La pregunta filosófica sobre l os Límites

1. La pregunta filosófica sobre los Límites Los límites dentro de la teoría marxista. Gabriela Cabezas, Isabel Calderón. Camilo Godoy.

2. Deseo en Hegel y voluntad comunista. En la «fenomenología del espíritu» de Hegel podemos distinguir dos tipos de deseos: Deseo animal o deseo negativo Inmediatez Satisfacción directa y material Carencia 2. Deseo humano: a) Desear por desear (deseo vacío) necesidad de sentido Ilusorio b) Deseo positivo Reconocimiento Autoconciencia Entendimiento

3. ¿Qué es la voluntad Marxista? • Racional: • Revolucionaria o traslimitadora : requiere la superación de los limites de la individualidad, temporalidad y espacialidad del sujeto, el cual deja de ser tal para formar parte de una sola VOLUNTAD. • Practica histórica: la voluntad marxista trasciende al tiempo y espacio, no es cuanto idea, sino que como voluntad. Es una voluntad que avanza en la historia de la humanidad fortaleciéndose hasta el día que pueda realizarse; corresponde a una Fuerza revolucionaria. • Voluntad única: No es producto de la unión de voluntades particulares, sino que se trata de una misma voluntad compartida por los marxistas.

4. El capitalista y el trabajador • Hegel explica mediante la relación del «Amo y el esclavo» el desarrollo histórico de la autoconciencia y la formación de la voluntad libre. Dentro del devenir de la conciencia Hegel distingue tres estadios: • A) Individualidad • B) Moralidad • C) Eticidad -> Libertad • El marxismo postula que la versión capitalista de la labor productiva ha llevado a la enajenación del producto del trabajador como suyo, para entenderlo como un objeto ajeno a su humanidad, deshumanizando el trabajo, y llevando al hombre a vivir para trabajar y no ha trabajar para vivir. • Este proceso de Enajenación del producto de su trabajo, se divide en las siguientes etapas: • Objetivación:

5. 2) Extrañamiento 3) Cosificación 4) Alienación 5) Reificación 6) Fetichización 7) Extrañamiento • De modo que la tradición marxista postula la des-enajenación del producto del trabajo y del trabajo , reconociéndoles la humanidad inherente en ellos . • La re-humanización del producto del trabajo implica una dignificación de hombre, al reconocérsele valor a su actividad creadora y a la humanidad que implica. • A diferencia de Hegel; Marx no ve en el Estado la consagración de la libertad del hombre, sino que lo considera como un estadio necesario para llegar a la sociedad sin clases que correspondería a la expresión de la voluntad libre de los hombres.

6. Transgresión Marxista • El Marxismo bajo la perspectiva de Foucault corresponde a un discurso transgresor. Por cuanto se orienta a la destrucción de las institucionalidades capitalistas que expresan las limites de la sociedad y de los propios hombres como individuos. • La superación de un modo de razonar y de relacionarte de forma «neoliberal» es requerimiento para la realización del marxismo, para su gestación a lo largo de la historia y por sobre todo para ser posible. • El marxista se seduce con la posibilidad de una sociedad sin clases, planteándose esta posibilidad como un eventualidad no actual. Esta seducción si bien opera de una convicción del marxista en cuanto individuo, trasciende a una pasión compartida que le da su carácter traslimitadora al superar los limites del individuo. • El Dios que debe morir corresponde al Capitalismo, lo cual implica la destrucción del estado de derecho al estar fundado en instituciones neoliberales como son la propiedad privada y la individualidad.

7. Como postula Foucault la transgresión implica una actividad extralimitadoraque determina limites más amplios que los anteriores; en el marxismo se manifiestan en: • Ausencia de un Estado de derecho • La propiedad común • La familia como comunidad y universalidad • Valor en cuanto humanidad

8. Baudrillard y la diferencia entre sexo y sexualidad Psicoanálisis y la invención de un campo propio. La represión y la liberación como problemas fundamentales.

9. 2. La economía libidinal del sexo • Lo sexual como correlato de la circulación económica. • La administración de la sexualidad como “gestión de un capital.

10. 3. La necesidad de liberación - Dar cuenta de la liberación ante uno mismo. Valores de la seducción y valores de la sexualidad. Liberarse de la seducción y acceder al mundo de lo real.

11. 4. Producción y seducción en Baudrillard. La producción como delimitación La seducción como deslimitación. Relación entre estas dos lógicas.

12. 5. Marxismo: seducción, producción y límites. Producción fija el límite de lo cognoscible, pero también de lo posible. Seducción como voluntad revolucionaria. Dinámica del juego entre seducción y producción.

13. 6. La liberación en el marxismo Sociedad sin clases como translimitación La lucha contra las definiciones estáticas, ahistóricas de la realidad social. Deslimitación como motor de la historia. El problema de la ideología y la posibilidad de una descripción objetiva de lo real: relaciones con la pornografía.

14. Cuando la producción escapa de sí misma Fetichismo de la mercancía en Marx. Hiperrealidad en Baudrillard.

15. George Bataille y los límites • Siguiendo a Bataille, el género humano es el único que puede hacer de su actividad sexual erotismo. • Plantea como el sentido último del erotismo a la fusión, la continuidad y la supresión de límites . • El deseo hace su aparición. En el acto erótico, -sexual, religioso, sagrado, secreto- el hombre se enfrenta al deseo, hay una interrelación, hay una contigüidad entre el deseo y el erotismo. Porque como en el deseo, el acto erótico siempre está vestido por la compulsión a repetir, por la búsqueda de un plus, de un siempre más; es que tanto en el deseo como en el erotismo.

16. La cuestión del objeto erótico convoca una paradoja: el objeto del deseo con sus distintivos, con esas señales que alientan la excitación, lo que hace sensible es la diferencia, esas señales que uno ve en el objeto erótico son embajadoras de la diferencia;Esa paradoja de la negación de los límites de todo objeto, es la naturaleza del objeto erótico. No podemos evitar el exceder siempre los límites, los límites del ser, los límites del cuerpo, pero para saber sobre el límite, habrá que haber vivido en algún momento la experiencia del delimitarse. Pero el deseo es imposible, ese objeto que nos desvela, que nos ahoga nunca será poseído; es una ilusión.

17. Marxismo, deseo y erotismo. Lo crucial que se mantiene del marxismo es su voluntad revolucionaria ante un mundo insoportable. El marxismo es una teoría revolucionaria. teoría condicionada radicalmente por su propósito de ser revolucionaria, es decir, por la intuición fundante y la voluntad primaria de que una transformación radical y global de la sociedad es necesaria y posible. Una teoría que se sustenta y adquiere forma a partir de una voluntad Ser marxista implica un fuerte compromiso existencial, una actitud permanente en que, como he indicado más arriba es, revolucionaria.

18. Lo que el sujeto busca tras la mercancía (o lo que alguien desea que busque), ahora, es fácilmente presentable por el trabajo de una agencia publicitaria, o por los medios de comunicación, deseamos lo que nos dicen que deseemos En su libro Marx en su (tercer) Mundo, nos habla de “una seducción excitante, caliente, lasciva. Una magia cautivante y encantadora. Las mercancías seducen al sujeto contemporáneo, lo acarician, lo envuelven y enamoran mostrándole un orden perfumado y rutilante, aparentemente autónomo y autosuficiente. Del marxismo se puede decir que es una visión de mundo. Es decir, una teoría desde la cual se puede ofrecer una perspectiva acerca de todos los ámbitos de la experiencia humana, que se disocia de esta ilusión de deseo para dar paso al verdadero deseo, no el desear por desear.

19. El marxismo es una manera de estar en el mundo, una posición de hecho o, para darle toda su fuerza a la fórmula, es una manera de ser en el mundo. Es decir, más bien un conjunto de actos relacionados con una teoría y una voluntad, que un conjunto de ideas.  Una voluntad revolucionaria: es una voluntad revolucionaria porque ve que una transformación radical y global de la sociedad es necesaria y posible para terminar con la mayor parte de los problemas que produce la sociedad capitalista y especialmente con la enajenación. Como voluntad revolucionaria, es una voluntad racional