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San José de Calasanz (1557-1648). Vida. Nace en Peralta de la Sal (Huesca) Muere en Roma (Italia). Segundo de siete hermanos, cuando murió el primogénito su padre quiso que fuera el heredero de la hacienda, pero él quería ser sacerdote.
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San José de Calasanz (1557-1648)
Vida Nace en Peralta de la Sal (Huesca) Muere en Roma (Italia)
Segundo de siete hermanos, cuando murió el primogénito su padre quiso que fuera el heredero de la hacienda, pero él quería ser sacerdote. Ordenado en 1583, no se dedicó a la cura de almas, sino que fue llamado por diversos obispos a ejercer de secretario. En 1592 viaja a Roma. Estuvo al servicio del cardenal Marcoantonio Colonna quien lo introdujo en los círculos eclesiásticos de la ciudad. Buscaba un puesto de honor y se sirvió de diversas cofradías; ellas lo acercaron a la experiencia de la pobreza y la marginación. En 1597, en la parroquia de Santa Dorotea del Trastévere, creó la primera escuela gratuita.
Pronto encontró el apoyo del cardenal Giustiniani y el número de niños creció hasta contar con 500. Tuvo que trasladarse al Palacio Mannini, en la plaza de San Pantaleón. El día 6 de marzo de 1617, el papa Paulo V instituyó la Congregación de los Clérigos Regulares Pobres de la Madre de Dios de las Escuelas Pías. Calasanz se dedicó a redactar las constituciones de la orden religiosa, aprobadas en 1622. La rápida expansión de la Orden, generó críticas, que llevaron a la investigación de la misma y posterior disolución en 1646. El día 25 de agosto de 1648, José de Calasanz murió en Roma a los 91 años de edad.
Cuando fue llamado por la Inquisición, mientras esperaba el interrogatorio, se quedó dormido. Tal era su tranquilidad. Anécdotas Cuentan que a la edad de cinco años salió de su casa en Peralta con un cuchillo en la mano dispuesto a “matar al demonio, porque es enemigo de Dios”. Se subió a un olivo desde donde le tentaba. Dos días antes de morir, pidió a dos escolapios que fueran al Vaticano a pedir al Papa que había disuelto la Orden, la bendición. No había rencor en su alma.
Las Escuelas Pías En la actualidad los escolapios son 1.300 religiosos, presentes en 31 países de cuatro continentes En 1829, Paula Montal fundó las Escolapias, con el carisma y la espiritualidad de José de Calasanz. Hoy están presentes en 20 países MA: Anagrama de “María”. MP: primera y últimas letras de “MATER”, “madre”. OY: primera y últimas letras de la palabra griega “ΘΕΟΎ”, “de Dios”. María, reina del cielo y de la tierra. Madre de Dios.
PALABRAS CLAVE PERALTA: Lugar de nacimiento de san José de Calasanz HERENCIA: Renuncia a ella por querer ser sacerdote SECRETARIO: Ejerce para varios obispos españoles e italianos ROMA: Ciudad donde vivió la mayor parte de su vida y donde murió CANÓNIGO: Quería serlo para progresar como sacerdote SANTA DOROTEA: Parroquia romana donde crea la primera escuela gratuita. 500: El número de alumnos que consiguió en un año CONGREGACIÓN DE CLÉRIGOS REGULARES POBRES: Nombre de la Orden INQUISICIÓN: Institución que le investigó SOLEDAD: Murió solo en San Pantaleón, en Roma
Actualidad calasancia La gran obra de San José de Calasanz para la posteridad ha sido el concepto de ESCUELA GRATUITA. En esto, fue un pionero. El papa Pío XII lo proclamó patrono de la Escuela cristiana en 1948. La ONU, en sus “Derechos del Niño” (1959) afirma que “la educación será gratuita y obligatoria”; esa era la idea de San José de Calasanz.
Una obra ejemplar La última comunión de San José de Calasanz (1819) Francisco de Goya Museo de la Residencia Calasanz – Madrid (España)
Óleo sobre lienzo 250x180 cms.
Francisco de Goya (1746-1828) fue un pintor y grabador español que estudió sus primeras letras en el Colegio de las Escuelas Pías de Zaragoza Muestra al santo comulgando a los 91 años de edad, rodeado de sus alumnos, en la Iglesia de San Pantaleón en Roma El cuadro fue pintado para la Iglesia de San Antón del Colegio de las Escuelas Pías de Madrid
Estudio iconográfico
El rostro de Calasanz muestra las huellas de la enfermedad y de la vejez: está pálido y demacrado. En un cuadro lleno de tonos oscuros, contrasta la luz que, procedente de la parte superior, ilumina el rostro del santo. San José de Calasanz muestra extraordinario fervor: abre la boca y cierra los ojos en señal de máxima devoción al recibir la Sagrada Forma.
Es significativa la actitud del sacerdote: ha bajado del presbiterio y agacha la cabeza en gesto de reverencia hacia el santo. Las manos de San José están unidas subrayando el fervor del momento. Nuestro santo lleva el hábito de la Orden, la estola de sacerdote y, a sus pies, el bonete.
Al fondo del cuadro podemos ver los arcos de la Iglesia de san Pantaleón. Detrás del santo se encuentran los niños de la escuela: algunos miran el fervor de San José, otros la luz que viene del cielo. Uno de los niños mira al espectador. Puede preguntarle sobre lo que está viendo y recuerda al propio Goya cuando oyó la escena que representa.
En el centro de la escena, pero en segundo plano, aparecen los escolapios que acompañan a su fundador en este momento. Sus gestos muestran diversas actitudes: fervor ante la Eucaristía, respeto por los últimos momentos de San José, oración al Padre por su alma y, tal vez, la preocupación por el futuro de la Orden.