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EL SÁBADO Y LA ADORACIÓN

EL SÁBADO Y LA ADORACIÓN. Lección 3 para el 16 de julio de 2011. EL SÁBADO. RECORDATIVO DE. LA CREACIÓN. LA REDENCIÓN. LA SANTIFICACIÓN. AUTOR DE. JESÚS. ACUÉRDATE DE TU CREADOR.

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EL SÁBADO Y LA ADORACIÓN

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Presentation Transcript


  1. EL SÁBADO Y LA ADORACIÓN Lección 3 para el 16 de julio de 2011

  2. EL SÁBADO RECORDATIVO DE LA CREACIÓN LA REDENCIÓN LA SANTIFICACIÓN AUTOR DE JESÚS

  3. ACUÉRDATE DE TU CREADOR “Por la palabra del Señor fueron creados los cielos, y por el soplo de su boca, las estrellas. Él recoge en un cántaro el agua de los mares, y junta en vasijas los océanos. Tema toda la tierra al Señor; hónrenlo todos los pueblos del mundo; porque él habló, y todo fue creado; dio una orden, y todo quedó firme” (Salmo 33: 6-9 NVI) Dios es el Creador de todo lo que existe (Génesis, 1: 1) En hebreo, se usa un verbo exclusivo para hablar de la creación divina: bará. Nadie puede crear (bará) como Dios crea el espacio, el tiempo, la materia o la energía. “¿Con quién, entonces, me compararéis vosotros? ¿Quién es como yo?, dice el Santo. Alzad los ojos y mirad a los cielos: ¿Quién ha creado todo esto? El que ordena la multitud de estrellas una por una, y llama a cada una por su nombre. ¡Es tan grande su poder, y tan poderosa su fuerza, que no falta ninguna de ellas!” (Isaías, 40: 25-26 NVI)

  4. ACUÉRDATE DE TU CREADOR Al adorar en el sábado a nuestro Creador, somos librados de, al menos, dos ideas erróneas acerca de Dios. • Si Dios es el único que puede crear, no existimos por evolución espontánea. “Yo hice la tierra, y sobre ella formé a la humanidad. Mis propias manos extendieron los cielos, y di órdenes a sus constelaciones” (Isaías, 45: 12 NVI)

  5. ACUÉRDATE DE TU CREADOR Si Dios nos creó, no podemos adorarle a través de ídolos de madera o metal que nosotros podamos crear. "¿Con quién vas a compararme, o a quién me vas a igualar? ¿A quién vas a asemejarme, para que seamos parecidos? Algunos derrochan oro de sus bolsas y pesan plata en la balanza; contratan a un joyero para que les haga un dios, y ante ese dios se inclinan para adorarlo. Lo levantan en hombros y lo cargan; lo ponen en su lugar, y allí se queda. No se puede mover de su sitio. Por más que clamen a él, no habrá de responderles, ni podrá salvarlos de sus aflicciones” (Isaías, 46: 5-7 NVI) “Les falta conocimiento y entendimiento; no se ponen a pensar ni a decir: Usé la mitad [de la madera] para combustible; incluso horneé pan sobre las brasas, asé carne y la comí. ¿Y haré algo abominable con lo que queda? ¿Me postraré ante un pedazo de madera?” (Isaías, 44: 19 NVI)

  6. ACUÉRDATE DE TU REDENTOR Otra razón que Dios dio a Israel para guardar el sábado es que recordasen como Él los había liberado de la esclavitud de Egipto (Deuteronomio, 5: 15) De igual modo, al adorar a Dios el día sábado, recordamos cómo Él nos ha liberado de la esclavitud del pecado (Romanos, 6: 16-23) El mismo poder que Dios demostró en Egipto para liberar a su pueblo es el que Él usa ahora para liberar a sus hijos del pecado y del poder que éste tiene de esclavizarnos. “Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia” (Romanos, 6: 17-18)

  7. ACUÉRDATE DEL QUE TE SANTIFICA “Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación” (Génesis, 2:3) Cuando adoramos en sábado a Aquel que santificó el sábado, somos santificados por Él. Somos llamados a vivir una vida distinta a la que vivíamos antes de conocerle, una vida alejada del pecado y consagrada al servicio de Dios. “Masahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna” (Romanos, 6: 22)

  8. Una parte importante de este proceso de santificación es el cumplimiento de nuestra misión: ser testigos vivientes de lo que Dios puede hacer en aquel que le adora y llevar el mensaje final de este mundo a los demás. “Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas” (Apocalipsis, 14: 7) ACUÉRDATE DEL QUE TE SANTIFICA

  9. BENEFICIOS DEL SÁBADO “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo, 11: 28) Descansamos en Jesús, siguiendo su invitación. Reposamos emocional, psicológica y espiritualmente. Nos deshacemos de la carga del pecado, la culpa y el temor. Tenemos descanso físico. Cambiamos el ritmo de la mente y el espíritu. Obtenemos alivio de las cargas y el estrés de la vida diaria. Fortalecemos la agudeza mental y la fuerza física. Adquirimos un sentido de identidad: somos creados a imagen de Dios y le pertenecemos. Intimamos con nuestro Creador. Nos da esperanza para el futuro (Isaías, 66: 23)

  10. “La observancia del sábado entraña grandes bendiciones, y Dios desea que el sábado sea para nosotros un día de gozo. La institución del sábado fue hecha con gozo. Dios miró con satisfacción la obra de sus manos. Declaró que todo lo que había hecho era "bueno en gran manera" (Génesis 1:31) El cielo y la tierra se llenaron de regocijo. "Las estrellas todas del alba alababan, y se regocijaban todos los hijos de Dios" (Job 38:7). Aunque el pecado entró en el mundo para mancillar su obra perfecta, Dios sigue dándonos el sábado como testimonio de que un Ser omnipotente, infinito en bondad y misericordia, creó todas las cosas. Nuestro Padre celestial desea, por medio de la observancia del sábado, conservar entre los hombres el conocimiento de sí mismo. Desea que el sábado dirija nuestra mente a él como el verdadero Dios viviente, y que por conocerle tengamos vida y paz” E.G.W. (Testimonios, tomo 6, “La observancia del sábado”, pg. 351)

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