Pretende reproducir la realidad con una objetividad documental en todos sus aspectos, incluso en lo amoral. • Método de trabajo: Observación exhaustiva de la realidad, que se refleja de forma sistemática y científica. Aplicación de las teorías evolucionistas y deterministas de Darwin. • Protagonistas: Habitualmente, las clases más desfavorecidas de la sociedad: alcohólicos, psicópatas… seres que obedecen a sus impulsos más primarios. • Temas: Reflejo de los aspectos más miserables y sórdidos de la realidad. Se relejan las dimensiones más crudas y sórdidas de la realidad. Conflicto entre libertad individual y realidad social. • Diferencias con el Realismo: El Naturalismo es mucho más descriptivo y minucioso que el Realismo. Un ejemplo de esta minuciosidad es Zola, que esperaba a la salida de una fábrica, para tomar notas, que luego, utilizaría para describir la salida de los obreros en sus novelas. • Lenguaje utilizado se inclina especialmente hacia las jergas y el habla regional o popular. • Autores: máximo representante Émile Zola. Desde Francia, el Naturalismo se extendió a otros países. En España los autores que más se aproximan al Naturalismo: Emilia Pardo Bazán (Los Pazos de Ulloa); Clarín (La Regenta)
Los Pazos de Ulloa, Emilia Pardo Bazán Argumento Julián es un capellán se traslada a la casa señorial de los Pazos de Ulloa para hacer uso de sus funciones eclesiásticas y ayudar a recomponer el archivo de contabilidad de la propiedad. Allí conocerá a Don Pedro el Marqués, su criado Primitivo, la cocinera Sabel con la que el Marqués mantiene una relación secreta de la que ha nacido Perucho, un niño salvaje que le gusta andar con los animales y ensuciarse.Julián intentará durante toda la novela poner orden y paz cristiana en los Pazos, pero le será imposible, a pesar de sus intentos de humanizar a Perucho, o lograr desposar al Marqués con Nucha.Finalmente, tras que el caciquismo y la lucha política del momento pongan fin a la vida de Primitivo, el mayordomo que era en realidad el auténtico amo de los Pazos a la práctica, siniestramente implicado en conflictos económico-políticos, Julián se enclaustrará en una parroquia de montaña lejos de los Pazos.
Los Pazos de Ulloa, Emilia Pardo Bazán • Volvía Julián preocupado a la casa solariega, acusándose de excesiva simplicidad, [...] Él era sencillo como la paloma; sólo que en este pícaro mundo también se necesita ser cauto como la serpiente... Ya no podía continuar en los Pazos... ¿Cómo volvía a vivir a cuestas de su madre, sin más emolumentos que la misa? ¿Y cómo dejaba así de golpe al señorito don Pedro, que le trataba tan llanamente? ¿Y la casa de Ulloa, que necesitaba un restaurador celoso y adicto? Todo era verdad: pero, ¿y su deber de sacerdote católico?Le acongojaban estos pensamientos al cruzar un maizal, en cuyo lindero manzanilla y cabrifollos despedían grato aroma. Era la noche templada y benigna, y Julián apreciaba por primera vez la dulce paz del campo, aquel sosiego que derrama en nuestro combatido espíritu la madre naturaleza.[...]Siguió andando, guiado por el ladrido lejano de los perros. Ya divisaba próxima la vasta mole de los Pazos. El postigo debía estar abierto. Julián distaba de él unos cuantos pasos no más, cuando oyó dos o tres gritos que le helaron la sangre: clamores inarticulados como de alimaña herida, a los cuales se unía el desconsolado llanto de un niño.Llegó velozmente a la cocina. En el umbral se quedó paralizado de asombro ante lo que iluminaba la luz fuliginosa del candilón. Sabel, tendida en el suelo, aullaba desesperadamente; don Pedro, loco de furor, la abrumaba a culatazos; en una esquina, Perucho, con los puños metidos en los ojos, sollozaba.