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En la noche de Navidad nos detendremos una vez más ante el belén para contemplar, maravillados, al “Verbo hecho carne”. ¡Feliz Navidad y un año nuevo lleno de alegría!. Vigilando y orando podremos reconocer y acoger el resplandor de la Navidad de Cristo.
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En la noche de Navidad nos detendremos una vez más ante el belén para contemplar, maravillados, al “Verbo hecho carne”. ¡Feliz Navidad y un año nuevo lleno de alegría! Vigilando y orando podremos reconocer y acoger el resplandor de la Navidad de Cristo En la santa Navidad reviviremos la realización de este sublime misterio de gracia y misericordia. Pbro. Dr. Félix Castro Morales
En un mundo de mucho ruido y sumido en el consumismo práctico, en donde hay mucha superficialidad en el misterio que vamos a celebrar, el nacimiento de nuestro Redentor, cabe ir a la enseñanza de Benedicto XVI, con motivo del año de la fe: “¿Tiene aún sentido la fe en un mundo donde ciencia y técnica han abierto horizontes hasta hace poco impensables? ¿Qué significa creer hoy? De hecho en nuestro tiempo es necesaria una renovada educación en la fe, que comprenda ciertamente un conocimiento de sus verdades y de los acontecimientos de la salvación, pero que sobre todo nazca de un verdadero encuentro con Dios en Jesucristo, de amarle, de confiar en Él, de forma que toda la vida esté involucrada en ello”. Contemplemos largamente a la Virgen María junto a Cristo. Que al adorar al Hijo encontremos a la Madre y la proclamemos bienaventurada, ante todo y sobre todo por su fe (cf. Lc 1, 45; 11, 28).
“La fe es una luz, sí, pero no es comprensión exhaustiva del misterio. Por el contrario, es fiarse de Dios y de su palabra que trasciende los límites de la razón humana. Es apoyarse en Él buscando y encontrando en esta actitud la propia firmeza y confianza. Es ésta la disposición interior de María expresada una vez por todas en la Anunciación: "He aquí a la sierva del Señor; hágase en mi según tu palabra" Gran fe la de María, fe sufrida y feliz; es la fe de quienes no habiendo visto han creído (cf. Jn 20, 29), nos decía Juan Pablo II. Caminemos, pues, de la mano de María, modelo de fe para todos los creyentes; Ella nos ayude a prepararnos a acoger dignamente al Señor que viene. Que el tiempo de Navidad y Epifanía, nos guíen a la existencia de la Virgen, quien avanzó en la peregrinación de la fe y mantuvo fielmente su unión con el Hijo hasta la cruz" (LG 58). RUMBO AL BICENTENARIO DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD COMO PATRONA DE IRAPUATO (1813-2013), ¡FELICIDADES EN ESTAS FIESTAS CON MI AFECTO Y ORACIÓN! Pbro. Dr. Félix Castro Morales