120 likes | 284 Vues
DAMIÁN . MISIONERO DE LOS SAGRADOS CORAZONES. PERDER LA VIDA. Perder la vida, tomar la cruz, seguir los pasos de Jesús, amar con su forma de amar, perder la vida para ser luz. Darse por el que nadie amó, darse por el abandonado que espera ver amanecer. Prestar oído a su clamor,
E N D
DAMIÁN MISIONERO DE LOS SAGRADOS CORAZONES
PERDER LA VIDA Perder la vida, tomar la cruz, seguir los pasos de Jesús, amar con su forma de amar, perder la vida para ser luz.
Darse por el que nadie amó, darse por el abandonado que espera ver amanecer. Prestar oído a su clamor, amar como un enamorado a aquel que nadie quiere ver.
Gritar que Dios no está dormido • y está dándonos su fuerza • que va sembrando libertad. • Gritar que el odio no ha vencido • y la esperanza no está muerta, • y Dios invita a caminar.
Andar caminos aún no andados, saltar abismos y fronteras, ir donde nadie quiere ir. Darle la mano al que está solo y que ya todo lo ha perdido, darle la fuerza de vivir.
“los amó hasta el extremo” • Es una cita del Evangelio (Jn 13,1), en el que Jesús se dispone a entrar en su Pascua. Comienza el relato de la Última Cena. Momento del mandamiento nuevo, del lavatorio de pies, de la Eucaristía. Se hace así referencia a lo principal de Damián, aquello sin lo cual no se le puede entender: su fe en Jesucristo, el Señor de su vida, y la configuración de su ser con su Maestro.
Los amó… Se trata de amar. • El Evangelio, al hablar del amor de Jesús, lo refiere a “los suyos que estaban en el mundo”, a los discípulos. En ellos a la humanidad entera. • Damián no amó en abstracto, sino que mostró su afecto de manera bien concreta, sirviendo con todas sus fuerzas a sus hermanos los leprosos, los más abandonados y excluidos.
La “santidad” de Damián encuentra su fuente en el amor de Cristo, en el Corazón amante del Señor. Damián bebe en ese Corazón y se hace también cauce de esa agua. Dios muestra su amor a través del amor apasionado de Damián. El amor no pasa. La santidad es amar. Dios es amor.
Hasta el extremo. El amor lleva a Jesús a darse enteramente, a dejarse comer, a vaciarse de sí mismo, a entregar la vida, a la muerte en Cruz. • El “extremo” del amor de Damián se puede ver a lo largo de toda su vida: En la despedida de su familia y de su tierra, en el ofrecimiento para ir a Molokai, en la aceptación de la enfermedad, en la muerte como hijo de los Sagrados Corazones… Damián “pagó” con su propia persona el “precio” desconcertante de la caridad.
La imagen de Damián leproso es un TESTIMONIO de amor, de servicio y de fe hasta el final, hasta el extremo, que marca su vida entera con el sello de la “santidad” que ahora la Iglesia se dispone a proclamar.
ORACIÓN Dios de misericordia, te damos gracias por Damián, hermano universal, padre de los leprosos, hijo de los Sagrados Corazones. Damián, hermano de llamada y camino, misionero feliz y generoso, que amaste el evangelio mas que tu vida y por amor a Jesús dejaste tu familia y tu país tus seguridades y tus sueños propios. Enséñanos a dar la vida con tu gozo, a ser leproso con los leprosos de hoy, a celebrar y contemplar la Eucaristía como la fuente de nuestra propia entrega. Ayúdanos amar hasta el extremo, y a perseverar, por la fuerza del espíritu, en la compasión de los pobres y olvidados para ser buenos discípulos y discípulas de Jesús y de María. Amen !LEPRAS DE HOY QUE NOS ESPERAN!
Canonización el 11 de Octubre del 2009 “¿Te late ser misionera o misionero de Jesús? ¡Pues arriésgate! Ya que Cristo te mira y te invita mirar la realidad de miles de niños, jóvenes, mujeres y hombres que necesitan de tu generosidad entrega y entusiasmo para seguir viviendo con esperanza. ¿Qué esperas?” Atrévete a ser un misionero o una misionera Sagrados Corazones llamándonos a los teléfonos: Hermanas: Cel. 05495 9361931 Telf. 234737 E-mail: susansscc@yahoo.com aibonezsscc@hotmail.com reynajesusscc@hotmail.com