1 / 21

Pragmatismo sin Ontología en la Ciencia de la Conducta

Pragmatismo sin Ontología en la Ciencia de la Conducta. Por Jaime Ernesto Vargas Mendoza. Los puntos de vista de Christian U. Krägeloh. Asociación Oaxaqueña de Psicología A.C. 2009.

jacob
Télécharger la présentation

Pragmatismo sin Ontología en la Ciencia de la Conducta

An Image/Link below is provided (as is) to download presentation Download Policy: Content on the Website is provided to you AS IS for your information and personal use and may not be sold / licensed / shared on other websites without getting consent from its author. Content is provided to you AS IS for your information and personal use only. Download presentation by click this link. While downloading, if for some reason you are not able to download a presentation, the publisher may have deleted the file from their server. During download, if you can't get a presentation, the file might be deleted by the publisher.

E N D

Presentation Transcript


  1. Pragmatismo sin Ontología en la Ciencia de la Conducta Por Jaime Ernesto Vargas Mendoza Los puntos de vista de Christian U. Krägeloh Asociación Oaxaqueña de Psicología A.C. 2009

  2. El análisis de la conducta, el estudio científico del comportamiento, siempre ha estado asociado cercanamente al conductismo radical, que es la filosofía de la ciencia de la conducta (Skinner, 1974). De todas las áreas de la psicología, ésta es probablemente aquélla que se vincula más íntimamente con una escuela de pensamiento filosófico. Aún cuando el análisis de la conducta tenga sus orígenes históricos firmemente enraizados en el marco filosófico del conductismo, no es, de ninguna manera, que no se pueda separar de el. Y es que, este vínculo cercano con la filosofía puede acarrear algunos peligros. Cualquier rechazo del conductismo, fácilmente puede generalizarse al análisis de la conducta, en cuyo caso, este último no sería evaluado por su mérito científico y su poder predictivo, sino que se rechazaría por razones filosóficas. Todd y Morris (1992) y Skinner (1974) han enlistado las confusiones y malentendidos sobre el conductismo, que han afectado negativamente la percepción pública del análisis de la conducta.

  3. Los conductistas frecuentemente han insistido en la diferencia entre el conductismo metodológico y el radical y en que las críticas más frecuentes sobre el conductismo, como la forma en que se manejan los eventos privados, se aplican al primero, que es el más antiguo de los dos (Skinner, 1974; Zuriff, 1985). Es difícil echarle la culpa al lector no preparado por creer que el término conductismo radical (que connota cierto fanatismo), se refiere a una forma de conductismo que exagera las peculiaridades no atractivas del conductismo metodológico, en lugar de ver que se trata de una forma de conductismo que pretende aplicar consistentemente los principios conductuales, incluso a la conducta encubierta. Otros obstáculos para una diseminación fructífera del análisis de la conducta involucran argumentos más filosóficos que, como dejaré ver en esta presentación, son evitables e igualmente innecesarios. De acuerdo al pragmatismo, las suposiciones ontológicas, esencialmente, son solo prescripciones metodológicas de cómo conducir el análisis de la conducta. El análisis de la conducta puede beneficiarse mucho de un pragmatismo no ontológico y dedicarse mas al control y predicción del comportamiento.

  4. Pragmatismo El conductismo radical ha sido influido considerablemente por la filosofía del pragmatismo (Moore, 2003; Moxley, 2004). Posiblemente la característica más distintiva del pragmatismo sea la forma en que trata los conceptos de verdad y realidad. A diferencia del realismo, el pragmatismo argumenta que no existe una verdad absoluta u objetiva (James, 1907/1996). “Es en vano buscar la naturaleza de las cosas, ya que todo solo se puede describir y conocer en el lenguaje en el que se plantea la cuestión de su existencia, no hay objetos que se puedan describir en abstracto, independientemente del lenguaje en el que se describen” (Malone, 2001). El discurso filosófico y la investigación científica, con todo lo complejo que estas conductas puedan parecer, no merecen un trato especial sobre otros tipos de comportamiento. El discutir sobre cualquier tema es solo conducta verbal explicable por las mismas leyes de toda la conducta. Cualquier expresión puede vincularse con sus propias contingencias de reforzamiento y consecuentemente, no puede mantenerse separada del contexto y del flujo conductual del hablante (Skinner, 1974; Roche & Barnes, 1997; Ryle, 1949; Zuriff, 1980).

  5. Aunque los realistas dicen que, teóricamente, podemos estar muy cerca de describir al mundo real o a la verdad objetiva, los pragmatistas argumentan que la realidad está en constante revisión (Malone, 2001). La verdad es lo que funciona, lo que es útil (James, 1907/1996). Es cualquier cosa que permita una acción más efectiva (Zuriff, 1980). Conforme los nuevos conocimientos producen una acción más efectiva, las creencias se ajustan y lo que ahora resulta verdadero es diferente. Y como conocer es comportarse (Skinner, 1972), nunca hacemos contacto con el mundo real, sino solo con otros eventos conductuales (Skinner, 1953).

  6. Entonces ¿cómo definir lo que es útil? Una cosa es explicar la conducta en retrospectiva refiriéndonos a sus efectos como útiles y otra, predecir lo que será útil en el futuro. Además, como lo demuestra la investigación en el área del auto-control (Rachlin, 2000), lo que es útil en el corto plazo no lo es necesariamente en el largo plazo. “Lo verdadero está relacionado con las reglas y con las reglas de transformación de las reglas mismas. Las creencias son cuestión de la probabilidad de la acción y la probabilidad depende de las contingencias” (Skinner, 1969). Así, el análisis de la conducta, lee cualquier referencia a la utilidad en los textos pragmatistas como reforzante o mantenido por las contingencias de refuerzo.

  7. El darse cuenta de que cualquier discusión sobre las teorías filosóficas debe incluir un análisis del contexto reforzante del hablante, tiene el efecto de que el pragmatismo no anexa valores absolutos a ninguna teoría en particular. En lugar de ello, el pragmatismo considera a cualquier teoría como verdadera, si resulta efectiva para predecir y controlar la conducta (Barnes & Roche, 1994; Hayes & Brownstein, 1986; Skinner, 1974). Siendo ilimitadas las formas para expresar un enfoque en particular, son igualmente ilimitadas las posibles connotaciones y los elementos ideosincráticos que determinen que cualquier enfoque sea aceptado como verdadero.

  8. Las Funciones de las proposiciones Ontológicas Una suposición común en el análisis de la conducta es la que se refiere a la determinación de los fenómenos, misma que resulta útil en una ciencia que busca predecir y controlar el comportamiento. El que alguien considere al determinismo como algo verdadero, está determinado (a su vez), por la historia de reforzamiento particular de esa persona. Para que la ciencia actúe, es útil la suposición del determinismo, para plantear estándares. Cuando un fenómeno en particular no puede explicarse con el conocimiento que se tiene, es más probable que uno continúe buscando las causas, si uno supone que siempre hay una causa para cada fenómeno. Pragmáticamente, entonces, la suposición del determinismo es una prescripción de cómo llevar a cabo el trabajo científico. Es una descripción de las contingencias de reforzamiento de las metodologías de investigación que han tenido buenos resultados y que se espera que continúen siendo efectivas.

  9. El significado de algo, se refiere simplemente a los comportamientos que involucra (Peirce, 1878/1997; James, 1911/1996). El ejemplo anterior sobre el determinismo, nos muestra que las contingencias de reforzamiento para la conducta verbal y la historia de reforzamiento del hablante, pueden exponer el significado de los enunciados ontológicos. Puede utilizarse una apreciación de las consecuencias conductuales de las diferentes teorías ontológicas, para guiarnos en su formulación, de tal forma que evitemos malentendidos y discursos innecesarios (James, 1911/1996). En seguida discutiremos sobre el significado pragmático del realismo y las suposiciones sobre las dimensiones de las sustancias ontológicas.

  10. Realismo Muchos científicos conductuales aceptan el adoptar una postura realista (Barnes & Roche, 1994), que es la idea de un mundo de universales que existen independientemente de cualquier observador. “Cuyo carácter es independiente de lo que usted o yo pensemos que es la realidad externa “ (Pierce, 1878/1997). La meta final de la indagación científica es la de estar cada vez más cerca de una descripción exacta del mundo real, aunque la completa descripción de éste, siempre será inalcanzable. Como ya mencionamos, el pragmatista argumenta que nunca puede haber una descripción objetiva de una realidad independiente, debido a la imposibilidad de que el hablante se separe de su propio continuo conductual.

  11. “El investigador puede caer en la impresión equivocada de que el estímulo puede conocerse independientemente de la respuesta ante el. Sin embargo, desde la perspectiva conductista, no hay la mirada un Ojo de Dios o la mirada de un ojo mental, del estímulo. Ningún sujeto o experimentador tiene forma de saber qué estímulo ocurre en algún momento, a no ser que se responda ante el” (Natsoulas, 1983). En la definición funcional de la conducta usada en el análisis conductual, el estímulo implica a la respuesta y la respuesta implica al estímulo (Barnes & Roche, 1994, 1997; Zuriff, 1985). Pragmáticamente, resulta lo mismo decir que un objeto o un estímulo es real o que es como si fuera real (Barnes & Holmes, 2000), aunque las historias de reforzamiento social nos hagan más probable el decir que las cosas son reales.

  12. Dimensiones de las Sustancias Ontológicas La filosofía occidental tiene profundas raíces en las tradiciones dualistas que se remontan en el pasado a Platón y Descartes. Existen diversas formas de dualismo, pero su característica fundamental es que divide al mundo en dos dimensiones de sustancias. Los conductistas, por el contrario, tradicionalmente han sido ardientes monistas. De acuerdo con el monismo, el mundo consiste de solo una dimensión de sustancia. El monismo no permite explicaciones que aludan a eventos inconmensurables de alguna otra dimensión de sustancia. Debido a que todos los fenómenos son del mismo tipo, teóricamente pueden relacionarse uno con otro de manera causal, y el monismo generalmente se acompaña de la suposición del determinismo.

  13. El enfoque monista que se expresa más comúnmente en la literatura del conductismo radical es el fisicalismo : “…Yo defiendo la idea de que mi dolor de muelas es tan físico, como lo es mi máquina de escribir” (Skinner, 1945, p. 294). “La piel no tiene tanta importancia como una frontera. Los eventos privados y los públicos poseen la misma clase de dimensión física” (Skinner, 1963, p. 953). El uso del término ‘físico’ en las definiciones del monismo puede tomarse como significando “lo opuesto a las explicaciones mentalistas”, o las explicaciones que se refieren a eventos mentales o psicológicos que sean tomados como las causas de la conducta. El conductismo radical siempre ha criticado el uso de las explicaciones mentalistas (Skinner, 1938).

  14. Así pues, de acuerdo con el conductismo radical, la distinción entre los eventos privados y públicos no es ontológica, sino de accesibilidad. El hecho de que sean inaccesibles para el público, no implica que no sigan las mismas leyes. Los eventos privados son considerados como parte de la cadena causal o de la textura causal (Moore, 2003) de la conducta, aunque Skinner argumentaba que estos no podían nunca ser causas iniciales, sino que solo ejercían control de estímulo discriminativo (Overskeid, 1994). Consecuentemente, el conductismo radical no se apega al concepto de la verdad-por-acuerdo, como lo hace el conductismo metodológico : “El criterio último para determinar la utilidad de un término, no es el que dos personas se pongan de acuerdo, sino si el científico, que usa el concepto, puede actuar exitosamente sobre sus fenómenos en estudio, de ser necesario haciéndolo todo por él mismo. Lo que importa es ver si lograr el control sobre la naturaleza” (Skinner, 1945, p. 293-294).

  15. Las objeciones del conductismo radical para con el conductismo metodológico se van hacia la raíz de su metodología de definición operacional, y resulta irrelevante si uno habla de alguna forma de conductismo metodológico que sea ontológicamente dualista u ontológicamnte monista, si resultan epistemológicamente dualistas. En lugar de recurrir a las variables interventoras y a los constructos hipotéticos, “una ciencia de la conducta debe eventualmente tratar con el comportamiento en su relación con variables manipulables” (Skinner, 1984, p. 517).

  16. COMO EL MONISMO ASUME QUE EL MUNDO CONSISTE DE SOLO UNA DIMENSIÓN DE SUSTANCIA, NO HAY NECESIDAD DE INSISTIR EN DAR TÉRMINOS PARTICULARES PARA ESA DIMENSIÓN. De cualquier forma que uno nombre a la dimensión de sustancia única del monismo, esto no influye en la efectividad de las explicaciones científicas, respecto a la predicción y el control de los fenómenos. Sin embargo, la razón de porque si importa y porque el científico monista no debe ser descuidado en el uso de términos ontológicos, radica en la historia de reforzamiento y el contexto del oyente. Todos los términos tienen sus connotaciones y asociaciones que, como dijimos antes, pueden hacer la diferencia para que un enunciado en particular sea aceptado como como verdadero.

  17. El Análisis Conductual No Ontológico Aún cuando, a veces, los pragmatistas expresen posiciones anti-ontológicas (Peirce, 1878/1997, 1904/1997), sería más apropiado considerar al pragmatismo como no-ontológico (Barnes-Holmes, 2003). El pragmatismo nos indica que el significado de los enunciados ontológicos debe buscarse en sus efectos sobre el comportamiento, pero esto no quiere decir que haya que evitar todo discurso ontológico. Lo no-ontológico del pragmatismo no es prescriptivo, sino que simplemente refleja el darse cuenta que el tema del que se habla, nunca puede disociarse del orador o de la audiencia. TODO DISCURSO FILOSÓFICO, A ULTIMADAS CUENTAS, SE REDUCE A UNA DESCRIPCIÓN PURAMENTE CONDUCTUAL QUE REQUIERE REFERIRSE A LAS CONTINGENCIAS DE REFORZAMIENTO QUE CONTROLAN LA CONDUCTA DEL ORADOR. Lo que importa son las contingencias de reforzamiento que llevan a la emisión de esa conducta verbal.

  18. El pragmatismo no le adiciona ningún valor absoluto a ninguna suposición ontológica particular. El análisis conductual debe ser capaz de predecir que suposiciones ontológicas pueden ser útiles en un futuro y pueden mantenerse mediante las contingencias de reforzamiento, aunque el éxito de cualquier predicción de este tipo, solo se sabrá en retrospectiva. Por lo que sería poco sabio, apegarse a ciertas suposiciones ontológicas sin estar preparados para abandonarlas, si es necesario. Como se dio cuenta Skinner (1972) : “No puedo estar de acuerdo en que la práctica de la ciencia requiera una decisión a priori de sus metas o una elección a priori de sus valores” (p. 35). Además, las suposiciones ontológicas que podamos hacer colectivamente en el análisis de la conducta, pueden diferir considerablemente de las que tengamos individualmente. Y aún así, puede haber un control de estímulos sobre la conducta verbal ontológica, como cuando alguien sea monista en la ciencia, pero dualista en la iglesia.

  19. Las suposiciones ontológicas son pragmáticamente, prescripciones metodológicas en controversia. Pueden ser benéficas cuando configuran un sentido o un credo para las investigaciones científicas, de las que se pueda derivar un conjunto de directrices. A veces, estas formulaciones pueden ser formas muy eficientes de comunicación. Los primeros teóricos pudieron estar inspirados en argumentos ontológicos y en suposiciones filosóficas, pero conforme las teorías han evolucionado, junto con una expansión continua en el catálogo de técnicas y aplicaciones, se ha tornado más importante la efectividad y el poder predictivo. La meta del análisis conductual es la predicción exitosa y el control de la conducta. Mientras las técnicas del análisis conductual se empleen apropiadamente, es irrelevante si uno de corazón sea dualista, monista, idealista, materialista o cualquier otra cosa.

  20. REFERENCIA : Christian U. Krägeloh (2006) Pragmatism And a-ontologicalism in a Science of Behavior The Behavior Analyst Today, Vol. 7, Num. 3

  21. En caso de citar este documento por favor utiliza la siguiente referencia:   • Vargas-Mendoza, J. E. (2009) Pragmatismo sin ontología en la ciencia de la conducta: Los puntos de vista de Christian U. Krägeloh. México: Asociación Oaxaqueña de Psicología A.C. Enhttp://www.conductitlan.net/pragmatismo_ontologia_ciencia_conducta.ppt

More Related