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Lección 2 para el 13 de julio de 2013. LA ORACIÓN: EL CORAZÓN DEL REAVIVAMIENTO. El reavivamiento comienza con nuestra relación personal con Dios. Y la manera más directa de acercarnos a Él es a través de la oración.
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Lección 2 para el 13 de julio de 2013 LA ORACIÓN: EL CORAZÓN DEL REAVIVAMIENTO
El reavivamiento comienza con nuestra relación personal con Dios. Y la manera más directa de acercarnos a Él es a través de la oración. “¿Por qué los hijos e hijas de Dios han de ser tan remisos para orar, cuando la oración es la llave en la mano de la fe para abrir el almacén del cielo, donde están atesorados los recursos infinitos de la Omnipotencia?” (E.G.W., El camino a Cristo, cp. 11, pg. 95) El estudio de esta semana nos ayudará a comprender el poder de la oración a través de los siguientes apartados: ¿Cómo oraba Jesús? ¿Qué resultados se obtienen al orar? ¿Hay poder en orar juntos? ¿Por qué debemos orar? ¿Cómo debemos orar?
¿CÓMO ORABA JESÚS? ¿Cuándo y dónde oraba Jesús? Jesús dedicaba mucho tiempo a la oración. Su momento preferido eran las primeras horas del día. Antes de que los demás despertaran, buscaba un lugar solitario para hablar a solas con Dios (Mr. 1:35; Lc. 5:16; Lc. 9:18) Antes de tomar una decisión importante, pasaba toda la noche en comunión con Dios (Lc. 6:12-13) ¿Cuáles eran los motivos de oración de Jesús? • Oraba para conocer la voluntad del Padre, ya que nunca hacía nada sin consultarle (Jn. 5:30; Lc. 22:42) • Oraba por la fe de sus discípulos (Lc. 22:31-32) • Oraba por los que aceptaban, y aceptarían en un futuro el Evangelio, y por la unidad de la iglesia (Jn. 17:20-24) “Por medio de la comunión continua, [Jesús] recibía vida de Dios a fin de impartirla al mundo. Su experiencia ha de ser la nuestra” E.G.W. (El Deseado de todas las gentes, cp. 38, pg. 330)
¿QUÉ RESULTADOS SE OBTIENEN AL ORAR? ¿Cuál fue el resultado que produjo la oración entre los primeros creyentes? Se calcula que, a finales del siglo I, la Iglesia había crecido de 120 personas a más de un millón de creyentes.
“¿Seremos hoy menos fervorosos que los apóstoles? Mediante una fe viviente ¿no reclamaremos como nuestras las mismas promesas que desde lo íntimo de su ser los motivaron a suplicar al Señor Jesús que cumpliera sus palabras: “Pedid, y recibiréis” Juan 16:24? ¿No ha de venir hoy también el Espíritu de Dios, en respuesta a la oración perseverante y sentida, para llenar a los hombres de poder? ¿Acaso hoy no asegura Dios también a sus obreros suplicantes, creyentes y confiados, que imparten el conocimiento de las Escrituras a los que ignoran las preciosas verdades que contiene, “he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” Mateo 28:20? Entonces, ¿por qué la iglesia es tan débil y falta de espiritualidad?” E.G.W. (Testimonios para la Iglesia, tomo 7, pg. 33)
¿HAY PODER EN ORAR JUNTOS? “Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos” (Mateo 18:19) Cuando la iglesia pasaba por momentos difíciles, se reunían juntos para orar y ocurrían milagros. Mientras Pedro esperaba ser ejecutado al día siguiente, la iglesia estaba reunida orando (Hch. 12:1-16). En respuesta a esta oración, un ángel fue enviado a liberar a Pedro de su prisión. • Jesús nos invita a orar juntos para pedir por aquellas cosas que atañen a la iglesia. Y la iglesia necesita al Espíritu Santo; y la iglesia necesita un reavivamiento. • Al igual que la oración es imprescindible para el reavivamiento personal, orar juntos es imprescindible para el reavivamiento de la iglesia.
¿POR QUÉ DEBEMOS ORAR? Entre las muchas razones que tenemos para orar, podemos destacar las siguientes: Al orar, reconocemos nuestra dependencia total de Dios y le damos la libertad de intervenir en nuestras vidas. Cuando oramos, su Espíritu Santo prepara nuestros corazones parar recibir más de él. Cuanto más oramos, tanto más permitimos que el Espíritu Santo crucifique nuestros deseos pecaminosos. Es el arma más poderosa en nuestra lucha con el enemigo: “Vestíos de toda la armadura de Dios… orando en todo tiempo” (Ef. 6:11, 18)
¿CÓMO DEBEMOS ORAR? ¿Qué elementos debemos incluir en nuestras oraciones para que éstas sean efectivas? “Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis” (Mateo 21:22)
“Orad sin cesar” 1ª de Tesalonicenses 5:17