El bautismo hace hijos de Dios y miembros de la Iglesia

1. El bautismo hace hijos de Dios y miembros de la Iglesia 26

2. Compendio del Catecismo 252. �Con qu� nombres se conoce el primer Sacramento de la iniciaci�n? 1213-12161276-1277 El primer sacramento de la iniciaci�n recibe, ante todo, el nombre de Bautismo, en raz�n del rito central con el cual se celebra: bautizar significa �sumergir� en el agua; quien recibe el bautismo es sumergido en la muerte de Cristo y resucita con �l �como una nueva criatura� (2 Co 5, 17). Se llama tambi�n �ba�o de regeneraci�n y renovaci�n en el Esp�ritu Santo� (Tt 3, 5), e �iluminaci�n�, porque el bautizado se convierte en �hijo de la luz� (Ef 5, 8).

3. Introducci�n El bautismo es "sacramento de la fe", "puerta de los sacramentos", o "puerta de la Iglesia", como se le llama desde antiguo, "Despu�s de ochenta a�os de paganismo, un anciano encontr� la luz de la fe, se convirti� y recibi� el bautismo. Dos a�os despu�s cay� gravemente enfermo; todos se dieron cuenta de que le hab�a llegado el momento de la muerte. Alguien le pregunt� cu�ntos a�os ten�a, y respondi�: En verdad, s�lo puedo contar con dos a�os de vida. Nadie encontraba explicaci�n a esta respuesta, pero el anciano a�adi�: No es cosa dif�cil de entender, pues comenc� a vivir al recibir el bautismo; mi vida anterior es como si no existiera". Esta an�cdota puede servirnos para introducir el estudio del bautismo, "sacramento de la fe", "puerta de los sacramentos", o "puerta de la Iglesia", como se le llama desde antiguo, y para que sepamos dar la importancia que tiene al hecho de estar bautizados. "Despu�s de ochenta a�os de paganismo, un anciano encontr� la luz de la fe, se convirti� y recibi� el bautismo. Dos a�os despu�s cay� gravemente enfermo; todos se dieron cuenta de que le hab�a llegado el momento de la muerte. Alguien le pregunt� cu�ntos a�os ten�a, y respondi�: En verdad, s�lo puedo contar con dos a�os de vida. Nadie encontraba explicaci�n a esta respuesta, pero el anciano a�adi�: No es cosa dif�cil de entender, pues comenc� a vivir al recibir el bautismo; mi vida anterior es como si no existiera". Esta an�cdota puede servirnos para introducir el estudio del bautismo, "sacramento de la fe", "puerta de los sacramentos", o "puerta de la Iglesia", como se le llama desde antiguo, y para que sepamos dar la importancia que tiene al hecho de estar bautizados.

4. Ideas principales

5. 1. Los sacramentos de la iniciaci�n cristiana Los sacramentos de la iniciaci�n cristiana son: el Bautismo, que es el inicio de la nueva vida en Cristo; la Confirmaci�n, que da fortaleza y plenitud a esa vida; y la Eucarist�a, que nos alimenta con el Cuerpo y la Sangre de Cristo para unirnos a �l y transformarnos hasta identificarnos con �l. Ya sabemos que los sacramentos de la iniciaci�n cristiana son: el bautismo, que es el inicio de la nueva vida en Cristo; la confirmaci�n, que da fortaleza y plenitud a esa vida; y la Eucarist�a, que nos alimenta con el Cuerpo y la Sangre de Cristo para unirnos a �l y transformarnos hasta identificarnos con �l. Ya sabemos que los sacramentos de la iniciaci�n cristiana son: el bautismo, que es el inicio de la nueva vida en Cristo; la confirmaci�n, que da fortaleza y plenitud a esa vida; y la Eucarist�a, que nos alimenta con el Cuerpo y la Sangre de Cristo para unirnos a �l y transformarnos hasta identificarnos con �l.

6. 2. Sentido del bautismo Por el bautismo morimos al pecado y resucitamos a la vida nueva de la gracia (cfr. Romanos 6,3-11). Todos nacemos con el pecado heredado de los primeros padres, y en consecuencia privados de la gracia; pero Cristo nos libr� con su muerte y resurrecci�n. El bautismo es el sacramento que aplica a cada bautizado los frutos de la Redenci�n, para que muramos al pecado y resucitemos a la vida sobrenatural de la gracia. Explica San Pablo que por el bautismo morimos al pecado y resucitamos a la vida nueva de la gracia (cfr. Romanos 6,3-11). Esta realidad se entiende m�s f�cilmente cuando el sacramento se administra por inmersi�n, que es entrar y salir del agua significando la muerte y resurrecci�n del Se�or. En efecto, todos nacemos con el pecado heredado de los primeros padres, y en consecuencia privados de la gracia; pero Cristo nos libr� con su muerte y resurrecci�n. Su muerte nos limpia del pecado y nos hace morir al pecado; su resurrecci�n nos hace renacer y vivir la vida nueva de Cristo. El bautismo es el sacramento que aplica a cada bautizado los frutos de la Redenci�n, para que muramos al pecado y resucitemos a la vida sobrenatural de la gracia. Explica San Pablo que por el bautismo morimos al pecado y resucitamos a la vida nueva de la gracia (cfr. Romanos 6,3-11). Esta realidad se entiende m�s f�cilmente cuando el sacramento se administra por inmersi�n, que es entrar y salir del agua significando la muerte y resurrecci�n del Se�or. En efecto, todos nacemos con el pecado heredado de los primeros padres, y en consecuencia privados de la gracia; pero Cristo nos libr� con su muerte y resurrecci�n. Su muerte nos limpia del pecado y nos hace morir al pecado; su resurrecci�n nos hace renacer y vivir la vida nueva de Cristo. El bautismo es el sacramento que aplica a cada bautizado los frutos de la Redenci�n, para que muramos al pecado y resucitemos a la vida sobrenatural de la gracia.

7. 3. Qu� es el bautismo "Id, pues, y haced disc�pulos a todas las gentes, bautiz�ndolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Esp�ritu Santo� (Mateo 28,19). "El que crea y sea bautizado, se salvar�; pero el que no crea, se condenar�" (Marcos 16,16). El bautismo es el sacramento instituido por Jesucristo, que nos hace disc�pulos suyos y nos regenera a la vida de la gracia. El bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, el p�rtico de la vida en el esp�ritu y la puerta que abre el acceso a los otros sacramentos. La materia de este sacramento es la abluci�n con agua natural, y la forma la componen las palabras: "Yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Esp�ritu Santo". Cuando Cristo envi� a sus Ap�stoles por todo el mundo, les dijo: "Id, pues, y haced disc�pulos a todas las gentes, bautiz�ndolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Esp�ritu Santo� (Mateo 28,19). "El que crea y sea bautizado, se salvar�; pero el que no crea, se condenar�" (Marcos 16,16). El bautismo es el sacramento instituido por Jesucristo, que nos hace disc�pulos suyos y nos regenera a la vida de la gracia, mediante la abluci�n con agua natural y la invocaci�n de las tres Personas divinas. El bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, el p�rtico de la vida en el esp�ritu y la puerta que abre el acceso a los otros sacramentos. La materia de este sacramento es la abluci�n con agua natural, y la forma la componen las palabras: "Yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Esp�ritu Santo". Cuando Cristo envi� a sus Ap�stoles por todo el mundo, les dijo: "Id, pues, y haced disc�pulos a todas las gentes, bautiz�ndolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Esp�ritu Santo� (Mateo 28,19). "El que crea y sea bautizado, se salvar�; pero el que no crea, se condenar�" (Marcos 16,16). El bautismo es el sacramento instituido por Jesucristo, que nos hace disc�pulos suyos y nos regenera a la vida de la gracia, mediante la abluci�n con agua natural y la invocaci�n de las tres Personas divinas. El bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, el p�rtico de la vida en el esp�ritu y la puerta que abre el acceso a los otros sacramentos. La materia de este sacramento es la abluci�n con agua natural, y la forma la componen las palabras: "Yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Esp�ritu Santo".

8. 4. Efectos del bautismo Borra el pecado original. Infunde la gracia santificante. Confiere car�cter sacramental. Incorpora a Jesucristo. Incorpora a la Iglesia a) Borra el pecado original. El bautismo perdona y destruye el pecado original con el que todos nacemos; cuando el que se bautiza es adulto, borra tambi�n los pecados personales as� como la pena por ellos debida, y si el reci�n bautizado muriese, ir�a directamente al cielo. b) Infunde la gracia santificante. Por el sacramento del bautismo Dios infunde en el alma la gracia santificante -que es una participaci�n de la naturaleza divina-, junto con las virtudes teologales y los dones del Esp�ritu Santo. Con estos dones el alma se hace d�cil y pronta a los impulsos del Esp�ritu Santo. Por la gracia, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Esp�ritu Santo establecen su morada en el alma, que es templo del Esp�ritu Santo. c) Confiere car�cter sacramental. El otro efecto del bautismo es el car�cter, es decir, cierta se�al espiritual e indeleble, que explica el que este sacramento s�lo se pueda recibir una vez. El car�cter bautismal configura a Cristo, da una participaci�n de su sacerdocio, capacita para continuar en el mundo su misi�n como fieles disc�pulos suyos, y nos distingue de los infieles. d) Incorpora a Jesucristo. Tanto la gracia como el car�cter son efectos sobrenaturales del bautismo, que nos unen a Cristo como se unen los miembros con la cabeza. Cristo es nuestra Cabeza y el car�cter nos vincula a �l para siempre, mientras que la gracia nos hace miembros vivos. e) Incorpora a la Iglesia. Por el bautismo nos convertimos en miembros de la Iglesia, con derecho a participar en la Sagrada Eucarist�a y a recibir los dem�s sacramentos; sin estar bautizado no se puede recibir ning�n otro sacramento. La Iglesia es el Cuerpo M�stico de Cristo, y el bautismo nos incorpora a Cristo, que es la Cabeza, y a su Cuerpo, que es la Iglesia. a) Borra el pecado original. El bautismo perdona y destruye el pecado original con el que todos nacemos; cuando el que se bautiza es adulto, borra tambi�n los pecados personales as� como la pena por ellos debida, y si el reci�n bautizado muriese, ir�a directamente al cielo. b) Infunde la gracia santificante. Por el sacramento del bautismo Dios infunde en el alma la gracia santificante -que es una participaci�n de la naturaleza divina-, junto con las virtudes teologales y los dones del Esp�ritu Santo. Con estos dones el alma se hace d�cil y pronta a los impulsos del Esp�ritu Santo. Por la gracia, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Esp�ritu Santo establecen su morada en el alma, que es templo del Esp�ritu Santo. c) Confiere car�cter sacramental. El otro efecto del bautismo es el car�cter, es decir, cierta se�al espiritual e indeleble, que explica el que este sacramento s�lo se pueda recibir una vez. El car�cter bautismal configura a Cristo, da una participaci�n de su sacerdocio, capacita para continuar en el mundo su misi�n como fieles disc�pulos suyos, y nos distingue de los infieles. d) Incorpora a Jesucristo. Tanto la gracia como el car�cter son efectos sobrenaturales del bautismo, que nos unen a Cristo como se unen los miembros con la cabeza. Cristo es nuestra Cabeza y el car�cter nos vincula a �l para siempre, mientras que la gracia nos hace miembros vivos. e) Incorpora a la Iglesia. Por el bautismo nos convertimos en miembros de la Iglesia, con derecho a participar en la Sagrada Eucarist�a y a recibir los dem�s sacramentos; sin estar bautizado no se puede recibir ning�n otro sacramento. La Iglesia es el Cuerpo M�stico de Cristo, y el bautismo nos incorpora a Cristo, que es la Cabeza, y a su Cuerpo, que es la Iglesia.

9. 5. Necesidad del bautismo El bautismo es necesario para salvarse: "En verdad, en verdad te digo que si uno no nace del agua y del Esp�ritu, no puede entrar en el Reino de lo cielos" (Juan 3,5). Cuando no es posible recibir el bautismo, se puede alcanzar la gracia por el llamado bautismo de deseo -un acto de perfecto amor a Dios, o la contrici�n de los pecados- y por el bautismo de sangre o martirio, que es dar la vida por Cristo. A los ni�os les es necesario tambi�n el bautismo. Se entiende la necesidad de bautizar a los ni�os cuanto antes. El bautismo es absolutamente necesario para salvarse, como declar� el Se�or a Nicodemo: "En verdad, en verdad te digo que si uno no nace del agua y del Esp�ritu, no puede entrar en el Reino de lo cielos" (Juan 3,5). Cuando no es posible recibir el sacramento del bautismo, se puede alcanzar la gracia para salvarse por el llamado bautismo de deseo -un acto de perfecto amor a Dios, o la contrici�n de los pecados con el voto expl�cito o impl�cito del sacramento- y por el bautismo de sangre o martirio, que es dar la vida por Cristo. Puesto que nacen con naturaleza humana ca�da y manchada por el pecado original, a los ni�os les es necesario tambi�n el bautismo. La pura gratuidad de la gracia de la salvaci�n se manifiesta particularmente en el bautismo de los ni�os. Por tanto, la Iglesia y los padres privar�an al ni�o de la gracia inestimable de ser hijo de Dios, si no le administrasen el bautismo poco despu�s del nacimiento; as� se entiende la necesidad de bautizar a los ni�os cuanto antes. Es el mayor regalo que se les puede hacer, ya que desde ese momento son "para siempre miembros de Cristo, sacerdote, profeta y rey" (Ritual del Bautismo). En cuanto a los ni�os muertos sin bautismo, la Iglesia invita a tener confianza en la misericordia divina y a orar por su salvaci�n. El bautismo es absolutamente necesario para salvarse, como declar� el Se�or a Nicodemo: "En verdad, en verdad te digo que si uno no nace del agua y del Esp�ritu, no puede entrar en el Reino de lo cielos" (Juan 3,5). Cuando no es posible recibir el sacramento del bautismo, se puede alcanzar la gracia para salvarse por el llamado bautismo de deseo -un acto de perfecto amor a Dios, o la contrici�n de los pecados con el voto expl�cito o impl�cito del sacramento- y por el bautismo de sangre o martirio, que es dar la vida por Cristo. Puesto que nacen con naturaleza humana ca�da y manchada por el pecado original, a los ni�os les es necesario tambi�n el bautismo. La pura gratuidad de la gracia de la salvaci�n se manifiesta particularmente en el bautismo de los ni�os. Por tanto, la Iglesia y los padres privar�an al ni�o de la gracia inestimable de ser hijo de Dios, si no le administrasen el bautismo poco despu�s del nacimiento; as� se entiende la necesidad de bautizar a los ni�os cuanto antes. Es el mayor regalo que se les puede hacer, ya que desde ese momento son "para siempre miembros de Cristo, sacerdote, profeta y rey" (Ritual del Bautismo). En cuanto a los ni�os muertos sin bautismo, la Iglesia invita a tener confianza en la misericordia divina y a orar por su salvaci�n.

10. 6. Qui�nes pueden administrar el bautismo Normalmente bautiza el p�rroco, u otro sacerdote o di�cono con su permiso, pero en caso de necesidad puede hacerlo cualquiera. Dios ha dado todas las facilidades en la administraci�n de este sacramento; y as�, incluso un no bautizado, con tal que tenga intenci�n de hacer lo que hace la Iglesia y lo realice correctamente, bautiza de verdad. La raz�n est� en que siempre es Cristo quien bautiza, como observa San Agust�n: "�Bautiza Pedro? Cristo bautiza. �Bautiza Juan? Cristo bautiza. �Bautiza Judas? Cristo bautiza". Normalmente bautiza el p�rroco, u otro sacerdote o di�cono con su permiso, pero en caso de necesidad puede hacerlo cualquiera. Dada la importancia y necesidad del bautismo, Dios ha dado todas las facilidades en la administraci�n de este sacramento; y as�, incluso un no bautizado, con tal que tenga intenci�n de hacer lo que hace la Iglesia y lo realice correctamente, bautiza de verdad. La raz�n est� en que siempre es Cristo quien bautiza, como observa San Agust�n: "�Bautiza Pedro? Cristo bautiza. �Bautiza Juan? Cristo bautiza. �Bautiza Judas? Cristo bautiza". Normalmente bautiza el p�rroco, u otro sacerdote o di�cono con su permiso, pero en caso de necesidad puede hacerlo cualquiera. Dada la importancia y necesidad del bautismo, Dios ha dado todas las facilidades en la administraci�n de este sacramento; y as�, incluso un no bautizado, con tal que tenga intenci�n de hacer lo que hace la Iglesia y lo realice correctamente, bautiza de verdad. La raz�n est� en que siempre es Cristo quien bautiza, como observa San Agust�n: "�Bautiza Pedro? Cristo bautiza. �Bautiza Juan? Cristo bautiza. �Bautiza Judas? Cristo bautiza".

11. 7. Modo de administrar el bautismo Al administrar el sacramento se derrama agua natural sobre la cabeza diciendo, con intenci�n de bautizar: "Yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Esp�ritu Santo". Al administrar el sacramento se derrama agua natural sobre la cabeza diciendo, con intenci�n de bautizar: "Yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Esp�ritu Santo". En la ceremonia del bautismo hay diversas partes, pero lo esencial es lo que hemos dicho: derramar el agua y, al mismo tiempo, pronunciar las palabras "Yo te bautizo...". Al administrar el sacramento se derrama agua natural sobre la cabeza diciendo, con intenci�n de bautizar: "Yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Esp�ritu Santo". En la ceremonia del bautismo hay diversas partes, pero lo esencial es lo que hemos dicho: derramar el agua y, al mismo tiempo, pronunciar las palabras "Yo te bautizo...".

12. 8. Obligaciones que impone el bautismo Cuando el bautismo se administra a ni�os, responden por el ne�fito sus padres y padrino; pero el cristiano adulto debe responder por s� mismo y firmemente dispuesto a vivir como bautizado. Esa respuesta se puede concretar en: hacer actos de fe expl�cita (recitando el Credo, por ejemplo), proponiendo guardar la ley de Jesucristo y de su Iglesia, y renunciando para siempre al demonio y a sus obras, como se hace en la Vigilia Pascual al renovar las promesas del bautismo. Cuando el bautismo se administra a ni�os, responden por el ne�fito sus padres y padrino; pero el cristiano adulto -sabedor de los efectos del sacramento en el alma- debe responder por s� mismo y firmemente dispuesto a vivir como bautizado. Esa respuesta se puede concretar en hacer actos de fe expl�cita (recitando el Credo, por ejemplo), proponiendo guardar la ley de Jesucristo y de su Iglesia, y renunciando para siempre al demonio y a sus obras, como se hace en la Vigilia Pascual al renovar las promesas del bautismo. Cuando el bautismo se administra a ni�os, responden por el ne�fito sus padres y padrino; pero el cristiano adulto -sabedor de los efectos del sacramento en el alma- debe responder por s� mismo y firmemente dispuesto a vivir como bautizado. Esa respuesta se puede concretar en hacer actos de fe expl�cita (recitando el Credo, por ejemplo), proponiendo guardar la ley de Jesucristo y de su Iglesia, y renunciando para siempre al demonio y a sus obras, como se hace en la Vigilia Pascual al renovar las promesas del bautismo.

13. Prop�sitos de vida cristiana

14. Un prop�sito para avanzar Agradecer a Dios el haber sido bautizado; enterarse del d�a en que uno fue bautizado, y celebrarlo. Tomar conciencia de que el bautismo impone la exigencia cristiana de conservar y crecer en la vida de la gracia, cumpliendo fielmente los mandamientos de la ley de Dios y de la Iglesia. Agradecer a Dios el haber sido bautizado; enterarse del d�a en que uno fue bautizado, y celebrarlo. Tomar conciencia de que el bautismo impone la exigencia cristiana de conservar y crecer en la vida de la gracia, cumpliendo fielmente los mandamientos de la ley de Dios y de la Iglesia.Agradecer a Dios el haber sido bautizado; enterarse del d�a en que uno fue bautizado, y celebrarlo. Tomar conciencia de que el bautismo impone la exigencia cristiana de conservar y crecer en la vida de la gracia, cumpliendo fielmente los mandamientos de la ley de Dios y de la Iglesia.