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Equipo Argentino de Antropología Forense Fotografías Editoras, curadoras Silvana Turner (EAAF) Ana Aslan

Equipo Argentino de Antropología Forense Fotografías Editoras, curadoras Silvana Turner (EAAF) Ana Aslan

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Equipo Argentino de Antropología Forense Fotografías Editoras, curadoras Silvana Turner (EAAF) Ana Aslan

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Presentation Transcript


  1. Equipo Argentino de Antropología Forense Fotografías Editoras, curadoras Silvana Turner (EAAF) Ana Aslan Fragmento de un espejo decorado que se encontró en el bolsillo del pantalón de una de las víctimas. También se recuperaron documentos, aspirinas y paquetes de cigarrillos. Los efectos personales ayudaron en la identificación de los restos. Kurdistán Iraquí, 1992. (Foto: Mercedes Doretti, EAAF)

  2. INTRODUCCIÓN Durante los años 70' y comienzos de los 80' gran parte de los países Latinoamericanos atravesaron períodos de intensa violencia y represión. El Estado, en muchos casos bajo control de gobiernos militares, cometió severas violaciones a los derechos humanos contra grupos guerrilleros de izquierda, organizaciones sociales y políticas. En los años 80', en muchos de estos países, junto con la vuelta a la democracia surge la necesidad de investigar los crímenes del pasado. La aplicación y desarrollo de la antropología forense en la investigación de violaciones a los derechos humanos surge de esta necesidad histórica. El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) es una organización científica, no gubernamental y sin fines de lucro que en 1984, con el retorno a la democracia en Argentina, comenzó a trabajar en la búsqueda de personas "desaparecidas" durante la última dictadura militar (1976-1983). Desde entonces, distintas organizaciones nacionales e internacionales solicitaron la colaboración del equipo en la investigación de casos similares en más de 20 países.

  3. A diferencia de los médicos forenses, que en general trabajan con cadáveres, los antropólogos forenses recuperan y analizan principalmente restos óseos. El trabajo del EAAF básicamente consiste, en primer lugar, en tomar testimonios a familiares de las víctimas y testigos de los hechos y evaluar la documentación existente en cada caso. El segundo paso implica la exhumación con técnicas arqueológicas de fosas individuales o comunes. Finalmente, se analizan los restos recuperados en el laboratorio. Allí se intenta determinar la causa y manera de muerte e identificar los restos de la víctima, con el fin de restituírlos a su familia y presentar la evidencia a la justicia. • El registro fotográfico es parte integral del trabajo. Al excavar se destruye el contexto arqueológico para recuperar las evidencias. Las fotografías son una manera de preservar la apariencia original de la fosa y de los hallazgos durante la excavación. Lo mismo sucede con el trabajo de laboratorio. Luego de su análisis, los restos óseos pueden ser devueltos a los familiares de las víctimas para ser re-enterrados o cremados. Las fotos tomadas en el laboratorio permanecen como registro de las principales conclusiones alcanzadas. Las fotografías son presentadas como evidencia ante la justicia y/o incorporadas en informes de comisiones de la verdad o tribunales internacionales. Por otro lado, son también documentos para la reconstrucción histórica de hechos en general controversiales.

  4. Esta muestra ilustra la manera en que la antropología forense puede contribuir en la investigación de violaciones a los derechos humanos. A partir de los casos elegidos intentamos mostrar algunos aspectos metodológicos y resaltar los contextos sociales, políticos e históricos en que se desarrollaron los trabajos. La calidad heterogénea de las imágenes se debe a que durante la selección del material priorizamos el valor documental de la foto más que los criterios estéticos. • Las fotografías del EAAF fueron tomadas por algunos de sus miembros. El resto de las fotos representan el trabajo de varios fotógrafos que documentaron los hechos que se presentan en esta muestra, o registraron el trabajo del equipo. • Países en los que trabajó el EAAF: Argentina, Uruguay, Chile, Bolivia, Paraguay, Perú, Brasil, Venezuela, Colombia, Panamá, Honduras, El Salvador, Guatemala, Haití, Filipinas, Surinam, Rumania, Croacia, Bosnia, Kurdistán Iraquí, Etiopía, República Democrática del Congo, Zimbabwe y Sudáfrica.

  5. AGRADECIMIENTOSEsta muestra es posible gracias a la generosa ayuda de personas e instituciones que contribuyeron con su trabajo, recursos, materiales fotográficos y comentarios durante los dos años de desarrollo de este proyecto. A todos ellos muchas gracias.Financiaron esta muestra:Diakonische Werk, de la Iglesia Evangélica en Alemania.Fundación Henrich Böll, Alemania.National Council of the Churches of Christ in the U.S.A. (Consejo Nacional de Iglesias de Cristo en los Estados Unidos).Fotógrafos: Ana Aslan, Andrew Beswick, Viviana D'Amelia, Stephen Ferry, Guillermo Loiacono, Eduardo Longoni, Susan Meiselas, Daniel Muzzio, Roberto Pera, Jean-Marie Simon y Eric Stover.Gráficos e ilustración: Claudia BernardiAsociación de Reporteros Gráficos de Argentina (ARGRA); archivo fotográfico del Diario Página12, Argentina; Special Prosecutor Office, (SPO), Etiopía; Jon Lee Anderson, familia Bruschtein, familia Loiacono, familia Pintos, Elena Arengo, Norma Baratta, Ricardo Ceppi, Julieta Escardó, Fabiana Fernández, Robin Le Baron, Pedro Linger Gasiglia y Laura Roush.Fundaciones que financiaron durante los últimos 2 años el trabajo del EAAF: Diakonische Werk y Misereor, Alemania; Missio, Austria; Joyce Mertz Gilmore Foundation y John Merck Fund, Estados Unidos; Fundación Danielle Mitterrand, Francia; Organización Intereclesiástica para la Cooperación al Desarrollo (ICCO), Holanda; Diakonia, Suecia y Consejo Mundial de Iglesias, Suiza.

  6. ARGENTINA • En diciembre de 1983, un gobierno constitucional puso fin a la dictadura militar que había ocupado el poder en 1976. El nuevo presidente electo, Dr. Raúl Alfonsín, creó la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP). A partir de las denuncias de los familiares de las víctimas, sobrevivientes y testigos de los hechos, la CONADEP estableció que alrededor de 10.000 personas habían sido "desaparecidas" durante el último período militar. La gran mayoría fueron secuestrados de sus domicilios por fuerzas de seguridad, fuerzas armadas o grupos paramilitares; trasladados a centros clandestinos de detención que funcionaron durante esos años en todo el país, donde eran interrogados bajo tortura y luego en muchos casos ejecutados extrajudicialmente. El objetivo de esta estrategia fue terminar con el accionar de grupos guerrilleros de izquierda y de organizaciones sociales y políticas opuestas a los intereses de los sectores de poder político y económico. • Gran parte de los cuerpos de los desaparecidos fueron arrojados desde aviones al mar Argentino o enterrados en fosas sin identificación en los sectores para indigentes de los cementerios públicos. Desde entonces distintas organizaciones de derechos humanos han reclamado a las autoridades el esclarecimiento de estos casos y el enjuiciamiento de los responsables. Durante los primeros años de democracia se llevaron a cabo exhumaciones a cargo de expertos forenses de la policía y el poder judicial, poco familiarizados con el tratamiento de restos óseos y cuya independencia durante el período anterior había sido en muchos casos severamente limitada.

  7. La CONADEP y las Abuelas de Plaza de Mayo, una organización de derechos humanos no gubernamental, requirieron la ayuda del Programa de Derechos Humanos y Ciencia de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), Washington D.C. En 1984 una delegación de científicos forenses y genetistas de los Estados Unidos llegó a la Argentina. Entre ellos se encontraba el antropólogo forense Dr. Clyde C. Snow, quien convocó a arqueólogos, antropólogos y médicos, para realizar exhumaciones y análisis de restos óseos de manera científica. En mayo de 1984 se llevó a cabo la primer exhumación con técnicas arqueológicas en el país. Durante los siguientes 5 años el Dr. Snow efectuó varios viajes a la Argentina para colaborar en la formación del EAAF. • En 1985 miembros de las fuerzas armadas y de seguridad del anterior gobierno de facto fueron juzgados y condenados por graves violaciones a los derechos humanos. La evidencia forense fue parte de las pruebas presentadas a la justicia. Durante el gobierno del Dr. Alfonsín, se aprobaron las leyes de Obediencia debida y Punto final, que limitaron los alcances de los procesos judiciales. En 1989 el presidente Dr. Carlos Saúl Menem indultó a militares, ex guerrilleros y militantes políticos. Por último, en diciembre de 1990, otro indulto presidencial del Dr. Menem dejó en libertad a los ex miembros de las Juntas militares que estaban cumpliendo sus condenas, Jorge Rafael Videla, Emilio Massera y Roberto Viola. A partir de 1998, algunos altos oficiales, incluyendo a Videla y Massera, han sido detenidos bajo arresto domiciliario acusados de elaborar un plan sistemático de secuestros y adopción ilegal de niños detenidos junto con sus padres o nacidos en cautiverio, crimen no contemplado por los indultos. También se están llevando a cabo juicios y gestiones en España, Italia, Francia y Alemania por la desaparición en Argentina de ciudadanos de estas nacionalidades.

  8. Teniente general Jorge Rafael Videla, presidente de facto de la Nación entre 1976 y 1981, saludando durante un acto por el día del ejército. Buenos Aires, 29 de mayo de 1977. (Foto: Guillermo Loiacono)

  9. Desde el 30 de abril de 1977 las madres de las personas secuestradas y desaparecidas se reúnen en la Plaza de Mayo de la ciudad de Buenos Aires, para reclamar por la suerte de sus seres queridos. (Foto: Viviana D'Amelia)

  10. Durante las primeras exhumaciones ordenadas por la justicia, no se emplearon técnicas arqueológicas y en su mayoría los restos fueron dañados, mezclados o dejados en las fosas. Madres de las víctimas observan los resultados de estas exhumaciones. Avellaneda, Buenos Aires, 1984. (Foto:Roberto Pera)

  11. The first exhumations ordered by the justice system were not carried out utilizing archaeological techniques, and most of the remains were damaged, mixed up or left in the graves. Mothers of the victims observe the results of these exhumations. Avellaneda, Buenos Aires, 1984. (Photo: Roberto Pera)

  12. Santiago Bruschtein, secuestrado el 11 de junio de 1976 y sus hijos, Luis (izquierda), Irene Mónica y Víctor Rafael (derecha). Irene y Víctor también fueron secuestrados y continúan desaparecidos. (Foto: cortesía familia Bruschtein)

  13. La investigación preliminar de un caso incluye el análisis de fuentes escritas y orales, a partir de la toma de testimonios a testigos, sobrevivientes y familiares de las víctimas y de la reunión de documentación, como informes judiciales, policiales o militares, libros de inhumación de cementerios, actas de defunción, fichas dactiloscópicas, protocolos de autopsia y archivos periodísticos. (Foto: Ana Aslan)

  14. En enero de 1988 comenzó el trabajo de exhumación y análisis de los restos inhumados como N.N. (ningún nombre) en un sector de 12 x 24 metros anexo al cementerio de Avellaneda, al sur de la ciudad de Buenos Aires. Este sector fue utilizado por las fuerzas de seguridad entre 1976-1978 para deshacerse de los cuerpos de personas desaparecidas. (Foto: Stephen Ferry)

  15. El trabajo arqueológico en el cementerio de Avellaneda involucró la excavación de19 fosas comunes y11 fosas individuales de las que se recuperaron un total de 324 individuos. (Foto: Mercedes Doretti, EAAF)

  16. El empleo de técnicas arqueológicas permite recuperar los restos óseos de manera completa y articulada. Las cintas de colores señalan los restos que corresponden a cada individuo, es necesario en primer lugar exponer toda la superficie de la fosa y trabajar desde afuera de la misma para no dañar o mover los hallazgos. (Foto: Mercedes Doretti, EAAF)

  17. Húmero fracturado por disparos de arma de fuego, los proyectiles se encontraron in situ, asociados a las lesiones del húmero y torax. (Foto: Mercedes Doretti, EAAF)

  18. La identificación resulta de la comparación entre los datos físicos de la persona desaparecida y los del esqueleto. Además de la edad, sexo y estatura es posible observar consecuencias óseas de enfermedades, tratamientos, anomalías y lesiones. Comparación de una radiografía de un tratamiento odontológico tomada a una persona antes de su desaparición, con los RX de la misma pieza dental de un esqueleto. (Foto: Silvana Turner, EAAF)

  19. Antes de iniciar el análisis de los restos óseos se toman las radiografías necesarias, se lavan los restos con agua y una vez secos se inscribe una sigla que identifique a todos los fragmentos de un mismo esqueleto. Rotulado de los fragmentos de un cráneo estallado por disparos de arma de fuego. (Foto: Eric Stover)

  20. El registro visual y gráfico forma parte de la documentación de los casos y se desarrolla durante todas las etapas de la investigación. Fotografiado de un cráneo reconstruído que presenta una lesión causada por un proyectil de arma de fuego. (Foto: Stephen Ferry)

  21. La restitución de los restos es uno de los objetivos fundamentales de la identificación. Concluídos los estudios y una vez cumplidos los requerimientos legales, miembros del EAAF colocan en una urna los restos de una persona identificada para ser entregados a sus familiares. (Foto: Stephen Ferry)

  22. Los familiares de las víctimas acompañan todo el proceso de investigación. Las exhumaciones e identificaciones se llevan a cabo con su colaboración y apoyo. Teodora Badilla y su familia junto con miembros del EAAF durante la reinhumación de los restos de su marido, Luis Adolfo Jaramillo. (Foto: Stephen Ferry)

  23. El antropólogo forense norteamericano Dr. Clyde C. Snow declarando durante los Juicios a los ex-comandantes en abril de 1985. (Foto: Daniel Muzzio)

  24. En 1985 los principales responsables de los crímenes fueron juzgados y condenados. Años después distintas leyes e indultos presidenciales limitaron los procesos judiciales y dejaron en libertad a quienes cumplían sus condenas. Familiares de las víctimas y organizaciones de derechos humanos continúan reclamando por la verdad y la justicia. (Foto: Eduardo Longoni)

  25. KURDISTÁN IRAQUÍ • La región montañosa comprendida por el norte de Irak y Siria, sur de Turquía y oeste de Irán es el hogar de alrededor 20 millones de kurdos. Desde el fin la Primera Guerra Mundial el pueblo kurdo ha intentado crear su propio estado independiente, Kurdistán. Sus intentos han sido reprimidos, muchas veces violentamente, por los gobiernos de los países de la región. • La situación de aproximadamente 4 millones de kurdos que vivían en el norte de Irak cambió con el inicio de la guerra entre Irán e Iraq en septiembre de 1980. El gobierno iraquí debilitó su control en el área y permitió la vuelta del exilio de miles de kurdos. No obstante, al finalizar la guerra, el gobierno iraquí condujo una operación militar contra los kurdos conocida como "Campaña Anfal", entre febrero y septiembre de 1988. Durante esta operación las fuerzas armadas iraquíes bombardearon aldeas, a veces con armas químicas, llevaron a cabo relocalizaciones forzadas de personas y ejecuciones sumarias. Según algunas organizaciones de derechos humanos, alrededor de 80.000 personas "desaparecieron" durante esta campaña y otros miles murieron de inanición. • En 1991, con la derrota de Irak en la Guerra del Golfo, la guerrilla kurda tomó control de gran parte del territorio del kurdistán iraquí. Mientras la región estuvo bajo su control recuperaron de los edificios del gobierno documentación sobre la represión llevada a cabo por la policía y el ejército durante la Campaña Anfal. Un mes después, las tropas iraquíes ocuparon el área y obligaron a la población kurda a refugiarse en Turquía. En 1992 el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas adoptó la resolución 688 demandando al gobierno de Irak el cese de la represión y el retiro permanente de sus tropas y estableció un territorio bajo protección militar de los aliados de la guerra del golfo, que hizo posible el retorno de los kurdos a esas tierras.

  26. En 1992 dos miembros del EAAF formaron parte de una delegación internacional que viajó al Kurdistán Iraquí para investigar las violaciones a los derechos humanos cometidas por el gobierno de Irak contra los kurdos durante la Campaña Anfal. La misión fue pedida por los dos partidos políticos kurdos y conducida por Human Rights Watch/ Middle East y Médicos por los Derechos Humanos (PHR), dos organizaciones de los Estados Unidos, no gubernamentales, de derechos humanos. • Uno de los casos investigados fue el de la masacre de la aldea de Koreme, una de las aproximadamente 4000 aldeas destruídas por tropas iraquíes durante la Campaña Anfal. Koreme reunía a 150 familias de agricultores. Entre el 23 y 24 de agosto comenzaron los bombardeos en la región. • Los pobladores de Koreme intentaron cruzar la frontera con Turquía, al encontrarla bloqueada por tropas iraquíes regresaron a Koreme y se rindieron entregando sus armas. Los soldados iraquíes separaron a los hombres jóvenes del grupo y los ejecutaron en el lugar. Las mujeres, niños y ancianos fueron trasladados a prisiones y campamentos militares. Algunos desaparecieron o murieron allí, otros pudieron regresar a Koreme en 1991.

  27. Un miembro del EAAF, con la colaboración de un traductor, entrevistó a sobrevivientes y familiares de las víctimas de la masacre de la aldea de Koreme. Distintos testigos relataron lo ocurrido y los familiares brindaron información física sobre sus seres queridos. (Foto: Luis Fondebrider, EAAF)

  28. Semanas después de la masacre, los cuerpos de los hombres ejecutados fueron enterrados por los soldados en las afueras de Koreme. Cuatro años más tarde, en mayo de 1992, el Dr. Clyde Snow, a cargo de la delegación forense, observa la aparición de los primeros restos, rodeado por los familiares de las víctimas. (Foto: Mercedes Doretti, EAAF)

  29. Fueron exhumados los restos de 27 hombres en dos fosas comunes. Todos ellos presentaban lesiones por disparo de arma de fuego, algunos proyectiles se encontraron junto con los esqueletos. Una mujer observa los restos de su hermano y su marido. (Foto: Mercedes Doretti, EAAF)

  30. Los familiares de las víctimas de Koreme permanecieron alrededor de las fosas durante la excavación. El padre de dos de los jóvenes ejecutados colabora con la antropóloga chilena Isabel Reveco en la limpieza de un cráneo. (Foto: Mercedes Doretti, EAAF)

  31. Familiares muestran fotos de las víctimas de un ataque con armas químicas a la aldea de Birjinni, en 1988 durante la Campaña Anfal. Al ser examinadas las muestras de suelo recolectadas de las carcazas de las bombas por el equipo forense, se comprobó la presencia de gas nervioso y gas mostaza. (Foto: Mercedes Doretti, EAAF)

  32. Todos los restos exhumados fueron identificados y enterrados por sus familiares en sepulturas individuales durante una ceremonia colectiva en el cementerio de Koreme. Según la práctica musulmana, sólo los hombres pueden participar del entierro, los restos son envueltos en tela blanca y enterrados con la cabeza mirando a la Meca. (Foto: Luis Fondebrider, EAAF)

  33. GUATEMALA • Desde el inicio de la guerra civil en 1962, Guatemala sufrió uno de los conflictos más largos y violentos de Latinoamérica. En un país con alrededor de 10 millones de habitantes, más de 200.000 personas, en su mayoría civiles, fueron asesinadas o "desaparecidas" y se calcula que el conflicto generó más de un millón de refugiados y desplazados internos. • El período de mayor violencia se desarrolló entre 1978 y 1986, durante los gobiernos militares de los generales Lucas García, Ríos Montt y Mejía Vítores, quienes condujeron una serie de campañas de contrainsurgencia destinadas a arrasar aldeas campesinas y asesinar a sus habitantes para terminar con el apoyo que los grupos guerrilleros, esencialmente rurales, podían recibir de parte de los campesinos. • En 1986 Guatemala vuelve a un régimen democrático y aunque la situación en relación a las violaciones de los derechos humanos mejora, sigue siendo crítica. En diciembre de 1996, tras 6 años de negociaciones mediadas por Naciones Unidas, el gobierno de Álvaro Arzú Irigoyen y una coalición de grupos guerrilleros, la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), firman los acuerdos de paz y ponen fin a la guerra. Estos acuerdos establecieron la creación de una Comisión de Esclarecimiento Histórico que en marzo de 1999 presentó un detallado informe sobre las violaciones a los derechos humanos ocurridas durante el conflicto interno. La responsabilidad sobre la gran mayoría de los crímenes es atribuída a las fuerzas armadas guatemaltecas y grupos paramilitares. Según distintas organizaciones de derechos humanos, los responsables de estos crímenes difícilmente serán juzgados, ya que una ley de amnistía aprobada en 1996 con el acuerdo del ejército y de la guerrilla limita esta posibilidad. No obstante, los familiares de las víctimas continúan demandando la investigación de los casos, la exhumación de las fosas comunes y la restitución de los restos a sus familias y comunidades.

  34. El EAAF ha trabajado en Guatemala regularmente desde 1991 a pedido del Poder Judicial de Guatemala y de organizaciones de derechos humanos locales como el Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), la Comisión Nacional de Viudas de Guatemala (CONAVIGUA), los Familiares de Detenidos Desaparecidos de Guatemala (FAMDEGUA) y la Oficina legal del Arzobispado de la ciudad de Guatemala. Para la realización de estos trabajos se contó con el apoyo financiero del Instituto Interamericano de Derechos Humanos (IIDH) de Costa Rica; la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), Médicos por los Derechos Humanos (PHR) y la Fundación Harry Frank Guggenheim, de los Estados Unidos; y la Organización Inter eclesiástica para la Cooperación al Desarrollo, de Holanda. • Durante 1992 el EAAF participó en el entrenamiento de algunos de los profesionales que actualmente forman los distintos equipos forenses locales. Desde 1997 el EAAF colabora con la Fundación de Antropología Forense de Guatemala (FAFG), en las investigaciones sobre violaciones a los derechos humanos que continúan realizándose bajo su conducción.

  35. Las patrullas de autodefensa civil (PAC), eran grupos de campesinos reclutados forzosamente por el ejército. Respondían a la autoridad militar local y armados con rifles, machetes y palos debían vigilar a sus vecinos, participar en detenciones, secuestros y asesinatos. Detención de un campesino en la región de Quiché. (Foto: Jean-Marie Simon)

  36. En 1992 el EAAF realizó exhumaciones en el departamento de Santa Cruz del Quiché. Trece de los esqueletos exhumados fueron encontrados con las manos atadas en la espalda y entradas de proyectiles de arma de fuego en la nuca. (Foto: Luis Fondebrider, EAAF)

  37. En 1994 y 1995 a pedido de FAMDEGUA, miembros del EAAF viajaron a la región de El Petén para investigar la masacre de la aldea de Las Dos RRs. Según las denuncias, parte de las víctimas habían sido arrojadas a un pozo de agua seco. Para acceder a los restos se construyó una rampa adyacente al pozo. (Foto: Silvana Turner, EAAF)

  38. Según testigos, el 8 de diciembre de 1982, el ejército quemó la aldea de Las Dos RRs y asesinó alrededor de 500 hombre mujeres y niños. A medida que se fue profundizando la excavación del pozo se apuntalaron las paredes de toda la estructura. (Foto: Ana Aslan)

  39. El pozo tenía una profundidad de 12.20 m. y 1 m. de diámetro en su base. Se exhumaron de su interior un total de 162 esqueletos, 67 correspondían a niños menores de 12 años con un promedio de 7 años de edad. Vista de la base del pozo y los restos de un niño. (Foto: Silvana Turner, EAAF)

  40. El 65% de la población guatemalteca está formado por campesinos indígenas que en su gran mayoría fueron víctimas de la violencia. Grupos de familiares rezan frente a las cajas que contienen los restos exhumados en 1992 en la región de Quiché. (Foto: Luis Fondebrider, EAAF)

  41. Fosa común clandestina excavada por la Fundación de Antropología Forense de Guatemala (FAFG) en la región de Quiché en 1997. Los familiares de las víctimas acompañaron las exhumaciones y prendieron velas alrededor de la fosa. (Foto: Silvana Turner, EAAF)

  42. Recolección de restos óseos encontrados en la superficie en una zona cercana a la aldea de Las Dos RRs. Los banderines rojos indican las concentraciones de restos que fueron registradas en un gráfico según su ubicación antes de ser removidos. (Foto: Silvana Turner, EAAF)

  43. La gran mayoría de los restos exhumados presentaban fracturas y lesiones por disparo de arma de fuego. Junto con ellos se recuperó ropa y efectos personales. Secado de restos y evidencia encontrados en la superficie de manera desarticulada. (Foto: Ana Aslan)

  44. Cuando no hay suficiente información física de la víctima, es posible establecer la identificación comparando el material genético recuperado de los restos óseos con el de una muestra de sangre de los supuestos familiares. Extracción de muestra sanguínea por la FAFG en San Andrés Sacabajal, Quiché, 1997. (Foto: Silvana Turner, EAAF)

  45. Según la ley guatemalteca, el juez puede certificar identificaciones a partir del reconocimiento de los retos, la ropa o efectos personales de las víctimas por parte de sus familiares. Exhibición pública de los restos y la evidencia recuperados del pozo de la aldea de Las Dos RRs, El Petén. (Foto: Silvana Turner, EAAF)

  46. Después de una ceremonia religiosa de la que participaron pobladores de toda la zona, una procesión cargó las urnas con los restos de las víctimas de la masacre de Las Dos RRs hasta el cementerio de la aldea más próxima para enterrarlos en una fosa colectiva. (Foto: Silvana Turner, EAAF)

  47. BOLIVIA • Ernesto " Che" Guevara nació en Argentina en 1928 donde se graduó como médico. En 1955 se unió a Fidel Castro en la lucha que llevaría a la revolución cubana a la victoria. Convencido de la necesidad de expandir la revolución en América Latina y África, Guevara intentó sin éxito establecer focos guerrilleros en Argentina, el Congo Belga y finalmente en Bolivia. • En noviembre de 1966 el Che entró clandestinamente a Bolivia y fue seguido por un grupo de 50 cubanos, bolivianos, peruanos y argentinos hasta el departamento de Santa Cruz de la Sierra al sudeste del país, para iniciar la revolución continental. Tuvieron que enfrentar la falta de apoyo del partido comunista boliviano, las deserciones, las enfermedades, la muerte de parte del grupo en combate y la captura de otros. Conociendo los planes de Guevara, el gobierno de los Estados Unidos envió agentes de la C.I.A. para entrenar a militares bolivianos en técnicas de contrainsurgencia. • El 8 de octubre de 1967, el grupo del Che fue emboscado en la Quebrada del Yuro por el ejército boliviano. Murieron en el enfrentamiento o fueron ejecutados: Octavio "Moro" Concepción de la Pedraja, Jaime "Chapaco" Arana Campero, Lucio "Eustaquio" Galván y Francisco "Pablito" Huaca. Guevara y Simón "Willy" Cuba fueron llevados a La Higuera, una aldea cercana a Vallegrande. El entonces presidente de Bolivia, General René Barrientos, ordenó la ejecución de ambos. El 9 de octubre el Che y Willy fueron ejecutados sumariamente en la escuela de La Higuera. Al día siguiente el cuerpo de Guevara fue exhibido públicamente en la lavandería del Hospital de Vallegrande. Esa noche el ejército retiró el cuerpo y desde entonces ocultó el destino que le había dado a los restos.

  48. En noviembre de 1995, el General retirado Vargas Salinas al ser entrevistado por el periodista Jon Lee Anderson, dijo que había participado del enterramiento del cuerpo de Guevara en una fosa común bajo la antigua pista de aterrizaje de Vallegrande, la noche del 11 de octubre de 1967. El gobierno boliviano formó una Comisión cívico-militar que junto con la Asociación de Familiares de Desaparecidos y Mártires por la Liberación Nacional de Bolivia (ASOFAM), solicitaron la colaboración del EAAF en la búsqueda de los restos de Guevara y sus compañeros también desaparecidos. Entre noviembre de 1995 y julio de 1997, en que fueron exhumados los restos del Che, miembros del EAAF realizaron varios viajes a Bolivia. Se sumó a la búsqueda un equipo de científicos cubanos a cargo del Dr. Jorge González Pérez, Director del Instituto de Medicina Legal de la Havana. • Hasta fines de 1997 habían sido exhumados, identificados y restituídos a sus familiares los restos de Ernesto Guevara, René Martínez Tamayo, Orlando Pantoja Tamayo, Alberto Fernández Montes de Oca y Carlos Coello Coello, cubanos; Aniceto Reynaga Gordillo, Simón Cuba, Jaime Arana Campero, bolivianos y Juan Pablo Chang Navarro, peruano. En 1998 los investigadores cubanos encontraron los restos de Tamara "Tania" Bunke, una agente cubana de nacionalidad argentina-alemana, que se unió al grupo del Che y murió en una emboscada en agosto de 1967. El equipo cubano continúa la búsqueda de alrededor de 23 guerrilleros que permanecen enterrados en algún lugar de Vallegrande.

  49. El Che Guevara y parte de su grupo en un campamento en la zona de Ñancahuazú, Bolivia. De izquierda a derecha: Alejandro, Pombo, Urbano, Rolando, Che, Tuma, Arturo y Moro. (Foto: cortesía de Jon Lee Anderson)

  50. Vista aérea de la antigua pista de aterrizaje junto al cementerio y parte de las zonas señaladas como posibles lugares de enterramiento de los restos del Che y algunos de sus compañeros en las afueras de Vallegrande. (Foto: Silvana Turner, EAAF)

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