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Recemos el Santo Rosario. Cambio de diapositivas automático. Solamente enciende tus bocinas. MISTERIOS GOZOSOS. Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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Recemos el Santo Rosario Cambio de diapositivas automático. Solamente enciende tus bocinas.
MISTERIOS GOZOSOS
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Dios mío, me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido; porque eres infinitamente bueno. Dame tu Santa gracia para no ofenderte más. Amén.
Ofrecemos este Rosario por la paz en el mundo, por las intenciones y necesidades del Papa, Obispos y Sacerdotes, por la unidad de nuestras familias, por los enfermos, los fieles difuntos y tus necesidades físicas, espirituales y materiales.
PRIMER MISTERIO: La anunciación y encarnación del Hijo de Dios Padre nuestro, que estás en el cielo; santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.
PRIMER MISTERIO: La anunciación y encarnación del Hijo de Dios Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
PRIMER MISTERIO: La anunciación y encarnación del Hijo de Dios Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
PRIMER MISTERIO: La anunciación y encarnación del Hijo de Dios Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
PRIMER MISTERIO: La anunciación y encarnación del Hijo de Dios Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
PRIMER MISTERIO: La anunciación y encarnación del Hijo de Dios Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
PRIMER MISTERIO: La anunciación y encarnación del Hijo de Dios Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
PRIMER MISTERIO: La anunciación y encarnación del Hijo de Dios Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
PRIMER MISTERIO: La anunciación y encarnación del Hijo de Dios Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
PRIMER MISTERIO: La anunciación y encarnación del Hijo de Dios Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
PRIMER MISTERIO: La anunciación y encarnación del Hijo de Dios Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
PRIMER MISTERIO: La anunciación y encarnación del Hijo de Dios Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
PRIMER MISTERIO: La anunciación y encarnación del Hijo de Dios Por tu limpia concepción, oh Soberana Princesa. Una muy grande pureza te pedimos de corazón.
PRIMER MISTERIO: La anunciación y encarnación del Hijo de Dios Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al Cielo todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de tu misericordia. Amén.
SEGUNDO MISTERIO: La visita de la Virgen María a su prima Santa Isabel. Padre nuestro, que estás en el cielo; santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.
SEGUNDO MISTERIO: La visita de la Virgen María a su prima Santa Isabel. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
SEGUNDO MISTERIO: La visita de la Virgen María a su prima Santa Isabel. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
SEGUNDO MISTERIO: La visita de la Virgen María a su prima Santa Isabel. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
SEGUNDO MISTERIO: La visita de la Virgen María a su prima Santa Isabel. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
SEGUNDO MISTERIO: La visita de la Virgen María a su prima Santa Isabel. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
SEGUNDO MISTERIO: La visita de la Virgen María a su prima Santa Isabel. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
SEGUNDO MISTERIO: La visita de la Virgen María a su prima Santa Isabel. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
SEGUNDO MISTERIO: La visita de la Virgen María a su prima Santa Isabel. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
SEGUNDO MISTERIO: La visita de la Virgen María a su prima Santa Isabel. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
SEGUNDO MISTERIO: La visita de la Virgen María a su prima Santa Isabel. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
SEGUNDO MISTERIO: La visita de la Virgen María a su prima Santa Isabel. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
SEGUNDO MISTERIO: La visita de la Virgen María a su prima Santa Isabel. Por tu limpia concepción, oh Soberana Princesa. Una muy grande pureza te pedimos de corazón.
SEGUNDO MISTERIO: La visita de la Virgen María a su prima Santa Isabel. Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al Cielo todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de tu misericordia. Amén.
TERCER MISTERIO: El nacimiento del Hijo de Dios en Belén. Padre nuestro, que estás en el cielo; santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.
TERCER MISTERIO: El nacimiento del Hijo de Dios en Belén. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
TERCER MISTERIO: El nacimiento del Hijo de Dios en Belén. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
TERCER MISTERIO: El nacimiento del Hijo de Dios en Belén. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
TERCER MISTERIO: El nacimiento del Hijo de Dios en Belén. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
TERCER MISTERIO: El nacimiento del Hijo de Dios en Belén. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
TERCER MISTERIO: El nacimiento del Hijo de Dios en Belén. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
TERCER MISTERIO: El nacimiento del Hijo de Dios en Belén. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
TERCER MISTERIO: El nacimiento del Hijo de Dios en Belén. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
TERCER MISTERIO: El nacimiento del Hijo de Dios en Belén. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
TERCER MISTERIO: El nacimiento del Hijo de Dios en Belén. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
TERCER MISTERIO: El nacimiento del Hijo de Dios en Belén. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
TERCER MISTERIO: El nacimiento del Hijo de Dios en Belén. Por tu limpia concepción, oh Soberana Princesa. Una muy grande pureza te pedimos de corazón.
TERCER MISTERIO: El nacimiento del Hijo de Dios en Belén. Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al Cielo todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de tu misericordia. Amén.
CUARTO MISTERIO: La presentación del Niño Jesús al Templo de Jerusalén. Padre nuestro, que estás en el cielo; santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.
CUARTO MISTERIO: La presentación del Niño Jesús al Templo de Jerusalén. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
CUARTO MISTERIO: La presentación del Niño Jesús al Templo de Jerusalén. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.