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La Arquidiócesis de Buenos Aires. EN ESTADO DE MISIÓN. Es bueno mirar para atrás, no para detenernos, sino para tomar impulso. Haciendo un poco de historia. La memoria agradecida del pasado nos ayuda a mirar con esperanza el futuro y a no perder la verdadera dimensión
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La Arquidiócesis de Buenos Aires EN ESTADO DE MISIÓN
Es bueno mirar para atrás, no para detenernos, sino para tomar impulso
Haciendo un poco de historia La memoria agradecida del pasado nos ayuda a mirar con esperanza el futuro y a no perder la verdadera dimensión y valor del presente.
que tiene una historia y ha tenido momentos claves en los últimos cien años que le han marcado un derrotero preciso. Estamos inmersos en una Iglesia Universal, en una Iglesia Latinoamericana, en una Iglesia en Argentina
Como Iglesia Universal estamos marcados por: El CONCILIO VATICANO II La EVANGELII NUNTIANDI
Como Iglesia Latinoamericana por las Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano
Medellín busca asumir las orientaciones del Concilio con los modos propios y la situación que viven los pueblos del nuevo mundo.
Puebla tomó como propio el desafío de la evangelización.
Santo Domingo propone una Nueva Evangelización, nueva en su ardor y en sus modos de expresión
Aparecida retoma la historia y la realidad de un mundo en constante cambio
En el trabajo Pastoral como Iglesia en Buenos Aires hemos vivido y realizado muchas cosas, algunas han dejado huella y han crecido; otras nos han servido, al menos, para ir haciendo el camino.
La década del 90 está marcada por la publicación de las “Líneas Pastorales de la Nueva Evangelización” Se elabora el Plan de Pastoral para la Arquidiócesis que se conocerá como: “Una Pastoral Orgánica para la Nueva Evangelización”
Objetivos Formar comunidades fraternas y abiertas, fundadas en el Evangelio y la oración, para que todos los hombres se sientan convocados a una vivencia de comunión con Dios y los hermanos. Impulsar el protagonismo de los laicos para que ejerzan su propia vocación y misión. Anunciar en forma sencilla y directa el Evangelio para que responda a las características e interrogantes del hombre de nuestra ciudad. Dar testimonio – todos los miembros de la Iglesia – de austeridad y misericordia para hacer eficaz la solidaridad con cualquier tipo de carencia y dolor.
En este camino se presenta la preparación a la llegada del nuevo Milenio con un año dedicado: • a Jesucristo (1997) • al Espíritu Santo (1998) • al Padre (1999)
Toda la Iglesia en Buenos Aires es invitada a misionarLa meta perseguida es caminar hacia una Pastoral Misionera Permanente
En el año 2002 con los aportes de la evaluación propuesta el año anterior, se realiza una nueva redacción del Plan, con algunos nuevos elementos: El ministerio de la escucha, La misión del laico en lo temporal, La integración de las familias misionadas en la comunidad, y La piedad popular.
Los mensajes del Arzobispo comienzan a marcar una línea de acción
2003 • Se invita a cuidar la fragilidad de nuestro pueblo con gestos de cercanía
2004 • Como respuesta • a las fragilidades de nuestro pueblo • se invita a • “renovar el fervor apostólico”
El marco general que estaba como música de fondo era: “Cómo ser Iglesia en Buenos Aires”
El Arzobispo cree conveniente la realización una Asamblea Diocesana Para crecer en sentido de pertenencia eclesial Para reelaborar del Plan Pastoral, teniendo en cuenta las orientaciones de “Navega Mar Adentro”.
Se puso en marcha en el año 2005 el Estado de Asamblea Ir caminando y haciendo un discernimiento pastoral para encontrar los caminos para seguir andando el sendero iniciado descubriendo nuevas expresiones de evangelización
En este camino descubrimos La necesidad de reforzar una identidad eclesial que brote de una mayor comunión y que se haga palpable en un estilo común La exigencia de acoger a todos haciendo llegando muy especialmente de las “periferias existenciales” nuestra ciudad Hacer de nuestra ciudad un santuario donde se experimente la presencia de Dios que es ternura que vino a nosotros, nos amó y nos salvó, que camina por la ciudad y por nuestra vida derramando su bendición.
Ser discípulos misioneros La misión como vocación absoluta de la Iglesia y de cada bautizado para una Misión continental permanente La misión como una clave de interpretación de toda la acción pastoral. En este andar surge Aparecida:
El estado de Asamblea nos encaminó a la Misión La realidad nos exige: No quedarnos en espera pasiva en nuestros templos, Abandonar el "siempre se hizo así”, Pasar de una “Iglesia reguladora de la fe” a una “Iglesia facilitadora de la fe”, Vivir desde la conversión pastoral que implica no dar nada por presupuesto y descontado
Hay un llamado a pasar de una pastoral de la mera conservación a una pastoral que se caracterice por la audacia y la salida Misión paradigmática: Pastoral en clave de misión Misión programática: Gestos y acciones misioneras
La Misión Bautismal
Encarar una decidida Pastoral Bautismal: • Renovar nuestra alegría de ser hijos de Dios • Responsabilidad y comunión eclesial misionera • Repensar horarios, tiempos, modos en nuestra praxis habitual • Ofrecimiento del Bautismo • Iniciar una pastoral post bautismal
AÑO DE LA FE Nos propusimos vivirlo como un momento especial que nos preparara a la Misión que se iniciará en el 2014 En medio de este caminar, nos llenó de alegría en el Señor la elección del Papa Francisco El que fue ,nuestro Arzobispo, el Cardenal Bergoglio, hoy conduce la barca de Pedro Con la presencia del Cardenal Poli como nuevo Arzobispo nos sentimos confirmados en el llamado y en el camino que iniciamos buscando cómo ser Iglesia en nuestra ciudad
La Misión Programática que se inicia en este año queremos prepararla juntos desde cada Parroquia, unidos por Decanatos y Vicarías
Las Asambleas Parroquiales se presentan como una instancia de participación y de posibilidad de establecimiento de los Consejos Pastorales Parroquiales en orden a la creación de los Consejos Pastorales por Decanatos y Vicarías
“La vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y la comodidad. Los que más disfrutan de la vida son los que dejan la seguridad de la orilla y se apasionan en la misión de comunicar vida a los demás. Eso es en definitiva la misión. Invito a asumir este estilo evangelizador en cualquier actividad que se realice. Y así, de esta manera, podamos acoger, en medio de nuestro compromiso diario, la exhortación de la Palabra de Dios: «Alégrense siempre en el Señor. Se los repito, ¡Alégrense!». Papa Francisco, EG 10 -18