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Antecedentes económicos a partir del 1873 PERIODO 1880 -1890 CRISIS Y DEFINICION DE RUMBOS.

Antecedentes económicos a partir del 1873 PERIODO 1880 -1890 CRISIS Y DEFINICION DE RUMBOS. Antecedentes de la crisis de 1873

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Antecedentes económicos a partir del 1873 PERIODO 1880 -1890 CRISIS Y DEFINICION DE RUMBOS.

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  1. Antecedentes económicos a partir del 1873 PERIODO 1880 -1890 CRISIS Y DEFINICION DE RUMBOS.

  2. Antecedentes de la crisis de 1873 La crisis que experimenta el país en el período 1873-79, es un reflejo de la crisis europea, agravada por importantes circunstancias endógenas de naturaleza económico-social y política. Una variada gama de opiniones recorría los andariveles de la opinión pública, referidas en torno a las causas de las crisis. Estaban los que atribuían todas las culpas al Gobierno, los mitristas culpaban al gobierno de la pésima situación económica, producto de las persecuciones políticas y a la falta de calidad institucional en el manejo de la “res” pública por parte de la conjunción autonomista liberal, en cambio los hombres de Alsina imputaban las responsabilidades a la situación política creada por la rebelión mitrista de 1874 y a las posteriores y permanentes conspiraciones de ese movimiento político.

  3. Distintas interpretaciones para la misma crisis monetaria: • Generada por exportación del oro, • Abuso del crédito • Crisis de carácter mercantil y de cambios, producida por la baja de los precios de intercambio en los mercados internacionales, • Generada por la especulación financiera sobre cédulas hipotecarias, originada en el exceso de emisión, • Generada por la especulación con las tierras. • Las soluciones propuestas: • desaparecería la crisis monetaria si • Se reforzara la circulación • Se normalizara el crédito • La balanza comercial fuera favorable para el país, producto de la restricción de importaciones. • Se abandonara la emisión de cedulas hipotecarias, • El ingreso del oro por la venta de productos de exportación terminaría con las consecuencias de la especulación. .

  4. OTRAS CIRCUNSTANCIAS QUE FACILITARON EL DESENLACE. Durante el período se registro un fuerte déficit en la balanza comercial (las importaciones superaron a las exportaciones), conduciendo a posterior a una declinación manifiesta de las importaciones. Hacia fines del año 1874, caen las ventas de los comercios, crecen las existencias de los productos importados y se produce una drástica restricción de descuentos de los bancos de la Provincia y Nación, en el año 1874 se produce una fuerte caída en los valores de los bienes raíces (llega a un 50 %), durante el año 1875 se producen numerosas y fuertes quiebras.

  5. La crisis impacta sobre la estabilidad monetaria, se suspende la convertibilidad por decreto el 16 de mayo de 1876. El Banco Nacional por resolución declara la inconvertibilidad de sus billetes fundado en el decreto antes mencionado. Se liquida la Sucursal del Banco de Londres y Río de la Plata en Rosario y la del Banco Mercantil en Buenos Aires Se presenta conflictos en ferrocarriles por la inconvertibilidad de los billetes, a pesar de los importantes dividendos que reciben es el peor año, para los accionistas ingleses , acusan graves perdidas por el ritmo especulatorio del oro.

  6. Los títulos públicos de deuda interna sufren una baja considerable la estructura rentística del tesoro se ve afectada por la fuerte caída de los ingresos aduaneros al compás de la disminución de las importaciones. La deuda externa incide en forma negativa en el balance de pagos del país, el oro prácticamente desaparece y el pago de los intereses de la deuda en 1876, se realiza con un empréstito de la Baring Brothers. La oficina de cambios del Banco Provincia, en 1872 tenía oro por $ 15.413.200, en 1874, la reserva es de pesos 6.242.224; en 1875, la existencia es de $ 2.283.989; al decretarse la inconvertibilidad es de $ 158.806. El peso corriente se desvalorizo de una paridad de $ 1 fuerte = 25 papel; a $ 1 fuerte = 35 papel.

  7. El presidente Nicolás Avellaneda en su mensaje de 1875, reconoce que el oro que había ingresado al país a través empréstitos no se aplicó a la producción, sino a las especulaciones inmobiliarias sobre terrenos estériles, favorecido éste accionar por la emisión de las cédulas hipotecarias. Además el presidente reconoce que el abultado servicio de la deuda externa, es un factor endógeno importante en el marco de la crisis bajo análisis. En este sentido vale destacar que el país había contraído en 1861 empréstitos por 8.000.000 de pesos, contrayéndose otro por 12.000.000 libras el 27 de mayo de 1865 En 1870 otro por 1.034.700 libras esterlinas En 1871 otro por 6.122.400 l e En 1873 otro por 2.040.800 l e

  8. En materia financiera la crisis prácticamente destruyó al Banco Nacional, produjo graves perjuicios al Banco Provincia, llevó a la inconversión, agotó las reservas de oro y aceleró el proceso de endeudamiento del país. Entendemos que fue necesario recorrer las circunstancias históricas de los procesos políticos, económicos y financieros previos a la década que comienza en 1880, porque más allá de las irrupciones, la continuidad y el ensamble de la matriz historiográfica, nos permite introducirnos en el análisis del periodo en cuestión, de la mano de hechos y circunstancias concatenadas, que permitirán explicar con meridiana claridad la crisis orgánica, profunda y multicausal que afectó a la estructura económica, financiera y social del período en cuestión.

  9. Características Generales de la década: A partir de 1880 el país entra en una nueva etapa histórica, resuelto el problema de la capital de la República, extendidas las fronteras (conquista del desierto y resuelto el problema del indio), el liderazgo roquista sostenido por el lema “paz y administración” es una realidad. De 1880 a 1886 Gobierna Julio A. Roca y de 1886 a 1890 el presidente es Juárez Celmán, que debe dejar la presidencia a causa de la revolución de 1890, sucediéndolo Carlos Pellegrini.

  10. Está fue una etapa de BASE JURÍDICA POSITIVISTA, promulgándose la ley de matrimonio civil, los códigos Penal, de Comercio, de Minería y el de procedimientos en materia criminal, sin embargo, desde el punto de vista moral, durante el transcurso de los diez años, la corrupción de la administración pública fue tomando un cariz, de un nivel de desmesura, que indudablemente incubó la crisis económico financiera, que se inicia hacia 1885 y culmina dramáticamente en 1890.

  11. El Comercio Exterior: A pesar de la mayor expansión en la producción ,tierra, trabajo y capital, con una mayor estabilidad político-jurídica no se dinamizo la exportación agropecuaria La realidad estuvo marcada, por un enorme flujo de inversiones, que precedieron y fueron necesarias, para la posterior expansión exportadora, resultante en las décadas posteriores. Esta situación fue la resultante de la necesidad de los inversores de colocar sus excedentes financieros en sectores sin competencia de capitales de otro origen, con tasas de alto rendimiento y con expectativas favorables sobre el sector exportador argentino.

  12. En general las inversiones estimularon el desarrollo de la infraestructura nacional, especialmente ferrocarriles y frigoríficos, base sobre la que se asentó, el explosivo desarrollo exportador en los inicios del siglo XX. Sin embargo, a corto plazo estas inversiones como componentes de las importaciones, que superaban en alto grado a las exportaciones, generando permanentes saldos negativos de la balanza comercial, ocasionando una crisis entre 1884 y 1886, prolegómeno de la crisis de 1890.

  13. El comercio exterior (exportaciones menos importaciones) salvo el año 1881 es permanentemente negativo, alcanzando un máximo absoluto en el año 1889 de 74,5 millones de pesos, a pesar de haber una tendencia creciente en las exportaciones, las importaciones, alcanzaron cifras de tal magnitud, que explican el signo negativo de los saldos del período, la relación de importaciones por habitante pasa de 18,2 pesos en 1880 hasta 50,4 en 1889.

  14. En cuanto a la procedencia y destino de la mercadería objeto del comercio exterior se destaca respecto de la importación, que el Reino Unido aumento las suyas desde 27,8 % del total en 1880 hasta el 40,7 % en 1890. Alemania, comienza enviando al país el 5,2 % de su importación en 1880 y la va acrecentado hasta duplicarla en el año 1888, este país había entrado al mercado mundial a partir de 1880, realizando crecientes exportaciones al amparo de su dinámica industrialización, las mercaderías enviadas a la Argentina están constituidas por maquinaria eléctrica, industrias químicas y de fabricación en general. Francia absorbía en 1880 el 20,4 de la importación argentina, manteniendo su posición hasta el comienzo de la crisis. Estado Unidos al igual que Alemania fue reforzando su participación en las importaciones argentinas, parte de un 7,2 % en 1880 y va acrecentado las cifras llegando a fines de siglo (1899) a 10,4 %.

  15. En relación a Italia, que exportaba a la Argentina alimentos y artículos de consumo en general, parte en 1880 de un 5,8 % y va afianzando su crecimiento llegando a fines del siglo a un 12 % de las importaciones. En lo referente a las exportaciones hay una disminución en las destinadas a Francia y Bélgica, tradicionalmente compradoras de lana y se produce un aumento en las destinadas a Inglaterra y Brasil, países que aumentaron sus compras cuando se inició el proceso exportador de cereales y de animales en pie y congelados. Bélgica el mayor comprador de mercaderías argentinas, que en 1880 representaban el 28,9 % de las exportaciones, va reduciendo su participación llegando a fines de siglo a la cifra del 13,2 %. Francia de una proporción equivalente al 27,7 % en 1880 desciende a fines de siglo a un porcentaje del 22,4 %.

  16. Brasil que adquiría un 3,4 % de las exportaciones en 1880, reduce su demanda de tasajo, aumentado la de trigo y especialmente la de harina, convirtiéndose en el principal comprador, sobre finales de siglo su participación ya alcanzaba el 5,9 y Estados Unidos que 1880 participaba con un porcentaje de 8.8 % por las compras de importante volúmenes de lana, decrece al 4,4 % en la medida que alterna el consumo de la misma con algodón. En cuanto a las exportaciones destinadas a Gran Bretaña, en 1880 alcanzaban el 9,2 % del valor total, con ascensos graduales llegan hasta el 20,3 % en el año 1887, a partir de esta fecha se reducen o crecen en porcentajes no muy elevados hasta que el año 1894 llegan al 20,2 % del total exportado. Creemos de interés detallar el total de las exportaciones e importaciones en el período en análisis:

  17. Año Exportaciones Importaciones Saldo • 1881 57.938 55.706 2.232 • 1882 60.389 61.246 - 857 • 1883 60.208 80.436 - 20.228 • 1884 68.030 94.056 - 26.026 • 1885 83.879 92.222 - 8.343 • 1886 69.835 95.409 - 25.574 • 1887 84.422 117.352 - 32.930 • 1888 100.112 128.412 - 28.300 • 1889 90.145 164.570 - 74.425 • 1890 100.819 142.241 - 41.422 • 1891 103.219 67.208 36.011 • Las cantidades están expresadas en miles de pesos oro

  18. Debe notarse que el saldo desfavorable no se produjo por una disminución de las importaciones, que van demostrando un crecimiento paulatino, salvo la excepción de 1886, sino por crecimiento permanente de las importaciones. Esta expansión coincide con los grandes préstamos al país, que aparecen con mayor intensidad en la segunda mitad de los ochenta. Los gobiernos argentinos y las empresas privadas que pidieron prestados capitales a Inglaterra para propósitos de construcción en la Argentina, y especialmente para la construcción de ferrocarriles, no deseaban tanto moneda real como materiales para la construcción de ferrocarriles. Es interesante resaltar que la caída en los valores de importación se produce en el año 1891, es decir, después de la crisis de 1890, antecedente que marca un hilo conductor en la economía nacional, como lo demuestra lo sucedido en el año 2002, a posterior de la implosión económica del 2001.

  19. Otros Aspectos Económicos Importantes: (Frigoríficos – Ferrocarriles) Durante la decena de los 80 la economía experimenta una modificación sustancial cuyo origen depende de la instalación del frigorífico, esta industria comenzará desarrollarse en forma lenta, alcanzando su plenitud sólo después de 1900, con la producción de la carne refrigerada. La lentitud del proceso expansivo, se manifiesta al analizar las cifras de exportación de carnes: hacia fines de la década de 1880 el tasajo representaba el 48 % del valor total de exportación de las carnes preparadas y en vivo, el ganado en pie, el 28 % o las carnes congeladas, solamente el 19 %. En 1883 se instaló el establecimiento Sansinena y poco después el mismo año el del Anglo Campana y en 1886 el del Anglo Las Palmas. Será necesario esperar hasta los primeros años del siglo XX, para la incorporación de nuevos establecimientos a la producción frigorífica.

  20. Este esquema abría enormes expectativas de expansión productiva a las industrias agropecuarias, lograr el mercado inglés, con sus carnicerías que atendían a 4.000.000 de consumidores, no era un hecho económico menor, sin olvidar, que los cereales habían abierto ya la ruta a la rubia Albión. Se modificaba de esta forma la matriz productiva, que establecía, sólo la posibilidad de dedicarse a la cría de oveja con el fin de esquilarla y entregarla luego a la grasería, también se lograba que la carne bovina entrara al mercado mundial por otros medios que por su cuero.. La revolución productiva producida por los frigoríficos, se venía diseñando unos años antes, Tellier había conseguido mantener las carnes frescas en cámaras enfriadas a 0 grado de temperatura por medio de la evaporación de éteres vínicos, empleando una corriente de aire seco. Luego de la aprobación científica por la Academia de Ciencias de París y los embarques y traslados de pruebas correspondientes, este procedimiento se implantó a partir de 1880.

  21. La instalación de la industria frigorífica produce un salto cualitativo, pero la modificación a la técnica y la economía ganadera exige un período que se prolonga hasta fines de siglo. La economía de los países centrales, había adquirido un grado de intensidad, llegando a determinado nivel de situación monopólica, una de las características de la economía moderna es la transformación de mercados de competencia en mercados monopólicos y lo es también la transformación del capital productivo en capital financiero. En estas circunstancias a la necesidad de contar con mercados para colocar excedentes productivos, se debió agregar la necesidad de colocar excedentes financieros. Europa, Inglaterra en especial y Estados Unidos, han visto desarrollar de manera dinámica, en especial a partir de 1880, un capitalismo financiero, exportador de capital.

  22. La ventaja de Gran Bretaña sobre las distintas potencias europeas fue superlativa, al introducir “el libre cambio”, le permitió ser “el taller del mundo”, asignándole a los países bajo su égida económica-financiera, la funcionalidad de ser proveedores de materias primas. • Bajo estas circunstancias se inicia en la Argentina el proceso de radicación de la industria frigorífica, con una actitud positiva por parte del gobierno nacional, por el advenimiento del capital extranjero, que peticiona en forma permanente, las condiciones más favorables para su instalación en el país.

  23. Es importante destacar que las empresas argentinas en el sector fueron la ya nombrada La Negra Compañía Sansisena de Carnes Congeladas, que exportaba carne de carnero congelada en 1885, los frigoríficos La Blanca y el Argentino, sin embargo, • las empresas nacionales, debido a su falta de capital, tuvieron dificultades para competir y resistir la competencia extranjera. • Se calculaban, en ese tiempo, no menos de 200.000 libras esterlinas, para la construcción de la planta frigorífica, siendo, el costo de mantenimiento y de personal de considerable dimensión.

  24. Según estimaciones, las inversiones inglesas en el país representaban dos tercios del total de inversiones extranjeras en el país. En la década de 1880 las inversiones habrían aumentado a un ritmo superior, que las décadas precedentes, pasando de 23,060 millones de libras esterlinas al inicio del período, a 174,768 millones de libras esterlinas hacia 1890 Según datos recavados en diversos investigadores podemos inferir que hacia 1890 el promedio de la inversiones Inglesas en el país se distribuían de la siguiente manera: Ferrocarriles 39 %, Títulos Públicos Estatales 30 %, Cédulas Hipotecarias 14 %, Servicios Públicos Urbanos 7 %, Entidades Financieras 5 %, Compañías Inmobiliarias 3 % y Frigoríficos y Otros 2 %.

  25. Esta importancia manifiesta de inversión en el sistema ferroviario, nos obliga a realizar un somero análisis sobre el sistema, su evolución y la participación en el mismo, de la inversión inglesa a partir de 1880, pero extremadamente acentuada durante el gobierno de Miguel Juárez Celman. La longitud de los ferrocarriles tanto nacionales, provinciales como privados se había extendido de 1331 Km. en 1874 hasta 2516 Km. en 1880. Julio A. Roca que sucedió a Nicolás Avellaneda, llevó adelante planes de suma importancia en materia de desarrollo ferroviario. En este sentido es importante destacar, la autorización del Congreso al Poder Ejecutivo del 25/10/1883 autorizándolo a emitir pesos 30 millones en moneda nacional (5 % de renta y 1 % de amortización acumulativa), en títulos de deuda externa, destinado esos fondos para obras públicas nacionales.

  26. Entre estas se destacaban la prolongación del Ferrocarril Andino hasta San Juan, la del Ferrocarril Central Norte hasta Salta y Jujuy, la terminación del ramal hasta Santiago del Estero, la construcción del ramal Recreo a Chumbicha, etc. Es importante destacar que la colocación de los títulos en el mercado europeo fue coronada con el éxito total. Al término de la presidencia de Roca la extensión de vías era la siguiente: Vías férreas nacionales 1.877 Vías férreas provinciales 1.104 Vías férreas de empresas particulares 3.161 Km. 6.161 La política ferroviaria, con el ascenso de Juárez Celman al poder, sufrirá una modificación fundamental, se desató una fiebre inversora de origen británico, sobre el total de las inversiones inglesas en ese período, cerca del 70 % fue destinado a financiar inversiones en forma directa o indirecta a los ferrocarriles.

  27. El gobierno alentó esta política y como resultado el gobierno nacional y las provincias, pasaron de administrar y explotara el 50 % de los ferrocarriles, a solamente el 20 % de la red, debido a la adjudicación de las nuevas líneas férreas a capitales extranjeros (especialmente ingleses) y las ventas de muchas pertenecientes a los gobiernos provinciales. Entramos en la época de los ferrocarriles garantidos (rentabilidad del capital invertido asegurada por el Gobierno), Aristóbulo del Valle expresó en el Congreso su opinión adversa, alertando sobre las enormes sumas a cargo del tesoro nacional para garantías ferroviarias, que comprometerían el crédito del país y el crédito de las propias empresas concesionarias.

  28. En sus propias palabras “En tres o cuatro meses hemos sancionado centenares de millas o kilómetros de ferrocarriles con garantía, y que todos se presentan a un solo mercado para levantar capitales. Van a creer que hemos perdido el juicio. Es necesario decir la verdad: no son los capitales extranjeros, sino los negociantes de concesiones los que vienen a solicitar garantías para hacer fácil fortuna, obteniendo una concesión del Congreso Argentino para ir enseguida a negociarla en Europa y hacer fortuna con el crédito de la Nación” En este marco, los empresarios no están movidos por el noble fin “del bienestar económico argentino” sino solamente movidos por sus propias conveniencias.

  29. Insiste Aristobulo del Valle en su posición años después diciendo: “De 1886 pasamos a 1887; el año del oro para todos los empresarios de ferrocarriles el año en que se ha visto levantarse inmensas fortunas sin mayor esfuerzo, sin más trabajo que el haber obtenido una concesión de ferrocarril de Gobierno Argentino, concesión que no la realizaba, en general, el que la obtenía, sino que iba a enajenarla en mercados extranjeros, recargando el costo de las líneas con enormes comisiones a manos del constructor o propietario futuro”. Entre 1886 y 1887 la Nación garantizó $ o/s. 241.000.000. Se obligó a pagar $ o/s. 12.670.000 por año. Al término de las concesiones tendría que pagar $ o/s. 259.000.000.

  30. Esto nos da una idea cabal de lo que significaron los ferrocarriles garantidos, si la idea inicial fue la ampliación de la red ferroviaria en miles de kilómetros, para unir los puntos más distantes de la geografía nacional, en realidad, se desvirtuó, transformándose en negociados, donde la transferencia de contratos y la especulación con las ventas de tierra por donde transitarían los nuevos ramales proyectados sobre planos de papel. • La corrupción que generó esta especulación financiera, llegó al punto tal, que Aristóbulo del Valle denunció en 1888 que se lo quiso sobornar por la cantidad de 10.000 libras esterlinas. • Compartimos la expresión de H. S. Ferns en su magnifico libro “Gran Bretaña y Argentina en el Siglo XIX” cuando expresa que el desarrollo económico fue una “excusa para autorizar la construcción de ferrocarriles donde los amigos de la administración deseaban que se construyeran”, a este marco lo denominó “infierno ferroviario”

  31. A pesar de las fuertes y enojosas palabras del Presidente de La República ante el Congreso Nacional en 1888 y 1889, había ocurrido lo siguiente: los ferrocarriles “habían percibido la totalidad de las garantías”, sin embargo, la contabilidad de los ferrocarriles garantidos, las empresas no habían ganado para cubrir los costos de explotación y pagar el correspondiente dividendo a los accionistas, contrariamente a lo que sucedía con los ferrocarriles no garantidos, que presentaban superávit y pagaban dividendos. La evidencia del fraude y la corrupción estaban a la vista y reflejadas en los libros contables, perjudicando al erario del Estado Nacional. Todos fueron culpables, tiempos de exceso con olvido de prudencia, las empresas extranjeras falseando balances, el Gobierno Nacional, facilitando negocios especulativos (libertad sin normas, el Congreso Nacional distribuyendo desaprensivamente (corrupción mediante) concesiones ferroviarias sin control jurídico-administrativo-contable.

  32. Si el presidente Juárez Celman y su ministro Wilde creyeron transitar por el camino que los condujera a resultados positivos de buen gobierno, la realidad demuestra que se habían equivocado de rumbo (con o sin premeditación), terminando esta inconciencia en la crisis más profunda que soportó la Argentina a fines del siglo XIX. POLITICA FINANCIERA EN EL PERIODO 1880-1890 Las características monetarias significativas durante el período en análisis pueden resumirse en tres aspectos principales: el oro prácticamente desapareció de la circulación y fue reemplazado por el papel moneda, hubo una importante incorporación a la economía de capitales extranjeros en dimensiones superiores al grado de absorción económica y el constante déficit comercial durante el lapso, que cambio bruscamente a partir de la crisis financieras de 1890.

  33. El período de anarquía monetaria en el país, se considera cerrado con la ley 1.130 del 4 de noviembre de 1881. Según la mayor parte de la bibliografía, entiende, que el país tenía un billete de papel para las transacciones internas y oro para las externas, sin embargo, la realidad nos marcaba una situación diferente, el papel moneda no salía de la provincia de Buenos Aires, porque en el interior nadie lo aceptaba. Allí circulaban monedas de plata y de oro, en especial, los que más abundaban eran los bolivianos y los chilenos, ya que diversas monedas metálicas extranjeras tenían curso corriente en el territorio nacional a partir de 1863,estableciendo el Directorio del Banco Provincia el 6 de febrero de ese año las equivalencias correspondientes, que una ley del 26 de octubre, confirmó declarándolas de curso legal en la República.

  34. Sin lugar a dudas la ley 1.130 es la base y el ordenamiento en el sistema monetario argentino y son interesantes las palabras del Ministro de Hacienda, Juan José Romero, integrante ministerial del gabinete del Presidente de la República Julio a. Roca, cuando ante el Senado de la Nación durante la discusión de la ley expresa” Todo el mundo sabe que es un caos todo el interior de la República con respecto a la moneda y me parece que se podría decir de la República, tal vez con más verdad, lo que decía un viajero que fue a Italia antes de la unidad italiana: que el que entrara con una cantidad en la frontera y la conservara sin hacer más que cambiarla en todos los reinos y principados, pagando el premio que cobraran por los cambios, habría llegado al fin de Italia sin tener un solo centavo, es decir, habría desaparecido la cantidad sin gastarla” La ley mantiene el sistema bimetalista, a pesar que el bimetalismo estaba en crisis en el mundo.

  35. Se establece el peso oro que se define como 1,6129 gramos de oro de 900 milésimos de fino y el peso plata es de 25 gramos de plata de 900 milésimos de fino. Se llegó a ese contenido áureo de 1,6129 gs., partiendo de la moneda de 25 gramos de plata, base de Unión Monetaria Latina y dividiéndola por 15,5 que era la relación oro-plata en dicha Unión. • La norma prescribe que las monedas de oro y plata tendrán curso forzoso (legal) y servirán para cancelar los contratos y obligaciones dentro o fuera del país y que deba ejecutarse en el territorio de la República, salvo que se hubiera estipulado el pago expresamente en una clase de moneda nacional • La ley de 1881 tenía como objeto de privar de circulación legal a las monedas foráneas, fundando esa resolución en una condición resolutoria, dejarían de tener circulación las monedas de oro extranjeras, cuando se hubiesen acuñado en él las monedas de oro creadas por la norma en la cantidad de 8 millones pesos y las de plata cuando se hubiesen acuñado la cantidad de 4 millones de pesos.

  36. Respecto de los billetes la ley pretendía unificar la emisión y alcanzar la convertibilidad, obligando a los bancos, que un plazo de dos años, renovasen su emisión en billetes a moneda nacional. Sin embargo, la ley llevaba implícita un rigorismo; la obligación de la circulación de metálico hizo difícil su cumplimiento. La restricción bimetalista, impedía la liberación del oro para pagos internacionales y la escasez de plata dificultaba el bimetalismo amplio, por lo tanto, el sistema se neutralizaba así mismo. Por estos motivos para aliviar la escasez de moneda divisionaria, se dicta la ley 1.334 del 4 de octubre de 1883 que autoriza a emitir al Banco Nacional, bajo la responsabilidad de la Nación, seis millones de pesos en billetes de menos de un peso, convertibles a la vista y a la par, respaldados por una reserva fraccionaria equivalente a un 1/5 en monedas sobre el valor de emisión y que el poder ejecutivo se obliga a mantener en el banco.

  37. El 17 de octubre de 1883 se dicta la ley 1.354, que introduce modificaciones al riguroso metalismo de la ley 1.130; • en su art.1° dispone que los bancos de emisión, del estado, mixtos o particulares, sólo podrán emitir billetes pagaderos en pesos nacionales oro. • En su art. 2° dispone que sólo el poder ejecutivo dispondrá del plazo prudencial para el retiro de los billetes que no se ajusten al art.1°. Respecto a moneda de plata, se limita la aceptabilidad de la plata a $ 5, pero con la salvedad, que el Estado la admitirá ilimitadamente en los pagos de toda contribución e impuestos, esto nos permite dilucidar que se evolucionaba hacia un cuasi monometalismo; además • en su art. 5° prohíbe la circulación de monedas de platas extranjeras.

  38. El nuevo sistema establecido se completa con el Decreto del 22 de diciembre de 1883, dictado en virtud del mencionado art. 2° de la ley 1.354, se inicia según palabras del Dr. Beveraggi Allende; en su libro “El Servicio del Capital Extranjero y el Control de Cambios” Pág. 33, “el único período en la Argentina en cual el peso papel y el papel oro eran intercambiables contra demanda y a la par” • Los Bancos autorizados (Nacional, Provincia de Buenos Aires, Provincial de Santa Fe, Provincial de Córdoba y Otero y Cía.), procedieron a rescatar los billetes emitidos por ellos anteriormente y entregaban nuevos convertibles al cambio de 25 billetes viejos por cada uno de los nuevos.

  39. A principios de1884, el total de circulante convertible ascendía a la cifra de 50.839.850 pesos oro y sobre finales del mismo año la cifra había llegado a la cantidad de 61.700.000 de la misma moneda. Nos encontrábamos entonces ante dos patrones monetarios, el papel moneda nacional para las transacciones corrientes y el oro (libra esterlina) que se usaba para las transacciones internacionales. La problemática monetaria del país residía, en ligar a ambos patrones a través de un cambio fijo, a eso fue a lo que tendió la ley de1883. El período de conversión es de muy corta duración, mediante los Decretos del 9 y de 15 de enero de 1885, ratificados luego por ley 1.734 del 13 de octubre de 1885, el peso papel es declarado nuevamente inconvertible.

  40. Causas que determinaron el fracaso de la convertibilidad: la excesiva emisión, en especial la del banco Nacional el creciente endeudamiento externo e interno, que lleva el monto de la deuda en circulación de $ 58.079.979 en 1880 a $ 118.331.796 en 1885, para elevarse a posterior en 1887 (31 de marzo) a $ 147.791.257, a $ 192.951.651 al 31 de diciembre de 1887, llegando al 31 de diciembre de 1888, a $ 297.358.348 ( datos demostrativos, inclusive posteriores a la ley de inconvertibilidad), el déficit comercial, los ingresos fiscales inferiores a los gastos (déficit fiscal), la aplicación de los créditos a obras no reproductivas, al pagos de deudas o al sostenimiento de los aparatos políticos.

  41. Los autores como J. H. Williams y A. G. Ford atribuyen al desequilibrio del balance de pagos, especialmente por los servicios de la deuda exterior, la causas determinante de la declaración de la inconvertibilidad del papel moneda. No se puede negar el alto grado de emisión monetaria, pero a ello debe sumarse la incidencia de los efectos producidos por las transacciones tanto comerciales como financieras con el exterior. El doctor Olarra Jiménez en la obra citada, toma un cuadro de la obra de Ford y lo transcribe: INGRESOS EGRESOS Exp. Préstamos Importac. Serv. Deuda Saldo (en millones de pesos oro) 1881 58 14 56 12 + 4 1882 60 25 61 16 + 8 1883 60 47 80 20 + 7 1884 68 40 94 28 - 4 1885 84 39 92 23 + 8 .

  42. El cuadro muestra la importancia de los préstamos derivados al sistema ferroviario y para deuda pública para proveer oro monetario, destacándose el incremento a partir de 1881. Este esquema produjo el aumento permanente de los servicios de la deuda y el aumento de las importaciones hasta 1883, en el año posterior (1884), surge un déficit de las transacciones con el exterior. El déficit reflejaba el drenaje de oro, si esta situación se hubiera acompañado por una disminución del circulante, la convertibilidad se podría haber conservado (sin tomar en cuenta otras derivaciones macroeconómicas), sin embargo el volumen de circulante creció desmesuradamente, a contramano con la disminución del oro, a estas dos causas, se puede agregar una tercera, la falta de confianza en el sistema monetario y en la estabilidad de la relación entre el papel y el oro (esta historia se ha repetido en el transcurso del tiempo en nuestro país, pero se ve a la luz de los acontecimientos, que adolecemos de una falla sistémica, en la memoria o inconciente colectivo, por lo menos para los temas económicos).

  43. En el mismo sentido expresa Williams: “Desde 1885 tenemos, por lo tanto, dos sistemas monetarios distintos: el del papel moneda depreciado para uso interno; y el del oro y el cambio en oro para transacciones externas. Este estado de cosas se mantiene a través del resto del período.....” Sigue diciendo Williams “Parecería no haber dudas, entonces, acerca de la causa de la suspensión de los pagos en metálico. La suspensión se debió a la balanza de pagos desfavorable de 1884 y a la consecuente caída del cambio. Un punto adicional, sin embargo, requiere explicación. El déficit de la balanza de pagos ocurre en 1884, mientras que la caída de cambio y la suspensión de los pagos en metálico no ocurren hasta enero de 1885. El intervalo representa el período de lucha por parte de los bancos oficiales para superar la tormenta y mantener la conversión del peso papel en oro a la par”.

  44. La estructura económica y política en el país, compuesta por terratenientes y exportadores, permitía que un papel moneda depreciado en términos del oro, generaba una redistribución de los ingresos, en beneficio de la clase dominante y en contra de los asalariados rurales como urbanos. En especial la clase terrateniente, a pesar, de ser propietaria de tierra fértiles y productivas, se encontraba endeudada en deudas hipotecarias fijas nominadas en pesos papel, por lo tanto, la depreciación del peso, disminuía la deuda en términos reales, en el mismo sentido un peso que se depreciaba, incrementaba en términos nominales los ingresos de exportación. (La historia Argentina parece una noria, encontrar esta situación, parecida a la el año 2001 en adelante, es pura casualidad) Por ley 1.905 del 23 de noviembre de 1886 se autorizó al poder ejecutivo a prorrogar la inconversión de los billetes declarados de curso legal.

  45. El decreto reglamentario del 24 de diciembre del mismo año, estableció la prorroga hasta el 9 de enero de 1889, en su art. 2° fijo la circulación de los bancos y su encaje metálico. Hacia fines de 1886, los billetes inconvertibles de circulación en el país alcanzaban la cifra de $ 88.294.613, a los que se agregaban $ 5.776.358 en billetes fraccionados (de 50, 20,10 y 5 centavos emitidos por el Banco Nacional en cumplimiento de la Ley 1.334), la Reserva metálica alcanzaba la suma de $ 27.300.177 (oro). El Gobierno Nacional, consideraba insuficientes los medios de pagos, por lo cual, sanciona la Ley 2.216 del 3 de noviembre de 1887, denominada Ley de Bancos Garantidos, siguiendo la orientación de Estados Unidos (emitían greenbacks, creados para financiar la Guerra de Secesión), encuentra la manera de extender en forma inusitada la emisión bajo la denominación de bancos libres de garantías.

  46. La norma contenida en el artículo 67de la Constitución Nacional fue interpretada en el debate parlamentario, en el sentido que un solo banco no podía ejercer el monopolio de la emisión en la República, pues se desviaría el espíritu federal que anidara en la Carta Magna, reconociendo la autonomía y soberanía territorial a las provincias. La norma establecía que toda corporación o sociedad constituida para hacer operaciones bancarias estaba facultada para emitir billetes garantidos con fondos públicos nacionales (art. 1°). El capital mínimo integrado debería alcanzar la cifra de $ 250.000 en efectivo y la emisión no podría superar el 90 % del capital realizado (art. 2°). Los bancos no podían poner en circulación los billetes que recibiesen sin constituir previamente un fondo de reserva en oro del 10 % de los billetes recibidos para circular y debían destinar anualmente un 8 % de sus utilidades líquidas a incrementar ese fondo de reserva (art. 3°).

  47. La Nación depositaría a la orden del Banco Nacional una garantía igual a su emisión en fondos públicos creados por esta ley (art. 4°). Los fondos públicos constituían títulos de deuda interna con el 4 ½ % de interés y el 1 % de amortización anual acumulativa que se aforaban al 85 % de su valor (art. 10°) Se crea una Oficina Inspectora con la función de vigilar el cumplimiento de la ley y hacer entrega de los billetes. El mecanismo era el siguiente, la entidad pública o privada que fundara un banco de emisión y de descuentos y depósitos debía comprar al gobierno Fondos Públicos

  48. . • El gobierno recibía el oro y entregaba los fondos que la corporación depositaba en la Oficina de Bancos Garantidos. • Una vez efectuado este depósito, la corporación se presentaba al gobierno y obtenía los billetes con los que abría el banco. • La diferencia con los Estados Unidos consistía en que ese país existía una deuda pública muy grande y que los bancos podrían ir adquiriendo como contrapartidas de la emisión, en cambio en nuestro país, la deuda se creaba con ese mecanismo y en un volumen inmanejable. • Además otro error de la ley, consistió en sostener un billete inconvertible con fondos a oro, con todos los problemas posteriores de su servicio y endeudamiento para el pago.

  49. Sintetizando podemos decir: el gobierno bajo el argumento de consolidar el crecimiento económico del país, instauró un sistema bancario, que resultó una de las ideas con mayores efectos contrarios a las buscadas, quizás en todo el historial económico. La normativa, permitía que toda sociedad (pública o privada) pudiera fundar bancos de depósitos y descuentos, pero el mal mayor era que también esos bancos podían emitir billetes. Estos estarían garantizados por fondos públicos nacionales. Había que llenar algunos requisitos, él más importante, tener un encaje (reserva) en oro para respaldar el circulante. (El oro después fue vendido y las emisiones se transformaron en papeles impresos sin respaldo), Adhirieron 29 entidades, entre ellas el Banco Nacional y el Banco de la Provincia de Buenos Aires, se pusieron a circular nada menos que 191 piezas monetarias distintas. Cuando el sistema entró en funcionamiento la emisión global alcanzaba la suma de $ 85 millones, tres años más tarde la suma había llegado a casi $ 252 millones.

  50. Los resultados fueron la desenfrenada especulación sobre todo tipo de bienes, desde inmuebles, títulos de la bolsa, cédulas hipotecarias, etc., presagio de un derrumbe político en ciernes y como corolario tampoco el sistema, pudo solucionar la escasez de circulante en las provincias. • LA CRISIS DEL 90: • El período transcurrido entre 1880 y 1890 se caracteriza por una primera etapa de prosperidad y expansión económica en términos reales, es decir, comparando monto de exportaciones, kilómetros de red ferroviaria, toneladas transportadas, rentas nacionales, etc. • Sin embargo, la crisis se precipita hacia 1890, desde lo interno podemos visualizar, el fracaso del sistema de bancos garantidos, con sus secuelas de corruptelas e inclusive emisiones clandestinas del Banco Nacional y el de la Provincia, el excesivo emisionismo, la deuda del gobierno y los bancos, la depreciación de la moneda que amenazó la rentabilidad en términos reales de los inversores, paralizando la entrada de nuevos capitales y direccionando los mismos hacia otros mercados, el crecimiento del riesgo produjo un descenso en la inversión extranjera.

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